Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 32

Tae Hyun veía como Soo Bin se detenía frente aquel restaurante y miraba el interior; con ayuda del gran ventanal, para asegurarse de que el chico que acababa de conocer se encontrará ahí.

Habían pasado casi seis meses desde que decidió ver todo lo que el alto estuviera haciendo.

Casi seis meses desde la última conversación que el otro había tenido con el azabache.

Casi seis meses... Desde que Yeon Jun había decidido hacer su servicio militar y alejarse de Soo Bin.

—¿De verdad vas a entrar a este lugar y te atreverás a conocer a ese chico, Soo Bin? —Preguntó Tae Hyun, como si el otro fuera a responderle—. La semana pasada saliste con Yoon Gi y todo fue un desastre, ¿recuerdas? Solo te utilizó para darle celos a su ex novio —empezó a quejarse—, ahora es Seok Jin. —Dijo, recordando el nombre del chico que el alto había conocido en el supermercado—. Vamos, Soo Bin, ¿qué te hace creer que; saliendo con diferentes chicos cada semana, lograrás olvidar a Yeon Jun? —Volvió a cuestionar—. Estoy seguro que Beom Gyu me daría la razón si estuviera aquí —Vio cómo su ex novio inhalaba y exhalaba para luego ingresar al establecimiento—. Es como hablarle a una pared —hizo una mueca y, sin tener otra salida, Tae Hyun también entro al restaurante.

No quería perderse ni un detalle de; posiblemente, otra cita desastrosa.

Soo Bin le dijo el nombre de su cita a la recepcionista del lugar y, después de que la chica revisó en la lista el nombre que le había dicho, la muchacha lo acompañó hasta una de las mesas que estaban desocupadas. El alto se sentó y le mostró una leve sonrisa a la chica antes de que esta se retirara.

Miró el lugar y a las personas que se encontraban a su alrededor.

El restaurante se veía elegante por la decoración, floreros en cada lado de la entrada principal, el candelabro que se encontraba colgado en medio de todo el lugar y unas cuantas lámparas en las paredes... Sí. Sin duda se trataba de aquellos lugares en los que la gente de "sociedad alta" sin duda iría y, aunque posiblemente Soo Bin debía sentirse alagado de que Seok Jin lo invitará a un lugar como ese, la verdad era que el alto se encontraba algo incómodo. No le molestaba gastar su dinero; porque claramente le gustaba gastar cierta cantidad de dinero cuando se tenía la oportunidad, pero prefería muchas veces algo más sencillo y detallista.

Algo como el almuerzo que había tenido con Yeon Jun en el parque.

—Lamento llegar algo tarde. Me habían pedido algo a último momento en la oficina —escuchó de pronto la voz de Seok Jin y fue ahí donde se dio cuenta que no había estado al tanto de lo que sucedía a su alrededor.

—Ahm..., no tienes de que disculparte. Acabo de llegar —aclaró y trató de tranquilizarse.

—Llevamos aquí casi veinte minutos, ¿cómo es que puedes estar tan tranquilo ante el hecho de que él llega tarde? —Tae Hyun se encontraba cruzado de brazos y examinando cuidadosamente a Seok Jin—. Tengo la impresión de que su celular no dejará de sonar y tú te sentirás mal porque no te pondrá atención —dijo con toda seguridad y espero pacientemente a que sus palabras se cumplieran—. Estar aquí es aburrido sin Beom Gyu, ¿por qué tiene que tener tanto trabajo últimamente?

La chica que había llevado al alto hasta la mesa le ofreció una carta a cada chico. Soo Bin abrió la suya y empezó a ver los diferentes platillos que había, pensando cuidadosamente en cuál iba a escoger. Seok Jin; por su parte, no tuvo ni siquiera la oportunidad de abrir el menú cuando su celular empezó a sonar y aquello sin duda fue algo que captó la atención del otro.

—Lo siento, debo atender.

—No te preocupes, tomate el tiempo que consideres necesario —le mostró una sonrisa forzada y, en cuanto el chico se levantó de su asiento para tratar de tener algo de privacidad, Tae Hyun miró a Soo Bin con una sonrisa.

—¿Ya nos vamos? —Vio como Soo Bin empezaba a mover sus dedos sobre la tela de su pantalón y, al instante, entendió que el alto comenzaba a arrepentirse de salir con alguien de quien apenas sabía su nombre—. Te dije que era mala idea pero; como ha pasado últimamente, no me escuchas —se quejó—. Extraño a...

