¡Hola!

Como siempre una enorme disculpa por la demora en las actualizaciones, a pesar de todo parece que se me ha duplicado el trabajo. Pero, bueno, vuelven las actualizaciones, hoy de nuevo dos capítulos. Les agradezco todos los comentarios y que aun sigan pendientes de esta historia. De verdad, muchas gracias!!!

Por cierto, hay nueva portada para la historia, espero que les guste!

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'Sí, he pasado por cosas terribles. Sí, no he sido llevado a nada, y sí, la luz en mí se ha apagado. Pero incluso después de apagar un incendio, se puede volver a encender'

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Magnus entró en su piso, sintiendo un destello de esperanza en su corazón a pesar del agotamiento que amenazaba con consumirlo por completo. Habían progresado mucho en la primera sesión de planificación, y Magnus estaba seguro de que el equipo tendría éxito en atrapar a Valentine y Sebastian... eventualmente.

Avanzó, llegando a su sofá e inmediatamente se dejó caer sobre los cojines. Echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos, demasiado cansado para hacer el viaje al dormitorio y meterse en la cama.

No estaba seguro de cuánto había estado sentado allí, pero Magnus sabía que había pasado un buen rato cuando escuchó el sonido de la puerta abriéndose. Levantó la cabeza bruscamente, su magia se encendió en sus palmas mientras se ponía de pie, listo para defenderse.

Un familiar cabello oscuro revuelto casi oculto por una gorra de béisbol y la capucha de una sudadera entró por la puerta, y el corazón de Magnus dio un salto.

-"¿Alec? ¿Qué demonios estás haciendo aquí?"- exclamó, caminando hacia él mientras la magia se extinguía en sus palmas.

Alec lo alcanzó a medio camino, colocando una mano en la cintura de Magnus y conectando sus labios. Magnus se permitió perderse en el beso por un momento, recordó todos los besos de saludo que él y Alec habían compartido. Y luego se apartó abruptamente, manteniendo las manos sobre los hombros de Alec mientras lo miraba.

-"¿Qué estás haciendo aquí?"- exigió- "¿Cómo llegaste aquí? Se supone que todavía debes estar en reposo..."

-"Magnus–"

-"Y se supone que no debes abandonar el Instituto"

-"Magnus, todo está bien" dijo Alec suavemente, ahuecando sus mejillas- "Tuve cuidado–"

-"¿Tuviste cuidado? ¿Estás bromeando? ¡No está bien, Alec!"- gritó Magnus de repente, apartando las manos de Alec a centímetros de distancia- "¡No está bien!"

Alec frunció el ceño confundido, sus manos permanecieron levantadas y dobladas por los codos de cuando habían estado tocando el rostro de Magnus.

-"¡Estabas muerto, Alec! ¡Moriste y no había nada que pudiera hacer al respecto!"- continuó Magnus, con lágrimas en los ojos mientras señalaba a Alec- "¡Te vi morir, y vi al jodido Sebastian, Jonathan, o como se llame regodearse!. Todo fue planeado, Alec. Él quería matarte. Y eso significa que tienes un blanco en la espalda. ¡No puedes simplemente salir a caminar! No puedes arriesgar tu vida así, como si fuera algo insignificante. ¡Porque no lo es! ¡No lo es, Alec! ¡Eres importante para tanta gente! Así que no, no está bien, Alec. No lo está"

El apartamento quedó en silencio, Magnus se pasó las manos por el cabello, retrocedió unos pasos y se dio la vuelta mientras contenía un grito.

-"Yo sólo... necesitaba verte"- dijo Alec suavemente, apenas rompiendo el silencio que había caído sobre ellos como una pesada manta- "Fuera del Instituto, lejos de todo, lejos de esta locura. Necesitaba estar contigo en casa. Porque ese Instituto ya no es mi hogar. No lo ha sido en mucho tiempo. Tú lo sabes"

Magnus bajó las manos y se volvió para mirar a Alec. Su expresión se suavizó ligeramente.

