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Capítulo 18




           

Marsias se encontraba en Westhampton Room viendo el retrato de sus padres. Su padre ya habían muerto y su madre seis años después por la misma enfermedad: cólera.

Estaba elegantemente vestido de gris, ya que esta noche era la presentación de Becky a la reina y posteriormente el baile en el palacio de Buckingham. Eso le sacó un suspiro.

Hace una semana no veía a su mujer, esta se había ido a vivir a la residencia de la duquesa viuda y no podía recibir visitas. A Marsias le enfurecía de sobremanera que su familia que su familia estuviera aturdiendo a su mujer a cada instante; Lilian le había contado la discusión que tuvo Becky con la duquesa y eso lo enojó, ninguno de ellos tenía el derecho de hablarle así. Pero no había podido ni siquiera tener unas palabras con esa desagradable mujer porque se negaba a abrirle la puerta. Pudo tranquilizarse cuando Becky le había mandado la siguiente nota:

"Mi amor no te preocupes por mí. Yo decidí venir a la casa de la vieja cascarrabias y no recibir visitas hasta terminar mis lecciones. Nos vemos en una semana.

                           Con amor, Becky"

Se recordó así mismo que tendría unas palabras con su mujer. Ella no decide si quiere verlo o no, él era su esposo y ejercía ciertos derechos sobre ella.

—¿Los extrañas?

Marsias dio media vuelta al escuchar la voz de Georgia.

—Siempre.

—No conocí a mi padre pero madre fue buena conmigo

Marsias se acercó a ella y le dio un beso en la frente—nuestra madre te amaba mucho, eras su favorita.

Georgia asintió—Marsias...

—¿Sí hermosa?

—Yo...

En ese momento se escucharon los golpes de la puerta y marco apareció con su expresión adusta. A continuación hizo una reverencia.

—Milord, mi lady, Su excelencia los espera en el vestíbulo

Marsias asintió-ya vamos para allá. ¿Qué me decías cariño?

Esta negó con la cabeza—después te lo digo, no es importante. Será mejor que no hagamos esperar a Wolf, sabes lo irritable que se pone

Marsias suspiró—Sí lo sé

Ambos salieron tomados de las manos-me contaron que rechazaste la proposición de matrimonio de aquel vizconde

—Ni siquiera tuve la oportunidad, Wolf lo hizo por mí

—Wolfram sabe que ya no tiene autoridad sobre ti en ese aspecto, hace cuatro años dejaste de estar bajo su tutela

—Dile eso a Wolf

—Claro que se lo diré

Georgia suspiró—de igual forma no iba a casarme con ese hombre, sólo me quería porque soy la hermana del duque de Westhampton

—Entonces Wolf hizo bien en descartarlo por ti

—Aja

Ambos llegaron al vestíbulo. Allí se encontraban Westhampton vestido todo de negro, Lady Agatha con un vestido de color magenta y Iuola que llevaba un vestido sencillo manga larga color crema, esta no iba a asistir pero estaba allí para despedir a Becky.

Wolfram acarició el mango de su monóculo—Marsias, tú y Georgia irán conmigo en mí carruaje, Lady Marsias irá con la duquesa en otra

—¿Dónde está Uriel? —preguntó Georgia

—dijo que tenía que hacer algo importante. Llegará por su cuenta al palacio—informó Iuola

—¿Dónde está mi mujer? —preguntó Marsias

—Aquí estoy

Marsias dio media vuelta. Becky estaba en lo alto de la escalera con un vestido azul lapislázuli de mangas largas, el escote del vestido no era pronunciado pero sus pechos  asomaban una buena parte puesto que Becky los tenía muy grandes, su cabello estaba envuelto en perlas, sus rizos se desprendían por doquier dándole un toque tierno y su cabello estaba más claro de lo habitual. A Marsias lo dejó desconcertado la mirada de Becky, la mirada de ella carecía de su brillo natural, fue reemplazada por dos esmeraldas frías. La mirada de un aristócrata.

***

<<La diversión se expresa con sonrisas delicadas. La risa es demasiado ordinaria>> Becky repasaba cada uno de los puntos importantes para ser una dama mientras bajaba las escaleras.

<<Las damas elegantes contienen la lengua>>

Esta bajaba las escaleras lentamente.

<<La desdicha sólo es para aquellos que carecen de cultura>>

Marsias la miraba con el ceño fruncido, no sabía cómo interpretar eso así que se limitó a alzar la barbilla.

<<Las damas elegantes enfrentan los obstáculos con gracia y elegancia>>

Al bajar su marido la recibió.