—Extraño a Yeon Jun —Tae Hyun miró sorprendido a Soo Bin y entreabrió un poco su boca, creyendo que realmente había escuchado mal lo que el otro acababa de decir—. Sí... Lo extraño —repitió con seguridad y Kang sonrió ampliamente, porque sabía que aquello se debía a un sentimiento más grande.

—Soo Bin, de nuevo te pido una disculpa. En el trabajo no... —Seok Jin estaba intentando contarle acerca de su ocupación pero dejó de hacerlo en cuanto se dio cuenta que el otro parecía estar en su propio mundo—. Uhm, ¿estás bien? —Pasó una mano frente al rostro del alto, esperando que este le hiciera; aunque fuera, el mínimo caso en ese momento y, cuando así fue, Soo Bin se puso inmediatamente de pie—. ¿Ocurre algo malo? —Preguntó algo confundido por la repentina acción del chico frente a él.

—Yo... —estaba buscando las palabras correctas y, cuando sintió que las había encontrado, prosiguió hablando—, me he dado cuenta que he sido un idiota estos últimos meses por no ir a buscar a la persona de quien me he enamorado —confesó y Seok Jin pasó una mano por su nuca—. Sé que está mal que te dejé aquí solo, más porque ni siquiera hemos ordenado algo pero... Hay algo más importante que debo hacer —aclaró—. Lo siento mucho, Seok Jin —después de aquella disculpa, Soo Bin salió al instante del establecimiento y un emocionado Tae Hyun iba detrás de él.

Soo Bin tocó el timbre de aquella casa y espero pacientemente a que le abrieran.

Jay lo había invitado un par de veces a aquella residencia para celebrar el cumpleaños de Min Ju, la vez que le pidió a la chica que fuera su novia, entre otras reuniones de amigos que había estado organizando y, en todas esas veces, el alto se negó a ir. No porque no quisiera pasar un rato con sus amigos, sino porque eso implicaba ver a Yeon Jun y estaba molesto con él en ese entonces. Ahora... Esperaba fuera el azabache quien le abriera la puerta principal.

Pero la pequeña sonrisa; que moría por aparecer en su rostro, se esfumó al ver que el hermano menor del chico le había abierto.

—Soo Bin, ¿qué haces aquí? —Preguntó y se sintió levemente avergonzado por no hacerlo pasar—. Lo lamento, pasa.

—No te preocupes, yo... Solo venía porque... Uhm... Bueno... ¿Se encuentra Yeon Jun? —El hermano menor del azabache notó cierto nerviosismo en el alto y, aunque deseaba decirle al chico que su hermano se encontraba en casa, no podía seguir escondiéndole la verdad por más tiempo.

—Él... —no sabía cómo decírselo, así que tomó una bocanada de aire, cerró momentáneamente los ojos y dijo—: Yeon Jun decidió empezar su servicio militar hace casi seis meses y... Bueno, mi madre y yo solo lo hemos visto cuando tiene días de descanso. El último día libre que tuvo fue la semana pasada, así que... Pasará un tiempo antes de que tenga otro —terminó de decir pero; sin duda, todo eso le había caído como agua fría a Soo Bin.

—Jay, ¿quién tocó la...? Oh, hola —saludó amablemente una mujer. Tenía cabello oscuro y, por las facciones, su parecido con Yeon Jun era impresionante. Por lo que Soo Bin intuyó que aquella señora era la madre del azabache—. Hijo, ¿quién es este joven tan apuesto?

—Es Choi Soo Bin

—Choi Soo Bin —repitió la fémina, tratando de recordar porque aquel nombre le resultaba tan familiar—. Ah, claro, eres el chico que sale con Yeon Jun, ¿verdad?

—Salíamos —aclaró y bajó la mirada por un breve momento. Trató de sonreír pero su boca tembló y, para no llorar frente a los dos presentes, agregó—: Debería irme, uhm... Fue un placer conocerla, señora Choi y... Te veré en el trabajo, Jay —dio media vuelta y empezó a caminar lo más rápido que le era permitido pero; después de unos minutos, el hermano menor del de felinas facciones lo tomó sutilmente del brazo. Dejando una hoja doblada en una de sus manos—. ¿Qué es...?

—Yeon Jun me la dio antes de empezar con su deber. No había tenido oportunidad para dártela pero debes leerla —el chico le sonrió de lado y, habiendo terminando con el favor que le debía a su hermano, regresó al interior de su casa.

Deseando internamente que Soo Bin entendiera los sentimientos que Yeon Jun había expresado en aquel escrito.

"Querido Soo Bin...

Realmente no sé si eso es algo que has leído muchas veces, aunque empiezo a creer que en más de una ocasión te has encontrado con la misma frase en una carta como esta. La verdad es que... No sé cómo empezar todo lo que quisiera decirte.

