Harry Potter no es mío, le pertenece a J. K. Rowling.

Al abrir los ojos, Draco se siente desorientado. Después de unos segundos, apenas logra distinguir dos formas que se mueven alrededor de él.

"Mi señor, quizás deberíamos estudiar este ritual antes de-"

El sonido del grito de Bellatrix le resulta familiar a Draco y lo ayuda a identificar quienes están a su alrededor. La sombra que cae es la hermana de su madre, y el ser de túnicas oscuras es, obviamente, Lord Voldemort.

"Debes tener cuidado con tus palabras, Bella. O de otro modo, pensaría que estás cuestionando mis métodos, mi regalo para tu sangre, a pesar de la decepción que ha demostrado ser."

Lo primero que se aclara, es la forma del hombre que apunta con la varita hacia el suelo mientras pasa las páginas de un libro. Por el rabillo del ojo, alcanza a ver el escudo de la familia Black en una de las páginas.

Sabe que, lo que quiera que sea que estén haciendo con él, no es nada bueno.

El niño rubio vuelve su atención a la conversación de los adultos cuando se hacen preguntas. "¿Serás igual que tus hermanas, Bellatrix? ¿Le darás la espalda a los ideales de tu familia? ¿Estás dispuesta a privar a tu sobrino del honor de serme útil y redimir el error de sus padres?"

En medio de la confusión, Draco se preguntó el motivo del Señor Oscuro por el que estaba tratando de manipular a su tía en lugar de torturarla o matarla como había hecho con otros seguidores, como había hecho con su familia.

Lestrange se levantó con un ligero temblor en su cuerpo, su expresión alarmada ante la sola idea de ser una traidora. "¡No, mi señor! ¡Yo jamás-!"

"Entonces, muéstrame. Muéstrame tu lealtad hacia mí."

La pelinegra se acercó a la mesa junto a ella, tomó la daga ceremonial y cortó su palma dejando que su sangre escurra por la hoja antes de extender el objeto a su señor con la cabeza gacha. Los ojos rojos se llenaron de satisfacción. "La sangre compartida que facilita el camino del extraño, entregada voluntariamente", susurró con fascinación en su tono antes de hacer un corte en su propia palma y esperar a que el fluido escarlata cubra el de su sirviente.

Voldemort conectó su mirada con los ojos plateados y aterrados del niño. "Oh, pequeño niño, no debes asustarte" dijo con una voz suave que no coincidía con su expresión enloquecida y amenazante, "pronto, formarás parte de tu señor."

Draco gritó y lloró cuando sintió la hoja hundirse en su pecho y un ardor insoportable se empezó a expandir por todo su pequeño cuerpo. Lo último que escuchó fue la puerta abrirse bruscamente, unos pasos apresurados y una voz emocionada. "Mi señor, Colagusano tiene la ubicación de los Potter."

Luego, nada.

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Narcissa antes de adoptar el apellido Malfoy, había sido una Black. Ella creció en una familia llena de riquezas, de tradición, de cultura y de pureza. Estricta, sí, las reglas eran simples, el conocimiento fácil de digerir y si no podías hacer algo tan sencillo como callarte y escuchar, merecías un castigo, tal y como confirmó la menor al ver a su tía Walburga castigar a su primo Sirius.

Cissy creció con la mejor educación, tenía el afecto de sus padres y de sus hermanas mayores, todo era perfecto. Los pilares de su vida completamente firmes, al igual que los cimientos que formaron el apellido de su familia.

Hasta que, un día, aparecieron grietas en esos pilares.

Hasta que, un día, su hermana Andrómeda decidió irse.

En el momento en que Narcissa vio la imagen de Meda ser quemada del tapiz familiar por casarse con un sangre sucia al que juraba amar, la rubia entendió que nadie tenía un lugar asegurado en la familia. Al poco tiempo, los padrinos de su hermana rechazaron su relación y sus nombres desaparecieron del lugar encima de la parte recién chamuscada del árbol genealógico.

