CAPITULO 13

ASHTON HOLLAND

LA TORMENTA DEL PASADO (18 DE DICIEMBRE DEL 2010)

Hoy era mi día mas esperado de todo el año, hoy mis papas me llevarían a la cabaña donde pasaríamos todo el invierno. Seria genial correr por la nieve y tocar los copos cayendo en mi mano.

-Ashton- mi mamá estaba recargada en el marco de la puerta, mientras yo miro con curiosidad hacia afuera -ya cámbiate que pronto llegaran los invitados. 

-Si mamá, ahorita lo hago – respondí embobado viendo la nieve.

Me abrazo por atrás mientras me daba muchos besos en mi pelo -Feliz Cumpleaños, cada día estas mas grande mi pedacito de cielo- me voltea con una sonrisa en su rostro y una lagrima – como te adoro mi niño feliz. 

La abrazo con fuerzas ya que no me gustaba que llorara -yo también te amo mamá.

- ¿Quién diría que hace 11 años este lindo niño que estoy abrazando, ahora es mi hombrecito? – siento que sonríe peinando mi cabello despacio - ¿sabes? Recuerdo cuando eras un bebe, eras chiquito y delicado, recuerdo que tu papa tenia miedo de cargarte por lo delicado que eras.

-Ya no soy delicado mamá, ahora soy fuerte – me separo de ella intentando mostrar mis músculos.

-Eso sí lo noto- suena la voz de mi papá pasando por la puerta con una sonrisa – mira nomas que músculos te cargas- suelta su café en la mesa y se para a un lado mío -un poco mas y me alcanzas.

-Que presumidos son- mi mamá cruza los brazos mientras intenta reprimir una sonrisa.

Soltamos una carcajada mi papá y yo.

-Feliz Cumpleaños Chaparrito- mi papá me abraza con una sonrisa.

- ¿Yo? ¿Chaparro? Quisieran – me suelto de su agarre indignado.

- ¿Y qué quieres que te diga si estas chaparro? – mi papá me mira confundido y mi mamá lo fulmina con la mirada.

- Ignora a tu papá, se cayo de chiquito- mi mama se burla y mi papá le pone mala cara.

- ¿Ahora estoy loco? Pero conste que aun con todo y mis locuras te enamore – mi papá mueve las cejas y mi mamá suelta una risa.

Mi mamá me vuelve a rodear en un abrazo y mi papá se une al abrazo, debo admitir que a veces me resulta un poco asfixiante pero no me niego al cariño que me dan, me gusta que me mimen y me demuestren que me quieran.

-Sigo sin creer que mi pedacito de cielo tiene 11 años – espeta mamá, soltando una risita nerviosa.

- ¿Te puedo hacer una pregunta mamá? - ella asiente rápidamente - ¿Por qué me dices así? – mi papá quien estaba a punto de salir se sienta en la cama mientras en sus brazos posa su cabeza.

-Mejor me quedo, yo también tengo esa duda.

-Mira Ashton, me gusta el cielo por que es como si pudiera sentirme cerca de los demás al estar lejos, además el cielo es tan hermoso y cuando tu naciste senti como si el cielo me hubiera dado un pedazo de el- mi mamá se sienta a un lado mío – el cielo se puede tornar de muchos colores, hasta en tormentas, pero siempre encontraras ese rayito de luz que te ilumine el sendero, eres lo mas especial para mí, nunca lo olvides – mi papá sonríe con dulzura al escuchar las palabras de mi mama.

-Se que tu padre ya te dio un regalo, asi que es hora de que abras el mío – pasa por mis manos una cajita pequeña de terciopelo en el cual reposa una medallita de oro grabado con mi nombre.

-Es hermoso mamá – consigo decir, mientras intento acomodarme la medallita.

-Era de mi padre, y al igual que tu se llamaba Ashton – repone con una sonrisa – senti que ya era tiempo que lo usaras.

No es tan pesado, por lo que decido guardarlo en su estuche.

-Es como una joya familiar, por lo que siento que mi regalo es más especial – mi mamá presume con una sonrisa, y mi papá entrecierra los ojos.

