Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6: Y la suerte... no me acompaña

CAPÍTULO 6

Y la suerte... no me acompaña

Es gracioso cómo Dellan pudo colarse en mis pensamientos durante todo el día. Me da risa, pero una histérica e incluso triste. Siempre me he repetido que debo centrarme en mis estudios y en mi familia, que lo demás es secundario porque realmente no tengo tiempo para ello. Mamá siempre me lo dijo. Y conocer a un chico como él es lo que me falta para cagarla. Es el típico chico que mi madre no aprobaría jamás para mí. Y, en definitiva: me vuelve loca. Me desquicia, pero también altera mis emociones de una forma... diferente. E incómoda. Muy incómoda.

Decir que siento maripositas por él sería caer realmente bajo.

Atribuyo a que siento eso porque estoy "sacada de mis casillas", en terreno desconocido. En mi vida siempre he controlado todo lo más que pude, nunca dejé que algo me desmorone... Hasta Dellan, él parece ser incontrolable. Como si fuera una especie de bache en mi camino... Y planeo volver a mi apacible vida otra vez.

Voy a poder.

Espero con miedo la hora del regreso de mamá y, como debe ser, me encuentro a Lía con una expresión entre el cansancio y el fastidio. El que ella tenga esa mueca simplemente me eriza el vello de mis brazos. No es algo extraño verla fastidiada por el trabajo, pero ahora... Ahora es diferente, y creo saber el motivo.

Tiene la expresión de Lía Slowell asesinará a su hija.

Cierra la puerta de un golpe y respira, como intentando calmarse. Camina unos pasos hasta toparse con nuestra mesa y arroja las cosas de su carteta, sólo para girarse hacia mí.

—¡Britt Adeline Slowell! ¡Dime qué ha pasado y qué hacías con un compañero en el baño!

Mis ojos se salen de órbita del susto por su repentino grito.

—Eh... Esto. ¡Hola, mamá! —intento poner mi mejor sonrisa, pero eso hace que ella frunza el entrecejo.

—¡No es una respuesta! ¿Qué clase de madre soy si mi hija se esconde en el baño del colegio con un chico? —casi puedo ver cómo le saltan pequeñas lágrimas.

—¡Woooooooooooah! Espera —digo, levantando las manos—. Eres la mejor mamá que puedo tener y no me he escondido en el baño con el chico... Él simplemente entró —explico.

—¿Para qué entró? —cuestiona, alzando su ceja derecha.

—No lo sé. —Le respondo, sintiéndome algo incómoda. Él, supuestamente, quería besarme. No, definitivamente no puedo decirle algo como eso—. Para hacerme una broma, supongo.

Mamá entrecierra sus ojos.

—¿Te molesta? —Dudo, pero asiento con la cabeza—. ¡Ah, no! ¡No permitiré que se pase de listo y nos haga quedar mal! ¡Prepararé una cita con la directora y la madre del chico! ¡No puede quedar así!

—Mamá, no es nada. Déjalo así —digo casi implorando, no quiero que haga escenas, ni drama. Pero estoy olvidando que mamá es la reina del drama, mucho peor que yo.

—¡Nada de eso! Pásame tu cuaderno, cariño. Nos reuniremos lo antes posible.


Han pasado tres días desde el incidente. Mamá no ha dejado de quejarse, incluso estuvo a punto de decirme que no fuera al colegio hasta solucionar todo... Aunque, por supuesto, no lo ha hecho y yo he asistido normalmente.

Para mi sorpresa, Dellan no se ha cruzado en mi camino. Sí, nos vimos un par de veces, pero nuestras miradas jamás chocaron, ni nuestros horarios. Nada. Mika me ha insistido en que le contara toda la historia y yo le respondí que no había mucho para decir. Ahora se ha enojado conmigo.

Pareciera como si el mundo hubiera dicho "¡oh, sí! ¡Hay que joderle la vida Britt!".