Los pilares temblaron pero no colapsaron, y ella trató de tapar las grietas con obediencia y un prometido del mismo status que ella.

Poco después, Sirius fue el causante de las nuevas fisuras junto con su tío Alphard. Sin embargo, el daño no fue solo en sus pilares, sino en los de su primo Regulus también. Ambos se miraron en silencio, uno preguntando cómo reparar la situación y la otra sin saber aún la respuesta correcta. Los dos continuaron su vida, fingiendo que no las grietas no estaban haciéndose más grandes y profundas, fingiendo que las columnas no estaban amenazando con ceder.

Luego, Regulus desapareció sin avisar y su nombre se opacó en el tapiz, señal inequívoca de su muerte. Fue entonces que Narcissa se aferró a lo que quedaba, tratando de evitar que los pilares cayeran sobre ella, su marido y su hijo. No sirvió de nada, el cuerpo de su marido ahora yacía frío en uno de los corredores de la mansión y el paradero de su hijo, desconocido.

Mientras Evan creaba nuevos cortes en su espalda, Narcissa Malfoy se dio cuenta que no solo fueron los pilares de su vida los que finalmente cayeron en grandes pedazos, sino que los cimientos en los que ella había nacido, también estaban igual de destruidos.

Rosier se acercó a ella, pisando los restos de lo que alguna vez había sido la varita de la mujer. "Es tan triste que tenga que hacer esto a alguien de mi familia, ¿qué hiciste exactamente para que el Señor Oscuro me haya asignado esta tarea?"

Si ella hubiera tenido fuerza, habría hecho algo muy por fuera de su educación por la estupidez de su carcelero. Era tan típico de él actuar y luego pensar. La rubia abrió la boca dispuesta a dejar salir sus pensamientos hasta que se escuchó la puerta de las mazmorras chocar contra la pared junto a pasos rápidos en las escaleras. "¡Evan! ¡Tenemos que irnos, algo sucedió con nuestro señor! ¡La marca está desvaneciéndose!"

El pelinegro miró entre Narcissa y el recién llegado, una expresión de molestia en su rostro antes de salir de la celda. "Regreso en un momento, Cissa." Prometió antes de empujar a su compañero "¡Vamos, Wilkes!"

Con los labios cubiertos de sangre, la menor de las hermanas Black sonrió por primera vez en la noche. Agradeció a Merlín porque aquellos hombres en especial poseyeran el razonamiento de un gusarapo. Era un juego de niños averiguar la razón detrás del debilitamiento de la marca tenebrosa y si a eso, se sumaba la profecía que había filtrado Severus, ella tenía una buena conjetura sobre lo que había pasado.

Incluso con las probabilidades a favor de su teoría, Narcissa no estaba dispuesta a dejar todo a manos del destino. Trató de ponerse de pie pero sus piernas fallaron al dar el primer paso. Golpeó su puño contra el suelo de piedra con frustración, lágrimas de impotencia pinchando sus ojos por no poder llegar a su hijo más rápido.

La rubia sintió la magia moverse debajo de ella. "¿Manor?" Cuestionó ante la familiaridad de la magia, un elfo apareció frente a ella, mirándola con temor.

"Tiny trató de decirle a Casa que el amo Malfoy prohibió dejarla salir o al pequeño maestro. Casa insistió en que Tiny viniera, Tiny debe ser castigada." Explicó la criatura empezando a golpearse con la pared.

"Detente" susurró la mujer siendo ignorada, "¡Te ordeno que te detengas!" gritó, el elfo se detuvo abruptamente con lágrimas en los ojos. "La ama es tan amable, Tiny no merece su amabilidad."

La bruja soltó un suspiró entre adolorido y exasperado, dependía de un elfo para ayudar a su hijo. Ella dejó caer su cabeza en la piedra de nuevo, tratando de concentrarse en el frío del material en lugar del dolor en tanto consideraba sus pocas opciones.

