Capítulo 5
Sasuke casi se cae de espaldas, sino fuera por el zorro que lo tomo del brazo.
-¿Estás bien? –
El azabache reacciona y lo mira de pies a cabeza. Hace unos minutos, era un zorro común y corriente, ahora es una persona atractiva con orejas y cola ¿Cómo rayos sucedieron las cosas así?
-¿Qué... que sucedió? ¿Por qué estas así? –
El zorro alzo una ceja, extrañado -Creí que querías huir de las manos del emperador, así que me transformé en humano para que te puedas casar conmigo-
-¡Espera! ¿Por qué? –
-No hay nadie que te guste y tampoco quieres casarte con un desconocido, así que como nos conocemos y hemos compartido secretos, he decidido casarme contigo para ayudarte –
Sasuke sabe a lo que se refiere y aunque aceptara, el zorro no parecía tener dinero para complacer a su familia.
-Es una buena idea, pero... necesitas ser alguien rico y de familia prestigiosa –
Naruto achino los ojos y con un chasquido, hizo que varias piezas de oro aparecieran en sus manos, dejando con la boca abierta al azabache.
-¡¿Qué?! ¿¡Cómo hiciste eso?! –
Naruto sonrió, revelando dos colmillos -Es un secreto, cuando cumplas 18 años, iré a recogerte ah y con lo de la familia, no te preocupes, hay varios espíritus que me ayudaran –
El Uchiha se sentía feliz, si esto llegara a funcionar, no dejaría a su familia y tampoco estaría en las manos del emperador. Volvió a analizar al personaje y señalo con el dedo las dos cosas que lo molestaban.
-¿Puedes ocultar la cola y las orejas? –
El rubio asintió -Puedo, pero como somos nosotros dos, no hay necesidad –
Sasuke asiente.
-Por cierto...ya que quedamos a mano, ahora con este favor ¿Quieres algo a cambio? –
Naruto lo mira pensativamente, en realidad no lo había pensado, pero ahora que lo dice, se da cuenta de que solo necesita una cosa.
-Ser fiel –
El azabache si estuviera bebiendo algo, lo hubiera escupido de la sorpresa. No es una persona que se revuelca con cualquiera que se encuentre y eso de serle fiel, claro que lo haría sin que se lo pidieran.
-¿No quieres otra cosa? Eso de ser fiel es algo que debo cumplir obligatoriamente, además nadie me gusta –
-Cierto -Naruto pensó unos minutos más y al ver que no tenía nada en mente, responde – Por ahora nada, si quiero algo más adelante, te lo hare saber –
-De acuerdo –
El rubio no aparta su mirada, algo que lo hace sentir incómodo.
-¿Qué? –
-¿Cuándo cumples años? –
Sasuke se avergüenza, claro no le dijo cuando era su cumpleaños, por esa razón lo miraba, esperando que le dijera el día en que lo iría a recoger.
Aclaro su garganta y respondió – Dentro de dos días –
Naruto se sorprendió, por esa misma razón el azabache fue a buscarlo desesperado por ayuda, pronto iba a ser mayor de edad, la edad perfecta para casarse.
-Entonces, estaré ese día –
Sasuke asintió con la cabeza. Ya tenía el tiempo pisándole los talones.
Los dos cerraron el trato y con un fuerte viento, el azabache fue expulsado del bosque. Tenía ganas de preguntarle al rubio ¿Quién era el espíritu que mandaba los fuertes vientos o el que lo espantaba?, pero sabía que no tenía que ser apresurado, después de todo tendría todo el tiempo para preguntarle eso y muchas cosas más.
Llegó a la casa, antes de que su madre se diera cuenta de su huida. Ella llego después que él y con una sonrisa la recibió.
Su madre se sentó en el suelo y se puso a costurar la ropa de sus hermanos. Cuando terminaba, los doblaba con cuidado.
-Sasuke ¿Quieres que te ayude con tu ropa? –
Sasuke que la observaba desde la puerta, negó -No es necesario, yo mismo los costuro –
Mikoto asintió -Es verdad, mi muchacho ya sabe –
-Madre – el azabache camino hacia ella y se sentó a su lado -Tengo algo que contarte –
-¿Si?-
Tenía que decirle lo que sucedería dentro de dos días, para que así no la tome por sorpresa la llegada del zorro. Tomo las manos callosas de su madre y la miro a los ojos llenos de sinceridad.
-Pronto cumpliré 18 años y se que me tengo que casar con alguien de gran prestigio –
-Tu puedes casarte con quien quieras...- interrumpió su madre -No me importa si es rico o pobre–
-Mamá, aunque tu digas eso, sabes que es imposible, papá no me dejaría tener a alguien pobre como esposo –
Mikoto callo, su hijo tenía razón. Lamentablemente su esposo, era alguien muy ambicioso tanto que no le importaba vender a su propio hijo con tal de conseguir varias monedas de oro o de subir de rango.
Al ver que su madre no contesto, decidió proseguir.
-Conocí a alguien, es rico y viene de una familia prestigiosa. Él me prometió venir el día de mi cumpleaños, para pedir mi mano –
Su madre lo miro sorprendida -¿Es alguien que conocemos?-
-No, el viene de otro lugar –
-Entonces ¿Cómo lo conociste? –
Sasuke frunció los labios, tenía que decir una mentira, combinada con la verdad -En el bosque, esa noche cuando llegue tarde –
-Oh, ¿Así que estabas con él? –
Al ver que su madre ponía un rostro extraño, se excusó rápidamente -¡No sucedió nada esa noche!, ¡Solo platicamos! –
Mikoto dejo escapar un suspiro de alivio -Si es así, esta bien, no tengo nada que decir, siempre y cuando te respete -
Sasuke abrazo a su madre -Gracias, solo falta que hable con papá –
Como si lo invocara, su padre apareció en la puerta, con varias pieles de animales sobre su hombro.
El olor a alcohol llego a sus fosas nasales, haciendo que arrugara la nariz inconscientemente. Su padre metió la mano dentro de la bolsa que llevaba en su mano y tiro una caja color marrón delante de él.
-Feliz cumpleaños-
Sin creerlo, Sasuke mira la caja como si un animal peligroso estuviera dentro.
-¿Qué significa esto? –
-Un regalo ¿No lo ves? –
El azabache tomo el valor de responder -Tu nunca me regalas nada, así que debe de ver un motivo oculto –
Fugaku en vez de molestarse por el tono de voz de su hijo, lanza una carcajada.
-Tienes razón, no eres tan estúpido como tu madre- lanzo una carta hacia el azabache -Es un regalo del emperador -
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