Mi madre hoy pidió día libre para hablar con la directora y el padre de Dellan, ¡es demasiado alboroto! A decir verdad, están armando un escándalo donde nada hay, pero no escuchan. Yo les digo que nada ha pasado y se enfadan conmigo por no decir la supuesta verdad. ¡Qué les den a todos!

Las horas del colegio, para mi mala suerte, pasan lentamente y el frío no se va. Todo el colegio está conmovido porque tres alumnos han desaparecido hace tres meses y aún no encuentran nada sobre ellos. Yo nunca los conocí, de hecho, uno era muy nuevo, pero sus nombres están todo el tiempo en el aire.

Emma Cusnier, Owen Liv y Steven Liv.

Owen era nuevo; y creen fervientemente que él y Emma se fugaron juntos. Y Steven, bueno, las chicas que lo seguían como perros babosos lo extrañan con fuerza. Steven últimamente hablaba con Emma, según escuché. Pero he oído muchas cosas ya. Demasiadas a mi gusto.

Si yo desapareciera, ¿acaso harían todo ese revuelo?

Ahora Dellan, entre un grupo de chicos, pasó a ser el centro de atención por esto, aunque él no se hace notar tanto. Sin embargo, las chicas que seguían a Steven, ahora están con ellos... Son como hienas buscando carne fresca y fácil... Esos chicos, me refiero.

Sin embargo, y a pesar de que sé sobre esto, me ha resultado extraño verlo a Dellan con una chica en su regazo hoy en uno de los recreos, me dio ganas de ir y sacar a esa chica de ahí. Pero ¿quién soy yo para juzgar? ¿Por qué me tiene que molestar que esté con una tabla de pinturas? ¡Él puede hacer lo que quiera! ¿Cierto?

Ahora me siento mejor por no haberle hecho caso a sus niñeadas y palabrería bonita.

—Señorita Slowell, ¿me estaba escuchando? —interrumpe un profesor mis pensamientos.

—¡S—sí! —contesto, pero mi mentira es muy poco creíble.

—¿Qué fue lo último que dije antes de esto?

Parpadeo y, antes de atar mi lengua, le respondo lo peor.

—Me preguntó si lo estaba escuchando...

—¿Haciéndose la listilla y no prestando atención en mi clase? ¡A dirección ahora!

¡Por favor, no, no, no!

—Se lo ruego, por favor, siento eso. ¿Puede decirme qué estaba explicando, y... y...?

El profesor ríe amargamente.

—¡A dirección dije, Slowell!

Tenía que ser profesor de matemáticas...

Me levanto haciendo demasiado ruido en mi aula y arrastro lo pies hasta llegar a la puerta. La abro y la cierro demasiado fuerte, ganándome otra reprimenda. ¡Jamás fui tantas veces a la estúpida dirección! ¡Todo es culpa de Dellan! ¡Por estar pensando en él!

Al salir del aula murmuro un "vete al carajo", y quedo justo adelante del salón de enfrente. Dellan está sentado en el mismo lugar de siempre: el último banco. Tampoco parece estar prestando mucha atención a su clase, pero él tiene tanta suerte que jamás le dicen nada. Oigo unos golpeteos en el vidrio de mi aula y, al girarme, me encuentro con la redonda cara del profesor. Refunfuño otra vez y comienzo a caminar hacia la dirección.

Antes de darme cuenta, mi vista pasa otra vez por el cuerpo de Dellan, y sus ojos chocolate, como una desgracia divina, se cruzan con los míos; luego, una pared interfiere y agradezco a la construcción del lugar.

Suspiro al darme cuenta que mi madre debe estar ahí dentro.

Y el padre de Dellan.

Y la simpática directora.

Despídete de ti misma, Britt, pienso formando una sonrisa amarga en mi rostro.

🎸🎸🎸🎸🎸🎸🎸🎸🎸

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro