El Dios sol perdono a la Diosa de la fertilidad y al Dios del viento, ya que era una de las cosas que le había prometido a Tsunade.

El bosque regreso a su estado original y los soldados se marcharon abatidos. Itachi y Sai se quedaron por unos minutos en el mismo sitio antes de que se fueran con sus colegas, en sus pensamientos le desearon lo mejor a su hermano y que si tenían oportunidad se volverían a encontrar.

Gaara se reencontró con su padre y este al verlo sonrió con lágrimas en los ojos. El pelirrojo correspondió la sonrisa y abrazo a su papá.

Naruto y Sasuke estaban sentados debajo de un árbol, ninguno mencionaba palabra alguna, solo disfrutaban el momento y la frescura del viento. El doncel poso una mano en su estomago plano mientras con la otra tomo la mano del zorro.

De repente una luz apareció enfrente de ellos casi dejándolos en cegados.

-Naruto, Sasuke –

Los dos se levantaron al escuchar sus nombres.

-Lamento mucho por lo que pasaron. Por mi resentimiento casi pierden la vida y si no fuera por la decisión de Tsunade no sé qué habría pasado –

Naruto apretó la mano del doncel -No estoy muy seguro si debo a aceptar sus disculpas –

-Tendrás mucho tiempo para pensarlo –

La luz se desvaneció, revelando a un hombre de cabellos blancos – Un inmortal y un mortal, nunca creí que lo vería con mis propios ojos – con esas palabras, saco un pequeño frasco, dentro había pequeños destellos dorados – Esta... es la mitad del alma de Tsunade, la otra mitad esta dentro de ti Naruto –

El zorro lo miro sorprendido – Entonces ¿Ella no volverá? –

El Dios sol cambio su semblante y miro hacia el cielo -Ella... no volverá  –

Naruto comprendió. Tsunade había rechazado el proceso de la reencarnación, todo por él. "Ni siquiera pude agradecerte" pensó tristemente.

-No pienses mal. Su deseo más fuerte, era ser libre – se acerco al zorro y le dio el frasco -Ahora, esto te lo entrego a ti -

-¿A mí? ¿Por qué? –

Jiraiya señalo al azabache -Con esto, el puede envejecer lentamente y ver hasta la quinta generación  –

Sasuke sintió una punzada en el pecho -¿No puedo ser inmortal? – pregunto mientras aguantaba las ganas de llorar. Solo al pensar que dejaría al zorro solo, le lastimaba el alma.

-Si fuera fácil, con gusto lo haría. Lamentablemente es lo único que se puede a hacer –

Naruto dio un paso adelante y tomo por el cuello del Kimono al Dios sol -Entonces ¿¡Qué sucederá conmigo?! –

Jiraiya suspiro -Si quieres renunciar a tu inmortalidad, puedes hacerlo, pero déjame advertirte que cuando lo hagas, te tendrás que ir del bosque –

El rubio asintió frenéticamente, renunciaría a todo con tal de estar con el azabache.

-¡Espera! – Sasuke le arrebato el frasco al zorro – Acepto –

Naruto soltó a Jiraiya de la sorpresa y tomo por los hombros al azabache -¿Estás seguro? –

-Lo estoy – Sasuke acaricio su mejilla -Me gustaría ver crecer a mis hijos, a mis nietos y lo que le sigue – rio – Quiero estar contigo, se que si te vuelves inmortal podrás morir de una enfermedad o también te pueden matar. Allá afuera, todo es peligroso y me dolería perderte – varias lágrimas resbalaron de sus mejillas -Quedémonos aquí y disfrutemos todo el tiempo posible –

El zorro lo miro con dulzura y beso sus labios. Si el doncel llegara a fallecer, el renunciaría a su inmortalidad y luego se quitaría la vida para estar con él. Como si Sasuke leyera sus pensamientos, lo mordió.

-Ni te atrevas a abandonar a tus hijos –

Naruto no respondió y lo volvió a besar.

Jiraiya sonrió para sus adentros, ver a esos dos le hacia recordar el pasado. Cuando se peleaba con Tsunade o cuando los dos compartían sus secretos, lamentablemente eso no se repetiría.

Con el alma abatida, se transformo en una bola de luz y subió al cielo.

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Pasaron los meses y el invierno llego.

Sasuke llevaba nueve meses viviendo en la pequeña cabaña y se sentía como si hubiese pertenecido toda su vida. Kushina y Minato lo visitaban constantemente, solo querían asegurarse de que el doncel estuviera bien.

En cuanto al zorro, el salía al mundo humano para buscar víveres y para dejarle a escondidas barrotes de oro a la mamá del doncel.

Gaara se quedo con su padre y hermanos, luego tendría tiempo de seguir viajando.

Al final de la semana, sucedió lo más esperado. Ese día había una tormenta de nieve y era muy difícil salir a buscar comida.

A Sasuke no le importo, solo quería que su pareja estuviera a su lado. Las punzadas en el vientre eran insoportables y se acostó en la cama con la ayuda del zorro.

Rasa llego cubierto de nieve y se acercó rápidamente al doncel.

-¿Sabes hacer esto? – pregunto Naruto.

-Claro que sí, confía en mi – respondió Rasa -Ahora ponte a calentar el agua y tráeme unas toallas –

Naruto obedeció sin rechistar.

El doncel empezó a ponerse pálido y el sudor resbalaba de su frente. Dejo escapar varios gritos de dolor. Naruto se preocupo y dejo lo que estaba haciendo para calmar a su pareja.

-Aquí estoy, resiste amor –

Rasa no lo regaño, comprendía como se sentía, así fue con su esposa. Por lo que decidió hacer las cosas por si mismo.

Naruto acaricio su espalda. Rasa dejo el recipiente con el agua caliente y le enseño como a respirar al doncel, pero no funciono y las contracciones aumentaban.

Poco a poco la sábana blanca se torno de color carmesí. Rasa abrió las piernas del doncel algo que no le agrado al zorro.

-Tengo que hacerlo, si no será peligroso –

-Yo lo hago –

-Tu no sabes como recibir a un bebé, no tienes experiencia –

-Pero puedo a aprender –

-¡Ya dejen de pelear los dos y ayúdenme! – grito Sasuke.

Naruto bajo las orejas y apretó la mano del Uchiha – Lo siento –

Rasa sonrió -Ahora puja con todas tus fuerzas -

Sasuke obedeció. Varios gritos desgarradores se escucharon en la cabaña, pero poco a poco fueron silenciados por unos llantos de bebé.

Tres hermosos cachorros nacieron, uno con pelaje negro como la noche, otro dorado como el sol y el ultimo la combinación de los dos.

Naruto los observo con orgullo mientras varias lagrimas resbalaron de sus mejillas. 

-¿No... no son humanos? – pregunto el Uchiha con voz cansada.

-No te preocupes, aprenderán a transformarse -  Naruto los tomo con cuidado y los acerco al doncel - Son hermosos -

- Lo son - Sasuke sonrió entre lágrimas. 

Ahora tenia la oportunidad de verlos crecer . 

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Espero que les haya gustado y nos vemos hasta el martes. 

La verdad tuve muchas complicaciones para este final, tal vez lo corrija más adelante. 

Por cierto, estaré escribiendo un nuevo fanfic (Sasunaru) será omegaverse, pero algo toxico. Ojala que lo apoyen :v.