Si su suegro había dado las órdenes a los elfos, ellos no la ayudarían a salir de ahí. Manor parecía estar de su lado, lo que indicaba que Draco probablemente seguía vivo puesto que había aprendido que Malfoy Manor era astuta y, igual que los miembros que la construyeron y la habitaron, buscaría la alternativa que le permitiera sobrevivir.

Y Manor se había dado cuenta que si seguía apoyando a Abraxas, todos iban a morir.

Narcissa no era tonta, sabía que Manor no la estaba ayudando porque creyera que valía la pena salvarla, sino porque convenientemente sus objetivos y los de ella se alineaban a la perfección para proteger al descendiente más joven. Respiró hondo, recuperando el hilo inicial de sus pensamientos, si su suegro había dado esa orden entonces probablemente había colocado el encanto anti-aparición, así que incluso si todavía tuviera su varita, no podrían escapar.

La consorte de la casa Malfoy evaluó su propio destino, si Voldemort en verdad había sido derrotado, los mortífagos tenían dos opciones, huir o terminar lo que él empezó. Entre esas múltiples tareas, su castigo. Lamentablemente, ella no creía que su cuerpo soportara más que lo que había recibido hasta ahora.

Pensó a futuro, Abraxas criaría a Draco posiblemente, si es que nadie de la familia Black reclamaba el derecho sobre su hijo. Narcissa dejó salir sus lágrimas, rogando que con algo de suerte y la ayuda de Circe, fuera Severus quien reclamase la tutela de su ahijado.

En ese momento de divagación, los ojos de la desesperada madre se abrieron con horror a la vez que sentía la magia de Manor agitarse en sintonía a sus pensamientos. Cissy recordó su infancia, recordó la imagen de Andrómeda siendo quemada mientras el suyo y el de Bellatrix permanecían intactos, recordó los nombres de los padrinos de Meda desaparecer del tapiz al rechazar a su hermana.

Recordó uno de los nombres que ella misma había escrito sobre la imagen de Draco en el tapiz de Malfoy Manor.

Finalmente entendiendo la razón por la que Manor había enviado a un elfo hacia ella y con resolución renovada, Narcissa ordenó a Tiny que la llevara frente al tapiz de la mansión. Porque si al menos podía hacer una última cosa por su hijo, ella pondría cada gramo de vida y magia que le quedaba para conseguirlo.

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Abraxas limpió la sangre del cuerpo inconsciente de su nieto, al anciano casi se le detuvo el corazón cuando entró a la habitación de la que había salido su señor y encontró al bebé con una daga en el pecho. Al intentar sacarla, desapareció antes de que sus dedos la tocaran y la herida se cerró. Si no fuera por la sangre en la ropa de Draco, el hombre habría creído que todo era una ilusión.

Mientras vestía con ropa limpia al niño, sintió una perturbación en la magia de la casa. Dejó a su nieto en la cuna, dispuesto a investigar.

La puerta de la habitación se cerró antes de que él pudiera salir. El jefe de la Noble y Antigua Casa de los Malfoy intentó abrir manualmente la cerradura, minutos después alzó su varita y destruyó la cerradura, sin embargo, la puerta permaneció firmemente en su lugar. El anciano empezó a gritar a la mansión, trató de dominar la magia de Manor para que obedeciera sus órdenes, obteniendo una fuerte resistencia a cambio.

Abraxas pretendía recuperar su control sobre su casa, sin entender realmente el repentino acto de rebeldía.

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Narcissa cayó bruscamente en el suelo alfombrado, con ayuda de Tiny logró incorporarse hasta quedar sentada observando el tapiz. La rubia buscó con la mirada el final de la línea donde se veían el nombre y la imagen de su hijo. Ella levantó un poco la mirada, recayendo en los nombres que había escrito cuando su hijo nació, los nombres de las personas que habían aceptado ser los padrinos de Draco.

Severus Snape y Bellatrix Lestrange.

Sólo los padres podían nombrar a los padrinos de su hijo y escribirlos en el tapiz. De la misma manera, los escogidos podían aceptar y rechazar la relación. Narcissa nunca había visto un rechazo hasta que su hermana fue repudiada, allí aprendió que los padrinos podían renunciar al ahijado que habían aceptado cuando quisieran.

