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Capítulo 15

“Que mis demonios aparezcan y se junten con los tuyos.”


BONNIE

Existía un silencio tan sepulcral en la habitación que podía escuchar  el goteo de las minúsculas gotas de agua que eran liberadas de la parte baja del aire acondicionado y aterrizaban todas amontonadas en un pequeño balde.

El director Richardson tenia mas de veinte minutos observándome. ¿Acaso le gustaba o que? No tengo pruebas pero tampoco dudas. Se de sobra que resulto muy atractiva y llamativa a los ojos masculinos.

No solo por mi cuerpo, que resulta curvilíneo por los constantes ejercicios. Tambien por mi piel blanca, aunque con algunas estrias por las constantes subidas y bajadas de peso que he tenido desde el inicio de mi pubertad, pero es lo que menos me acompleja. Mi cabello es tan largo y con ondas que me recuerdan a las olas del mar, con la diferencia que desde hace dos años lo llevo con reflejos morados.

Le doy una ojeada divertida al director al ver como por un momento admira mis piernas descubiertas por mi corta falda de mezclilla. Sus ojos paran rápidamente en la papelera con el rostro sonrojado. Suelto una risita picara que se muestra con cierto humor, pero la verdad es que siento algo de asco por él.

Odio y siento mucho asco a los hombres que se fijan de esa forma en unas chicas que podrían ser sus hijas o sus nietas. Es tanta la repulsión que, al tragar saliva, casi me ahogo con la goma de mascar que olvidaba y estaba en mi boca.

El director carraspea.

—¿Y bien, señorita Rox? —Pregunta escéptico con una ceja arqueada. —¿Me dirá por que le dio una cachetada a la alumna Sarah Mary Harrison?

Siento gracia al escuchar como llama a la pelirroja por su nombre completo. Sarah Mary gruñe como lo que es: una perra ardida. Yo le sonrio de la forma mas cinica y falsa que conozco, esa chica me encontró algo… Cariñosa con su noviecito, Jackson.

La arpía me llamo zorra y yo me enojé. Nadie, absolutamente nadie tiene el derecho de llamarme de forma ofensiva. No permití que siguiera con sus insultos asi que le termine dando la bofetada mas fuerte que cualquier otra persona le hubiera dado. Y carajo, la satisfacción de callarle la boca de esa forma si que fue grande y me alegró.

Sonrío ante el recuerdo y ella me mira con odio contenido. Solo es la típica niña de papi que, al ser reprendida, esta armando todo un alboroto.

El que yo le guste a Jackson no es mi problema, pero sí de ella y de él. Además, tampoco me limpiaré las manos, pasé un corto pero buen rato con él en el baño de hombres hace un rato. Pero su obsesiva novia apareció encontrándose con que la lengua de su novio la tenia en la garganta.

Suelto una carcajada por recordar su cara.

—¿Le parece gracioso, Señorita Rox? —Pregunta inquisitivo, Richardson. —Tengo la impresión de que me causara muchos problemas. Esto que hizo es digno de una expulsión.

Dice eso ultimo con desconfianza pura y me examina de pies a cabeza.

—Solo por ser su primer dia la perdonare. Pero no quiero algo mas como esto.

Asiento mirando un feo cuadro de una manzana verde colgado en la pared. Es obvio que tendré mas de una visita aquí, tengo que acostumbrarme a sus inmensos lentes redondos, su escaso cabello canoso y su gigante panza.

—¡La dejará así! —Grita histérica y con su terrible voz chillona Mary. Juro que puedo ver su vena en su frente. —¡Es una zorra!

Zorra.

Zorra…

«—¡Por favor! —Gritaba con pavor.

Mi cuerpo no paraba de temblar y el miedo era tan inmenso que me paralizaba pero tenia que seguir intentando, aunque fuera en vano tenia que hacerlo.

Me sostenía de los brazos logrando inmovilizarme, no obstante aproveche y le di una patada en sus partes y a penas me libero por el dolor salí en dirección a mi habitación.
Atrás me seguía.

—¡Ven aquí, pequeña zorra!»

Nadie me llama zorra. Ni siquiera ya el me llama asi, muchos menos ella.
Nadie me llama zorra.

Me levanto tan bruscamente que la silla se cae al suelo y los presentes brincan en su lugar por la impresión. Tomo de la falsa cabellera a la pelirroja y la zarandeo sin piedad mientras ella grita y  llora. Se sentía bien, estaba frenetica con la respiración acelerada.

Esto es lo que se merece, nadie me llama zorra, nadie. Esto es para enseñarle que conmigo nadie se mete.