-"Si, lo sé"- susurró, dando un pequeño paso hacia Alec. Soltó un suspiro tembloroso, las lágrimas cayeron de sus ojos. Los limpió con enojo, mirando a Alec derrotado.

Alec cerró la distancia entre ellos, tomando suavemente el rostro de Magnus en sus manos nuevamente- "Está bien"- susurró, limpiando suavemente las lágrimas de Magnus con los pulgares- "Estoy aquí. Todo está bien"

-"Pero no estaba bien, Alexander"- susurró Magnus entrecortadamente, conteniendo un sollozo mientras miraba a Alec- "Cuando moriste, fue el dolor más insoportable que jamás haya sentido. He sufrido mucho, lo sabes. Has sido mi roca durante mucho tiempo. Perderte, fue como olvidar respirar. Y no puedo hacerlo, no volveré a pasar por eso. Así que no puedes correr riesgos así, ¿de acuerdo? Porque no podría soportar el perderte de nuevo. No podría vivir así"

Alec apartó las manos del rostro de Magnus y envolvió sus brazos a su alrededor, abrazándolo con fuerza.

-"Lo lamento"- dijo con voz gruesa, con lágrimas en los ojos mientras lo abrazaba. Enterró su rostro en el cabello de Magnus, respirando su aroma familiar- "Pero siento que, aunque haya vuelto, todavía estamos separados. Como si hubiera una barrera entre nosotros que nos impide volver a cómo solían ser las cosas"

Magnus dejó escapar un suspiro tembloroso contra el cuello de Alec antes de inclinarse hacia atrás y acunar suavemente su rostro- "Las cosas nunca serán como solían ser, cariño"- dijo suavemente- "En realidad no, muchas cosas han cambiado. Pero mi amor por ti, eso no ha cambiado. Siempre te amaré, Alexander. Y lo superaremos. Y cuando esta guerra termine, tengo la sensación de que las cosas volverán a ser como solían ser, al menos en parte"

-"Lo siento"- susurró Alec una vez más.

-"Ya no necesitas disculparte"- dijo Magnus, jugando con el cabello en la nuca de Alec- "Estás aquí y estás a salvo. Eso es lo que importa"

-"No me estaba disculpando por eso"- dijo Alec, bajando la cabeza ligeramente.

Magnus inclinó la cabeza hacia un lado, frunciendo el ceño.

-"Lamento haberte hecho pasar por tanto"- dijo Alec, con un ligero temblor en su voz- "Una parte de mí no puede evitar sentirme egoísta por amarte. Sabía el dolor que algún día sufrirías por estar conmigo, porque algún día moriría, pero no podía alejarme. Te amaba demasiado para soportar la idea de no estar contigo. Y estar aquí ahora, viendo cuánto te he lastimado, sólo... lo siento mucho, Magnus. Yo–"

-"Aceptaría el dolor una y otra vez por estar contigo, Alec"- dijo Magnus, sin una pizca de duda en su voz mientras lo interrumpía- "Yo pasaría por el infierno y regresaría por ti, y sé qué harías lo mismo por mí. Cualquier tipo de dolor valdría la pena si significa que puedo amarte.

-"No quiero ser la razón de tu dolor"- susurró Alec, volviendo a mirarle.

-"Alexander"- suspiró Magnus- "A veces el amor duele, es inevitable, pero creo que así es como sabes que es real. Porque a pesar del dolor, sabes que vale la pena. Cada pequeña parte vale la pena"

Alec lo miró por unos momentos, incapaz de formar palabras.

-"Te amo, Alexander"- continuó Magnus, una pequeña sonrisa formándose en sus labios mientras ofrecía un pequeño encogimiento de hombros- "Y no hay nada en mí que quiera que eso cambie. Siempre supe que una parte de mí te amaría por siempre, y ahora sí puedo amarte para siempre. Tenemos todo el tiempo del mundo, cariño. Y tan doloroso como fue llegar a este punto, hay algo en mí que no puede evitar sentir que valió la pena"

Alec envolvió sus brazos alrededor de Magnus, sosteniéndolo con fuerza mientras enterraba su rostro en el hombro de Magnus.

