Hoseok llegó a su departamento en el que ahora se había mudado con Yoongi, después de cinco meses de citas donde volvieron a conocerse y también preguntarse todo lo que querían para asegurarse de estar en la misma página y no tratar de forzar su relación.

Se le hizo extraño encontrar todo en silencio porque si no era su gatito era Holly quien lo recibía.

Fue a la habitación que compartía con Yoongi y pudo ver como había un bulto tembloroso a lado de un Holly triste.

Hoseok se acercó y se sentó cerca y alzó la cobija. — ¿Gatito…?— Yoongi alzo su cabeza. — ¿Qué pasó mi cielo?

Yoongi salió de su cueva para aferrarse como koala a Hoseok. Lloro y lloro solo quería desahogarse, Hoseok no decía nada, solo sobaba su espalda mientras dejaba pequeños besos en su sien, quería hacerle saber a través de sus caricias que tenía su apoyo.

Holly se acercó a la pareja y comenzó a lamer parte de la piel expuesta de Yoongi en señal de apoyo.