Beom Gyu no sabía por dónde empezar.

Desde que descubrió la identidad del asesino de Tae Hyun estuvo practicando la manera adecuada de decirle al chico lo que había encontrado pero al tenerlo sentado en la cama de Yeon Jun; frente a frente, realmente todo lo que había estado "repasando" una y otra vez se le era complicado decir en ese momento.

Iba de un lado a otro. Tae Hyun lo observaba atentamente y, negando unas cuantas veces, fue el primero en romper el silencio que estuvo reinando en el cuarto por un largo rato.

—¿Puedes detenerte? Me estás mareando —se quejó.

—Lo siento —se detuvo y aclaró su garganta un poco—. Primero, debes saber que lo que voy a decirte es algo complicado y será más difícil porque no conozco demasiado a las personas que tú conociste antes de fallecer —empezó a decir.

—Ve al punto —insistió Kang de manera algo autoritaria y Beom Gyu entrecerró los ojos al ver la manera en la que el otro le había hablado—. Perdón —dijo completamente avergonzado de hablarle así al de ojos pequeños.

—Lo que quiero decir es...

—¿Llegó en un mal momento? —Preguntó Yeon Jun entrando a su alcoba y viendo que sus amigos se encontraban algo serios. Los otros dos lo miraron y luego se vieron mutuamente el uno al otro. Como preguntándose si era correcto que el azabache también estuviera en un momento importante como ese, a lo que; después, Beom Gyu asintió y volvieron a poner sus miradas en el recién llegado. Quien ahora los miraba algo extrañado—. ¿Eso que hicieron es algo íntimo entre ustedes o algo por el estilo?

—Beom Gyu va a decirme algo importante y creemos que es bueno que tú también lo sepas —habló Tae Hyun por ambos. El chico tenía una sonrisa algo torcida y le indicó al de felinas facciones que se sentara a su lado. Una vez Yeon Jun se sentó, ambos miraron al de ojos pequeños—. Ya puedes empezar a hablar.

—De acuerdo —Beom Gyu suspiró con pesadez y volvió a aclarar su garganta—. El día que Yeon Jun y Soo Bin tuvieron una cita, yo estaba en mis deberes cotidianos. Estaba llevando el alma de alguien y, sin querer, una conversación llamó mi atención esa vez —humedeció un poco sus labios—. Se trataba entre... ¿me repites el nombre de la chica que falleció? —Se dirigió a Tae Hyun.

—Eun Bi.

—Sí, ella. La conversación era entre ella y un chico —y sintió que lo siguiente era la parte algo complicada—. Él le dijo que si llegaba a decirle algo a la policía, que se desharía de ella, ella le aseguró que algún día descubrirían que él mató a Tae Hyun y que disfrutaría ver el momento en que lo arrestarán —dijo por fin. Los dos abrieron sus ojos con sorpresa.

—Entonces estuve en lo cierto —murmuró Yeon Jun pero; de todos modos, Tae Hyun logró escucharlo.

—¿A qué te refieres? —Preguntó éste con interés.

—Soo Bin me dijo que tu primo le dijo que la encontró muerta. A lo que; siendo algo deductivo, le dije que era obvio que el chico que te mató... también es el responsable de la muerte de la chica —aclaró y Tae Hyun tragó pesadamente antes de dirigirse nuevamente a Beom Gyu.

—¿Sabes el nombre del responsable? —El de ojos pequeños negó y, antes de que pudiera hacer otra pregunta, Beom Gyu agregó:

—Sé cómo es físicamente pero no sé dónde encontrarlo —los tres hicieron una mueca y trataron de pensar en alguna manera de descubrir al responsable, siendo Yeon Jun quien; posiblemente, tuviera una de las mejores ideas en ese momento.

—Soo Bin me dijo que pasado mañana van a velar a la chica en casa de sus padres. Lo más seguro es que tu primo esté ahí, si fue él... Beom Gyu podrá identificarlo.

—Beom Gyu cree que Joshua no es el autor de mi muerte —dijo Tae Hyun e infló levemente sus mejillas.

—De cualquier modo, si el responsable la conocía... cabe la posibilidad de que vaya. Para parecer inocente frente a todos pero nosotros tendremos la ventaja —aclaró—. Le dije a Soo Bin que iría para estar con él pero ustedes vendrán conmigo. Beom Gyu observará a cada persona del lugar y, si el asesino llega a estar ahí, trataremos de hacer lo posible porque siga ahí cuando hablemos a la policía.

