Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1: El plan del plan, de la apuesta planificada

CAPÍTULO 1

El plan del plan, de la apuesta planificada

Ni bien pongo un pie fuera del aula, me arrepiento instantáneamente y vuelvo a entrar al salón como si estuviese escapando de mi peor pesadilla. Simplemente no puedo hacerlo y mi cuerpo me lo está advirtiendo: un ligero mareo invade mi cabeza y mi garganta parece resecarse segundo a segundo, sobre todo al notar que Mikaela no frenará hasta que haya conseguido lograr nuestro objetivo.

Ese del que, en este momento, no quiero saber nada en absoluto.

—¡Vamos, Britt, anda! ¡Ahora! —dice Mika, tirando de mi ropa para sacarme al pasillo.

—Mejor otro día —le digo esquiva, intentando quedarme en mi sitio sin lograrlo. Mika, en lugar de dejar de tironear y considerarme un caso imposible, forcejea aún más, obligándome a avanzar unos pasos hacia la puerta.

Es increíble que siendo tan pequeñita tenga esa fuerza.

—¡Estuvimos esperando todo el fin de semana! Qué va... ¡fueron meses hasta que te decidiste! No puedes echarte atrás. ¡Acabas de decir que lo harías! —insiste, prácticamente chillando.

—¡Pienso en eso y casi no puedo respirar! ¡No puedo hablarle así!

—¡Si piensas de esa forma jamás le hablarás! ¡No seas cobarde, Britt!

—¡Lo sé! —«Y tal vez eso sea lo mejor que pueda pasarme, a pesar de quedar como una cobarde», pienso para mí misma. Pero en lugar de admitir eso en voz alta, ruedo los ojos ante su comentario. ¡Qué fácil es para ella esta situación! Mika no es la que quedará como una lunática frente al chico más guapo del instituto.

Se supone que las amigas no te obligan a hacer cosas que no quieres; ellas te deben comprender y decirte que hagas lo que salga de tu corazón. ¡No actuar de esta forma! Pero, cielos, estoy hablando de Mika. Ella es la persona más energética y positiva que existe en el mundo, es obvio que no voy a poder escapar tan fácilmente.

Tal vez nunca debí haber apostado. O haberle contado a Mika sobre la apuesta, mejor dicho. Pero, en el momento de contarle, sabía que sin su empuje jamás lo lograría.

—Es tu oportunidad, Britt. O lo tomas o lo dejas. Y si lo dejas, le hablaré yo. Y si me hace caso a mí primero, tú te lo pierdes —me reta ella, subiendo su tono de voz una octava más arriba.

La estoy exasperando. Si hay algo que no tiene Mika, es paciencia.

«Vamos, Britt. Es solo hablarle y ya está. ¿qué hay de malo en eso?», digo para mis adentros, en un intento de convencerme a mí misma.

—No quiero hacerlo —musito, cerrando fuertemente los párpados.

—¡Sí que quieres! Pero te da miedo —grita ella, casi bufando—. ¿Crees que soy tonta solo por ser un año menor que tú? Por algo hiciste la apuesta. solita apostaste eso, fue tu voluntad.

—Y definitivamente me equivoqué en apostar —comento y, finalmente, me dejo llevar por Mika hasta el inminente desastre.

Mi inminente desastre.

Al menos, cuando hice la apuesta, el desastre parecía valer la pena. ¿Qué fue lo que aposté? Que puedo hablar y sacarme una fotografía con el clon de mi modelo preferido de tapas de libros, Peter Toph. Pero, si no lo logro, debo subir un vídeo a mi cuenta de instagram cantando.

Y no, ni de coña quiero subir algo así. Yo no canto.

No sé por qué aposté algo así.

Así que debo completar la primera opción. No solo por mis seguidores, que ahora están expectantes, sino que también por mí. La vida se trata de vencer miedos y de superarse a uno mismo, ¿no? El problema es que es fácil llegar a esa conclusión, pero difícil ponerla en práctica.

Debo ir a hablar con Dellan Rochester, ese chico de mi colegio que es casi idéntico al hombre que representa a mi personaje literario preferido. A veces hasta parece como si el mismísimo Peter estuviera caminando por el instituto por lo semejante que es: misma forma de cara, de cuerpo, de sonrisa... Todo salvo sus ojos: en lugar de tenerlos azules, Dellan los tiene de color chocolate.

Puedo decir que Peter me gustó desde que lo vi en las portadas de mi saga preferida, pero enloquecí por él cuando, un día, se me ocurrió escribirle al Facebook y me contestó a los pocos segundos. No recuerdo haber tenido un momento más fangirl que ese en mi vida, ni puedo explicar cómo me sentí cuando vi que tenía un su mensaje. Simplemente enloquecí en silencio para no despertar a mamá.

Aunque, a decir verdad, esa emoción que sentí por Peter se puede igualar perfectamente al primer día que vi a Dellan Rochester. Él estaba caminando por primera vez por los pasillos de mi instituto y, muy rápidamente, me percaté del parecido con el modelo. Creo que, en ese mismísimo momento, aluciné como nunca.

