CAPITULO 12

CAMILLE HOLLAND

EL SECUESTRO

Estaba corriendo de la mano de Murphy tropezando con las personas, por que el menso toco un timbre y la señora salió con un balde de agua.

-descansemos un poco- repito mientras me sujeto de mis rodillas.

-aun no entiendo como te cansas tan rápido-rasca su cabeza mientras voltea a hacia atrás.

-ni yo misma lo entiendo- bufe mientras me sentaba en la banqueta.

-ven vamos, hay que ir a probar las nieves - me tiende una mano con una sonrisa burlona.

- ¿no estabas castigado? -Fruncí el ceño mientras aceptaba su mano.

-obvio que sí, lo estoy por dos meses, pero acaso vez a mi mama por algun lado – sonríe mientras finge que la busca con la mirada.

-eres un tarado - le saco la lengua con gracia.

-no soy un tarado, soy hermoso – se pasa las manos por el pelo sonriendo a la nada.

-aja, si como no, y yo vivo en la luna – respondo con una sonrisa empezando a caminar hacia la heladería.

-eso no lo discuto- sonríe mientras yo le doy un golpe en el hombro.

-tarado-

-tonta-

-presumido-

-chiflada-

Continuamos nuestra pequeña discusión hasta llegar a la heladería, la compra una nieve de menta con chocolate y yo de galleta.

Al salir nos sentamos en la banqueta y nos ponemos a criticar quien va peor vestido.

-estoy demasiado aburrido en mi casa- dice con desesperación mirando al cielo.

Yo me burlo en silencio mientras un auto que se estaciona enfrente de nosotros.

-hola niños- baja Jake del coche con una sonrisa en su rostro, y la de Murphy cambia rápidamente a fastidio.

-y ¿tu quien eres? – entrecierra los ojos Murphy señalándolo.

-no te acuerdas de mi duendecillo- se para enfrente de el – Jake ¿te suena conocido? -

-lo siento Dorian, no te conozco -finge demencia.

-hay que refrescarte la memoria dan- sonríe en modo de burla y Murphy trata de no darle importancia, voltea hacia mi mostrando una sonrisa en si rostro- Hola mi linda Camille.

Lo abrazo con fuerza y el me la devuelve con la misma, estas ultimas semanas el nos ha visitado con más frecuencia en la heladería, no hablamos mucho de él, pero es muy risueño y le gusta meterse en problemas muy seguido, a Murphy le sigue cayendo mal por lo que no le quita el ojo de encima.

- ¿quieren ir al parque? - presume con una sonrisa.

-lo siento tenemos que regresar a casa- eso era verdad, pero si me gustaría ir al parque.

-bien los llevo, súbanse- asentí mientras Murphy solo rodaba los ojos.

Murphy se subió a un lado mío mientras le seguía haciendo gestos a Jake.

Empezó a hablar de la sorpresa de Ashton, los regalos, las luces, y todo lo necesario para una fiesta enorme, aunque seguía sin entender el por qué, de una fiesta, pero me parecía entretenido escuchar como era una, tal vez seria la primera vez que asistiría a una y seria para Ashton, que más especial podría ser esa fiesta.

Pero todo se arruino cuando escuchamos un estruendo e impacto con el coche, pude ver como pedazos de vidrio volaban dentro del coche, mi pelo volaba y me sacudía con fuerza, hasta que todo fue oscuridad.

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-despierta- pude oir la voz de Murphy

Al abrir los ojos estaba dentro del coche aun, había vidrio por todas partes y sentía mi cuerpo adolorido, al voltear a ver a Murphy sangraba de la frente y del labio.

- ¿estas bien? - le toque la cara y el hizo una mueca de molestia

-no tanto, pero tenemos que irnos, Jake no está, vámonos- eso fui lo ultimo que oí cuando el cayo en mis piernas por un golpe, y yo por atrás estaba siendo atacada por atrás por un trapo que me daba mucho sueño.

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Frio, un olor extraño, dolor, me hicieron despertar.

Me dolían los parpados y sentía pesada la cabeza y mi cuerpo me dolía entero.

Mi ropa estaba empapada, tenia frio, sed, hambre, trate de enfocar bien por lo borroso de mis ojos, pero no conocía este lugar, trate de moverme, pero estaba atada de las muñecas y los pies.