Es la primera vez que escribo una de estas a alguien que no sea algún familiar, así que; si no llega a ser lo que esperabas, quiero decirte que trataré de hacerte saber todo lo que siento por ti.

Voy a ser completamente sincero contigo, ¿sabes? Yo no estaba interesado en alguien sentimentalmente. Siempre me preocupe por mi familia, los niños del orfanato, las personas de la calle y aquellos animales del refugio. Nunca me había importado alguien fuera de eso. Jay había intentado organizarme muchas citas... Tanto con chicas como con chicos, porque no estaba seguro de mi orientación sexual pero aquello se vio completamente olvidado en cuanto empecé a conocerte mejor.

Recuerdo la primera vez que nos vimos.

Estabas con Sung Hoon en el parque y creo que tu nueva mascota también se encontraba con ustedes. Yo; por mi parte, estaba tomando fotografías e intenté sacarle una a Sung Hoon pero tú me viste y pensaste completamente mal de mí. No puedo culparte, yo también me habría reaccionado así. Después de eso... La salida en aquel bar con Jay y el resto de sus compañeros de trabajo. Por mi mente nunca paso el hecho de volver a verte. Creí que serías una de esas personas a las que solo vería una vez en toda mi vida y, con el paso de los días, olvidaría completamente tu rostro. Oh, Binnie, de haber sabido que te vería más seguido a partir de ese día... Te juro que hubiera hecho lo posible por haberte dado una buena primera impresión desde que nos vimos en el parque.

Sé que... No te dije desde el principio lo de Tae Hyun pero ¿me habrías creído si te lo mencionaba antes? No es algo sencillo de decir, ¿sabes? Además, él quería que salieras adelante y consideraba que estaba bien no mencionarlo. Porque no quería que te alejaras de mí pero tampoco quería seguir ocultándotelo si llegábamos a empezar una relación seria.

No mentí cuando te dije que dejé de seguir el favor de Tae Hyun cuando me di cuenta que en verdad me estaba enamorando de ti. Desde el momento en que te dije la verdad... Pude saber lo que se siente lastimar a alguien que en verdad te importa demasiado. Sí, siento que te lastime al confesarte todo aquello la noche que fui a verte a tu casa y, en verdad, lo lamento.

Lamento no ser lo suficientemente apto para estar a tu lado.

Lamento ser alguien tonto que no sabe cuándo dejar de decir las cosas que está pensando.

Lamento ser el responsable de tus lágrimas la última noche que estuvimos juntos.

Lamento no haberte besado una última vez antes de empezar mi servicio, porque es muy probable que estés leyendo esto cuando yo me encuentre de recluta. Eso, o quizá esta nota se encuentre hecha pedazos dentro de un bote de basura. Aunque deseo fuertemente... Que la estés ojeando tan siquiera una vez.

Antes de despedirme por el momento, quisiera agregar algo...

Dudo mucho que vaya a olvidarte tan fácil, Soo Bin. Haz sido mi primer amor; literalmente, y, aunque me duela decirlo, me gustaría verte ser feliz cuando termine con mi deber. No importa si no es conmigo, te mereces a alguien que sepa amarte y demostrarte que eres muy importante en su vida. Porque la persona a tu lado será muy afortunado de tenerte.

Eres alguien increíble y te mereces tener el mismo nivel de amor que les das a los demás.

Te tendré siempre en mi mente.

Atte.:

Choi Yeon Jun; el idiota, Yeon.

Soo Bin rio por la manera en la que el azabache se había autodenominado y limpió las pequeñas lágrimas rebeldes que habían salido de sus ojos mientras leía aquella carta.

Sonrió.

No era la primera vez que alguien le escribía una carta, por supuesto. En sus días como estudiante, muchas chicas le habían mandado varias pero lo que hacía esta especial era la sinceridad con la que Yeon Jun la había escrito. Había algunas marcas de agua en la hoja, por lo que entendió que el de felinas facciones había estado llorando mientras la escribía y Soo Bin se sintió algo mal por haber sido un poco duro con él la vez que había ido a su casa para darle una explicación.

Explicación que Yeon Jun quería darle sin que él se lo pidiera.

Suspiró y, después de sonar su nariz, se sintió seguro de lo que haría a partir de ese momento:

—Esperare por ti el tiempo que sea necesario, mi idiota Yeon.

•━━━━━━━━━━•

Ya falta poco para que se termine esta historia, espero les haya gustado los capitulos de hoy. (²/²) 🌻

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro