Capítulo 28
-¿Tú crees que conseguiré ser médico?- me preguntó Frederic un sábado por la tarde mientras estábamos en su habitación.
Me giré hacia él dejando de prestar atención a mis deberes de economía. Había tenido turno por la mañana en el supermercado y Frederic me había invitado a su casa a pasar el resto del día con él.
No pude rechazarlo, uno porque me apetecía y dos porque casi no pasaba tiempo con él. Aunque sonase algo cruel realmente Frederic había supuesto en parte una carga más a las cosas que tenía que hacer. Lo que pasaba era, que él era una de las pocas cosas que me daban tanta felicidad.
Tenía que admitir que a veces me mostraba muy insegura en eso, siempre temía que Frederic me dejase por no pasar demasiado tiempo con él.
-Por supuesto que sí- le respondí segura, dejé mi bolígrafo azul encima de mi libreta- ¿Por qué preguntas eso?
Frunció el ceño como si estuviese barajando contarme la verdad o no. Pasé mi mano por su musculoso brazo.
-Es que... ¿Tú crees que soy lo suficiente inteligente como para serlo? -la pregunta me dejo pasmada por unos segundos.
Oh, Alá, me muero de ternura y a la vez de rabia, a saber, qué le habían dicho sus padres para que pensase eso.
-Frederic eres muy inteligente y sacas buenas notas. No dejes que nadie te haga creer lo contrario- le aseguré, me acerqué y le di un suave beso en los labios- ¿Qué te han dicho tus padres?
Suspiró agobiado.
-Si mis padres no me soportan económicamente no podré estudiar medicina- me explicó- No me van a dar una beca ya bien sea por deporte o por notas, no conceden becas a personas con un nivel adquisitivo tan alto como el mío.
Fruncí el ceño pensando. Alá bendito, ¿por qué no podía tener unos buenos padres?
-¿Y tus abuelos?- le pregunté- ¿No te podrían ayudar?
Me miró como si no se le hubiese pasado esa idea por la cabeza. Pasó su mano derecha por su pelo rubio despeinándoselo.
-¿Me acompañarías a verlos?- me preguntó esperanzado.
Forcé una sonrisa.
-¿Tú crees que es una buena idea?- le pregunté.
Me miró sin entender muy bien por qué realizaba esa pregunta, eso hizo que mi corazón se calentase, finalmente se respondió la pregunta.
-Es una pregunta normal que hacerse, la gente que es más mayor es más probable que sea racista y siendo como son tus padres...- me encogí de hombros.
-Ya sabes cómo está todo el mundo después del 11-S y eso que bueno, mis padres son marroquíes y Marruecos es un aliado importante de Estados Unidos, pero bueno, supongo que las personas son así- me volví a encoger de hombros- ¿Por qué quieres ser médico?
-Por Aria- me contestó- Aria era mi mejor amiga cuando era pequeño... Ella era maravillosa y estaba enferma. Tenía leucemia y siempre estaba muy cansada. Recuerdo ir a leerle cuentos todos los días cuando estaba tan cansada que no podía salir de la cama. Y, recuerdo cómo me enfadaba cuando no podía venir a verme a mis partidos de baloncesto porque se encontraba mal o tenía que ir a una sesión de quimioterapia.
Se quedó unos segundos callado.
-Murió cuando yo no tenía más que siete años- dijo, pude ver como sus ojos humedecidos.
Le abracé.
-Aria estaría muy orgullosa del hecho de quieras ser médico para poder ayudar a personas como ella- le aseguré, empezó a llorar suavemente.
No le animé a que parase de llorar. Llorar era algo natural y lo mejor para ello era desahogarse. No sé cuánto estuvimos así.
-¿Y tú por qué quieres estudiar DADE?- me preguntó una vez ya más tranquilo.
-No me preguntes eso que voy a quedar fatal- comencé- Es por el dinero.
Se rio suavemente contra mi cuerpo.
-La verdad es que sí que ha sonado horrible- confirmó.
Me reí.
-El dinero no hace feliz a la gente- me dijo Frederic- Sé que tú nunca lo has tenido, pero mírame a mí, tengo mucho dinero, pero no fue hasta que llegaste tú que fui feliz. Comprendo que quieras ayudar a tus padres, pero Diala, no tienes que trabajar en algo solo por dinero. Hay muchos otros trabajos en los que se gana un sueldo promedio con el que puedes ayudar a tu familia.
-¿No crees que valga para ser abogada?- le pregunté.
-Mi flor, eres la persona más ambiciosa y trabajadora que conozco y si quieres ser abogada lo serás, pero no te gusta discutir ni te sueles quejar mucho- me respondió sincero.
-¿Pero qué voy a hacer sino? Tú quieres ser médico, Amber quiere ser política, Grace se dedicará a algo relacionado con la música, Jacqueline seguirá la compañía de su tía, Tessa trabajará en la empresa de sus padres, Virginia escritora, Laila en algo que impliqué las matemáticas y Hellen será actriz o reina de Noruega.
-Bueno, Florence no lo sabe y Lizzie tampoco- me contrarrestó.
-Lizzie adora a los niños y quiere ser profesora, y Florence ahora mismo no está en su mejor momento como para pensarlo, pero le encanta la jardinería y las novelas románticas, podría trabajar en alguna editorial.
Me gustaba ser animadora, pero no me quería dedicar a ello al igual que me pasaba con el coro y con la asociación estudiantil.
-¿Tal vez trabajadora social?- dije en voz alta sin darme cuenta.
-Es una buenísima idea- me felicitó Frederic abrazándome.
-Me gustaría ayudar a todas esas familias y niños de los cuales se olvida el gobierno y la sociedad- pensé en toda la gente que vivía por mis barrios.
Nos quedamos unos minutos en silencio.
-Bueno, no vamos a conseguir nada sino nos ponemos a hacer los deberes- dije sonriente.
-Si señora- me dijo Frederic haciendo el saludo militar.
__________________________________________________________________
¡Hola lectores!
¿Qué tal estáis? Espero que estéis bien.
Si os ha gustado no olvidéis votar, compartir y seguirme en mi perfil.
Besitos 😉😉❤❤💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro