"El amor y el dolor van de la mano. Para amar, primero hay que sufrir y despues del dolor viene el amor."

NINA

―¡Por favor! ―Se escucha que grita Jackson. ―¡Solo fue café, director Richardson! ―Guarda silencio. ―¡Ese pedazo de imbécil quiso follarse a mi novia!

Mian a mi lado me pellizca el brazo con temor. No se como, pero logre convencerla de venir a chismear, a través de la puerta de la oficina del director. Por nuestra fortuna la secretaria no vino a trabajar hoy.

―Esto es inadmisible, Señor Crawford. ―Le reprende con su típica voz rasposa. ―Sin duda alguna usted y su amigo Larsson son unos problemáticos. Pero ustedes, hermanos West, ¿Enserio? Cuando llegaron a mi oficina pensé que serian un ejemplo para los demás. Pero ya veo que me equivoqué.

Mian vuelve a pellizcarme. Muerdo mi labio reprimiendo un quejido de dolor. Ella me mira con desesperación, no esta acostumbrada a estas cosas. Yo tampoco pero me entraron unas ganas de venir a escuchar.

Desde que los vi he sentido una gran curiosidad hacia Darrell y Drew. Han causado todo un revuelo, como era de esperarse. Pero no se, siento que esconden algo. Detrás de todo ese atractivo y actitud de superioridad siento que hay algo mas.

Mian y yo hemos hablado de eso. Ambas lo percibimos. Pero siento una inclinación hacia Drew, mucha mas curiosidad por el.

Aquel dia en el club pude ver un poco de Darrell. Es confianzudo, arrogante y hasta algo creido. Eso lo vuelve algo intimidante. Mian me explico lo de la nota que le arrojo y todo esto no puede parecerme mas extraño.

Darrell es extraño pero Drew también. Esos hermanos traen algo entre manos y la pelea que tuvieron en el comedor solo me despertó aun mas las ganas de chismear. Mian, muy en el fondo tambien siente curiosidad. La conozco, quiere saber pero siente algo de temor.

―... Director Richardson. ―Dice una voz que no había escuchado en todo el rato. Es segura, grave y fuerte. Aunque sumamente seria, algo me dice que es Drew. Mian deja de molestarme y pega su oreja a la puerta para escuchar. ―Entiendo que no haya explicación para esto. Estuvo mal lo que hicimos pero solo quiero decirle: si usted viera como amenazan a su hermano menor ¿no lo defendería? Darrell y yo tenemos un gran vínculo. Nos defendemos el uno al otro y asi sera siempre.

Alguien resopla con cansancio.
―Lo entiendo a la perfección. Pero estas no son las conductas que deben tener unos alumnos que a penas ingresan a mi institución. Sin embargo, lo dejare pasar. Pero no quiero otro evento como el de hoy. ¿Esta bien?

No se escucha nada. Supongo que los hermanos solo asintieron de acuerdo.

―¿¡Como!? ¿¡Dejara a estas mierdas irse con tranquilidad!? ―Grita eufórico Jackson. Travis no ha emitido palabra desde que entro.

―Si. En cambio usted tiene un historial muy comprometedor, Señor Crawford. Estoy cansado de lo mismo, y usted, Señor Larsson. Estoy muy decepcionado, tiene que dejar de seguir en todo a su amigo, es un alumno con calificaciones intachables pero en cuanto a su conducta deja mucho que desear. ―Guarda silencio―Ya pensaré en un castigo para ustedes. Por ahora retírense todos y vayan a enfermería, y no quiero que...

No termino de escuchar lo que decía Richardson porque a mi lado Mian tira de mi brazo llevándome lejos. Me mira con los ojos muy abiertos dándole una apariencia de lunática.

―¡¿Estas loca!? ―Susurra en un mini grito. ―Eso fue muy riesgoso. Vámonos a clase ya.

Mian vuelve a tomarme del brazo como si tuviera miedo de que vuelva a escaparme. La sigo algo resignada. Si algo puedo decir es que el director no tiene mucha autoridad. Es decir, ¿No sabes cómo castigar a unos alumnos que se pelearon en mitad del comedor? Ósea, eso merece una expulsión.

Ambas caminamos por el pasillo que se encuentra en completo silencio. Mian a veces es muy temerosa y yo en ocasiones tomo la iniciativa. Algo poco normal puesto que yo suelo ser la mas reservada.

Justo cuando estábamos al final del pasillo escuchamos voces masculinas que nos obligan a escondernos tras la pared.

―... Sabes que esto se salió de control.

Esa voz se parece mucho a la Drew.

―El trato se rompió.

Mierda. Esa sin duda es la voz de Mark. ¿Qué hace aquí?

Lucho por mirar un poco hacia el otro lado de la pared pero no logre mirar nada porque Mian me pellizca y me mira como si estuviera loca. Se muestra alarmada y me hace una seña para que guarde silencio. La miro mal por su agresión y presto atención cuando escucho otra voz hablar.

―Se rompió desde que el imbécil ―Hace énfasis en la ultima palabra Jackson. No se a quien se refiere. ―Defendió al Marica, ayer.

¿Qué? ¿Quién es el Marica?

―Tus palabras por mi culo. ―Responde Mark.

―Entonces no hay nada que decir. ―Vuelve a decir la gélida voz de Drew. Escucho unos pasos. ―Ya nada nos une.

―En ese caso. ―Expresa Mark. ―Cada quien por su lado.

―Desde un inicio supe que este trato no duraría mucho. ―Ahora habla Darrell. ―Pero me gustaría que llevemos las cosas por la paz.

―Te querías follar a mi novia. ―Gruñe Jackson.

―Corrección: Ella me quería follar. Pero olvidemosno de eso ya. ―Alega relajado Darrell.

Escucho de nuevo un gruñido y luego otro.

―Jackson, serás estúpido. Resuelve tus mierdas con tu loca y deja las cosas por la paz. ―Habla esta vez Travis.

―Esto me aburre. Adiós. ―Se despide Mark y escucho como se aleja.

Mian y yo nos miramos. Ninguna se mueve hasta cierto tiempo en el que pensamos que ya todos se han ido. Empezamos a caminar con lentitud. No decimos nada acerca de lo que escuchamos. Aun faltaban unos minutos antes de que salieran todos los alumnos para ir a sus ultimas clases del dia.

¿Qué clase de trato tenían esos chicos? ¿Por qué se rompió por culpa de Mark? ¿A quien defendió? Son tantas preguntas las que formula mi mente que ya empieza a dolerme la cabeza.

Justo cuando estábamos por llegar al aula donde imparten la clase de arte, la ultima del dia (debido a que perdimos una por andar chismeando lo que no debemos). Sale Mark de algún lugar muy inesperado del pasillo y nos mira con serenidad.
Sus brazos estan cruzados y nos da una mirada tan seria que me siento como una niña pequeña que fue atrapada en una travesura. Miro a Mian y ella me observa a mi y luego al chico.

―Mark. ―Saluda con algo de nerviosismo Mian. Su voz, que normalmente suena muy armoniosa ahora es algo chillona.

Mark la pone nerviosa. Eso lo sé. Quién sabe, aún no he hablado con ella sobre eso pero tal vez le guste. Este rubio de ojos grises le causo un gran impacto desde el segundo encuentro que tuvo el club en el inicio. No por su físico, que puede ser muy intimidante, sino por sus palabras.

Aunque a mi me causa confusión. Aun recuerdo lo que sentencio luego de su largo discurso, eso ultimo que dijo mirándome: «Bienaventurados aquellos que aun estando en malos momentos pueden regalar sonrisas verdaderas y cálidas. Son pocas las personas asi, y es de las cosas que más necesita este mundo»

Cuando dijo aquello me sentí descubierta. Ósea, me refiero a ¿Qué pensarías si alguien como Mark te dijera algo asi? Al menos yo sentí que el conocía todo de mi. Toda las cosas que vivo en mi casa con mi abuela. Sentí que conocía todo de mi.