<<Una dama siempre tiene cortesía y se dirige a todos con propiedad>>

Becky le hizo una reverencia a su esposo—Buenas noches, milord

Su esposo la ignoró y se dirigió a su hermano y a su abuela.

—¿Qué significa esto?-preguntó Marsias bruscamente—¿Qué le han hecho a mi esposa?

El duque se llevó el monóculo al ojo pero fue Lady Agatha quien le respondió. —la convertí en una dama. Los resultados fueron satisfactorios ¿acaso no lo ves, Marsias? Es toda una marquesa

—¿Qué le pasó a su cabello? —continuó este—antes estaba más rojo

—Es el cabello natural de Becky, Mar-le dijo Iuola—sacamos el aceite de su cabello y este es su color natural. Se le ve muy bonito

—¿Qué les dije yo? ¡¿Que les dije maldita sea?! No quería que le tocaran un solo pelo a mi esposa ¡yo soy el único que tiene derecho sobre ella! —exclamó furioso

—Marsias nadie en esta estancia sufre de problemas auditivos—le dijo su hermano mayor en su habitual tomo frío-¿serías tan amable de moderar el tono de voz?

—¡Y un cuerno! —Exclamó Marsias—todo esto es tu culpa Wolf, ahora mismo voy a...

—¿Acaso... soy un ser inanimado Marsias? —le preguntó Becky con el todo de voz gélido y cortés que le enseñó Iuola-antes tenías que dirigirte a mí primero

Marsias suspiró—muñeca...

—Creo que se nos hace tarde para mi presentación, supongo que ya habrá tiempo para hablar sobre esto—Becky le hizo una reverencia—con permiso

—Permítame escoltarla mi lady—le dijo el duque mientras le ofrecía el brazo

—Es usted muy amable, excelencia—le dijo esta. Becky pudo sentir a sus espaldas que su marido estaba asombrado y sonrió para sí. Si tan sólo supiera que sólo está fingiendo. ¿Quién carajos se convierte en una dama en tan sólo una semana? Eso le sacó una sonrisa.

Su presentación ante la reina había sido un éxito. Al llegar por fin ante su majestad después de la interminable fila sin quejarse siquiera, ya que memorizó todas las lecciones y no podía hacer eso tampoco. La reina la recibió con mucho agrado, Becky hizo la reverencia profunda que se les hace a los monarcas y posteriormente le besó la mano.

Esta le pidió que se acercara—Me informaron que usted le salvó la vida a Lord Marsias le dijo la reina. Estoy muy agradecida con usted

—Me ha dejado sin palabras, Majestad

—La felicito por haber el corazón de esos obstinados Westhampton-Becky se quería reír pero se limitó a sonreír-aunque me hubiese gustado que se fuese casado con Westhampton. Ese hombre tan terco se niega a casarse

<<ni aunque mi vida dependiera de ello lo haría>> pensó Becky mientras le sonreía—venga a visitarme Lady Marsias

—Eso haré Majestad

En estos momentos se encontraba junto con Lady Agatha entrando al salón principal del palacio de Buckingham. Becky en su vida se pudo haber imaginado que ella iba a entrar como invitada al palacio y mucho menos siendo marquesa, antes de salir les había escrito a Lucy y a Josh relatándoles todo lo que había pasado. Esta pudo notar que todo la miraban, así que hizo lo que Georgia le dijo cuándo eso pasara: Alzar la barbilla y mirara a todos con altivez. 

—Becky—esta se detuvo y miró a Lay Agatha <<¿escuche mal?>> —Sé que tuvimos algunas diferencias antes, pero déjeme decirle que estoy muy orgullosa de usted, ni siquiera Georgia pudo convertirse completamente en una dama a pesar de tener a Westhampton como hermano; una semana es muy poco tiempo para enseñar buenas formas y demostró ser una excelente alumna. No le dije antes esto pero, gracias, gracias por salvar a mí nieto—Lady Agatha le estrechó la mano

—Gracias por tenerme mucha paciencia, mi lady

—Puede decirme abuela. Después de todo usted ya es parte de esta familia

En ese momento apareció Uriel y emitió un chiflido—Becky amor mío ¿por qué tuviste que casarte con Marsias? —le dijo mientras le daba un besa manos y esta le sonrió

—Harías bien en casarte con una buena señorita y darme bisnietos saludables—replicó su abuela. Esta se agarró del brazo de Uriel—vamos muchacho, Gertrude me está esperando. Llévame allá

—Claro abuela. Ya vengo por ti encanto—le dijo Uriel mientras le guiñaba un ojo.

