/ Día 4 /

/ Escuela Secundaria Namimori /

/ Hora del Almuerzo /
/ Azotea /

En dicho sitio se puede ver a nuestro pequeño cielo.
El cual se encontraba, junto a sus guardianes y amigos.

Quienes lo veían de forma sospechosa.

Ya que este, no había tocado su comida en lo absoluto, y de vez en cuando miraba con nerviosismo la hora en su celular.

Reborn: Dame-Tsuna... - atrayendo la mirada nerviosa del nombrado, la cual fue desviada al instante -, “ ¿ Que intentas ocultar, Tsuna ? ”.

Tsu: ¿ Si .... Reborn ?... - aún sin mirar a los ojos de su tutor -, “ ¡ No, lo mires !, ¡ No, lo mires !.... ¡¡ NO. LO. MIRES !!..... ¡ O SABRÁ TU SECRETO Y LE DIRÁ A LOS DEMÁS !”.

Reborn: - pegándole con un león-mazo, en la cabeza -, es una falta de respeto, no mirar a la gente que te habla. Dame-Tsuna.

Tsu: itteee... - sobándose -, lo siento.

Reborn: ¿ Y bien ?... - cruzándose de brazos -, ¿ Que te tiene tan nervioso y precavido últimamente ?.

Ante estas palabras el semblante de Tsuna, empalideció.

O accionando que las sospechas, se formasen con más fuerza en las mentes y corazones de sus guardianes y tutor.

Tsu: “ ¿ Que hago ?... si se entera que le he mentido... - pasando saliva con dificultad -, no sobreviviré a mi próxima tortu... digo tutoría ”.

Y como por arte de magia, o como si algún Dios se apiadara de su alma.
La chicharra del colegio sonó, indicando que la hora del almuerzo había concluido.

Tsu: b-bueno... Reborn .. - parándose y guardando sus cosas con rapidez -, deberíamos de irnos ya, o perderemos la clase... - yéndose, casi corriendo de la azotea -.

Reborn: ¿ Y, bien ?... - cubriendo su vista con su fedora, mientras que veía como su estudiante cerraba de golpe la puerta de la azotea -, han averiguado algo.

Hayato: si, Reborn-san... - con un semblante sombrío -, el a ido, al mismo sitio toda esta semana... y es el mismo lugar donde aquel sujeto hace sus reuniones.

Takeshi: también... - mirando hacia otro lado -, se encuentra con uno de los subordinados de ese hombre. Y pasean por el parque, a la vista de todos.

Reborn: ya... veo... - con un nudo en la garganta -, al parecer la información de Dame-Natsu, es correcta.

Ryohei: entonces que haremos... - apretando sus puños, con furia-, esto no se puede quedar así. Aunque sea nuestro cielo, él debe pagar por su traición.

Reborn: y lo hará ... - caminando hacía la puerta de la azotea, para después abrirla -, pero, por mientras .. deberán actuar, a su alrededor como siempre y asegurarse de que después de la escuela vaya directo a casa. No queremos que escape... ¿ Verdad ?.

Crome: yo puedo encargarme de eso ... - parándose recta -, el confía en mí.

Reborn: bien .. - saliendo del sitio, rumbo a la mansión Vongola -.

Una vez que el Hitman hubiese abandonado la azotea.

La Niebla, desapareció en dirección al salón del cielo.

La tormenta y la lluvia, salieron del sitio rumbo al patio de la escuela.

Y la Nube.

El ....

Él se dirigió, hacía su oficina, donde allí lo esperaba una joven de cabello castaño y ojos cafés-claros.

¿?: pensé que ya no vendrías... - empezando a desabrochar su blusa -, estaba a punto de irme.

Hibari: hmp... - caminando hacia la joven -, Sasagawa... - tomándola de las caderas y pegandola a él -, nunca me perdería nuestra diversión, por nada del mundo.

Así es, señoras y señores.

Aquella joven era, ni más ni menos, que Sasagawa Kyoko.
La hermana menor del guardián del sol Vongola.

Quien desde hace unos días, llevaba viéndose a escondidas de los demás con Hibari Kyoya, el novio de nuestro lindo cielo.

Kyoko: ¿ Estas seguro de que Tsu-chan, no se enterará de lo nuestro ?.. - quitándose la blusa, dejando a la vista sus pechos -.

Kyoya: no me interesa .. - comenzando a quitarse su propia ropa -, además si él puede acostarse con quién quiera... ¿ Por que yo no puedo hacer lo mismo ?.

Kyoko: tienes razón .. - empujado al guardián de la Nube, hacia uno de los sillones de la sala, para después sentarse a horcajadas en el regazo de este -, entonces. ¿ Comenzamos ?.

Kyoya: - dirigiendo su manos, por debajo de la falda de la chica, así notando que esta ya no traía ropa interior, y sonriendole con lujuria -, comencemos.

Ellos al estar tan entretenidos en lo suyo.

No se habían dado cuenta de que un cielo engreído, filmaba su pasional encuentro, con la cámara de su celular, a escondidas.

Natsu: hay, hermanito... - sonriendo con burla -, cuando veas este vídeo... Jajajajaja... Tu mundo se romperá en mil pedazos... Jajajajajajajajajaja.

                            Continuará...