-"Te amo"- dijo en el material de su camisa- "Te amo demasiado"

Magnus besó su sien- "Yo también te amo"

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-"Qué diablos estabas pensando?"- le espetó Jace al momento en que Alec entró por el portal al Instituto.

-"Tú también"- dijo Alec, caminando para salir de la enfermería- "Ya he recibido el regaño de Magnus e Izzy. Lo siento, ¿de acuerdo?"

Jace lo alcanzó en el pasillo, agarrándolo del hombro y girándolo.

-"No puedes escabullirte así nada más–"

-"Jace, estoy bien"- insistió Alec, interrumpiéndolo.

Jace puso los ojos en blanco, pero su mirada permaneció dura- "¡Hablo en serio, Alec! Podrían haberte herido"

-"Lo sé, y lo siento"- dijo Alec, tratando de mantener la voz tranquila- "Solo necesitaba salir del Instituto por un tiempo, ¿de acuerdo? Sé que debería haberte dicho algo en lugar de enviarte mensajes de texto cuando ya estaba allí, pero también sabía que no había forma de que me dejaras ir. Al menos no solo. Y estoy realmente cansado de ser tratado como si ni siquiera pudiera caminar sin ayuda"

-"Moriste, Alec"

-"¡Lo sé!"- exclamó Alec, extendiendo sus brazos- "Lo veo en cada mirada, en cada paso que doy, todas las conversaciones que tengo son un recordatorio de eso. Sí, morí, Jace. Y lamento mucho que hayas tenido que pasar por ese dolor. Sabes que si de algún modo pudiera cambiar cómo sucedieron las cosas, lo haría. Pero no puedo. Nadie puede. Está en el pasado. Se acabó. Volví. Y no me pienso ir a ninguna parte esta vez, ¿de acuerdo? Estoy vivo y eso es en lo que debemos centrarnos"

-"¿Hay algún problema?"- se escuchó una voz, el tono estaba lleno de autoridad, pero también había una atisbo de timidez.

Jace se puso rígido. Alec se dio la vuelta lentamente para encontrarse cara a cara con Maryse. Ni una sola vez ella o su padre habían ido a verlo desde que descubrieron que estaba vivo. No lo había mencionado, ni cuestionó el motivo, tenía miedo de preguntar porque sabía que odiaría la respuesta.

Nadie dijo una palabra. Maryse exhaló antes de caminar hacia ellos. Alec permaneció quieto mientras se acercaba, sintiendo que sus piernas estaban pegadas al piso.

Después de un momento de vacilación, ella extendió la mano, colocándola sobre los hombros de Alec mientras lo miraba. Sus labios temblaron ligeramente cuando sus ojos se llenaron de lágrimas no derramadas.

-"Alec"- dijo, tragando saliva mientras trataba de mantenerse serena- "Quería disculparme a nombre mío y de tu padre. Nuestra... actitud hacia ti antes... estuvo mal. Quiero que sepas que estamos orgullosos de que seas el Jefe del Instituto. Puede que no esté de acuerdo con tus métodos, pero yo... estoy orgullosa de ti, a pesar de todo"

Alec no dijo nada, devolviéndole la mirada. Cuando sus ojos se encontraron, todo lo que pudo ver fue la mirada llena de asco que le había dirigido desde el momento en que dijo que era gay hasta el momento en que murió. Aunque ahora lo mirara de manera diferente, él no podía verlo. No estaba seguro de si alguna vez podría.

-"¿Dónde está papá?"- preguntó Alec, con la boca fruncida.

Maryse retiró las manos y las bajó lentamente. Ella dejó escapar otro suspiro- "Tuvo que volver a Idris"- dijo- "Se le necesita allí"

Alec abrió la boca para decir algo, pero luego la cerró. Asintió una vez, dando un pequeño paso atrás, alejándose de su madre.

-"¿Necesitas algo más?"- dijo Alec secamente, apartando la mirada por un momento- "Necesito estar en otro sitio"

Maryse bajo la mirada antes de levantarla de nuevo y cuadrar los hombros, una mirada de neutralidad enmascaró su rostro- "No, yo... eso es todo"

Alec asintió una vez antes de continuar por el pasillo, caminando hacia su oficina. Escuchó pasos detrás de él y supo que Jace lo estaba siguiendo. Hizo una pausa, dudando un momento antes de volverse hacia Jace.

-"Lo siento"- dijo Alec, las palabras salieron a toda prisa- "Sé que solo estás preocupado. Me sentiría de la misma manera si los roles se invirtieran. No puedo imaginar cómo te sentiste cuando morí... pero estoy aquí, Jace. Estoy aquí"

-"No puedo sentirte, Alec"

Alec se congeló, sus ojos parpadearon hacia donde la runa parabatai de Jace estaba oculta por su camisa antes de mirarlo a la cara- "¿Qué?"

-"Quiero decir, estás ahí"- se forzó a decir Jace- "Pero es muy débil. Como si tuviera un pulso débil. A veces parece que mi corazón literalmente va a dejar de latir porque por un breve momento, olvido que has vuelto porque tu presencia no está allí. No como solía estarlo. ¿Puedes... puedes sentirme?"

La mano de Alec se cernía sobre su runa- "Sí"- dijo suavemente- "Pero es débil. Supuse que era porque el vínculo aún se estaba reformando..."

Jace parpadeó con fuerza, tratando de mantener a raya sus emociones- "Lamento haberte golpeado"- dijo con voz tensa.

-"Jace–"

-"Lo siento"- repitió Jace, girando rápidamente.

-"¡Jace!"- lo llamó Alec, pero Jace no se volvió y desapareció a la vuelta de la esquina.

Alec suspiró y dejó caer la cabeza por un momento. Luego se enderezó, cuadró los hombros y se dirigió hacia su oficina.

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Jace miró hacia el saco de boxeo, aterrizando golpe tras golpe despiadadamente. Luchó contra el impulso de pensar en otra cosa que no fuera el saco que tenía delante. Incluso luchó contra el impulso de parpadear, porque cada vez que lo hacía, las imágenes de un Alec ensangrentado y sin vida pasaban por su mente.

No podía escapar de las imágenes: el recuerdo de Alec asesinado justo frente a él. Nunca podría olvidarlo.

Golpeó su puño contra el saco de boxeo, ignorando la sensación de hormigueo que subió por su brazo. Continuó el ataque, ajeno a su entorno.

-"¿Esto es una cosa de los Lightwood?"- dijo una voz desde atrás, sacándolo de su trance.

Jace se volvió para ver a Magnus en la entrada de la sala de entrenamiento, su expresión era una máscara de diversión a pesar de la preocupación que brillaba en sus ojos.

Jace contuvo un suspiro, alejándose del saco de boxeo finalmente. Ambos permanecían en silencio, Magnus le observó mientras Jace comenzaba a desenvolver sus manos, señalando que había terminado con su asalto.

-"Siento que no hemos tenido la oportunidad de hablar desde que Alec regresó"- dijo Magnus, rompiendo el silencio y dando unos pasos en la habitación- "No de lo importante... ¿cómo estás?"

-"Estoy bien"- dijo Jace, sin levantar la vista mientras guardaba el saco de boxeo.

-"¿Eso también es algo que hacen los Lightwood"- dijo Magnus, levantando una ceja.

Jace finalmente lo miró- "¿Qué?"

-"Decir que estás bien cuando claramente no lo estás"

Jace cerró la boca con fuerza y ​​volvió a mirar hacia abajo. Magnus se acercó unos pasos.

-"Jace"- dijo suavemente- "No tienes que hacer eso. Conmigo no. Eres importante para Alec, lo que significa que eres importante para mí. A veces me desesperas, pero ahora eres familia. Y si hay algo que he aprendido de ustedes, hermanos Lightwood, es que harían cualquier cosa por el otro. Amo muchísimo a Alec. Más de lo que he amado a nadie. Espero pasar el resto de mi vida con él. Y eso te convierte en mi familia"

Jace miró a Magnus por unos momentos antes de que su resolución se quebrara y permitió que Magnus lo tomara en sus brazos, sosteniéndolo mientras lloraba. Con un movimiento rápido de la muñeca de Magnus, la puerta de la sala de entrenamiento se cerró, dándoles algo de privacidad.