-Muchas gracias mamá, prometo cuidarlo para que nada le pase.

-Bien, ya hora que te bañes, por que apestas- mi papá hace una mueca y mi mamá le da un golpe en el hombro – bien, primero desayunamos.

Tomo el desayuno en compañía de mis padres, quienes todo el tiempo me miran con una sonrisa. Voy a la ducha y me aseo lo más rápido que puedo, me visto con lo que había preparado y me paro frente al espejo.

-No te pongas nervioso Ashton, hoy es mi día – me miro con una sonrisa.

Cuando ya me encuentro preparado, salimos rumbo a la cabaña y no puedo mentir al decir que el paisaje es hermoso.

Al llegar, mi papá me abre la puerta y todos me reciben con aplausos. Me alegra ver a mis amigos y familiares aquí, asi que pongo mi mejor sonrisa.

Yo voy vestido como un príncipe, ya que puede que me haya traumado un poco con los libros de fantasía, y mi papá va vestido con un conjunto muy parecido al mío por ende mi mama lleva un vestido que combina perfectamente con lo que llevamos puesto. y como siempre lo diré, mi mamá luce como una verdadera reina.

Saco de mi pantalón la medallita de mi abuelo y mi papá me lo pone como pendiente para lucirlo con el traje.

Mi mamá se acerca a mi y me pasa las manos por el pelo acomodando, ya que decía que tenia un pelo rebelde, además ella decía que mis ojos eran como la esmeralda, razón por la cual decía que me adoraba, ya que decía que me adoraba como a una joya preciosa, mi mamá era lo mas hermoso que podia tener en mi vida y aunque fuera muy cursi, admito que me gustaba.

-Mira que príncipe tenemos aquí, algun día te veras tan hermoso como yo- menciona mi papá a un lado mío.

-Que presumido eres, entonces eso significa que tendrá que conseguirse a alguien tan hermosa como yo- sonríe con orgullo mi mamá.

-Mm, lo dudo mucho, no hay mujer en el mundo mas hermosa que tu – responde mi papá acercándose para darle un beso corto.

- No hagan eso – hago una mueca cerrando los ojos con asco.

-Cuando encuentres a la mujer que ames, lo harás muy seguido - dice mi papá mientras imita mi gesto.

No me gustaba que se dieran besos en frente de mí, sabia que ellos se amaban, pero no me gustaba que lo demostraran tan seguido y menos en público.

-Ashton – menciona mi padre con emocion – saluda a los invitados y le das gracias por los obsequios 

- ¿Crees que lo diré bien? Ya sabes, todavía me trabo.

-Claro que sí, eres mi hijo y eres muy...

- Valiente – termino la frase por el y me marcho a la sala donde están los invitados.

Yo puedo, solo necesito no estar nervioso.

Suspiro y empiezo a hablar con las personas, me felicitan, me dan abrazos, me regalan cosas. Y lo mejor de todo es que no me he trabado al hablar.

Mis padres llegan a un lado mío con una sonrisa y los invitados empiezan a aplaudir cuando estamos juntos.

Mi papá toma el micrófono y todos nos preparamos para el largo discurso que seguramente dará como cada año, de cuanto me ama y lo orgulloso que esta mi y no puedo negar que me hace sentir muy feliz.

-Cuando mi linda Ann me dijo que estaba embarazada y que sería padre, estaba realmente asustado – explica soltando una risita – no sabia nada de niños, hasta podría decir que los odiaba, nunca había sido bueno con los niños. -

Mamá lo observa con una sonrisa en su rostro y yo el sujeto de la mano con fuerza de lo nervioso que estaba.

-Mi linda Ann me enseño a no tener miedo, a confiar en mí mismo y como amar a este lindo niño. La verdad no se si he sido un buen padre en estos 11 años y estoy seguro de que he cometido errores, pero he de admitir que mi Ann, ella es la mejor esposa que he podido tener, no puedo creer que me dieran a esta hermosa mujer para que fuera la madre de mi hijo. Te amo Ashton, te amo con mi alma entera, eres lo mejor que me pudo haber pasado y no me arrepiento de nada. Si me pidieran cambiar algo, jamas lo haría. -

Siento latir mi corazón rápidamente y mis ojos los siento llorosos, no quiero llorar enfrente a todos, pero no me resisto y corro a abrazarlo con todas las fuerzas que tengo, el me carga y me llena de besos.