Soo Bin miró la casa desde la ventanilla del auto de Yeon Jun. En cuanto sus horas de trabajo terminaron, el de felinas facciones estaba fuera del instituto esperándolo en compañía de Huening Kai.

Dejaron primero al menor en el orfanato, el de felinas facciones le dijo a qué hora pasaría a buscarlo y el más joven asintió, despidiéndose tanto de Soo Bin como de Yeon Jun antes de bajar del vehículo. Luego, el azabache llevó al alto a casa de los padres de Eun Bi y, en cuestión de minutos, ahí estaban.

Frente al lugar del que entraban y salían algunas personas.

—No importa si quieres quedarte aquí un rato, ¿sabes? —Le dijo Yeon Jun al ver que no había siquiera desabrochado el cinturón de seguridad. Soo Bin mordió levemente del interior de su mejilla.

El azabache ya le había contado lo que; de alguna manera, había descubierto y, por supuesto, tenía demasiado interés en ver el rostro del responsable.

—Quiero hacerlo —dijo con completa seguridad. Desabrochó el cinturón, abrió la portezuela del auto, salió; permitiendo que al aire le diera en el rostro, y cerró la portezuela con cuidado.

Yeon Jun lo imitó, llegó al lado de Soo Bin y, entrelazando su mano con la del alto, le preguntó:

—¿Listo?

—Completamente —apretó levemente la mano del azabache y ambos caminaron a la casa. Entraron con algo de tranquilidad y miraron disimuladamente a todas las personas que se encontraban en ese momento en la casa. Beom Gyu y Tae Hyun se mantuvieron cerca del azabache por si las dudas pero; en cuanto éste y el alto se detuvieron, Yeon Jun les hizo una seña de que revisarán todo el lugar. Cosa que hicieron sin llevarle la contraria—. Nunca me ha gustado venir a este tipo de cosas, ¿sabes?

—¿Por qué? —Se interesó en saber Yeon Jun.

—Porque la tristeza se contagia demasiado, el ambiente se siente pesado y la idea de saber que no volverás a ver a un ser querido... eso es un dolor que no se va fácilmente —aclaró y suspiro con pesadez.

Vio a los padres de Eun Bi hablar con Joshua y, en cuanto lo vieron, Soo Bin les mostró una sonrisa forzada. Porque; de alguna manera, él entendía lo que ellos estaban pasando.

Joshua miró la manera en la que Yeon Jun y Soo Bin tenían sus manos entrelazadas y, aunque en otro momento aquello hubiera sido un "dolor" para él, nada se podía comparar con el gran dolor que sentía de perder a Eun Bi.

—¿Él está aquí? —Le preguntó Tae Hyun a Beom Gyu en cuanto entraron a la cocina. El de ojos pequeños miró detenidamente a las personas que estaban ahí y negó.— Sigamos buscando —lo agarró del brazo y lo sacó de ahí antes de que el de ojos pequeños quisiera buscar por su propia cuenta pero; en cuanto regresaron al pasillo principal, Beom Gyu vio al responsable entrar.

Se detuvo; cosa que también hizo que Tae Hyun se detuviera, y señaló la entrada principal del lugar.

—Es él —dijo con los ojos bien abiertos y Tae Hyun miró hacia donde Beom Gyu estaba señalando. Conocía perfectamente a ese chico, lo había visto varias veces con Joshua y, aunque no recordaba exactamente su nombre, fueron inmediatamente hasta donde Yeon Jun y Soo Bin se encontraban.

—El blanco está entrando —le murmuró Tae Hyun al azabache y éste miró hacia la entrada. Viendo por fin al responsable de todo eso.

—Soo Bin —llamó suavemente al alto—, ¿cómo es que se llama ese chico? —Le preguntó y el nombrado miró al muchacho del que Yeon Jun le estaba preguntando.

—Lee Seok Min, es el mejor amigo de Joshua —respondió—. ¿Por qué? —Preguntó con curiosidad y el azabache lo miró. No hizo falta que dijera algo al respecto, Soo Bin entendió perfectamente lo que el silencio de Yeon Jun significaba—. Llamaré a la policía.

