Yeon Jun no sabía que decir al respecto.

Lo primero que había pensado decir al escuchar lo que el otro le decía era que dejará de bromear, que realmente detestaba ese tipo de cosas pero supo que el otro no le estaba mintiendo por la seguridad que sus ojos mostraban. Tae Hyun sonrió satisfechamente cuando se dio cuenta que el azabache se había quedado sin habla y, podía estar casi seguro que en cuanto éste conociera a Soo Bin, se comportaría como el más torpe de todos al ver lo guapo que es su ex novio.

-¿Estás escuchando lo que dices? -Fue lo primero que dijo el de felinas facciones y Tae Hyun se quedó callado por unos segundos. Había pensado cuidadosamente en un plan desde hace días y, a estas alturas, era completamente imposible que se arrepintiera.- No, no lo haré.

-¿Qué? ¿Por qué no? -Se sorprendió de la respuesta del otro. Yeon Jun miró al frente y sonrió burlonamente, cosa que molesto un poco a Tae Hyun.

-¿Por qué querría salir con un chico que ni siquiera conozco? Mejor dicho, ¿por qué querría salir con tu ex novio? -Y ahora Kang era el que no sabía que decir. En primer lugar, no había pensado en alguna respuesta lógica a la segunda pregunta que el otro le había hecho y segundo; pero no menos importante, no se había esperado que el chico "zorro" pudiera verlo. ¿Cómo es que podía hacerlo y las demás personas no? Sin duda debía preguntarle a Beom Gyu al respecto y reclamarle el hecho de que no pudiera hacer que Soo Bin lo viera.- ¿Y bien?

-Puedo pagarte, sí quieres.

-No necesito tu dinero, realmente es lo último que necesito por ahora y, con todo respeto, ¿cómo pensarías pegarme si estás... muerto? -Le recordó. Tae Hyun mordió levemente de su labio inferior y cerró los ojos por un momento.

-Escucha, Soo Bin es la persona a quien más he querido desde que lo conozco. Puede ser serio raras veces pero; cuando llegas a conocerlo bien, puede ser algo infantil. Él simplemente es la persona más maravillosa que he conocido, llegas a amar todas sus facetas, desde que está enojado hasta cuando llora por algo insignificante. Sabe escuchar a los demás y se preocupa demasiado por las personas que le importan, ha llorado mucho por mí desde que me fui y, porque le tengo mucho cariño, quiero que siga siendo la persona más feliz del mundo aunque ya no sea conmigo -dijo y aclaró su garganta antes de seguir hablando-. Desde que fallecí he estado buscando al chico adecuado que merezca estar con él y, joder, la mayoría de los chicos ha resultado con pequeños defectos que no los hace los indicados pero; esta noche, tú has sido el elegido. Sé que no lo conoces y que nunca habías escuchado hablar sobre él pero; si me lo permites, puedo buscar la manera de que ustedes puedan conocerse y...

-Entiendo que esto lo hagas por el bien de este chico pero... lo lamento-fue la respuesta de Yeon Jun y el otro solo se dedicó a empuñar sus manos.

-No importa, debía saber que era demasiado bueno para ser verdad -murmuró Tae Hyun con la intención de que el azabache se sintiera algo mal-. Será mejor que me vaya, Soo Bin me necesitará y tú has tenido un día demasiado largo, ¿no es así? -Miró por un momento el asiento trasero y, hasta ese momento, se percató que Beom Gyu se encontraba ahí. Observando en silencio la situación.- Adiós -miró por última vez al de felinas facciones y salió del vehículo. El de ojos pequeños no tardó en imitarlo y, después de un par de segundos, ambos vieron como Yeon Jun se iba en aquel auto-. ¿Qué haces aquí? Creí que no seguías vigilándome.

-Bueno, no lo hice por unos días. Quería darte tu espacio, si es que puedo llamarlo así pero; ahora, quería ver que tal ibas con tu plan -confesó y vio como el otro solo bajaba la mirada-. Veo que sigues sin tener éxito.

-Encontré al indicado -aseguró y ambos se miraron por unos segundos. Beom Gyu lo miraba confundido y Tae Hyun hizo una mueca antes de seguir hablando-. Ese chico que acaba de irse -le recordó-, él ayuda a las personas que parecen necesitarlo y, si debo ser sincero, estoy seguro que Soo Bin y él harían bonita pareja.

-Pero...

-¿Cómo sabes que hay un pero?