-Mi Ashton – inicia mi madre con una sonrisa enorme – quien diría que soy la mujer mas afortunada de este mundo, yo... yo no puedo pedir nada mas,  mi grandioso esposo con el cual amo con todo mi corazón y mi pedacito de cielo Ashton, que mas puedo pedirle a la vida. Creo que lo mas seguro es que a Ashton lo tenga más que harto de decirle cuando lo amo y adoro pero que se lo diga una ultima vez no esta de mas, eres lo mejor de mi vida- voltea hacia mi dirección – recuerdo cuando eras un bebe pequeño, tus primeros pasos, tus primeras palabras,  tus primeras travesuras. - los ojos azules de mi mamá brillaban con intensidad al mírame, me sentía que iba a explotar de la felicidad.

Los invitados sueltan carcajadas y mi papa y yo intentamos reprimir las risas.

-Espero que algun día, puedas verte desde mis ojos y veas lo especial que eres para mi hijo mío y lo afortunada que soy al tenerte – la abrazo con todas mis fuerzas mientras soy yo la que la llena de besos. – que más puedo pedirle al cielo, si medio un pedazo de el - su sonrisa se convirtió en una triste - si algun día me llego ir lejos de ti, quiero recuerdes que yo te adoro con mi alma - lo que mas me gustaba de mi mamá era su sonrisa, hay veces que me gustaría saber como le hace para estar tan feliz.

Me acercan el pastel con las velitas de cumpleaños, con la emoción que tengo me paro enfrente de el con una sonrisa.

-Pide un deseo - sonríe mi mama mientras junta sus manos con emocion.

Cierro los ojos pensados el deseo (deseo tener a mis papas por lo que me reste de vida) al abrirlos soplo las velitas y la luces se apagan.

Volteo a todos lados mientras busco la mano de mi mamá, los invitados se inquietan y se paran de sus lugares.

-No se alarmen – grita mi papá – lo mas seguro es que se haya quemado un fusible.

Mi papá sale de la cabaña lo más rápido que puede y en medio de la oscuridad se escuchan 3 disparos afuera de la cabaña. Es donde el caos se desata.

La gente empieza moverse rápidamente, unos salían otros se tiraban al piso, los vidrios se rompían y las balas caían con rapidez.

Un arma se posa enfrente de mí y lo único que veo es a un hombre con una capucha negra y un arma gigante.

- ¡No te atrevas a hacerle nada a mi hijo! – amenaza mi padre apareciendo por la puerta mientras de su frente goteaba sangre.

Estoy asustado, no puedo moverme, quiero correr con mi papa, pero simplemente el miedo me gana.

-Quiero que te arrodilles y escuches atentamente lo que diré – dice el hombre de la capucha apuntando hacia mi papá -hazlo rápido

Mi papá se arrodilla lentamente y su mirada no se despega de mi, sus ojos verdes me miran con desesperación.

-Es su cumpleaños, por favor, no hagas esto hoy, te lo ruego -pide arrodillando y es la primera vez que veo el terror en sus ojos -ten piedad de el...  es un niño.

- ¿Piedad? Mi hijo nació enfermo, nadie ha tenido piedad conmigo ¿Por qué tendría piedad de ustedes? - el hombre juega son su arma sin dejar de apuntar.

No se cuando empecé a llorar, pero no puedo retenerlas.

-Todo esto es culpa de este niño, si él hubiese nacido enfermo, mi hijo estaría bien- el hombre voltea hacia mi y me vuelve apuntar- si tu papa muere, es por tu culpa ¿entiendes? 

- ¡No le creas! Tu no tienes la culpa de nada – Arguye mi papá y recibe un balazo en el hombro izquierdo en el cual escucho un grito desgarrador.

-Solo por tu cumpleaños te daré una oferta ¿A quien quieres que mate primero? Al mentiroso de tu padre o a la llorona de tu madre – hace una seña y mi mamá aparece con un hombre sujetándola.

