Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

•C I N C U E N T A Y S E I S•

(3/3)

N/A: Y esto es todo por este finde, espero que le hayan disfrutado y nos vemos la próxima. Les quiero. 💜

SIMÓN

—Eres la persona a la cual quiero a mi lado ¿Acaso ya no sientes nada por mi Simón?— preguntó— te esperé y aquí estoy ¿Acaso no lo vez?

—Ya es tarde Raphael, ya no siento nada por ti.

Ambos estaban ahí, en el aeropuerto, recién estaba llegando del viaje y le había sorprendido ver a aquel chico corpudo con una sonrisa con hoyuelos incluidos, estaba esperándole con un ramo de rosa pero Simón ya no se sentía feliz de verle ahí, ya no sentía el mismo sentimiento que sabía tener cuando le veía por primera vez, muchas cosas habían pasado en Asia, que había cambiado todo lo que sentía.

—Ya no— repitió.

—Simón, no— susurró— Simón...

Abrió los ojos sintiendo un adormecimiento en todo su cuerpo y como su respiración fallaba, no podía creer que aquello había sido un sueño cuando podía sentir todo tan real, hasta los sentimientos de tristeza por aquella situación, hasta podía jurar que podía sentir la presencia de Raphael delante suyo, pero ahora podía ver las luces, sabiendo que estaba en el avión directo a Asia.

—Simón— se quejó Jace— ¡Simón!

— ¿Mmm?— susurró quejándose— ¿Q-qué pasa?

—Te estamos tratando de despertar desde hace rato, ya hemos llegado niño dormilón.

Se levantó estirándose dejando escapar un bostezo entre medio de su proceso, ya quedaban poca gente en el avión notando que había tardado un poco en poder despertarse, pero no había podido dormirse hasta un poco tarde del viaje, después de querer atrapar consigo aquel sueño que había tenido al principio de un Simón con Raphael, sacó su equipaje de arriba mientras que sus amigos le copiaban y salieron de ahí, sintiendo la diferencia de clima, Simón llenó sus pulmones de aire sonriendo cuando lo dejó salir trató de olvidarse de aquel mal sueño, nunca iba a dejar de sentir lo que sentía por Raphael, estaba seguro y lo juraba por su madre que a pesar del mes de separación nada cambiaría, porque es era estar enamorado, seguir gustando de la misma persona a pesar de todo, de la distancia, de los problemas, de los malos entendidos.

—Qué bien se siente estar aquí.

Caminaron por los pasillos hasta que pudo ver a lo lejos las personas a la cual irían a visitar, encontrándose a la persona más desagradable que sus ojos podían ver, era Jordán Kyle aunque solo un poco más crecido por los años de no verse, y aunque no quisiera decirlo, podía sentir el desagrado aún a pesar de no hablar con él, a su lado estaba el hermano de Clarissa, Jonathan Morgenstern, los recuerdos antiguos cuando sabía estar enamorado en silencio del chico le llegaron comenzando a colocarse rojo de vergüenza a no poder sacarlos de su mente, y a su lado una chica de tez morena, cabello lacio con un vestido que podría valer fortuna, pudo escuchar el desapruebo de Clarissa por aquello, ambas cuñadas no se llevaban tan bien, pero disimulaban por el chico, aún, a pesar de eso no sabía porque era el motivo de aquello, solo suponía que Clarissa tenía celos de ver una chica junto a su hermano.

— ¡Pequeña Clary!

Ambos hermanos se abrazaron cuando ya llegaron uno al frente del otro, mientras que lo demás que habían quedado aparte se saludaban entre ellos, Simón agradecía ser un chico y poder saludar con un apretón de mano a Kyle porque hubiese sido incómodo saludar al chico como si no pasó nada, cuando llegó a la chica y tratar de darle un beso en la mejilla ella se negó y estiró su mano, confundido la estrecho con la suya, pero a ver la cara de desacuerdo notó que no era así, haciendo que diera dos pasos atrás esperando que el momento de hermanos pasará para no estar en esos momentos tan incómodos. Sabía que los Morgenstern eran de plata, pero que buscarán mujeres con exigencias o soberbias ya era mucho para ellos, la plata siempre se le subía a la cabeza, aunque no incluía a todos, porque Clarissa y Jonathan no parecían ser así, cuando se separaron ese minuto incómodo pudo pasar.

—Mi cuñado favorito y la persona que quería ver desde hace tiempo, Simón Lewis— dijo alegre el chico.

Jonathan era la persona más alegre, carismática y humilde que alguno se pudiera cruzar, parecía no tener ningún problema con alguno; la situación se volvió incómoda cuando el chico sin ningún problema abrazo a cada uno como si fueran muy cercanos aunque no era así.

—Estoy tan feliz de que vinieran a mi boda, aunque es una lástima que los encantadores Lightwood no vinieran, ahora vamos, tenemos mucho que ver— dijo el chico— Quincy estaba feliz por conocer al pequeño Lewis.

—Aunque no es ningún pequeño— dijo la chica.

Todos comenzaron a caminar, la chica llamada Quincy estaba agarrada del brazo de su futuro esposo, mientras que este hablaba animadamente con Clary y un poco con Jace, aunque el rubio parecía más interesado por el lugar, Jordán iba a lado de la esposa de Jonathan mientras que el se había decidido ir más atrás mirando aquellas personas que le daban la espalda pensando en lo solo que se sentía por no tener a alguien para tomar de la mano. Vio como Jordán le miraba, con una sonrisa y se detenía para caminar a su lado.

—El chiquillo Simón— dijo este.

—El estúpido Jordán— respondió.

El chico comenzó a reír, pero a Simón no le hizo ninguna gracia.

—Al parecer aún te acuerdas por lo que hemos hecho antes, sabes que era joda Simón, puedo hasta decir ahora que las chicas corren detrás de ti y debes estar acostándote con una diferente cada noche.

—Soy gay— volvió a responder.

Dejando que el chico se sorprendiera, incomodo hasta el punto de no saber que responder, cuando salieron del aeropuerto el aire frío de la mañana les alcanzó haciéndole tiritar, todos se habían juntado en círculos para ver quién se iba con quién repartidos en autos, vio como Jonathan se sacaba su chaqueta y dándole una sorpresa se la tendió, y aunque podía buscar con la mirada a los hombres que llevaban sus maletas para sacar un abrigo, sonrió tomando el abrigo del chico, agradecido por ese gesto.

—Gracias.

Después de que se organizarán, había quedado que iría con Jordán mientras que la pareja de Clary y Jace irían con el Morgenstern, algo de lo cual Simón no estaba muy feliz por la decisión, la mala suerte le seguía a todos lado, por donde se viera. Cuando subió al auto y después de un viaje en silencio, el moreno a su lado al parecer recobró vida y comentó algo de lo cual le hizo enfadar.

—Lo sospeche desde siempre, marica— dijo en tono de broma.

Simón aguantando la molestia, pensó en como hacía falta unas de las derechas de Raphael junto en la cara de ese tipo, para que cerrara la boca por todo un mes. Aunque Raphael no estaba y debía dejar de pensarle o iba a tener que llamarle.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro