Después de confesar nuestros sentimientos, me sentí aliviada. Es como si me quitara un poco del peso que llevaba encima. Hace días me puse a pensar en lo que sentía por Andrew y quise negarlo y engañarme a mi misma. Quería hacerme a la idea de que el y yo no podíamos estar juntos, pero después de pasar por el miedo de ser secuestrada por algunos escasos minutos, me di cuenta de que la vida es muy corta. Demasiado corta. Nunca se sabe que pueda pasar. Un día estas aquí y al siguiente puede que ya no. Por eso, me quite la venda de los ojos y por una vez en mi vida, quise ser completamente sincera, a corazón abierto.

Y para mi sorpresa, todo ha salido muy bien.

Ha pasado una semana desde nuestra confesión y estamos saliendo diario después del trabajo. Andrew me pidió ser su novia oficialmente y me regalo un collar con un dije muy similar a las dos siluetas nadando de la portada de Heavenly. Lo mando a hacer especialmente para mi y debo decir que es ahi cuando veo la diferencia entre el amor verdadero y el amor impostor. El amor impostor siempre te hará creer que estas en el lugar correcto aunque no lo sea y aunque veas las señales de que algo no anda bien, te aferras y te aferras porque no puedes soportar que lo que estas viviendo no es real. Es crudo. Lo se. Pero estoy segura de que a todos nos ha pasado por lo menos una vez. Incluyéndome.

Martín fue mi amor impostor. Y se que yo lo fui para el. Quisimos crear un cuento de hadas que fue muy corto, unas cuantas paginas y llegamos al final. Aun así, el nunca me trato mal ni mucho menos. Era un buen chico. Dejando de lado su infidelidad, Martín pudo haber sido un gran amigo si nuestra relación no hubiera terminado de forma tan abrupta y llena de arrepentimientos.

Ojala le vaya bien en la vida.

Nunca he vuelto a saber de el, pero este donde este deseo de todo corazón que sea feliz.

Yo creí que la felicidad era una palabra inexistente en mi diccionario y después de años de dolor y miseria, por fin puedo sentir esas cosquillas de la felicidad. Estas aparecen cada que veo a Andrew o a Catherine. Incluso a Salem.

Mi mayor miedo era quedarme sola y ahora no lo estoy.

¿Quien lo hubiera pensado?

¿Quien hubiera pensado que Valery ahora podia sonreir honestamente?

Y efectivamente, he comenzado a pensar que Andrew es mi amor verdadero. Aquel que llego sin buscarlo y que simplemente paso. Que hace que cada dia sea diferente. Que con un beso puede hacerme levitar en nubes de colores. El es alguien que ha prometido protegerme y aunque el no me ha pedido nada a cambio, se que le debo mucho.

Y además de eso se trata el amor:

De ser recíprocos.

De dar y recibir.

Recibir y dar.

Pero sin nada escrito, porque en el amor todo es espontáneo.

Mientras pienso todas estas cosas, no puedo evitar verme al espejo y sonreirme.

-- Lo has hecho bien, Valery.-- Me digo a mi misma sin dejar de mirar mi reflejo.

Y de repente, como una nube gris en un cielo brillante me invade la nostalgia y la tristeza. También he aprendido a vivir con ello, tengo mucho que sanar y aunque no le he contado mi pasado a Andrew, el sabe que no estoy bien al cien por ciento.

Andrew ha aprendido a no ser insistente en ese aspecto. Si me ve llorando, se limita a abrazarme y darme pequeñas palmadas en la espalda. En silencio.

Se que algún día tendré que decirselo.

Pero ¿Como?

Me da miedo.

Pero se que todo es un proceso.

Y aunque me sigo negando a recibir ayuda psicológica...

He optado por leer libros de auto ayuda.

Aunque la gente no lo crea, si te ayudan.

Así que nunca hay que sentir vergüenza de leer libros de auto ayuda.

Es como si con cada lectura hablaras contigo mismo y encuentras el valor que necesitas para dejar de culparte y saber que tienes un problema.

No es mucho, pero por algo se empieza.

Sin embargo, se que no me sentiré completamente bien hasta que saque todo ese dolor en mi interior.

Por ahora, solo me limitare a tratar de aceptar que el pasado no se puede cambiar. Y que por mas que me duela aceptarlo, si. Si soy culpable. Pero yo no queria que todo eso pasara.