Mis manos empiezan a temblar y siento que no puedo hablar, solo quiero llorar, me siento pequeño mirando tantas cosas, no entiendo que esta pasando.

-No le puedes pedir algo asi, es solo un niño... es mi niño – mi mamá grita mientras intenta acercarse a mí. – eres un maldito monstruo, te juro que si le tocas un pelo te arrepentirás.

-No puedes hacerlo - digo como un susurro pero estoy seguro que me escucho. - ellos son buenos... te lo prometo.

-Vas a elegir o los matare de una manera mas dolorosa, tu decides - mi mirada poso sobre mis padres y los cerre con fuerza llorando.

- ¡Ashton! - escucho un grito de mi papá - te amo...

- Bien, más fácil para mí, la elección la tomare a la suerte – el señor empieza a contar - uno, dos, tres -  al cuarto un disparo resuena, al abrir los ojos veo la bala en la frente de mi padre mientras cae al piso llenándolo de sangre.

Mi mamá suelta un grito desgarrador, mientras yo solamente lo único que puedo hacer es cerrar los ojos, deseando que todo esto sea una pesadilla y este a punto de celebrar mi cumpleaños con mis padres alegremente.

Escucho unos gritos,  al abrir los ojos puedo ver como mi mama forcejea para intentar zafarse del hombre que la sostiene y escapa corriendo hacia mí, me toma del brazo y corremos lo mas rápido que podemos hacia el bosque, en unos pedazos puedo oir como me dice Hijo corre, tú puedes.

Escucho otro disparo a lo que veo a mi mamá caer en la nieve manchándola de sangre, me regreso corriendo hacia ella y mi mamá me hace la seña que me pare.

-Corre y no regreses por mí, estaré bien, solo corre – hizo una mueca sentándose entre la nieve.

-Pero mamá no puedo dejarte sola aquí- avance despacio y sabía que mi mirada transmitía lo mismo que la de ella.

- Aléjate y corre lo más rápido que puedas, recuerda eres más fuerte de lo que piensas, solo no mires atrás ¿podrás hacerlo por mí? ¿sí? – me da una sonrisa triste, yo no la quiero dejar, pero sé que debo obedecerla.

Me acerco a ella lentamente y poso un beso en su frente, su mano acaricia mi mejilla limpiando mis lágrimas.

-Recuerda que eres lo mejor que me pudo haber dado esta vida, nunca te dejare solo, estaré contigo entre las nubes, solo concéntrate bien y podrás verme – mis lágrimas no dejan de caer y no quiero soltarla – te adoro mi niño feliz.

-Te adoro mamá – suelto en un sollozo empezando a correr lejos de ella.

Cuando volteo a lo lejos puedo ver sus labios diciendo "Te amo" mientras sus ojos se cierran lentamente, sigo corriendo lo mas rápido que dan mis pies y me escondo en un arbusto.

Después de unos minutos escucho dos disparos, y es cuando se que la he perdido a ella también.

...

No se cuanto tiempo llevaba escondido, pero el frio era insoportable, además ya era de noche, asi que supuse que podia regresar, pero tenía miedo de lo que podia ver.

Y la vi, a mi mamá, tenia dos disparos en el pecho y sus ojos cerrados.

Me arrodillo a un lado suyo y tomo su mano y la pongo junto a mi pecho, quiero regresar el tiempo y poder decirles que no quiero ir a la cabaña ¿Por qué mi deseo no se hizo realidad? ¿Por qué?

- ¿Mamá? - Quiero cargarla y llevármela, no puedo dejarla aquí.

Me abalanzo a ella y la abrazo con todas mis fuerzas, no queria irme, ella prometió no dejarme solo, ella prometió verme crecer.

Trato de moverla, pero se ve tan tranquila durmiendo que no quiero tocarla.

-Mamá te prometo que regresare por ti – le doy un beso en la frente que al momento de sentir mis labios en su piel esta más que congelada, por lo que rápidamente me quito el chaleco que traía puesto y se lo pongo arriba – te amo mamá.