―No sean cotillas, chicas. ―Dice sereno sin cambiar su expresión. Mira a Mian y luego a mi. ―Les sugiero que dejen de escuchar conversaciones ajenas es...

―Es de mala educación. ―Termina Drew por el. Aparece detrás de Mark.
Ahora, con Mark y Drew. Dos chicos que lo que tienen de super altos lo tienen de fuertes e intimidantes a simple vista, hacen que me sienta como un pequeño conejito. Y creo que asi mismo se siente Mian.

―No fue nuestra intención. ―Se excusa Mian rápidamente.

―Mientes. ―Refuta Mark con tranquilidad. Drew nos da una ultima mirada y luego se va sin decir nada.

Los alumnos empiezan a salir de las aulas llenando todo el lugar. Aun asi Mian, Mark y yo seguimos en nuestros lugares. El rubial mira a su alrededor y pasa su mano por su cabello a la vez que resopla con cansancio. Vuelve sus ojos grises hacia nosotras y dice:

―Vayan a clase.

Mian no me da tiempo a decirle nada ya que me toma del brazo empezando a caminar en dirección a la puerta de la clase de arte.

―Chicas. ―Nos llama a lo lejos. Al voltear Mark nos mira y puedo percibir cierto brillo risueño, travieso y algo malicioso en sus ojos. ―Nos vemos en el club el lunes.

Y con toda sinceridad sentí algo bien feo al escuchar aquello.

Solo que no puedo decir con exactitud qué.
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―¿Abuela? -Cierro la puerta a mis espaldas y camino en dirección a la pequeña sala que tenemos. ―Abuela ya llegué.

―Hija. ―Camina con algo de dificultad. ―¿Cómo te fue mi niña?

Me sonríe de esa forma tan suave, linda y calida que solo ella sabe darme. Su rostro repleto de arrugas y su cabello canoso en un moño son una muestra de su avanzada edad, pero ese brillo en sus ojos aun sigue ahí. Un poco menor pero esta, y eso me conforta mucho.

―Todo bien, abue. ―Me acerco y agacho un poco para poder abrazarla.

―¿Y tus notas?

Suspiro al recordar lo mucho que le importa ese tema. Desde que nos venimos a vivir a Australia en busca de una vida mejor mi abuela me hizo saber lo muy importante que es que tenga unas buenas notas. Tener un buen estudio y llegar a la universidad. A pesar de que aún me falta un año mas aparte de este, estoy siempre recordándome que tengo que estudiar mucho.

Mi abuela espera mucho de mi. No la puedo decepcionar. Dejar Venezuela no fue nada fácil, pero ya no tenia nada ahí. Mi abuela esto todo lo que tengo y por lo que lucho. Mis padres, ellos fallecieron cuando yo era una niña y mis tíos paternos viven en otro país.

Todos con vidas propias y que solo se encargan de enviarnos dinero para cubrir todos los gastos.

―Siguen igual. Esta todo excelente. -La ayudo a sentarse en su sillón. ―¿No hay algo para comer? Tengo hambre.

Ella me mira apenada y baja la mirada. Resoplo y acaricio su cabello. Últimamente le es muy difícil cocinar.

―Perdóname. Pero es que... Ya no soy como antes mi niña yo...

―Tranquila. ―Le interrumpo al ver como sus ojos azules se cristalizan. ―¿Al menos has comido algo?

Ella niega. Vuelvo a suspirar y camino con rapidez a la cocina para preparar algo rápido. Creo que tendre que contratar a alguien para cuidar de mi abuela mientras este en el Insituto. No me gusta la idea de usar del dinero de mis tios, aunque es bastante, siento que estoy abusando.

Pero si mi abuela sigue así tendré que buscar a alguien.

Mañana es otro dia. Y sinceramente siento un gran alivio al pensar que tendré un fin de semana para descanzar.

Libre de misterios y sobre todo de escuchar conversaciones ajenas.

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