-La mayor parte del tiempo hay un pero y, por si lo haz olvidado, estuve ahí. Que no me vieras en cuanto llegué es otra cosa -el de ojos pequeños apartó la mirada de Kang y miró las estrellas.- Lamento mucho que no hayas tenido éxito.

-Nunca dije que he terminado o me he dado por vencido -se quejó y Beom Gyu dejó escapar una risa-. Estás riendo.

-Dime algo que no sepa -bromeó.

-A lo que me refiero es que... es la primera vez que te escuchó reír -aclaró-. Y, ya que lo mencionas, ese chico... ¿cómo es que puede verme? Creí que dijiste que los humanos no podían vernos, entonces, ¿por qué él sí puede?

-Posiblemente se deba a que tuvo algún accidente o evento traumático en su niñez, raras veces algunos pueden observarnos pero tengo la idea de que nos evitan y por eso fingen que no estamos cerca de ellos -respondió y pasó una mano por su nuca-. Aunque; si quieres saber más, podríamos tratar de averiguar sobre él. No aseguró que pueda ser fácil, posiblemente él nos ponga muchos impedimentos y, en los libros que tenemos, no siempre viene toda la información sobre cada humano del mundo. Puede tomarnos un poco de tiempo pero; si también te sirve de consuelo, podría ser el tiempo adecuado para que encuentres la manera de hacer que tu querido Binnie y ese chico estén juntos. -Tae Hyun miró al de ojos pequeños al instante. ¿Estaba hablando en serio? Porque; si debía confesarlo, parecía que Beom Gyu solo lo decía en broma pero; al ver que no había ninguna pisca de burla en el rostro del otro, sonrió ampliamente para después abrazarlo.

-Gracias, gracias, gracias.

-No tienes nada que agradecer pero; lamento si sueno grosero, necesito espacio personal -dicho eso, Tae Hyun se separó del de ojos pequeños.

Yeon Jun fue inmediatamente a su habitación; una vez llegó a su hogar, y cerró los ojos por un momento. Se sentía algo confundido y nervioso por lo que había pasado en su automóvil. Empezaba a preguntarse mentalmente cuando había sido la última vez que había visto a un "fantasma" y supo que había sido casi un año después de que su padre había fallecido.

Su padre había muerto en un accidente aéreo cuando él apenas tenía ocho años, era demasiado pequeño para convertirse en el "nuevo hombre de la casa", por supuesto. Además, ¿quién le permitiría hacer todos los trabajos que un adulto debería hacer a esa edad? Pero; unos días después del funeral, Jay y él se encontraban jugando en el segundo piso de la casa. Su madre estaba en la sala conversando con su tía, así que había mandado a ambos arriba para jugar un rato pero; mientras los dos corrían, el azabache terminó pisando uno de sus carritos y terminó cayendo de espaldas. Provocando que se golpeará la cabeza y quedará inconsciente por unos minutos.

Era claro que; en cuanto despertó, no supiera como había llegado a su habitación pero vio que junto a su madre se encontraba la figura de su padre.

-Mami, ¿papi va a regañarme por no tener cuidado? -Fue lo que le había preguntado a la mujer y ella solo lo miró algo confundida.

-¿A qué te refieres, cariño? -le preguntó sin entender y Yeon Jun señaló detrás de ella para que mirará al hombre.

-Él está ahí y parece preocupado por mí -ella volteó; por supuesto, pero no vio lo mismo que su hijo miraba en ese momento. Nadie se encontraba detrás de ella... o eso es lo que parecía ante sus ojos.

-Junnie, no hay nadie ahí.

-Claro que sí, él está ahí. Mirándonos -le aseguró.

-Por favor, Yeon Jun, no quiero que sigas haciendo este tipo de bromas.

-Pero... él está ahí -dijo en voz baja y sintiéndose algo triste porque la mujer no podía verlo.

-¿Por qué no descansas un rato? El golpe fue algo fuerte y quizá solo estás imaginando cosas.

Quiso creerle a su madre, era posible que ella tuviera razón y solo fuera algún efecto del golpe. El cual se quitaría después de un pequeño periodo de tiempo pero; después de varios días, seguía viendo a su padre.

Solo que no se lo mencionó a su mamá, solo para no preocuparla o hacerla enojar.