Si existiera una maquina del tiempo, lo primero que haria seria ir al momento exacto donde mi madre me gritaba que me pusiera el suéter. Iría con mi yo pequeña y me daría un abrazo fuerte y luego una bofetada por ser tan desobediente. Me haría entrar en casa antes de que mamá abriera la puerta...

Pero no puedo hacerlo.

He estado pensando y llorando desde temprano. Estoy en un momento de aceptación para dejar atras mi duelo.

Es difícil, pero quiero lograrlo. Quiero ser una mejor persona. Porque aunque se que todos tenemos cosas que nos atormentan, no debes dejar que te atormenten toda la vida.

El día que Andrew y yo nos besamos, corri a llamarle a Catherine para contarle, estaba tan emocionada que hablar con ella me hizo sentir tan bien, tan feliz.

Así que espero que cuando logre hablar de todo lo malo, también llegue a mi esa sensación de bienestar.

Doy un suspiro largo y tomo la cajetilla de cigarros que hay en mi buró. Saco uno y lo enciendo. También se que debo dejar de fumar. Lo se.

Pero aquí y ahora, aun no es un buen momento.

Decido quitar todos los pensamientos negativos de mi mente y me apresuro a cepillar mi cabello. Mientras lo hago, me entra una idea loca.

¿Y si me corto el cabello?

Hace años que no me hago un cambio de look, así que ¿Porque no?

Salgo de mi casa y voy a la peluquería que esta a una cuadra. Nunca he venido, pero quiero hacerlo antes de arrepentirme. Entro y enseguida una chica de unos treinta años me recibe y me pregunta que es lo que quiero hacerme.

-- Quiero un cambio radical.-- Digo con mucha firmeza.

-- ¿Solo corte o también quieres color?

-- Solo corte.

A decir verdad me estoy arrepintiendo de mi decisión pero ya es muy tarde.

La chica me mira atentamente y luego me da una sonrisa.

-- Se cual es el corte ideal para ti. Sigueme.

Me limito a asentí y me siento frente al gran espejo que hay en medio del salón.

Luego cierro los ojos y dejo que la chica haga su trabajo.

Después de varios minutos, parece haber terminado.

-- Listo. Abre los ojos. Te ves hermosa!!!

Con mucho miedo, abro un ojo y después el otro. Cuando veo lo que hay enfrente del espejo, no puedo creerlo. Por una vez en mi vida me gusta mucho lo que veo.

-- Guau ¿En serio soy yo?-- Pregunto sin poder creerlo.

-- Así es. Eres tu. Solo resalte un poco tus facciones con este corte. ¿Te gusta?

-- Me encanta. Nunca hubiera imaginado que me veria bien con el cabello tan corto.

-- A tu tipo de rostro le queda perfecto.

-- Muchas gracias. De verdad...

-- No es nada. Amo mi trabajo. Me gusta hacer que las personas admiren su belleza.

-- De ahora en adelante, vendré a tu peluqueria.

-- Cuando gustes.

Le pague a la chica y me despedí de ella. Al salir de ahi, el aire golpeo suavemente mi rostro. Me sentia como una persona totalmente diferente. Se que suena exagerado, pero asi me senti.

No aguante las ganas de llamar a Andrew.

-- Hola Val.-- Contesto Andrew al instante.

-- Me preguntaba si podiamos vernos.

-- ¿Ahora?

-- Si... Bueno, a menos que estés ocupado...

-- Dame quince minutos y paso por ti.

-- No estoy en casa...

-- ¿Donde estas?

-- Dejemoslo así. Quiero darte una sorpresa. Te espero en mi casa.

-- Esta bien. Muero por verte.

-- Y yo también...

-- Te veo en un rato.

-- Claro, conduce con cuidado.

-- No me dejes así ¿Que quieres mostrarme?

-- Tienes que verlo.

-- Pero...

-- No seas impaciente, Andy.-- Comencé a reir.

-- Eres mala. Esta bien, voy a apresurarme para ir a verte lo mas rápido posible.

-- Aquí te espero.

-- Te quiero Val.

-- Y yo a ti Andy.

Cuelgo la llamada y comienzo a sonreír como tonta.

Desde hace dos días comenzamos a llamarnos así para mostrar nuestro cariño.

Val

Andy

Suenan perfecto.

Camino rápido hacia mi casa y me empiezan a invadir los nervios.

¿Le gustara este cambio a Andrew?