No había ventanas, solo una puerta de metal y la iluminación solo eran unos focos pequeños que hacían casi oscura la habitación. No sabía cuanto tiempo había estado dormida pero lo raro no era eso, al mirar bien en las esquinas pude ver niños sujetados igual que yo.

No sabia si eran de mi edad, pero lo parecía, pero todo estaba en silencio, nadie luchaba por salir, todos estaban paralizados.

-Bienvenida- escuche una voz a un lado mío, por lo cual me exalte, era un muchacho de mi edad, era castaño de ojos cafés y estaba un poco sucio, pero tenía una pequeña sonrisa en su rostro. – perdón, no era mi intención asustarte, solo no hagas mucho ruido- suspiro mirando al piso con nerviosismo – es mejor que hagas lo que te pidan, toma mi consejo.

- ¿Qué es esto? ¿Dónde estamos? ¿Dónde esta Murphy? –

-no sé, llevo aquí dos semanas, solo abren las puertas para llevar y traer chicos-

- ¿pero por qué? –

- no sé, solo se que somos de familia con dinero los que estamos aquí, lo más seguro es que pidan dinero por nosotros –

- ¿estas seguro? ¿te fías de eso? – pregunto con nerviosismo ya que no me convence en lo absoluto.

- no, pero ¿para qué estaríamos aquí, si no es para eso? – volvió a suspirar con pesadez – yo no he visto que maten a alguien, solo nos castigan, pero matar no.

Me quede en silencio procesando toda la información ¿me secuestraron? Me aterré y contuve las ganas de llorar ¿mis padres pagarían para tenerme de regreso? ¿mis padres harían eso? ¿Ashton estaría enterado?

Con el codo moví al niño de a al lado - ¿sabes cuánto tiempo estuve dormida? –

-como unas 10 horas maso menos –

Tanto tiempo estuve dormida, ¿tanto tiempo estaría Murphy dormido?

Quise gritar, pero ¿si me mataban? O a Murphy le hacían daño.

-no te hagas la valiente, espera que nos digan que hacer – el chico hablo como si leyera mi mente – si gritas nos culparan a todos.

No queria estar en calma, no sabia dónde estaba, me dolía el cuerpo, Murphy no sabia donde estaba y el queria que estuviera en calma. Solté una un sollozo mientras me intentaba mover de las cuerdas.

De pronto, se escucho que la puerta metálica abrirse lentamente haciendo un rechinido, a nadie le pareció importarle, pero yo me estaba muriendo de miedo.

Ante eso, apareció un hombre de edad vieja, era delgado y de piel morena y tenia muchas arrugas en su rostro. Tenía mucho cabello, pero estaba lleno de canas. Traía un traje negro muy elegante y su semblante era serio.

En cuanto volteo mi mirada conecto con la suya, por lo que sonrió amablemente, no se miraba malo el hombre ¿pero porque nos tenían aquí?

-Bienvenida señorita Camille, tenia muchas ganas de conocerla, me han hablado maravillas de usted – se agacho enfrente de mi con la sonrisa en su rostro, por lo que yo me encogí en mi lugar – me alegro que no hayas actuado de mala manera, ya que no te podría ayudar en ese caso, supongo que ya te informaron que les hacen no- su mirada se poso en niño de mi lado, quien solamente tenía la mirada en el suelo.-nos tenemos que ir, hay alguien que la está esperando – se paro a un lado mío mientras quitaba la cadena. -eres especial, ya vera señorita -

La voz del hombre era serena, no intimidaba, pero no sabía si podia estar tranquila del todo.

- ¿especial? ¿yo? – mi voz salió cortada y temblorosa

El hombre solto una risa que me puso en modo de alerta.

-.te vez hambrienta, cuando lleguemos pediré que les preparen un Buffet para ustedes dos, he de decir que me agradas, se ve que eres buena niña – se puso de pie levantándose despacio.

- ¿Qué pasara con ellos? - pregunte apuntándolos.

-eso no te lo puedo decir, perdona, pero te prometo que haremos algo por ellos -salimos por la puerta para dirigirnos por un pasillo muy sucio.

Me venda los ojos para salir del edificio, y subimos a un auto, estando dentro me destapa los ojos, dejándome ver una limusina muy elegante por dentro.

