Estaba nervioso, había pasado poco tiempo desde que se graduó, eran pocos los trabajos de producción que había realizado, pero ahí estaba y no le avergonzaba decir que era gracias a las conexiones de su familia, no quería ser malagradecido. Los Park pertenecían a un linaje que había estado dentro del espectáculo, no como protagonistas o artistas, sino como guionistas, editores, productores y directores, tanto en la música, como en la actuación y en el teatro, su hermano, quien jugando tenis en el club se había fracturado el fémur, le pidió que lo supliera ayudando en la producción de en una nueva puesta en escena del lago de los cisnes.

Nadie podía dudar de sus capacidades, a pesar del poco tiempo de experiencia, había crecido entre los mejores, acompañando a su abuelo a las producciones cinematográficas, a su padre en el estudio de música y a sus hermanos mayores en el teatro, aprendió desde sus cinco años su papel a desempeñar en el mundo. Provenía de una familia pertenecientes a las aves, los alfas y omegas águilas eran escasos, pero estaban destinados a lograr grandes cosas, por lo que no se preocupaba por nada. Su vida estaba resuelta desde antes de su nacimiento, sólo tenía que demostrar que lo merecía.

Llegó al teatro, hermoso por fuera y elegante por dentro, su hermano le había dado las indicaciones que necesitaba, todo estaba en su cabeza, se reuniría con el equipo, para conocerlos, hablaría con el director de escena y con el elenco, era importante crear en ellos una buena impresión, por lo que vestía con su mejor traje, era alto, mucho para algunas personas y eso le daba un porte elegante. Lo que había sido objeto de burla en la escuela, ahora era una virtud, su lema se basaba en siempre convertir sus desgracias en oportunidades.

Cuando entró, lo hizo con toda discreción, no quería interrumpir el ensayo en el escenario, pensó que a esa hora se encontraban en los salones, pero se equivocó, caminó con tranquilidad, mirando desde la última fila el espectáculo, no había escenografía, sólo los bailarines en simples maillot, medias y bailarinas blancas, rosadas y negras, omegas y betas bailando sin error alguno, en el ballet no se aceptaban alfas, estos eran en ocasiones demasiado toscos para realizar aquellos delicados movimientos, aunque esa costumbre poco a poco estaba cambiando, en el ballet eran estrictos y se apegaban por completo a sus reglas.

Bajó siendo guiado por su curiosidad, bailaban delicadamente, como hojas que eran mecidas por el viento, no sabía dónde poner su vista, hasta que alguien llamó su atención. Su forma de moverse, sus brazos, sus piernas precisas, su cabello castaño ligeramente largo que llegaba a su nuca y su rostro dulce y encantador, verlo era un deleite para los rojos. Un aroma a frambuesa llamó por completo su atención, era exquisito, una combinación dulce y apetecible a frambuesa, azúcar caramelizada y duraznos. Ese dulce aroma despertó a su alfa, este dio un llamado dentro, entonces, indescriptiblemente supo que ese omega era alguien especial.

Sus propias feromonas se hicieron presentes, llamando la atención de algunos, sobre todo de aquel omega, quien al dar una pirouette perdió ligeramente el equilibro, no cayó, pero sí se inclinó hacia adelante, sus ojos pararon en los suyos, pero desvió la mirada casi al instante.

—Paren la música—dio orden el director de escena, un hombre corpulento que en sus mejores años había sido un increíble bailarín, este fue a su encuentro—. Señor Park, es bueno que haya llegado, aunque lo esperaba más tarde, estoy revisando a los chicos ¿Cómo les ve? Creo que en unas semanas estarán completamente listos—dijo con orgullo—. Nuestro coreógrafo, el señor Leclerc es impecable.

ChanYeol miró al hombre a regañadientes, su alfa estaba inquieto, le pedía acercarse a su omega, pero, era un profesional y tenía que comportarse, así que respetuosamente dio un asentimiento de cabeza al hombre a su lado.

—Es un gusto conocerlo señor Kang—le dijo con una sonrisa encantadora—. Mi hermano ha depositado toda su confianza en esta producción, aclamando que será un éxito y lo creo así.

El director sonrió satisfecho. —Venga, quiero presentarle a todos antes de mostrarle en lo que su hermano y yo estábamos trabajando.

—Perfecto—asintió nervioso, sentía sus entrañas contraerse debido a aquel singular sentimiento.

—Esté es el señor Adrian Leclerc—presentó a un chico rubio de ojos azules, reconoció su aroma a alfa, ambos hicieron una ligera reverencia de presentación.

—Un gusto—respondió de forma formal.

—Nuestros ayudantes de coreografía y escena...—fue presentando a cada uno de ellos, pero poca atención les ponía, aquel aroma que se encontraba cada vez más cerca—. Y por supuesto nuestros bailarines, este año, los principales papeles se los han llevado, LuHan, Yuri y Baekhyun.

Los tres hicieron una reverencia, ChanYeol no pudo apartar sus ojos de aquel color olivo del omega castaño.

—Un gusto—dijo intentando modular su voz.

—Ensayen—dijo Kang—. Señor Park tenemos asuntos que atender.

ChanYeol odio aquella interrupción, pero asintió, apartó a regañadientes los ojos de aquel chico y siguió al director detrás de escena. Mentiría si dijera que prestó atención a lo que Kang le explicaba, la realidad era que no, al contrario de lo que se esperaba de él en su primer día, se la pasó mirando su reloj, esperando el termino de aquella charla, pero cuando por fin llegó el momento, había sido demasiado tarde, el teatro estaba vació, maldijo internamente su suerte, su alfa estaba molesto y la sensación de enojo no lo dejaría tranquilo esa noche. Salió pisoteando al estacionamiento, donde buscó su auto, estaba avanzando con la cabeza hacia abajo y los hombros caídos, cuando el aroma lo envolvió de nuevo, creando en su interior una sensación de emoción y paz, de inmediato subió la mirada, observando con desesperación alrededor.

Sin aquel traje de bailarín era incluso más hermoso, estaba vistiendo de negro, con una chamarra acolchada, casi era invierno, por lo que debía estar bien cubierto, aunque eso le hacía lucir más pequeño y delgado.

—Yo...—dijo impresionado de su belleza.

—No digas nada—dijo con voz seria, a pesar de eso, para sus oídos escucharla era de lo más dulce y tierna, su rostro era pequeño, por lo que sus ojos verde olivo se veían más amplios—. Amm soy Byun Baekhyun, un omega cisne.

—Yo soy Park ChanYeol, alfa águila. ¿Lo sabes? —preguntó con un nudo en el pecho.

—Lo sé—relamió sus labios—. Quiero que lo ignores, que dejes de lado el hecho de que somos destinados, no quiero que nadie lo sepa. ¿Te quedó claro?

Chanyeol nunca se había enamorado antes, pero, al verlo, pudo saber al instante que el destino jamás se equivocaba, era imposible, porque ya sentía que era todo para él, en cambio, Baekhyun tenía una sola cosa en mente y eso era crecer en su carrera profesional, había luchado incansablemente por ello y no dejaría que algo tan trivial como el amor, anclará sus planes, no importaba si eran o no destinados, él no creía en el destino y mucho menos en el amor. Pero el amor no puede ser silenciado, mucho menos un lazo del destino.

Historia complementaria del Tigre que se comió al cisne y El cisne que voló por amor.

Historia del Chanbaek, los padres de Jimin y Taehyung

Drama 70%
Mención de temas delicados así que leer con precaución y tener cuidado al comentar.

Espero que les guste patos 🤍