También dedujo que los padres podían retirar ese privilegio cuando quisieran.

La mujer apoyó su mano ensangrentada sobre el nombre de Severus para ganar estabilidad y con la otra empezó a reunir magia para quitar el nombre de Bellatrix, un proceso tortuosamente lento al encontrarse sin varita. Su rostro terminó pálido y lleno de sudor, pero valió la pena cuando vio el espacio vació sobre la imagen de su hijo. Exhaló e inhaló profundamente para evitar desmayarse por el agotamiento y la pérdida de sangre.

"Tiny debería llevar a la ama a su habitación, la ama de Tiny luce cansada."

"No" susurró la consorte, "tengo que terminar con esto." Miró al elfo y una idea cruzó por su mente. "Tiny, te ordeno que vayas con Draco. Te ordeno que te asegures de que mi hijo esté a salvo." Tiny asintió con duda antes de desaparecer en un chasquido, Narcissa volvió a colocar su mano en el espacio vacío, escribiendo un nuevo nombre.

Los siguientes minutos fueron aún más agonizantes para ella. Al estar completamente concentrada en terminar de escribir la "s" en el tapiz, no se percató de la presencia que se acercaba.

"¿Qué estás haciendo, Cissy?" la voz engañosamente tranquila congeló a la rubia en su lugar y tragó saliva. Sabía que había ira reprimida detrás del tono inocente de Bellatrix. Su suposición fue correcta cuando la pelinegra se acercó y apartó su mano para ver el nombre de la madrina de Draco.

Andrómeda Tonks.

"¿Por qué, Cissy?" Bella apretó los dedos de la mano de su hermana con rabia. "¡¿Por qué?!"

"Porque ella no está loca."

El dolor de la maldición cruciatus atravesó su cuerpo más rápido de lo que estaba esperando. Lestrange lanzaba el hechizo una y otra vez, gritando a la menor. Dejando salir su rabia no solo por la traición recibida sino por los rumores de que su señor había sido vencido. "¡¿Preferiste a esa traidora sobre mí?! ¡Soy tu hermana, Narcissa, no ella!"

Ambas perdieron la noción del tiempo, Bellatrix respiraba agitada por la cantidad de magia que había puesto en el imperdonable. Alzó su varita, para iniciar una nueva ronda cuando sintió la mano de su esposo detenerla. "¡No te metas!"

"Bella, no me importa si matas a tu hermana, pero en este momento tenemos algo más importante que hacer." Informó alzando la barbilla de su esposa para que lo viera a los ojos. "Barty cree que los Longbottom podrían saber el paradero de nuestro señor. Después de todo, ellos también encajan en la profecía."

La mayor de las hermanas Black miró al cuerpo de la rubia temblando en el piso antes de tomar el brazo de su Rodolphus y alejarse con un nuevo objetivo en mente.

Narcissa podía sentir a la inconsciencia acercarse, sus barreras mentales completamente destrozadas. A pesar de que su fin estaba cerca, ella no apartó los ojos del tapiz. Su último recuerdo fue ver el nombre de Andrómeda empezar a desaparecer de la tela y sentir las lágrimas de arrepentimiento por las acciones cometidas y que eran devueltas en forma de un karma retorcido en el que su hermana mayor rechazaba tener cualquier relación con ella o con su hijo.

La bruja cedió a las profundidades del sueño con desesperanza y lamentos devorando su corazón.

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Draco despertó horas más tarde en los brazos de su abuelo, Theodore Nott Snr. sentado en uno de los sillones del recibidor con las manos juntas, pensativo. Abraxas caminaba preocupado frente a la ventana.

"Ellos vendrán por nosotros también. Es cuestión de horas antes de que el mundo mágico se entere de la derrota del Señor Oscuro."

"Lo sé," afirmó el anciano sin apartar la vista de la alfombra "lo único que se me ocurre es decir que estábamos bajo la influencia de la maldición imperius."