El maldito del director me toma del antebrazo apartándome y mandándome a sentar de golpe. No podía respirar correctamente, mis ojos estaban muy abiertos y mis manos seguían en la misma forma como si aun tuviera el cabello de Mary en mis manos.

Maldita pelirroja.

—¡Suficiente, Rox! ¡Ya basta! —Me grita al ver que quiero volver a atacar a la perra llorona con la cara roja.

El director Richardson saca de su bolsillo un pañuelo secando su frente con desespero. Me lanza una mirada exasperado y vuelve a meter la mano en su bolsillo.

Me tiende una tarjeta.

—Tome.

—¿Qué es? —Pregunto con desconfianza. No tomaré eso, ya me hago la idea de lo que es. No es la primera vez que me pasa.

—Una tarjeta. —Examina a Sarah Mary quien suelta quejidos dolorosos. Exagerada. —Allí esta anotado el número telefónico de una excelente alumna. Ella dirije un club, creo que tiene que ver con los corazones rotos.

Suelto una risa corta e irónica.

—¿Corazones rotos? —Repito incrédula tomando la tarteja entre mis manos. Es muy simple, y de azul celeste. —¿Y eso que tiene que ver conmigo?

—Mucho —Afirma. Arqueo una ceja esperando que continue —Me da la impresión que tiene problemas. Me parece especial.

—¿Especial? ¿Cree que estoy loca?

—No, creo que es fabulosa. No me mal entienda, quiero decir que me parece alguien poderosa, pero los problemas de su vida no la dejan continuar. Por favor, asista aunque sea una vez.

Ya veremos.

………………………

—¿Qué tu que? —Pregunta muerto de la risa, Travis. El estúpido con tan solo beber un trago ya tiene los ojos cristalizados. —¿Enserio atacaste a Mary frente al director, y peor aun, en su propia oficina?

Suelta una carcajada muerto de la risa, su cabello rubio tapo sus ojos pero el seguía ocupado riendo. Darrell a su lado tambien reia, Drew se mantenía sereno pero noté un apéndice de sonrisa.

Conseguí que Darrell me tomara confianza, pero quien sigue igual es Drew. Es el tipo de hombre que llama la atención: frívolo, distante e indiferente. Mentiría si dijera que no me gusta, resulta altamente atractivo y mayor que en comparación a los demás chicos que he visto en el instituto.

Richardson High no es mal lugar. Para nada, resulta tranquilo pero con lo que Mark me ha contado se de sobra que algunos alumnos guardan muchas cosas.

—Nosotros iremos a un lugar. —Anuncia Drew con una cerveza en su mano y Darrell lo acompaña.

E

so me causa cierta risita.

—¿De qué te ríes ahora tú? —Interroga Mark.

—Parece que uno de esos hermanos te gusta. ¿Drew, cierto? —Pregunta picaro Travis.

Los observo inquisitivos a ambos y vuelvo la mirada hacia los hermanos West que ya se han perdido entre las personas. A pesar de estar a las afueras de la ciudad en un espacio abierto, esta mierda esta cargada de personas. La música retumba desde la pequeña casa y siento que mis oídos explotaran en cualquier momento.

—¿Por qué Darrell siempre anda tras las faldas de Drew? Entiendo que sean unidos pero, ¿No es demasiado?

Travis frunce las cejas sin decir nada y Mark suspira.

—Dejalos, ellos han pasado muchas cosas juntos. Miles de momentos difíciles y hasta traumantes, eso es lo que los llevo a reforzar su lazo. Se protegen mutuamente.

Le regalo una mirada divertida a Mark.

Muy interesante lo que dijo. Muy interesante.

—Creí que quién te gustaba era Drew. —Interviene Travis dando otro trago a la cerveza que aun asi permanece intacta.

—Así es. —Respondo examinándolo. Travis tampoco esta nada mal. Pero jamás estaría cuando, mi unión con el va mucho más allá que solo atracción física. —Me llama la atención. Por eso necesito información —Vuelvo mi vista a Mark quien mira a todos lados.
—Hey —Le llamo. —¿Me podrías decir que es lo que han pasado ellos dos? Al menos un poco.

Me da una mirada de alerta algo amenazante. Parece que he tocado un nervio. Increíble.

—No —Refuta seriamente. Sus ojos grises se vuelven mas oscuros y se acerca a mi rostro para decirme: —Y será mejor que te mantengas al margen del pasado de esos dos. Drew es jodidamente difícil, Bonnie. Y si vas a donde nadie te ha llamado te puede ir mal. Muy mal.

Le sonrío arqueando mis cejas. Mira nada mas.

—¿Me estas amenazando?

—No, solo te advierto. Eres como mi hermana, y te conozco, por eso te digo que no te acerques más de lo que debes. Porque quiero protegerte pero si me desobedeces no te defenderé.