-Soy Bruce, es un placer conocerla finalmente, estoy a sus servicios señorita – me miro amable, y después le empezó a hablar en otro idioma al conductor quien inmediatamente empezó a conducir.

- ¿puedo preguntar algo? - dije en un susurro mientras el posaba su mirada en mí.

-hágame las preguntas necesarias, yo decidiré si las contesto o no –

- ¿Dónde está mi amigo Murphy? – conteste al instante, sintiendo mi corazón latir rápidamente

-el esta bien señorita, pero me temo que no lo podrá ver por un tiempo – hizo una mueca -pero tal vez lo vea más adelante –

Eso no me tranquilizaba, pero algo en mi me decía que le podia creer, parecía muy sincero, le creí.

- ¿A dónde me llevan? – baje la mirada con la esperanza que me dijeran que me regresarían a mi hogar.

-temo que esa información no se la puedo decir, pero más al rato lo sabrá. –

- ¿Quién me está esperando? –

-es mejor que lo descubras tu misma –

Los minutos pasaron, pero no recibía grandes respuestas, en mi tenía una esperanza que era un rescate y me regresarían, pero en otra parte estaba aterrada por no saber a dónde me adentraba.

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Al llegar al sitio me volvieron a vendar los ojos, y mi hicieron bajar del auto, se sentía cálido, pero me sentía muy desorientada.

Cuando me quitaron la venda estaba en una habitación demasiado grande, era color rosa con tintes color del oro, tenia un candelabro hermoso que iluminaba toda la habitación, la cama estaba acomodaba con peluches y vestidos de mi talla, las ventanas tenían borres de metal al igual que la puerta.

-señorita, escoja el vestido que mas le guste, tiene una ayudante que la ayudara en su peinado y calzado -le dio instrucciones a la señora, quien inmediatamente se metió a un cuarto – señorita Camille, tiene que estar lista en 30 minutos, asi que la dejo, la esperamos.

Al cerrar la puerta, la señorita me metió en una tina donde me bañaron y curaron algunos raspones del accidente, me puso un vestido color carmesí que no era muy voluminoso, pero estaba bonito, me peino con el pelo suelto mientras me pedía que yo me pusiera unos collares elegidos.

Al terminar, me guiaron por unos pasillos y llegamos a un salón enorme, tenia la mesa más grande que había visto y estaba llena de comida y tenia dos sillas, la principal y una a su costado.

Me dieron instrucciones que me sentara y esperara, mas instrucciones, yo sabia que era buena siguiendo instrucciones, pero no queria estar aquí, queria regresar a mi casa, queria estar con Murphy y Ashton.

Las puertas se abrieron con un estruendo, los pasos resonaban en el piso haciendo eco por la habitación.

Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo.

Una figura igual a la de Jake caminaba con elegancia hacia mí, tenía puesta un traje negro con botones dorados, su cabello estaba despeinado, pero le daba un toque elegante, y Bruce caminando lentamente con una sonrisa en su rostro.

-buenas tardes, Camille – Hablo Jake con una sonrisa en su rostro sentándose en la silla principal, pero algo en el no parecía él.

-Jake, ¿Qué esta pasando? ¿Por qué esto? ¿Dónde estamos...-

-shhh -puso un dedo en sus labios con una sonrisa -ay, mi pequeña Camille, yo no soy Jake, el no me llega ni a los talones, mi nombre es Ethan y es un gran placer conocerte en persona.

-no, tu eres Jake, eres idéntico – me puse de pie, pero Bruce desde atrás me hizo las señas que me volviera a sentar.

Una gran carcajada salió de el tipo que tenia enfrente y tomo el cuchillo entre sus manos mostrando una sonrisa.

-Camille, Camille, Camille, ¿Qué hare contigo? -se paro mientras empezaba a caminar con misterio -mi nombre Ethan por que soy Ethan, pero sé que debes tener preguntas y talvez te de las respuestas más adelante. - el cuchillo en sus manos empieza a dar vueltas mientras en la mira con fascinación.

-ya no mientas -exclame con lagrimas en mis ojos mientras mi puño repuntaba en la mesa – déjame ir, te lo pido, tengo que ver a Ashton

-no- escuche como un susurro

-pero es mi hogar, no se quien eres tú, me das miedo, por favor déjame volver a mi hogar-

-no-

-te lo pido, si quieres dinero le diré a mi hermano que te lo consiga, pero déjame ir por favor-

- ¿quieres mucho a tu hermano? ¿no? – la risa de su rostro había desaparecido y ahora estaba en un semblante serio.

