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Al día siguiente desperté hecho una fiera, amanecí con el cabello horrible, esponjado y rebelde, lo bueno es que Hana estaba en casa, como de costumbre, así que le pedí ayuda con mi cabello, pensaba plancharlo, pero conociéndome me tardaría y no tenía mucho tiempo para eso. En lo que ella venía, busque rápidamente la ropa que usaría hoy, casi toda mi ropa termino donada ya que me quedo grande (por lo menos la mayoría), solo baje si acaso unos 10 centímetros de cintura, pero de todos modos me sentía metido en un costal de papas, (que raro si la ropa que solía usar era una o dos tallas mayores).

-Hana ¿ya casi acabamos? – le pregunte un poco nervioso y emocionado a Hana, la cual se encargaba de planchar mi cabello para intentar domar un poco el desastre que tenía en la cabeza, parecía que alguna ardilla había corrido en ella.

- si Joven Park, ya casi, aun no sé por qué se ha dormido con el cabello húmedo, es raro de parte de usted.

-Fue culpa de los chocolates, no sabía que contenían alcohol. – después de que Yoongi me dejara en casa, me bañe y cuando entre a la cocina, vi unos hermosos chocolates con relleno de vainilla, pero creo que esta contenía alcohol y me acabe una caja, estaban deliciosos, así que literalmente me embriague, subí a mi cuarto y ya no supe de mi existencia. Ahora mi cabello parecía nido de pájaros, después de un rato terminamos de alaciarlo y Hana me lo acomode de una manera muy hermosa, ya estaba listo, solo faltaba Yoongi.

-Joven Park, afuera hay un auto negro – comento Hana quien acomodaba las cortinas de la ventana y mientras miraba atreves de esta - creo que es el joven que me dijo que lo vendría a traer – camine hacia donde estaba Hana, mirando al auto, confirmando lo que ella decía.

- Tienes razón Hana, gracias, ya me voy, te cuidas, si necesitas algo sabes que puedes llamarme.

- Gracias joven Park, diviértase mucho.

- Gracias, nos vemos- Salí de la casa con una sonrisa gigante, Yoongi se encontraba recargado en la puerta del conductor del auto.

- ¿listo? – pregunto cuando estaba a unos metros de él.

-Claro que si- camine hasta la puerta del copiloto, Yoongi me abrió y cerró la puerta muy cariñoso (más de lo normal), después subió al auto, arranco y comenzamos a andar, ¿Cómo sería este día? Esperaba que fuera genial como los otros.

- Me gusta cómo se ve tu cabello – comento el conductor mirándome de reojo para no perder la vista de la carretera.

- Gracias, me ha ayudado Hana- solté un pequeño suspiro.

- Nada mal, valió la pena esperarte esos minutos extras.

- Perdón, ¿llevabas mucho tiempo esperándome? tuve un pequeño inconveniente en la mañana.

- No te preocupes pequeño – miraba al lado contrario del chico para que no viera el sonrojo que tenía en mis mejillas.

- Digamos que me comí una caja de chocolates y – comencé a jugar con mis dedos, me avergonzaba contestar – creo que tenían alcohol, me sentí algo cansado y mareado, así que subí a mi cuarto, tenia el cabello húmedo, y cuando desperté – comencé a bajar el volumen de mi voz – mi cabello estaba todo esponjado.

- Eso también explica por que te tardaste en salir – el chico comenzó a reír.

- ¡Oye, no es gracioso!

- Es que te imagino con tu cabello hecho un desastre – la risa de Yoongi tomo fuerza – si vuelve a pasar, llámame, así no tienes que andar corriendo.

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- Esta bien Hyung – Jimin miraba por la ventana, con un claro puchero formado en sus labios, se veía tan tierno.

- ¿Qué te gustaría hacer primero? – pregunte para cambiar un poco de tema.

-me encantaría ir primero al parque, quisiera caminar un poco, mire la cartelera del cine ayer y falta – miro la hora en el tablero de mi auto – una hora y media para la función – iba a protestar, no tenía planeada una ida al cine – ya dije Min Yoongi, iremos al cine, hace mucho que tenia ganas de ir ahí en un cita -sonreí al escuchar lo ultimo que dijo.

-Entendido Park Jimin, entonces iremos ahí primero, ahora que lo mencionas tengo antojo de algo dulce, veamos que encontramos haya – el chico asintió, acelere más y en lo que menos me di cuenta llegamos, rápidamente me estacione para después abrir la puerta del auto a Jimin y tomarle de la mano.

- esto es raro sabes – comento el chico cuando comenzamos a caminar.

- ¿Qué? Acaso es por qué te estoy tomando de la mano- el asintió- tranquilo no pasa nada.

- si lo sé – una sonrisa se dibujó en sus labios.

