En el Club de los Aristócratas nunca te sentirás insuficiente e insignificante. Ellos te acogerán como si de un hijo o hermano se tratase. Te darán cama, comida, excelente ropa y buena estancia. No tendrás ninguna queja.

En el Club de los Aristócratas eres libre de pensamiento, de perversión, de pasión y de pecado.

En el Club de los Aristócratas jamás sentirás rechazo por ser cómo eres o quién eres.

En el club de los Aristócratas está prohibido negarse a participar en los juegos de Vaas Boncraft.

Vaas Boncraft es sicalíptico, obsceno y perverso.

En el Club de los Aristócratas conocerás a Vaas Boncraft, dueño y amo de la mansión. Él te supervisará y jamás te quitará el ojo de encima. Debes agradarle, complacerle, ganártelo. Porque Vaas te dará todo lo que desees. Haz un error y para Vaas serás vísceras, huesos y carne desgarrada.

En el Club de los Aristócratas destaca el mejor. Todos quieren la aprobación de Vaas.

Hazte denotar y brillar, porque sino serás pasto de las ratas. Haremos de ti una persona autosuficiente, fuerte y llena de orgullo.

En el Club de los Aristócratas todos mienten. O todos dicen la verdad. Tú sabrás si quieres confiar o desconfiar.

Pero, sobre todo, en el Club de los Aristócratas sobrevive el mejor. Tendrás que competir.

Desliza la puerta y sea bienvenido,

O corre por tu vida antes de que te convenza y ya no tengas vuelta atrás.