Dellan entró al colegio este año, pero yo me enteré de su existencia hace unos meses atrás ya que casi siempre tengo la cabeza metida en algún libro cuando no estoy estudiando. Pero él se encuentra justo en el salón que está frente al mío, así que solo tuve que salir a buscar una tiza a pedido de la profesora para verlo y que mi corazón pegara un brinco fuera de mí. Desde entonces, casi como si fuese sincronicidad, lo veo todos los días.

"Dellan". Hasta su estúpido nombre empieza con "D", como "Deamon", el personaje que Peter representa, un alienígena irresistiblemente atractivo con un humor bastante peculiar.

Para realizar la apuesta (que, sinceramente, fue más una excusa para hablarle), tuve que dividir el plan en varias fases.

Primero vino la planificación. El "prepararme mentalmente" (que, en realidad, fue una etapa de esquivar las posibilidades de hablarle) durante semanas, hasta hoy, que estamos a unos meses de terminar las clases. Suena tonto temer hablar con alguien, lo sé, pero es difícil cuando esa persona hace que sea incapaz de reaccionar sin activar mi lado de fan.

La segunda fase fue hablar con Mikaela sobre él (hecho que, prácticamente, me está arrastrando a encarar la situación justo ahora). Cuando le conté a Mika sobre el parecido de Dellan con el modelo, ella logró incrementar mis ganas de hablarle e insistió con que debía llevar a cabo mi plan.

Para condenarme solo bastó subir una historia sobre él y hacer pública la apuesta. En ese momento consideré que ese sería el mejor incentivo para hablarle: tendría que hacerlo sí o sí, dirigirle la palabra y tomarle una foto, si no quería subir un penoso vídeo de mí cantando a la red. Además, ¿quién no compartiría su emoción por conocer a un Daemon real en una página que trata sobre libros? Al publicar sobre esto, los comentarios fueron desde exclamaciones a demandas de: «¡Quiero una foto de él! ¡Ahora! No esperaré a que le hables».

Finalmente llegué a la fase tres: hablarle. Definitivamente la más complicada. Estoy convencida de que es demasiado extraño acercarme al chico y decirle: "Hola. Te pareces a Peter Toph, la viva imagen de Daemon. Así que, en cuestión, te pareces a un alienígena muuuuuuy sexy que es un personaje ficticio de un libro. Bueno, adiós. ¡Ah, espera! ¿Nos tomamos una foto?". Quiero masajearme las sienes, que están comenzándome a doler. «Qué linda conversación has planeado, Britt. ¡La conversación más normal y casual del mundo!», me reprocho a mí misma mentalmente.

Cada vez que me pongo de los nervios mi parte irónica salta, hincándome sus dientes. Y no es momento de usar ironía. No ahora, ni de esta forma. Solo consigo ponerme más alterada.

Pensar que, por un momento, creí que estaría segura con esto, imaginé que sería la mejor forma de hablarle... ¡Así quedaría como una lunática acosadora! Y, está bien, puede que haya sido algo acosadora (y también un poco dramática) este último tiempo, pero tengo sentido común. Una señal de que aún lo conservo es que esté nerviosa por esta situación tan atípica. Mikaela, en cambio, está demostrando que no...

—¡Britt, vuelve al mundo real! —ordena Mika chasqueando sus dedos frente a mí, trayéndome a la realidad. Estamos justo al lado de la puerta del salón de enfrente y desde aquí puedo ver a Dellan sentado en su pupitre en el fondo del aula, al lado de la ventana que da al pasillo contiguo del principal— ¿Entramos a su aula y le hablas? —pregunta ella, y yo comienzo a negar efusivamente.

—No entraré ahí —contesto tajante. Mika afloja su agarre y aprovecho su momento de distracción para caminar lejos de la puerta y esconderme detrás de la seguridad de la pared—. No puedo hacerlo, Mikaela.

—¡Anda, Britt! ¿Qué esperas? ¡Solo camina hacia él y deja de temblar, cariño!

Es cierto, estoy temblando como si me muriera de frío, pero no me había dado cuenta de eso.

Ella persiste e intenta llevarme consigo otra vez. Ambas quedamos paradas contra las ventanas del costado del salón de Dellan que dan al pasillo, pero al ser de un vidrio translúcido amarillo —además de que están repletas de afiches y carteles por la promoción del curso—, tengo la seguridad de que él no podrá reconocerme (y agradezco eso).

Aunque recordar que el clon de Peter está en el último curso, me hace acordar a que no estoy ajena al tiempo, que cada vez falta poco para el adiós de las clases en noviembre. Cada día que pasa, es una oportunidad perdida y me conviene terminar con esto temprano. Sé que mi indecisión es palpable hasta para el curioso que pasa y mira por solo un segundo.

Intento respirar, contar para tranquilizarme y zafarme del agarre de Mika a la vez. Pero todo se hace imposible.

—Vas, le hablas, te marchas. ¡Bingo! —continúa hablando ella.

Estoy por abrir la boca para contestarle otra negativa, pero mi nuevo pretexto es interrumpido por una voz femenina. Mikaela y yo nos sobresaltamos al saber que fuimos pilladas. Nos quedamos quietas por un segundo antes de girarnos para encarar a quien nos habló.

Aunque, por su voz, sabemos perfectamente quién es.

Cielos... Nuestro plan fracasaría...

«Qué bien».

🎸🎸🎸🎸🎸🎸🎸🎸🎸


Todo comentario y estrellita son bienvenidos. :)

-Bri. :)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro