Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 7

Sasuke se despertó con los primeros rayos de sol. Se vistió con un kimono color azul roto de las mangas y se acomodo el cabello con un broche blanco. A pesar de actuar normal, dentro de su mente era un caos.

Miro hacia la bolsita que estaba encima de la cama, dentro había dos canicas color azul, que brillaban ligeramente por el sol, parecían normales, pero solo el y el zorro saben para que sirven.

Lanzo un suspiro sobre el espejo, haciendo que el vidrio se humedezca un poco. Se acerco a la bolsita y lo guardo dentro de su pecho. Hoy se dedicara a terminar las cosas que nunca pudo lograr, pediría perdón a las personas que hizo daño y escribiría una carta por primera vez, con esas cosas en mente, decidió empezar su día.

Salió de la habitación y camino hacia la estufa de piedra. Su madre todavía no había despertado, así que se haría el desayuno por primera vez desde que le enseñaron, abrió las cajas y saco los ingredientes para hacer un omelette.

-¿Qué estás haciendo? -

El azabache miro sobre su hombro -Cocinando, por favor, madre siéntate -

Mikoto asintió un poco insegura, se arrodillo enfrente de la mesa y miro las acciones de su hijo.

-Hoy, te levantaste temprano ¿No pudiste dormir bien? -

Cuando termino de formular la pregunta, Mikoto quiso golpearse, mañana el emperador iba a mandar a sus soldados para buscar a su hijo, con solo pensar en las cosas que harán con su muchacho, ella tampoco dormiría bien.

Sorpresivamente su hijo le contesto -Bien, pude dormir de maravilla, es solo que quise hacer algunas cosas antes de irme y era mejor levantarse temprano, para tener tiempo -

Mikoto suspiro de alivio y se disculpo por las palabras de ayer.

Sasuke negó -Madre, no tienes que disculparte conmigo, yo fui el que te respondió mal y me desquite contigo. No tienes la culpa de nada, al contrario, te quiero agradecer por darme la vida y criarme a pesar de las duras palabras de mi padre -

Las palabras de su hijo sonaban como una despedida, sintió un fuerte dolor en el corazón que le hizo sacar varias lágrimas. Se levanto del suelo y abrazo a su hijo por atrás.

-Por favor, no digas eso, se que el emperador nos dará permiso para verte, así que no es un adiós, es un hasta luego – escondió su rostro en la espalda de su hijo.

Sasuke soporto la picazón de sus ojos, quería llorar, pero no quiso asustar a su madre, así que dejo que ella derramara lagrimas por él.

Solo unos minutos bastaron para que el desayuno estuviera listo. Los dos se sentaron y pidieron gracias por los alimentos. Empezaron a comer y a platicar recuerdos del pasado, sobre sus hermanos y sobre el futuro que le espera a cada uno.

El azabache recogió los platos y los lavo ante las quejas de su madre. Tomo la ropa sucia y camino hacia el rio, donde varias mujeres y donceles se encontraban lavando.

Shizune estaba arrodillada lavando un Kimono color rosado, detrás de su espalda cargaba a un bebe envuelta en un trapo para que no le diera el sol. Sasuke se acerco a ella y le regalo una sonrisa algo que a la mujer se le hizo extraño.

-¿Sucedió algo bueno? -

-Al contrario, siento que mi vida esta yendo mal en peor -

Shizune sonrió ligeramente -Entonces ¿Por qué sonríes? -

Sasuke alzo ambas manos en señal de rendición -Oh me atrapaste, necesito algo-

La mujer sonrió orgullosa de sí misma -Bien ¿Qué quieres? -

-Es algo fácil, necesito papel y tinta -

Shizune alzo una ceja, pero decidió no preguntar a cambio respondió -Hecho, pero me debes una -

-No te preocupes, te pagare el doble -

Shizune asintió con la cabeza y señalo hacia un niño que tiraba piedras en el rio-Hua, ve a buscar papel y tinta que están guardadas en el cajón del ropero -

El niño lanzo una ultima piedra, antes de salir corriendo a buscar lo que le pidieron.

Sasuke empezó a lavar la ropa para entretenerse en la espera.

Poco a poco el sol se esconde detrás de la montaña, transformando el cielo azul en un color naranja. Sasuke regreso con papel y tinta escondido en su Kimono, no quería que su padre lo llegara a ver porque de seguro lo tiraría con el pretexto de que un doncel no sirve para escribir sino para el quehacer de la casa y claro para dar hijos en un futuro. El aprendió a escribir, gracias a sus hermanos que no pensaban como su padre.

Cuando llego a casa, se encontró con varios baúles lleno de monedas de oro y a su padre hablando con un oficial. Los dos estaban bebiendo un vino que su olor llegaba a perforar sus fosas nasales.

Su padre al verlo, le hizo una seña para que se acercara a lo que el obedeció.

-Este es mi hijo, es muy hermoso ¿Verdad? – paso su brazo sobre el hombro del azabache y lo acerco para que el oficial lo viera bien.

El oficial lo vio de pies a cabeza. El doncel era muy hermoso, su tez rosada hace que sus cabellos negros resalten al igual que sus ojos negros como una noche estrellada. El emperador tuvo suerte de conseguir a alguien tan hermoso "Es una lástima" pensó, mientras pasaba su lengua sobre sus labios, imaginando el desastre que haría en él.

Sasuke se removió incomodo, eso logro que su padre apretara mas sus hombros, como si le advirtiera de que no hiciera una estupidez.

-Es hermoso, el emperador estará muy contento con su hijo – alabo el oficial.

-Jajaja, me alegro escuchar eso, entonces...-

Los ojos de Fugaku brillaron con codicia. El oficial se dio cuenta, pero en vez de quejarse, sonrió -Multiplicare las ganancias, mañana cuando vengamos a recoger a su hijo, tendrá el triple de monedas que están en el Baúl -

Fugaku rio y golpeo la espalda de Sasuke -Ya vete a tu habitación y prepárate -

-Lo hare, padre – se inclino levemente -Que tenga buenas noches, oficial -

El oficial respondió -Igualmente, pequeño -

Sasuke no le prestó atención a la manera en que contesto y se dirigió a su habitación. Cerro la puerta y puso todas las cosas en la mesa de madera. Sin dudar más, empezó a escribir las palabras que no pudo lograr decir a sus hermanos, una despedida para su madre y una maldición para su padre.

Cuando el atardecer se convirtió en oscuridad, doblo las cartas con cuidado y los aplasto con una piedra para que no volaran. Contemplo la luna llena y espero a que el zorro viniera.

Cuando lo vio llegar, se aparto de la ventana y tomo una canica azul listo para que se consumiera.

-"¿Quieres que haga algo por tu familia, antes de partir?"- el zorro pregunto.

-El oro, el oro que me ibas a dar, dáselo a mi madre, a mis hermanos y a una mujer llamada Shizune, le debo mucho -

-"Te lo prometo, cuando despierten tendrán oro debajo de sus pies"-

Sasuke sintió las lágrimas que aguanto toda esta mañana, resbalar en sus mejillas. Metió la canica en su boca y lo trago sin dudar.

El zorro se transformo en humano y antes de que cayera el cuerpo frio del azabache en el suelo, lo atrapo y lo acostó en la cama.

-Cariño, te prometo que toda ira bien si estas conmigo - susurro en su oido a pesar de que no lo escuchara y beso la frente del doncel antes de irse.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro