Capitulo 29
Sasuke corría con el aliento entrecortado, resoplando con la boca entreabierta. La cabeza le pesaba y el dolor de las piernas le recorría todos los huesos. Si no fuera por su hermano que lo tomaba de la mano, se hubiera derrumbado en ese mismo instante.
El cuerpo inmóvil que cargaba en sus brazos, se hacia muy liviano como si de un muñeco se tratara. No podía creer ni aceptar el hecho de que el zorro estuviera muerto, así que esperara hasta que abra los ojos y diga "Que todo esta bien".
No había sol, ni viento y la diosa de la fertilidad no se veía por ningún lado. Ella es muy sobreprotectora con los arboles y las flores, estaba seguro de que la Diosa no permitiría esto entonces ¿Dónde está?
Corría y corría con las manos ocupadas. A su espalda se podía sentir el calor de las llamas.
-No tiene caso – susurro el doncel al ver el interminable camino – Es mejor que nos detengamos –
Itachi hizo caso omiso y siguió corriendo.
Los soldados hacían lo mismo, empujándose el uno al otro. El fuego avanzaba rápidamente consumiendo todo sin dejar rastro.
"¿Por qué está sucediendo esto? "pensó Danzo mientras corría "Las cosas no debieron resultar de esta manera" de la nada, un gran muro de fuego tapo su camino haciendo que el cayera al suelo por la impresión.
-¿Qué? – pregunto.
-Danzo, no me he olvidado de ti – una voz masculina se escuchó a través del muro – Tu fuiste el que causo todo esto, por tu culpa el guardián del árbol está muerto y que mi protegida haya tomado esta decisión – un remolino se empezó a formar en el centro – ¡Por esa misma razón he decidido mandarte al oscuro abismo donde la reencarnación es imposible! –
Danzo no le dio tiempo de escapar ya que el remolino lo absorbió rápidamente.
El muro se disolvió en chispas y siguió consumiendo lo que encontraba en su camino.
-¡Pequeño doncel! –
Sasuke miro hacia arriba topándose con el pequeño canario. Ahora que recordaba el canario había desaparecido sin decir nada.
-¿Tu...? –
Antes de que terminara de preguntar, el canario respondió con entusiasmo.
-¡Lo encontramos! –
Sasuke sintió las lágrimas resbalar de sus mejillas. Se detuvo e hizo fuerza para que su hermano se detuviera algo que funciono.
-¿Qué sucede? – pregunto Itachi que no había escuchado al canario.
-Lo encontraron –
De repente las gruesas nubes grises, estallaron en un torrente de lluvia, tomando desprevenidos a los hermanos.
El fuego se detuvo, pero no se apagó, parecía como si estuviera esperando algo o a alguien.
Itachi apretó fuertemente la mano se su hermano -No podemos quedarnos aquí – lo jalo.
-¡Espera! – Sasuke empezó a forcejear -¡Hermano! –
-¡Ya basta, Sasuke! – grito Itachi -¡Detente! ¡Se razonable, tienes que preocuparte por tus hijos, por tu futuro! –
-¡¿Qué futuro?! ¡Yo no puedo seguir sin el! –
-Sasuke ¡El se sacrifico para que tu pudieras vivir! –
El doncel lloro combinando las lágrimas con la lluvia. Sabia el porqué, no era necesario que se lo dijeran "Naruto es un estúpido" pensó y tomo fuertemente el cadáver de su amado "Eres un estúpido, idiota e imbécil ¿Por qué tomas decisiones que me pueden lastimar?"
El pelaje del zorro fue mojado por sus lágrimas.
-Deja que se vaya –
Itachi miro sorprendido a Sai.
-Hermano, deja que se vaya –
-¿Qué estupidez estás diciendo? –
Sai sonrió algo que no se reflejo en sus ojos -Hermano, Sasuke ya no necesita de nosotros, ahora el ya ha hecho su familia y esta luchando para protegerla –
Itachi suspiro y soltó lentamente la mano de su hermano -Ve, haz lo que tengas que hacer –
Sasuke sonrió y salió corriendo hacia la dirección del árbol dorado.
Las llamas estaban quietas, el calor abrasador se volvió cálido, como una acaricia.
En el camino, no quedaba nada ni troncos ni las hermosas flores que decoraban el sendero. La hierba se desvanecía bajo sus pies y el olor a azufre, fue reemplazado por el petricor.
El azabache no se detuvo, ya no le tenia miedo a nada ni a los soldados, ni a su padre. Unos metros por delante vio una extraña silueta, al avanzar hacia la brillante figura, sus pies se tropezaron con una piedra. Se golpeo la cabeza contra algo que no pudo ver; el dolor le llego hasta la punta de los pies. Era como si alguien le hubiera dado un golpe en la nuca. Pudo observar el cuerpo del zorro más adelante y se arrastro hacia él.
-Naruto – siseo, palpando hacia adelante con las manos.
Los ojos del azabache se oscurecían, no quería perder el conocimiento, menos cuando se trataba de un asunto importante.
– Oh pequeño doncel –El canario tomo con su pico un mecho de cabello y trato de levantarlo - ¡Tu puedes! –
-Pequeño doncel –
Sasuke se sorprendió al escuchar la voz de una mujer, no se trataba de Kushina.
La brillante silueta se había acercado a el – No te preocupes, le prometí a Naruto que vería a sus hijos crecer, se paciente ¿Sí? –
El doncel no supo porque, pero confió en ella. De la nada, el dolor había desaparecido y recupero las fuerzas para levantarse.
La silueta tomo sus manos -Todo estará bien, tendrás a tus tres cachorros sanos y fuertes. Naruto y tu serán excelentes padres – lo soltó y miro sobre su hombro – Señor sol, estoy lista –
El fuego se unió y empezó a tomar la forma de un hombre.
Desde un principio el Dios sol no había abandonado a Tsunade, una parte de su presencia estaba dentro del árbol, no quería ayudar a los humanos, pero su corazón fue convencido.
-"No pudimos ser felices juntos, pero eso no significa que hay que arruinar la felicidad de otros" – la silueta acaricio la mejilla del hombre – Espero que esta vez puedas cumplir mi deseo –
El hombre asintió con la cabeza y tomo la mano de Tsunade -Esta vez, no llegue tarde –
La mujer rio – Gracias –
El hombre sollozo y la a atrajo a sus brazos -Lo siento tanto, lo siento, lo siento – repitió – Perdóname –
-No hay nada que perdonar -
El Dios sol la abrazo fuertemente, las lágrimas se asemejaron a pequeñas chispas.
Tsunade acaricio su espalda -Ya es tiempo –
Jiraiya supo a que se refería por lo que tuvo que separarse de ella.
-Buen viaje –
La silueta sonrió y empezó a disolverse. El polvo dorado que quedo de ella, entro en el cuerpo del zorro, sanando su herida.
El Dios sol se fue en silencio y las nubes negras se apartaron.
Los primeros rayos del sol iluminaron hacia al zorro, este abrió sus ojos revelando el mismo cielo y se levanto lentamente.
-¡Naruto! – Sasuke corrió hacia sus brazos - ¡Eres un grandísimo idiota! –
Naruto transformado en humano, sonrió -Yo también te amo, Sasuke -
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El viernes es el capitulo final.
Espero que les guste.
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