Después de la llamada de mi tía, me quede sentada en el suelo por varios minutos. No podía recobrar las fuerzas necesarias para levantarme. Sentía que si hacia cualquier movimiento brusco, me desmayaría. Intente hacer ejercicios de respiración para calmarme, pero parecia no funcionar. Pensé en llamar a Andrew, pero no quería preocuparlo por nada.

Ya pasara

Me dije a mi misma una y otra vez.

No se cuanto tiempo estuve así, pero fue suficiente para recobrar la cordura.

Aunque mi tía no me había dicho nada malo, fueron unas palabras muy intensas que nunca pensé escuchar. Eso hizo que me sintiera... ¿Abrumada?

Dios, ni si quiera se que sentimientos tuve con exactitud.

¿Soy la única que siente algo y no sabe explicarlo?

Espero que no.

En ese momento, Salem vino hacia donde yo estaba pero no se acercó demasiado, se limito a mirarme desde una distancia considerable. Lo llame para acariciarlo, pero el felino sólo me miraba fijamente, moviendo su cola de un lado a otro.

-- Salem... Ven aquí pequeño!!-- Seguí insistiendo.

Pero parecía no querer acercarse.

Sus ojos parecían tristes...

¿Tendra hambre?

Deje de pensar y me levante lo mas lento posible. Continue con las cosas que estaba haciendo. Ya me sentia mejor, pero por alguna razón... Había algo que no me dejaba tranquila.

Llame a Salem nuevamente pero nunca vino a mi llamado, así que fui a buscar su comida y me di cuenta de que ya no le quedaba nada.

-- Quizá después de todo, si esta hambriento.-- Dije.

Mire el reloj y vi que aun faltaba una hora para que Andrew llegara del trabajo... Y Catherine aun tardaria un poco mas en llegar... Así que tome mi abrigo y mis llaves y salí a comprar la salsa de tomate. Pensé que caminar un poco me calmaría y por suerte, así fue.

El cielo estaba en un tono azul muy claro. Hacia mucho viento y las hojas de los árboles giraban a mi alrededor. Trate de concentrarme en todos esos detalles de la naturaleza y como por arte de magia, ese mal sentimiento desaparecio.

Ahora me sentía en paz.

Recordé cada palabra que mi tía dijo y llegue a la conclusión de que queria ayudar a Danielle. No por compromiso ni nada de eso. No, no, no. Por decisión propia.

Quería brindarle unos años mas de vida para que pudiera disfrutar y hacer todo aquello que anhela.

Se muy poco de ella...

Quisiera preguntarle mas sobre su vida y sus sueños...

Ojala me lo permita.

Inconscientemente mientras pensaba todas esas cosas, una sonrisa se dibujo en mi rostro. Gire a mi derecha y pude ver mi reflejo en un aparador. Me detuve unos instantes y mi propio rostro me parecio irreconocible.

Nunca había sonreído tan sinceramente.

Seguí caminando y finalmente llegue al centro comercial.

A decir verdad, pude haber comprado las cosas en la tienda de conveniencia que esta mas cerca de casa, pero opte por ir mas lejos para poder darle tiempo a mi mente de tranquilizarse.

Entre al centro comercial y tome las cosas que necesitaba. Pague, tome mis bolsas y salí.

Una vez estando afuera, note que enpezaba a llover. Pero no queria tomar un taxi, quería seguir caminando, por lo que compre un paraguas y seguí caminando.

La lluvia no caía con mucha fuerza. De hecho se veía lindo y era relajante. Cerré el paraguas y deje que la lluvia me mojara. Se sentía tan bien.

Y de repente sentí un dolor de cabeza bastante fuerte.

Este se calmo y seguí caminando...

Pero a unos cuantos pasos, volví a tener otro dolor. El dolir era tan fuerte y punzante que por inercia puse ambas manos sobre mi cabeza, como si eso fuera a amortiguar el dolor...

Camine y me di cuenta de que había llegado a parque. Decidí sentarme en una de las bancas y trate de calmarme.

Pero eso no paso.

Miles de recuerdos vinieron a mi mente, como si viera mi vida pasar.

Recordé a mis padres celebrando mi cumpleaños...

A Danielle jugando conmigo bajo la lluvia...

A ni tía preparando comida con mamá en la cocina...

A mi padre tocando la guitarra...

Las lágrimas comenzaron a brotar y parecian no detenerse.

Todo eso lo había olvidado...

Pero ¿Porque?

Miles y miles de recuerdos volvían a mi mente...

Y recordé un accidente...

Un terrible accidente.

Mamá iba manejando mientras lloraba y yo iba en el asiento trasero...

Mamá perdió el control del auto...

Yo grite...

Y se escucho un estruendoso golpe.

Después yo estaba en el hospital...

Y mamá me pidió perdón por ser una mala madre...

Pero yo no sabia de que estaba hablando.

¿El golpe causo mi amnesia?

Era mucha información para procesar.

Me sentí tan mal que me levante y comence a correr como loca. Quería llamar a mi tía y preguntarle sobre eso...

Deje de correr y pensé en Salem.

Camine...

Y como si fuera una mala broma del destino, sentí un gran dolor en todo mi cuerpo. Cerré y abrí los ojos  desorientada, tratando de entender lo que sucedía.

Gire mi cabeza y pude notar que estaba tirada en el suelo. Todo se veía borroso...

Vi gente corriendo hacia donde yo estaba y ahí fue cuando me di cuenta.

Un auto me había arrollado.

Pero ¿Como?

¿No se supone que estaba caminando sobre la acera?

No entiendo.

¿Porque ahora estaba tirada en medio de la avenida?

Gire mi cabeza hacia el otro lado y vi el auto que me habia arrollado a pocos centímetros de donde yo estaba.

Luego escuche que gritaban ni nombre.

-- Valery!!! Valery!!

Conocí la voz al instante.

Era Andrew.

¿Que hace aquí?

¿Ya es tan tarde?

Ohhhh... Todo me duele.

Pero a la vez no siento nada, como si estuviera en un trance.

Debo levantarme... Pero no puedo.

--Valery... Vas a estar bien... Yo... Valery... Por favor...

¿Me quede dormida?

-- Andrew...-- Dije en un hilo de voz.

-- Aquí estoy... No te muevas...-- Dijo entre lágrimas.

Ahí note que sus manos y ropa estaban manchadas de sangre...

¿Sangre?

Alce un poco mi cabeza y vi la gravedad de mi estado.

Pero en ves de sentir miedo...

Me sentí en paz.

La lluvia comenzó a caer mas fuerte...

-- Andrew-- logré decir-- Yo... He recordado todo...

-- Valery, calmate...

-- No, yo... Me siento bien.

-- No digas eso... Valery...

-- Salem tiene hambre... Por favor llevale comida.

-- Valery...-- Su llanto se hizo mas fuerte.

-- Tranquilo...-- Alce mi mano y acaricie su mejilla.

Luego todo se volvió oscuro.