Salgo corriendo rumbo a la cabaña y es un desastre, vidrios rotos, personas y balas tiradas, trato de moverlas para ver si alguien sigue vivo.

El cuerpo de mi papá yace tirado el suelo con un charco de sangre, no puedo verlo, tengo sus ojos con desesperación en mi memoria, tengo miedo, tengo miedo de que los ojos que en la mañana me veían con orgullo, ahora simplemente se han apagado.

Escucho las patrullas llegar por lo que salgo rápidamente pidiendo ayuda, quieren llevarme a curar, pero no se los permito, lo primero que puedo hacer es correr hacia mi mamá, donde me prohíben verla.

A mis padres los cubren con una manta blanca en el piso, por mas que les pido que no me alejen de ellos, me meten en una patrulla alejándome de la cabaña.

...

Después de preguntas y respuestas de los policías, una de mis tías llega por mi llevándome a mi casa.

Al estar frente la puerta me siento a llorar en el piso, sé que no están en casa ¿Cómo entraría sin recibir miles de besos y sonrisas de parte de mi mamá y mi papá? ¿Qué hare sin ellos?

Siento mi corazón roto, siento que mi alma se ha ido de mi cuerpo, no puedo parar de llorar – necesito a mis papas tía, quiero que regresen – ella solamente me da una mirada triste.

...

Al despertar estoy en mi cama, me paro rápidamente corriendo rumbo al cuarto de mis padres, pero al entrar su cama esta vacía, los busco por toda la casa con la esperanza de encontrarme con ellos.

No se cuando empecé a llorar nuevamente, pero me duele el corazón, quiero oir la voz de mis papas, aunque sea un regaño, solo quiero oírlos.

Tumbo con violencia las cosas de mi cuarto, golpeo las paredes con desesperación con la esperanza de deshacerme del dolor que siento.

-Ashton detente – mis manos son detenidas y un abrazo me sorprende.

- ¿Mamá? 

-No Ashton, soy tu tía Alison – era la primera vez que estaba feliz de verla aquí, por lo que me volteo abrazándola muy fuerte.

- ¿Por qué tía? Por que me dejaron solo, ellos prometieron que jamas lo harían – suelto con voz cortada.

- Ashton eres el niño mas fuerte que conozco, no estas solo, estoy contigo – pasa sus manos despacio por mi cabello. – hoy puedes llorar todo lo que sea necesario, no estas solo, yo estoy a tu lado – susurra despacio en mi oído.

- ¿Por qué me han dejado solo? No entiendo, ellos decían que me amaban ¿por que me dejaron? – los jadeos de mi voz no los puedo parar.

-  A veces mi pequeño Ashton amar es dejar ir, no digo que será fácil, pero debes ser un niño fuerte – dice doblándose a mi altura.

-Solo quiero escucharlos una ultima vez... 

Llore toda la noche, sin tener a mis papas para mi consuelo, lo único que queria era tenerlos de regreso.

...

Al día siguiente estaba parando junto a las tumbas de mis padres y un corazón roto que había muerto junto con ellos.

Ya no tendría sus muestras de afecto, ni la risa de mi mamá, ni los sermones de mi papá, no los veré al darse besos, no los veré al despertar ni al dormir, no volveré a escuchar sus te amo

-Tía ¿estoy roto por dentro? – la miro y sus ojos se empañan – o ¿Por qué siento como si lo estuviera?

-Ashton tu no estas roto, son grietas que se forman en cada paso de la vida, el dolor pasara, las grietas no puedes quitarlas, pero puedes aprender a vivir con ellas - se alejo de mi dejándome solo frente a mis padres.

Al mirar al cielo estaba con un azul que se le hubiera encantado a mi mamá, además había dos nubes flotando con tranquilidad, susurre hacia el cielo deseando que pudiera escuchar mis palabras – los amo con toda mi alma –

Seré fuerte por ti papá, prometo ser valiente ante la vida, no quiero decepcionarte

Seré feliz por ti mamá, prometo no dejar que mi cielo caiga en la tormenta, encontrare mi rayo de luz.

Los amo tanto, pero los tengo que dejar ir.