-él es lo único que tengo, el es mi hogar, por favor déjame ir- le suplique con lágrimas en mi rostro.

Su semblante tenso me daba miedo, sus ojos azules se oscurecían a media que pasaba el tiempo y su mandíbula se tensaba.

-síes- murmuro dando unos pasos hacia atrás.

- ¿Qué? - ya que no entendí lo que me queria decir.

-Síes- elevo la voz mientras me miraba con furia.

Al mirar atrás, la mirada de Bruce estaba en suelo y no decía nada, yo queria llorar algo me decía que no me dejarían ir, pero tenía que insistir.

-señor- se escucho un grito aporreando la puerta.

De pronto, el aporreo se detuvo al sonar 3 disparos, estaba demasiado cerca, senti el temblor de las Balas y del cuerpo cayendo a unos metros de mí.

Sentía mi corazón acelerado y el miedo correr por mis venas.

Jake o Ethan tiro la pistola de sus manos y se las restregó en la cara con impaciencia

-Bruce- exigió con un tono molesto – manda a limpiar este desastre, tengo que encargarme de unos asuntos importantes- suspiro con cansancio y avanzo a la puerta – y al personal exígeles que no entren como si nada, no quiero más incidentes como este o de lo contrario ya saben su final -echo una mirada al cuerpo lleno de sangre y salió estrujando la puerta.

-bruce- mi voz salió como un hilo – me quiero ir de aquí, por favor llévame a mi hogar –

-eso no depende de mí, señorita Camille, por favor sea buena chica-

¿ser buena chica? ¿yo era una buena chica? Asi oía que trataban a los animales cuando desobedecían, yo era buena chica, yo podia obedecer.

- ¿yo buena chica? – salió mi voz cortada mientras mis lagrimas salían sin cesar.

-si eres buena chica te ira bien. Él es complicado, solo debes conocerlo mejor – salió de la habitación dejándome sola.

¿Qué haría yo?

De pronto, unos señores entraron sujetándome de las muñecas amarrándome, por mas que luche eran más fuertes que yo, trataba de jalarme, aunque me lastimara y sintiera el ardor de las cuerdas, la habitación donde estaba era fría y oscura. Me amarraron a un tubo en medio de la habitación y salieron dejándome asi.

Trate de jalarme sin control, senti un líquido en mis muñecas: sangre, segui intentándolo frenéticamente ignorando el dolor que me causaba, pero no obtenia ningún resultado.

- ¡Sáquenme de aquí! ¡Quiero ir a mi casa! ¡se los suplico! Por favor- grite con todas las fuerzas que me quedaban antes de tirarme al piso a llorar.

Mi tranquilidad se fue, estaba aterrada, ya no queria seguir engañándome que alguien me ayudaría.

-ayúdenme, llévenme a mi casa- solté un grito que desgarro mi garganta.

Seguí tratando de zafarme de algun modo, gritaba con dolor y sentía mis lagrimas calientes recorrer mis mejillas lentamente, trate de todas las formas que encontraba para gritar sin parar.

Un hombre entro y senti un golpe en la espalda que hizo que soltara un grito ahogado, el dolor avanzaba rápidamente por todo mi cuerpo que sentía que me rompía poco a poco.

-a ver si asi aprendes a estar callada – tomo mi rostro en sus manos – tal vez el frio y el hambre te enseñen a comportarte –

Se separo de mi abriendo las ventanas del cuarto, mi rostro demostró terror al ver que una navaja se acercaba a mí, pero cuando menos lo espere senti frio por la espalda al notar un líquido frio que me empapaba, respire frenéticamente cuando el frio se hizo intenso, mi cuerpo empezó a temblar sin control alguno.

-que tengas linda noche- el hombre sonrió y salió del cuarto dejándome a la merced del frio.

-seré buena chica, lo prometo, no me dejen aquí – dije casi en un susurro. Ya no me quera mover, me ardían las muñecas y la sangre no paraba de botrar.

Queria gritar, queria llorar, pero tenía que ser una niña buena, yo podia hacerlo, tenía que hacerlo.