-"Pensé que ahora que Alec está de vuelta"- dijo Jace con dificultad- "El dolor se iría. Pero a veces pareciera que realmente no está aquí. Es como si estuviera viendo un fantasma. Y que en cualquier momento voy a parpadear y él se habrá ido. Para siempre esta vez. Y no... no creo que pueda sobrevivir a eso. No otra vez. Y sé, sé que está vivo. Sé que ha vuelto. Pero no puedo deshacerme de este sentimiento, este miedo abrumador de que lo voy a perder nuevamente.

Jace dio un paso atrás, secándose los ojos y hundiendo los hombros.

-"También estoy preocupado por él"- dijo Magnus, entendiendo el mensaje dentro de las palabras de Jace- "Cuando apareció en el piso anoche, quería estrangularlo con toda la magia que tengo. Estaba tan furioso Y luego quise envolverlo en mi magia para que nada pudiera lastimarlo nuevamente. Perder a alguien... te cambia. Hace cada parte de la vida un poco más difícil. La pena es algo desagradable. Hay canciones sobre eso, libros sobre cómo lidiar con ello. El mundo te prepara para el dolor; sin embargo, no te prepara para cuando la persona por la que estás sufriendo vuelva de repente"

Jace se aferra a cada una de sus palabras- "¿Crees que este sentimiento de terror desaparecerá alguna vez? Es como una garra helada estrujando mi corazón"

Magnus se obligó a sonreír- "Me gusta pensar que sí"

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Alec se encontraba sentado en su escritorio, observando a Lydia mientras caminaba de un lado a otro. Tenía los brazos cruzados y los hombros tensos.

-"¿Cuándo fue la última vez que dormiste?"- preguntó Alec, y finalmente detuvo sus pasos.

-"Anoche dormí un par de horas"- dijo, dejándose caer en una silla con un suspiro- "Una patrulla de vampiros captó el olor de Jonathan cerca del Hunter's Moon anoche. Se está escondiendo justo debajo de nuestras narices. Me preocupa que haya estado tan cerca de otro punto de acceso subterráneo. Primero el Lobo de Jade, ahora esto. No hay forma de que sea una coincidencia"

-"Podríamos duplicar las patrullas cerca de lugares que frecuentan los subterráneos"- dijo Alec- "No podemos permitir que lo que sucedió en el Lobo de Jade se repita

Lydia lo miró intensamente- "No, no podemos"- estuvo de acuerdo, su voz temblando ligeramente- "Pero nuestros equipos ya están muy dispersos. Nueva York es demasiado grande. Si duplicamos las patrullas..."

-"Dejaremos al Instituto vulnerable"- suspiró Alec, recostándose en su silla.

-"Exactamente"- dijo Lydia, levantando los brazos con exasperación.

Alec se inclinó hacia delante, apoyando los codos en su escritorio mientras pensaba- "¿Y si reclutamos a más?"

-"¿Qué quieres decir?"

-"Bueno, tenemos a los vampiros de Nueva York de nuestro lado, a los amigos de Magnus y la manada de Luke. Pero su manada no es la única en Nueva York. Y hay Gran Brujos en otros distritos. Deberíamos hablar con ellos. Y podemos comunicarnos con otros Institutos, pedirles que envíen refuerzos"

-"Es una buena idea"- dijo Lydia, poniéndose de pie y caminando hacia él- "Pero me temo que otros Subterráneos no confiarán en mí. Estaban empezando a confiar en ti. Y nadie además de Imogen, el Instituto o el Gabinete Subterráneo sabe que estás de regreso"

Alec asintió y luego miró a Lydia, compartiendo una larga mirada de complicidad- "Creo que es hora de que el resto del mundo sepa que estoy vivo"

-"Jonathan aún podría venir por ti"- advirtió Lydia.

-"Que lo intente"- dijo Alec, con determinación en su voz- "Ya estoy harto de esconderme"

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Continúa en el siguiente capítulo