Mentiría si dijera que no amo saber que, a pesar de los años, Mark aún me quiere y guarda aprecio aún después de todo lo sucedido. Él es como mi hermano, uno muy peculiar, somos tan similares pero a su vez tan diferente. Mark es tierra, pero yo, yo soy fuego.

Travis carraspea incómodo y se levanta con dificultad. Tambalea un poco y con voz ronca nos dice a ambos

—Iré por allí. Nos vemos en unas horas.

Suelta un suspiro mientras camina choca con muchas personas que se quejan pero él a penas y como puede se disculpas. Ese estúpido, temo que mis sopechas sean ciertas.

Parece que mark notó mi preocupación porque dice:

—Travis ha empeorado, Bonnie. —Mira hacia el frente, ha entrado en un estado que lo hace parecer que navega por otro mundo. Entonces rie. —El imbécil se ha obsesionado con ganarse esa beca universitaria, por eso ha dejado todo tipo de comidas, lleva años sin consumir alcohol.

Siento un pinchazo en mi pecho al escuchar eso. Entonces la duda viene a mi y no preguntar.

—¿Es por eso que esos dos tragos de cerveza le han afectado? —El asiente sin mirarme con una sonrisa melancolica en sus labios. —Mark, ¿Por qué siento que hay más por contarme?

Se lame los labios como si se estuviera debatiendo en contarme o no. Eso me hace enojar, soy la maldita mejor amiga de Travis. He vuelto aquí, a este jodido pueblo, y quiero salvarlo de lo que sea que lo atormente

—Mark —Sus ojos paran en mí haciendo un ruido sin abrir su  boca indicando que siga hablando. —¿Recuerdas el juramento, cierto? —El asiente. —Entonces dime: ¿Qué mas le pasa a Travis?

Como maldito el momento en que Jackson aparece con su noviecita justo cuando parecía que Mark me echaría la sopa de todo lo que esta pasando. Y maldigo de nuevo con la niña de mini falda me sonríe cínicamente como queriendo decirme: “El hombre es mío, amiga.”

Pff. Por dios, por mí que se lo quede. En este momento solo quiero que los alienígenas pasen y se los lleven a ambos ha otro planeta.

—Hola —Saluda con voz ronca, Jackson. Me da una sonrisa cargada de incomodidad al ver como Sarah Mary se pega mas a el. —¿Qué tal?

El niño queriendo ser amable. Ya se que es un estúpido hijo de puta que amarga la existencia de los chicos por su obsesion a la lucha. Y de paso ese tal Jack los ataca por su culpa también. Pero solo faltaba yo, que voy a acabar con todo esto.

—Larguense de aquí. Estaban a punto de pasarme información jugosa antes de que sus asquerosas existencias se presentaran justamente aquí.

No piensen que estoy celosa, porque jamás he celado a alguien. Pero me emputa la sonrisa y el escote de Mary, el que Mark no me pudiera contar porque ellos dos aparecieran, el que al ver a Jackson recordara las estupideces de su parte.

A eso le sumamos el hecho de que estoy molesta conmigo misma al estar a punto de follar con el en el baño de hombres. Pero la única razón para justificarme es que no sabia nada de lo que sucedia sino hasta que hable con Mark.

Sarah Mary me mira con odio puro y sus ojos azules parecieran que quisieran exterminarme. Pongo los ojos en blanco y le saco el dedo de en  medio. Estúpida. Amenaza con abalanzarse sobre mi pero Jackson la coge del brazo y se la lleva sin decir nada.

Miro con decisión a Mark esperando su respuesta. Sus ojos grises parecen cansados, abatidos. Siento algo de pena, no se que es lo que ha pasado con el en estos últimos años. Ha sido poco el contacto.

Travis, Mark y hasta Jackson me conocen desde hace mucho tiempo. Con los dos primeros he mantenido una muy buena amistad, hemos pasado muchas cosas juntos. Demonios hasta conocí a la hermana de Drew. Se sus temores y preocupaciones y ellos la odiosa vida que tengo.

Pero cuando Mark entreabre los labios para decirme lo que pasa, lo que sus labios soltaron me dejaron anonadada, pero una parte de mí ya se lo esperaba.

—Travis está enamorado.

*****

N/A: Hola mis beibis (necesito ponerles un nombre por fin), está de sobra decir que lamento l tardanza.

He tenido tiempo de sobra para actualizar y, a su vez, no. Han pasado muchas cosas en mi vida, buenas y malas se podrían decirle.

Pronto traeré el próximo cap ya tengo cosas en mente.

Se despide muy desanimada:

Cara Ferguson.

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