- mira vamos por un algodón de azúcar- dijo Jimin con una enorme sonrisa señalando al pequeño puesto de algodones.

- este día es genial- dijo Jimin quien se encontraba a unos metros de mi rompiendo burbujas con los niños, se veía tan lindo con aquella sonrisa dibujada en sus labios, no sé qué tan ridículo me veía sonriendo como bobo con dos algodones de azúcar en las manos.

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Después de hacer de las nuestras en el parque, decidimos ir  al cine ya casi era hora para que la función comenzara, la película que elegí fue de terror, yo sé muy bien que él esperaba que yo me asustara, al menos un poco más de las veces que brinque tantito, pero eso no paso, aunque debo de admitir que sentía la necesidad de sentir su cercanía, así en momentos aprovechaba para abrazarme a su brazo con el pretexto de las escenas, ganando una hermosa sonrisa de parte del chico. Después de casi dos horas, salimos de la sala.

- Parecías pollito enrollado en mi brazo Jimin – comento el chico entre risas.

- No es cierto, solo estaba cómodo recargado en tu brazo – y eso indirectamente era verdad, pero no quería admitirlo.

Como siguiente actividad caminamos por la plaza, a ver si encontrábamos algo para divertirnos y así fue; llegamos a una zona de videojuegos, nos animamos a jugar un rato, entramos en una cabina, donde teníamos que disparar a unos zombi que aparecían en la pantalla, hice el ridículo de mi vida, era raro al zombi que le atinaba, además me distraía con Yoongi, se veía tan genial, se acomodó el arma de juguete de una manera tan profesional, su puntería era excelente, lo cual me dejo boca abierto, al terminar el juego, en la pantalla salieron los puntajes, unos aplastantes 500 puntos de Yoongi contra mis mágicos 50 puntos, pero lo que quedó claro es que Yoongi me gano en todas las partidas siguientes a las cuales le rete con la esperanza de en alguna poderle ganar.

Estábamos por salir del lugar cuando Yoongi observo uno de los juegos, mirándole con anhelo.

- Juguemos ese Hyung – camine hacia el juego que tenia a Yoongi encantado, conociéndolo no iba a admitir las ganas que tenia de poder jugarlo. Se trataba nada más y nada menos que una canasta de basquetbol, rodeada de una maya de cadenas para evitar que se escaparan los balones. Yoongi tomo el balón que estaba en la base del juego, recordaba que, de pequeños, Yoongi pertenecía al grupo de basquetbol de la escuela y cada que aprendía un truco nuevo venía a enseñármelo.

Con mucha destreza Yoongi comenzó a encestar el balón, una y otra vez, ganando una gran cantidad de boletos.

-woow, sigues siendo muy bueno Yoongi – el chico sonríe mientras dejaba el balón en su lugar.

- ya tiene tiempo que no he jugado – admitió el chico para después ver los boletos en el suelo- ¿Qué haremos con esos Jimin?

- y con estos – moví los boletos que tenia en mis manos, ganados en los juegos anteriores – creo que podemos canjearlos.

- no suena mal, vamos para haya – dijo Yoongi señalando lo que parecía la recepción, para después ayudarme a levantar los boletos. Al llegar al lugar señalado miré todas las cosas que podíamos canjear dependiendo del número de boletos, hasta que vi un lindo peluche de hámster.

- Hyung, quiero ese – señale el peluche, la señorita que nos atendía nos llevó a una máquina, donde comenzó a meter los boletos, en una pequeña pantalla comenzaban a salir números, al terminar de meter los boletos, la señorita nos dio una tarjeta, donde podíamos ir almacenándolos, Yoongi y yo peleamos por un momento pues no quería que él la pagara, pero al final termino haciéndolo.

- Señorita quiero el hámster – pidió Yoongi extendiendo la tarjeta que nos habían dado.

- El amarillo – especifique entre pequeños brinquitos de emoción.

- El amarillo – repitió Yoongi con una sonrisa.

- Perfecto – la chica bojo el peluche, después se lo dio a Yoongi – fueron 300 boletos – dijo lo chica mientras pasaba la tarjeta por una maquinita, descontando el número de boletos, al terminar le dio la tarjeta a Yoongi.

- Gracias – Yoongi me acerco el peluche – toma Jimin, todo tuyo – enseguida tome el peluche, abrazándolo, estaba muy suave, Yoongi comenzó a reír pues este solo dejaba ver mis piernas, era grande.

- A ustedes, son una linda pareja, vuelvan pronto – nos despidió la señorita, agradecía que me pudiera esconder fácilmente con el peluche para cubrir el presente sonrojo. 

Así es el peluche que escogió Jimin :3, claro mucho más grande xd

Espero les haya gustado 💕 gracias por el apoyo.