Hoseok se estaba enojando, ya habían sido cuatro días que intentaba hablar con el pianista del cabello rojo, pero en absolutamente todas las veces fracasó.

Esta vez se dijo que lo atraparía y lo enfrentaría, aunque ahora pareciera un completo acosador.

Cuando tomó su primer descanso fue directo hacia un pequeño festival que se estaba haciendo en el parque.

¿Cómo sabía a donde se dirigía en cada función?

Había encontrado en Twitter una chica que tenía todo el itinerario de cada una de sus funciones y para su suerte esa información salía antes que la que daba la empresa del pianista, así que le funcionaba.

Cuando llego, lo vio, estaba ahí, solo que ahora vestía de manera muy casual y además un pequeño can se encontraba a su lado disfrutando de las caricias que le daban algunas personas.

La función había acabado unos momentos después y justo el chico estaba a punto de irse. Pero se le ocurrió una brillante idea.

Se acercó el cachorro y antes de que el pianista se diera cuenta, lo cargo y se fue en dirección a unas sillas de madera.

El pianista se asustó al no ver a su can hasta que a lo lejos lo vio en brazos de un chico y fue directo a él.

Su plan funcionó.