Naruto es un espíritu desde que tiene memoria, guardián del árbol dorado y protector de las criaturas que viven en el bosque donde yace. Lamentablemente por su curiosidad salio del bosque para ver como vivían los humanos y resulto herido por unos cazadores que pasaban por ahí. 

El zorro no era como otros espíritus, el si sentía dolor y sangraba como cualquier animal. Hasta podía morir si perforaban su corazón, pero gracias a cierto doncel, no murió.

El doncel era muy extraño ante sus ojos, no cualquier persona cura a un zorro que le habla por medio de la telepatía, al contrario la naturaleza humana seria actuar de una manera muy sádica, como quitarle la piel y venderlo o tratarlo como animal de circo. El corazón del azabache era muy puro, pero sufría y por alguna extraña razón, no quería que el doncel sufriera, así que empezó a investigarlo.

Solo basto un día para descubrir que el doncel era hijo del cazador que lo hirió, era un hombre abusivo y muy codicioso, tanto que vendería a su propia familia por unas cuantas monedas. Su alma ya estaba muy corrompida y ya no tenia salvación. Naruto no sintió lastima por el, solo estaba preocupado en lo que le pasaría al azabache en el futuro, así que haría todo lo posible para protegerlo.

-"¿Quieres mis moras medicinales?" - pregunto un mapache -"¿Para que?"-

La escena de esa noche, donde el cazador golpeo a su salvador en las piernas seguían invadiendo su mente y perforaban su corazón como dagas.

-"Es para mi amigo"- respondió el zorro - "¿Quieres algo a cambio por ellas?"-

El mapache negó con la cabeza y le dio una bolsa morada, bordada de flores blancas.

El zorro lo tomo con su boca.

-"Oh si, recuerda que una pastilla te puede matar y la otra darte vida, dile eso a tu amigo"- le recordó el mapache.

El zorro asintió y se fue felizmente.

Naruto espero a que los hermanos del azabache se fueran y le entrego la pastilla para que sanaran sus piernas. La idea de matar a su padre surgió de repente, pero fue rechazado por el doncel... bueno esperara el llamado "Karma" con ese pensamiento, se fue sin decir adiós.

Al siguiente día, el doncel vino a verlo para pedirle ayuda, su padre iba a meterlo al harem del emperador cuando cumpliera 18 años. La palabra "matrimonio" fue a lo único que presto atención y no hizo caso a las demás palabras. Naruto no es tan ingenuo, sabe lo que significa la palabra matrimonio, es cuando dos personas se unen de por vida hasta que la muerte los separe o que uno le es infiel al otro, la ultima palabra sonó tan desagradable que no quería que le sucediera eso, así que fue lo único que le pidió a cambio.

La respuesta del azabache lo dejo satisfecho.

Pero, su padre no estuvo de acuerdo y el corazón de su salvador quedo destrozado. La única idea que se le ocurrió fue "Morir" aunque eso significa abandonar a tu familia y a amigos. El doncel estaba tan desesperado que acepto, aunque le doliera mucho el corazón y la palabra proteger y ser amado se intensifico. El zorro se encargaría de darle todo lo que no pudo tener y llenara su corazón con su amor y cariño, algo que el padre de su azabache no le pudo dar.

Ahora en la actualidad, estaba cumpliendo con la promesa que le hizo a Sasuke. Se colo en la habitación de la señora Uchiha y dejo un poco de oro bajo su cama. Luego corrió hacia la casa de la señorita Shizune y dejo oro dentro de su ropero. Su trabajo ya estaba hecho, solo tenia que esperar pacientemente a que amaneciera y se llevaría el cuerpo del azabache. El zorro tenia una especialidad y eso era crear imágenes en la mente de las personas, la cama estaría vacía, pero para los humanos habría un cuerpo sin vida.

Naruto se escondió dentro de un arbusto y espero a que el sol saliera. No podía regresar al bosque, porque el Dios lo cerraba para que nadie entrara. El árbol se iluminaba cuando anochecía, era el momento donde las almas se iban al proceso de la reencarnación y si alguien llegara a interrumpir, el alma se dañaría.

Pasaron las horas y los primero rayos de luz aparecieron. El canto del gallo llego a perforar sus oídos, haciendo que los bajara por instinto.

-¡Sasuke, ven a desayunar! - Escucho la voz de la señora Uchiha.

El zorro balanceo sus colas, esperando pacientemente.

-¡Sasuke!- el grito de la señora Uchiha se escucho llena de pánico, ya había entrando en la habitación y encontró el cuerpo sin vida de su hijo -¡Sasuke, por favor! ¡Despierta! -

El zorro olfateo agua salada. La señora Uchiha estaba llorando y gritando el nombre de su hijo.

No paso mucho tiempo cuando la mujer salio a pedir ayuda. Naruto aprovecho y salto hacia la ventana del doncel.

El cuerpo de su salvador estaba en la misma posición como lo dejo. El zorro se transformo en humano y con ambos brazos cargo al doncel. Dejo un poco de su aroma en la habitación, para que cualquiera que entre se imagine el cuerpo del azabache.

Salio de la habitación y corrió con dos pies hacia el bosque.

Cuando llego, se sintió mas seguro, ahora entendía el dicho de los humanos "No hay nada como el hogar". Acostó el azabache en el suave pastizal, saco de su Kimono la bolsa morada y antes de que pusiera la pastilla en su boca, se quedo paralizado. 

Ahora que contemplaba el rostro del doncel se dio cuenta que era muy hermoso, no tenia ningún imperfección. Su rostro pálido y sus labios rosados como dos pétalos de rosa, lo hacían querer guardarlo de los demás.

-¿Como es que soportaste tanto? - acaricio la mejilla del azabache, su mano bajo lentamente hasta llegar a los labios y los abrió un poco. Los dientes blancos, rozaron con sus dedos, dándole una extraña sensación.

El ladrido de los perros lo despertó de su trance y metió la pastilla en la boca de su salvador.

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Hay algunas palabras que llevan acento, pero el botón de mi computadora que pone el acento se echo a perder, así que algunas palabras las corrige automáticamente el Word por si encuentran incómodos los errores ortográficos, les pido perdón.