Becky sonrió y alguien le pasó una mano por los hombros—¿te hiciste amiga del dragón? —¿le susurró Georgia

—¡Georgia! —exclamó Becky y ambas se abrasaron

—Tenemos que comportarnos

—Cierto-Becky se separó y ambas sonrieron

—Eres la comidilla, Becky

Esta puso los ojos en blanco—Ay no...

Georgia le sonrió—Relájate, es por lo de la reina fosilizada y su sospechosa amabilidad

—Georgia no debes decirle así

—¿Qué? Tú empezaste

Becky se echó a reír—Oh no. La risa es demasiado vulgar

Georgia resopló—¡Mis polainas! Ven te llevaré con Marsias. Quiere presentarte a alguien

—¿Está enojado? Creo que fui grosera

—¿De qué hablas? Estuviste sensacional. Tal y como se comportaría una Westhampton

—¿Tú  crees?

Georgia asintió y se detuvo—Becky hace rato quería pedirte disculpas por lo que te dije cuando...

Becky le estrechó las manos y le dio un beso en la mejilla—eso lo olvidé hace mucho tiempo. Somos amigas ¿no?

—No —le dijo Georgia—somos hermanas-Ambas se abrasaron-lástima que Iuola no está aquí

—Y aún le faltan tres años

—Me gusta verlas así—Marsias apareció a espaldas de Becky y esta alzó la barbilla—mi lady permítame felicitarla por su presentación

—Gracias milord

—¿Me permite presentarle a unos colegas?

—Por supuesto ¿Georgia vienes?

—No, lo siento. Le prometí esta pieza a Uriel, ya debe estarme buscando

—Entonces nos vemos para la cena—Becky aceptó el brazo que le ofrecía su esposo 

—Muñeca ¿sigues enojada conmigo?

—¿Debo estarlo?

—No sé... te quiero

Becky se detuvo—Yo también te quiero. Me puso muy triste que no te gustara mi verdadero tono de cabello

—Estuve sorprendido, sólo eso. Por supuesto que me encanta, es como un rojizo con matices dorados, no te lo vuelvas a pintar. Déjatelo así

Becky le sonrió—Deseo besarte

—Más tarde iremos al jardín y buscaremos un rinconcito privado ¿le parece mi lady?

—No sé mi lord. Creo que necesitaré una carabina

Marsias le sonrió—quiero devorarte, pero antes te presentaré a dos colegas—ambos se dirigieron a estos. Becky observó a los dos hombres, uno era pelinegro y su mirada era muy parecida al duque. —Wessex, permíteme presentarte a mí mujer

Becky inclinó la cabeza. A punta de bastonazos la vieja cascarrabias le había quitado el hábito de saludar con la mano "Sólo entre señoritas" le había dicho.

Sino mal recordaba Georgia lo había mencionado una vez, es el Conde de Wessex. La condesa era íntima amiga de su cuñada.

—Encantado de conocerla Lady Marsias—le dijo este

Becky vio al otro hombre y se quedó petrificada en el puesto. El otro hombre era...

—Y él es el marqués de Sussex—le dijo su esposo

Este le sonrió—encantado mi lady—Era Lord John Carrington. Su antiguo amante y la había reconocido—¡Caray Marsias! Que mujer tan hermosa ¿de dónde la sacaste? 

—En hora buena Marsias—le dijo el conde

—Es mi salvadora, es obvio que vino del cielo—le respondió su esposo mientras la rodeaba por la cintura

—Que afortunado eres—le dijo Sussex sin quitarle la vista de encima a Becky. <<Una dama no se pone nerviosa>> recordó. Becky trató de respirar hondo y relajarse. Ese hombre no podía decirle nada a Marsias.

—Lady Marsias—le dijo Sussex—falta mucho para que se acabe esta alemanda ¿me concedería esta pieza?

Becky estaba empezando a sudar <<Joder, las damas no sudan>> era mejor que tomara el toro por los cuernos.

—Será un placer milord—ésta tomó el brazo que él le ofrecía y se dirigieron a la pista de baile. Georgia le sonrió a lo lejos mientras danzaba con Uriel y Becky trató de devolverle la sonrisa.

—Que grata sorpresa Becky—le dijo este

Esta le lanzó una mirada altiva—No le he dado permiso para utilizar ese apodo, por muy colega de mi marido que sea milord

Este se echó a reír—¿Qué historia le inventaste a Marsias para que se casara contigo?