-Creí que eso de ver a los espíritus no volvería a pasar -se dejó caer en la cama boca abajo y, una vez así, gritó. Solo para tratar de quitarse un pequeño peso de encima-. Aunque; ahora que lo pienso, ¿por qué ese chico querría conseguirle una pareja nueva a su ex novio? -Se preguntó y miró a su alrededor detenidamente, solo para estar completamente seguro de que aquel muchacho no lo había seguido hasta su hogar-. ¿Seré un idiota si no aceptó salir con ese chico? -Lo pensó por unos segundos y negó.- No deberías aceptar cosas de las cuales no te sientes seguro, Yeon. Además, recuerda que ya tienes una especie de trato con tu hermano. Posiblemente él logré encontrar a la persona indicada para ti pero; de no ser así, ¿deberías aceptar salir con ese tal Soo Bin? -Se cuestionó y golpeó, levemente, su frente con las puntas de sus dedos-. Estás siendo raro al cuestionarte a ti mismo. Debes distraerte... sí. Un buen libro deberá ser útil en este momento -dicho eso, salió de su habitación y bajó al estudio que le había pertenecido a su padre.

Solo para buscar un libro que pudiera distraerlo de toda esa situación.

La noche del treinta y uno no sería demasiado diferente a la del veinticuatro.

Soo Bin nuevamente había aceptado ir a casa de su madre a cenar, la posible; y pequeña, diferencia sería que fuera acompañado. Había estado pensando en la promesa que hizo con Sung Hoon sobre conseguir una mascota y, después de pensar varias veces en los pros y en los contras, estaba completamente de acuerdo con el infante en que podría servirle de compañía en su departamento.

El animal podría tenerlo entretenido y así no recordaría demasiado que Tae Hyun ya no se encuentra más a su lado.

-De acuerdo, Soo Bin. Solo... deja de pensar mucho en él -se empezó a decir mientras caminaba por las calles de la ciudad buscando un lugar donde pudiera adoptar un perro-. Tae Hyun fue un gran chico, te hizo feliz, no puedes dudar de eso pero; vamos, ¿a él le hubiera gustado verte triste? No -aseguró-, ahora debes prometerte a ti mismo que debes seguir adelante. Faltan unas horas para que un nuevo año empiece y debes tener nuevos propósitos como volver ir al gimnasio, conocer a otras personas, salir más con tus amigos... sí, será algo difícil pero no imposible.

Siguió caminando unas cuantas calles más pero no encontraba nada y, aunque no lo mostrará para no tener todas las miradas sobre él, empezaba a sentirse fastidiado. Además de que debía bañarse, buscar la ropa que se pondría y algún postre para, al menos, no llegar con las manos vacías esta vez a la casa de su madre.

Dio media vuelta; dispuesto a regresar a su hogar, pero terminó chocando con alguien un poco más bajo que él.

-Lo siento -dijeron ambos al mismo tiempo y se sorprendieron un poco al verse.

-Huening Kai.

-Profesor, Choi. Es bueno verlo en un lugar que no sea la escuela -dijo el otro y el más alto sonrió algo avergonzado-. Lamento meterme en sus asuntos pero, ¿puedo saber a dónde se dirigía? -Soo Bin dudó un poco en responder. Había conversado con Kai un par de veces en la escuela; después de todo era el psicólogo del instituto y sabía que podía verse poco profesional hablar de su vida con un "paciente", pero posiblemente el chico podría ayudarlo.

Después de todo, no era algo muy personal lo que iba a decir

-Bueno, yo... estoy interesado en adoptar un perro y, me gustaría saber, ¿conoces algún lugar donde pueda hacerlo?

-No tengo mascotas -fue lo primero que dijo y, aunque Soo Bin entendió aquello como que no podría ayudarlo, el de finas facciones siguió hablando-, pero mi tío Yeon; un amigo de mis padres, ayuda en un refugio de animales. No está muy lejos de aquí, de hecho puede doblar en esa esquina y podrá ver el lugar fácilmente. -Aclaró y el alto miró hacia donde Huening Kai estaba señalando.- Podría acompañarlo si quiere, iré ahí a encontrarme con mi tío y estoy seguro que él podrá ayudarlo.

-De verdad agradezco tu ayuda pero... creo que mejor pasaré luego. Es el último día del año, he venido caminando de mi departamento hasta aquí y, como todo un adulto, tengo solo un par de horas para arreglarme y llegar a tiempo a casa de mi madre -suspiró y le mostró una sonrisa al más joven-. Fue agradable verte, Huening Kai.

-Lo mismo digo, profesor Choi -el menor hizo una reverencia y, después, cada uno retomó su camino.

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Les espero les haya gustado este capitulo!! 💖

Tengan un lindo día!! ❤