"Eso y unas cuantas 'donaciones' al ministerio, tendremos que vaciar una o dos bóvedas."

"Es preferible a tener que pasar lo que nos queda de vida en Azkaban," Nott se levantó de su lugar y se acercó a su amigo "o que nos maten como a Rosier y Wilkes."

El jefe de la Casa Nott puso su mano sobre el cabello de Draco, recordando a su propio hijo recién nacido que lo esperaba en casa junto con su esposa y su hijo mayor. Suspiró con cansancio antes de empezar a caminar a la salida. "Por cierto, deberías advertirle a tu hijo y a tu nuera para que tengan la misma historia. Espero verte luego, Abraxas."

Draco miró confundido al hombre que se alejaba, el padre de Theo había sido unos de los mortífagos más cercanos al Señor Oscuro y si él no sabía de la muerte de Lucius a manos de Voldemort, por consiguiente, nadie más sabía. El niño prefirió ignorar la posibilidad de que su madre también haya sido asesinada. El rubio miró a su abuelo con sospecha, porque si en algo era buena su familia, era en ocultar cosas oscuras y voltear la situación a su favor.

Abraxas, por supuesto, estaba pensando en sus siguientes pasos. Los únicos que sabían sobre lo que había pasado con Lucius y Narcissa eran seis personas. Tom, Rosier, Wilkes, Bellatrix, Rodolphus y él mismo. La derrota de su señor junto con el asesinato de Rosier y Wilkes a manos del auror al que Evan logró quitar un ojo fue inmensamente favorable para él. Bellatrix y Rodolphus fueron juzgados junto a Rabastan y Barty Crouch Jr., sus gritos sobre el regreso de Voldemort sirvieron para que los enviasen directo a Azkaban y los clasifiquen como locos extremadamente peligrosos, razón por la cual a Abraxas no le preocupaba que abrieran la boca.

Es verdad, sería mucho más sencillo anunciar lo que pasó con su hijo y su nuera, para un espectador ignorante de cómo funcionaba la sociedad, esa sería la solución obvia. Abraxas era una persona que contaba con la sabiduría y experiencia de su edad para guiarlo, pues si revelaba que él y su nieto eran los últimos sobrevivientes de su familia, los buitres no tardarían en acercarse y esperar por un momento de debilidad. Si el ministerio se enteraba, enviaría al anciano Malfoy a Azkaban, pues no tendría a nadie que abogue por él. Todos tomarían un pedazo de lo que quede de su caída.

Entonces, el hombre decidió aprovecharse del hecho de que el ministerio no tenía forma de saber quién vivía o moría, a menos que alguien reportara la defunción y esta sea corroborada por un experto. Malfoy se sentó en el sillón que antes ocupó su amigo, el bebé apoyado en su regazo mientras armaba su plan y esperaba a la presencia de los aurores.

Draco miró alrededor con cansancio, se sentía extrañamente agotado pese a haber despertado hace poco. Sus ojos adormilados se fijaron en el reloj, cuyas manecillas delataron que era poco más de medio día. Las piezas del rompecabezas se juntaron de forma lenta en su mente al tiempo en el que volvía a caer en brazos de Morfeo.

Antes de ceder frente a la oscuridad, Draco se dio cuenta de la fecha en la que se encontraba. Era el 1 de noviembre de 1981 y, en esta ocasión, él y sus padres forman parte de la lista metafórica de víctimas.

Pueden juzgarlo si quieren, pero en su opinión, ese no es un buen comienzo para su segunda oportunidad.

Soy un ser cruel, tanto injusta como justa, una mujer muy sentimental, soy una Slytherin que está dispuesta a hacer lo que sea necesario para lograr su objetivo con este libro, incluso si eso significa hacerle la vida miserable a uno de mis personajes favoritos, es imbécil pero tiene potencial para ser mejor.

Yo y mi bipolaridad hablando.

Para fines prácticos, se cambió el año de fallecimiento de Evan Rosier y Wilkes.

Espero les esté gustando, los comentarios son muy apreciados.

Amor, Miko.