—Ninguna

—¿Sabe que eres una puta?

—Sabe que antes lo era

—Estás un poco acalorada ¿damos un paseo?

—No creo que sea prudente

—Tenemos que hablar del dinero que me debes

—Le escribiré a mí administrador para que se lo haga llegar

—Y también tenemos que hablar de nuestra relación

—No tenemos ninguna

—No querrá armar un escándalo "Lady Marsias". Acompáñeme

Becky tomó el brazo que le ofrecía y a regañadientes se fue. Este la llevó a la parte más oscura del jardín y luego le agarró un seno.

—Siguen siendo así de grandes, siempre me han encantado tus senos Becky. Bájate el corpiño y enséñamelos. Quiero chuparlos

Becky le apartó la mano—Me aseguraré de que mi administrador le haga llenar el dinero milord y en cuanto a lo otro, soy una mujer felizmente casada y enamorada de mi esposo

Sussex se echó a reír—¿Enamorada? Eres una puta, las putas no se enamoran y Becky por favor, todo el mundo sabe lo fríos que son los Westhampton, estoy casi seguro que Marsias no te complace en la cama

—Eso no es asunto suyo

—Él me dijo que vivirán en Bristol. Puedes visitarme como antes te aseguro que no te arrepentirás

—Esta conversación no tienen ningún sentido para mí, con permiso

Este la tomó bruscamente por el brazo—vamos a retomar nuestra antigua relación ¿y sabes por qué? Porque le diré a toda la alta sociedad que la marquesa no es más que una puta

Becky quedó lívida—usted... no puede hacer eso

—¿Quieres probarme? Quisiera saber qué pensaría Westhampton al respecto

—Qué suerte tiene usted. Aquí estoy—al escuchar esas palabras con ese tono de voz tan sospechosamente afable del duque, le sirvió para zafarse del marqués

Sussex se acomodó la corbata—Westhampton no pensé que nos honraría con su presencia. Casualmente le estaba diciendo a la marquesa que el aire de Londres era diferente al de Bristol

—Interesante—le dijo este mientras se llevaba el monóculo al ojo—¿Y eso fue antes o después de amenazarla con rebelar su pasado?

Sussex tragó saliva—yo...

—Quiero su palabra de que no dirá nada

Hubo un largo silencio y Becky tenía ganas de llorar—la tiene Westhampton

—Bien. Ahora va a intentar cualquier excusa y se va a ir inmediatamente de la velada. Lo quiero mínimo a un kilómetro de mí cuñada ¿quedó claro? —Este asintió—que tenga una feliz noche.

Este se marchó de inmediato. A Becky le temblaban las piernas, así como se encontró con él vendrán mucho más y será tachada de por vida, avergonzará a su familia, al hombre que ama y...

—Becky—la llamó el duque—trate de respirar

Esta comenzó a derramar lágrimas—Mi pasado me perseguirá siempre... no debí de casarme con Marsias... soy tan egoísta...

—Usted es parte de mi familia, protegeré a todos los que están bajo mi responsabilidad. Siempre

Becky lo miró a través de las lágrimas. Aquel hombre frío se parecía mucho a su esposo, pero con el mismo buen corazón de este, Becky no supo por qué lo hizo, ni que demonio la poseyó pero lo abrasó y él le correspondió torpemente.

—¿Puedo... llamarlo Wolfram? —le susurró

—Si Becky

—Ya siento que lo quiero

Este se separó de ella—Hiciste un buen papel hoy, estoy orgulloso de ti

—La reina fue amable

Él le tendió un pañuelo—No fue lo de la reina, fue lo que le dijiste a Sussex. Te queda terminantemente prohibido salir a pasear con otros caballeros

Becky se limpió las lágrimas con el pañuelo y se puso firme como un soldado—¡Si señor!

Este le ofreció el brazo-volvamos al salón

—Sí—dijo esta mientras lo aceptaba y se ponían en marcha-¿sabes Wolf? Antes pensaba que carecías de sentimientos

—No me digas

—Pero estaba equivocada, eres un sol. Aunque no te he visto sonreír

—No ha habido nada por el cual deba hacerlo

Becky se echó a reír—Gracias Wolf, por todo. ¿Te puedo decir Wolframio?

—No

Esta le sonrió—Me gusta más Wolf de todos modos

Al llegar al salón había un gran alboroto y todos corrían de un lado al otro. Georgia se acercó a ellos—¿Qué sucede? —preguntó Becky

—Mataron al Marqués de Sussex

<<¿Qué?>>

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