Soo Bin se alejó lentamente y se metió a uno de los baños de la casa, Yeon Jun lo siguió de cerca pero se quedó afuera para asegurarse de que el tal Seok Min no se acercará y descubriera lo que estaban haciendo. Pasaron unos cuantos minutos. Soo Bin ya había salido del baño pero estaba demasiado nervioso y, por supuesto, Yeon Jun trató de tranquilizarlo. Que no se dieran cuenta que gracias a él la policía iba a llegar.

Se escucharon las sirenas por casi toda la calle y la mayoría de persona que estaban en la casa; a excepción de Yeon Jun y Soo Bin, se sorprendieron de ver a dos carros de policías afuera del lugar.

—Lee Seok Min —dijo Park Hyung Sik en voz alta; con su arma en mano, una vez estuvo dentro de aquel hogar y de inmediato todas las miradas fueron a parar al chico que se encontraba hablando con Joshua.— Manos a la cabeza —lo apuntó y le indicó a su compañero que se acercará hasta el chico.

—¿Qué es todo esto? —Preguntó el padre de Eun Bi al ver que el hombre sacaba unas esposas mientras se dirigía a Seok Min.

—Queda bajo arresto por el asesinato de Kang Tae Hyun y Lee Eun Bi —Do Ji Han bajó las manos de Seok Min a su espalda baja y le puso las esposas.— Todo lo que diga será usado en su contra y tiene derecho a un abogado.

—N-No entiendo, esto debe... debe ser un error —empezó a decir Joshua sin creer lo que el chico; y mejor amigo, hizo—. Diles que es un error, que tú no tienes nada que ver con la muerte de mi primo y mi ex novia —suplicó. Sus ojos ardían pero dejó que las lágrimas empezarán a bajar al ver que Seok Min no negaba lo que aquel oficial había dicho—. ¿Por qué? —Preguntó y, al ver que el chico seguía sin responder, lo golpeó en el labio—. ¡¿Por qué lo hiciste?!

—Tae Hyun fue el responsable de la muerte de mi primo, debía vengarme por eso y no me gustaba la idea de verte sufrir porque él estuviera con Soo Bin —empezó a decir.— Y Eun Bi debía dejar de meterse en asuntos que no le incumbían.

—Pero eso no significaba que quisiera verlo muerto —le dio otro golpe en el rostro, al grado de dejarlo contra el suelo y desquitar todo el despreció que empezaba a sentir por su; ahora, ex mejor amigo.— Eun Bi era inocente, pensaba regresar con ella y ser feliz. Ahora por tu culpa no podré hacer eso.

—Joshua, cálmate —dijo Soo Bin.

Él y Yeon Jun separaron al chico de Seok Min. Dándole pasó a los hombres uniformados de llevárselo. En cuanto dejaron la casa, todos los presentes empezaron a murmurar al respecto. Joshua se soltó del agarre del alto y el azabache para irse al patio trasero de la casa.

Soo Bin tuvo la intención de seguirlo, pero el de felinas facciones lo detuvo al ver su intención.

—Necesita asimilar lo que acaba de pasar, dale su espacio —le dijo y pasó su otra mano por su nuca. Porque no sabía que hacer ahora—. Será mejor que vayamos por Huening Kai —fue lo primero que se le ocurrió. El alto asintió y, está vez, fue él quien entrelazó su mano con la de Yeon Jun antes de dejar un beso en su mejilla.

—Gracias por tu ayuda. Yo... no sé qué habría hecho sin ti —Soo Bin bajó la mirada al sentir como se empezaba a ruborizar y Yeon Jun solo se dedicó a sonreír ampliamente por lo que el alto había hecho.

—¡Sí! —Gritó animadamente Tae Hyun y Beom Gyu le dio un golpe en el brazo. El chico se quejó un poco al respecto pero luego entendió que debía darles un tiempo a solas a ambos chicos.

Cosa que aumentaría más la alegría que estaba sintiendo.

Soo Bin miró por última vez; en el rato que llevaban ahí, la dirección por la que Joshua se había ido a la parte de atrás. Por el momento le daría su espacio al chico como Yeon Jun le había dicho pero; en cuanto lo viera, le haría las preguntas que empezaba a tener en su cabeza.

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