3. Cita 1/3
Harry estaba sobrepasando las cosas.
Estaba muy feliz porque Louis había aceptado su invitación a salir pero por otro lado estaba preocupado porque no sabe a dónde llevar al castaño. Ha pensado en varios escenarios donde llevarlo pero ninguno lo convencía.
¿Picnic? No, eso es al aire libre y podría llover.
¿Museo? No sabía si le gustaría a Louis y prefería evitar incomodidades.
¿Cine? Absolutamente no, no habría tiempo de poder hablar con él tranquilamente.
¿Restaurante? Muy cliché para su gusto.
¿Parque de diversiones? No eran de su agrado.
¿Su casa? Un rotundo no.
Definitivamente estaba perdido y no sabía qué hacer.
Necesitaba pensar con claridad y sabiduría a donde llevarlo puesto que la comodidad de Louis es muy primordial para Harry. Quiere que el oji-azul se sienta cómodo, libre y contento con Harry para que note que la salida no fue una completa pérdida de tiempo.
De verdad le atrae mucho Louis.
—¡Liam, Necesito que vengas acá!— Gritó el rizado levantándose de su cama y saliendo de su cuarto para buscar a su amigo.
Fue bajando las escaleras hasta que entró a la sala y ahí encontró a su amigo haciendo tareas.
—No tengo plata, no doy permiso, no te prestaré mis cosas... ¿Qué quieres Harry?— Liam lo miró fijamente mientras notaba como su ceño se fruncía.
— A veces me pregunto si eres idiota o te haces pero ese no es el punto ahora. Necesito tú ayuda con Louis— Se sentó frente a su amigo.
—¿Y qué es lo que necesitas?—
—No sé a dónde llevar a Louis para nuestra cita y créeme que ya pensé en varios lugares pero ninguno me convence. Ayúdame a elegir cuál es el mejor lugar— Sus manitas estaban entrelazadas, temblando un poco puesto que estaba nervioso por su cita
— Mmm okey, ¿Podrías decirme cuales son los lugares?—
Después de que Harry le contó los diferentes lugares a donde pensaba llevarlo, Liam tuvo una buena idea.
—¿Y qué te parece si lo llevas a todos esos lugares que mencionaste?— Harry pareció que no entendía aquella situación. Liam sabía que tenía que volver a explicarle — Llévalo a todos esos lugares, no te estanques solo en uno y diviértanse desde la mañana hasta la noche— dijo.
A Harry se le iluminó la cara, la sonrisa que se le formó en la cara no tenía precio; se levantó de su su silla y se abalanzó sobre su amigo abrazándolo — Eres la viva reencarnación de Newton— le dio un besito en la frente —Gracias hijo de puta— se separó de él y se fue corriendo a su habitación para planear la salida perfecta.
Liam solo cerró sus ojos y tomó una bocanada de aire pensando en cómo era posible que se fuera su mejor amigo.
(...)
Louis estaba nervioso.
Estaba nervioso porque el día de mañana sería su cita con Harry y no sabia que decir o hacer. Su cita es desde las 9:00 de la mañana hasta la noche; raro pero sería algo diferente a lo que está acostumbrado y probablemente le gustaría.
No sabia que se pondría puesto que Harry le dijo que sería una sorpresa y que se pusiera algo cómodo, cosa que no le gusta a Louis porque le gusta estar bien vestido para una ocasión en específico.
Ahora estaba acostado en su cama mirando su techo pensando seriamente si aquella cita sería lo correcto. Él sabe que está sobre pensando mucho que no debería de hacerlo puesto que ese hermoso chico de cabello rizado no tiene culpa de sus traumas e inseguridades pero no puede evitar pensar algo como:
¿Le seré lo suficientemente atractivo?
¿Y si no le gusta mi personalidad?
¿Y si solo me ilusiona y se va?
¿Y si solo quiere usarme?
Y si...
Aquello lo estaba abrumando y no sabía cómo parar las voces de su conciencia diciéndole que no es suficiente para nadie.
Iba a llorar.
Necesitaba un psicólogo.
Louis sabía que necesitaba ayuda profesional para dejar atrás todas esas inseguridades que tiene y que no solamente se ayudara a sí mismo sino que también ayudará a los demás de su entorno.
Si... es algo que definitivamente haría.
Pero ahora en lo que pensaba era la llamada que tuvo con Harry en horas de la tarde para confirmar su cita. Se sintió tan bien esa llamada...
Horas antes...
Louis se encontraba en el parque, estaba con su gato Michi mientras el felino reposaba sobre el regazo del humano y este le acariciaba la cabeza soltando ronroneos.
Había sido un día estresante en la universidad que mejor para quitar el estrés que salir al aire libre con tu mascota y disfrutar la paz, tranquilidad y esa soledad que a veces es tan cómoda.
Cuando casi caía dormido en los brazos de Morfeo su celular comenzó a sonar.
Era una llamada de Harry.
Estaba pensando si contestar o no ¿Y si le decía que yo quería salir con él? ¿Y si se burlaría de él?
¡Maldita sea! ¡Su mente era una mierda!
—Hola Harry— decidió contestar haciendo caso omiso a su mente.
—Hola Lou—
"Lou" el castaño se puso rojo como un tomate.
—¿Cómo estás, Harry?— pregunto.
— Estoy muy bien Lou, te llamaba para preguntar si nuestra salida seguía en pie. Tal vez querrías cambiar de opinión o se te presentaba un problema para el día de mañana...Solo quería confirmar— Su voz se oía baja, como si estuviera nervioso.
¡Joder! ¿Acaso este hombre no podría ser más perfecto?
—¡No, no, no! no tengo ningún problemas u otra cosa que hacer— dijo apresurado, de verdad quería salir con Harry— Si, si quiero salir contigo el día mañana— un sonrisa se dibujó en su cara.
— Tengo muchísimas ganas de verte, Lou—
¿Cómo se respira? ya no sabe.
—Y-yo también tengo muchas ganas de verte— estaba tan apenado, su corazón latía demasiado rápido por las palabras del rizado.
—Louis, de verdad no tienes idea de las inmensas ganas de saber mas de ti, de conocerte, de saber como eres, tu personalidad, tus gustos, tus disgustos o lo que te haga ser tú— hizo una pausa— Cuando te dije que me atraes, te lo dije de la manera mas sincera del mundo y nunca antes había pasado esto; eres tan atrayente que ni te das cuenta eso y la manera en cómo envuelves a los demás con tu sencillez, cariño y eso...eres inefable.—
Louis de verdad no podía creer lo que ese chico le estaba diciendo. ¿De verdad Harry quería saber más de él? Verdaderamente ese chico es un ángel.
—H-harry no se q-que decir— su voz sonaba entrecortada debido al nerviosismo.
—No digas nada, precioso— hizo una pausa — Puesto que nuestra cita está confirmada, me gustaría salir contigo desde las 9:00 de la mañana ya que tengo muchas cosas en mente, claramente me gustaría llevarte a desayunar ¿Te parece?—
—Si, me parece bien...¿Debo de vestirme casual o formal?—
—No es necesario vestir formal, puedes usar lo que te haga sentir más cómodo; desde un jean hasta una falda o vestido. Usa lo que más te guste Lou—
— Okey Harry, lo tendré en cuenta—
— Está bien precioso. Te tengo que dejar para checar los últimos detalles de nuestra salida, espero que tenga una feliz tarde y noche, no puedo esperar hasta mañana—
—Yo igual no puedo esperar hasta mañana. Adiós—
—Adiós Lou—
Tiempo actual...
Louis nunca se había sentido de esa manera nunca, un chico como Harry de verdad estaba interesado en él y eso lo ponía nervioso. Esperaba que todo saliera bien y que más adelante algo entre ellos pueda surgir y tal vez ser feliz.
(...)
El día de la cita había llegado y tanto Harry como Louis estaban muy nerviosos por ello.
Por un lado, Harry estaba terminando de alistarse; se puso unos skinny jeans negros, una camisa manga larga azul arremangada hasta sus ante brazos y unas botas, su cabello largo rizados hacían un buen contraste con ello. Se miró al espejo y decidió colocarse un poco de rímel en las pestañas, se peinó sus cejas y por último un brillo labial.
Tomó un largo suspiro y se miró al espejo.
Le gustaba como se veía.
Se sentía bonito.
Esperaba que Louis lo notara.
Tomó sus llaves y salió del apartamento para dirigirse a su auto, se adentró en el y comenzó a conducir hacia el destino del chico que le gustaba.
...
Louis estaba muy nervioso.
Se levantó muy feliz puesto que sería su cita con Harry. Se puso unos Skinny jeans negros junto una camisa del mismo color pero era cuello tortuga y encima se coloco una chaqueta azul oscuro a cuadros que resaltaba sus ojos y peinó bien su cabello.
Por primera vez en mucho tiempo le gustaba lo que veía en el espejo, se sentía tan bien.
Eran las 8:59 am, estaba esperando a que Harry pasara por él, sus manos sudaban y su corazón latía a mil por hora porque no había tenido una cita hace mucho tiempo. Quería que todo saliera bien.
Se hicieron las nueve en punto y escuchó una bocina, sabía que Harry había llegado. Empezó a bajar las escaleras de su apartamento y escuchó como tocaban la puerta; llegando a ella la abrió y se encontró lo que sería como un ángel, Harry se encontraba ahí frente a él con una bella sonrisa y un ramo de gardenias blancas.
¡Este hombre algún día será mi perdición!.
—Hola Lou, te ves muy hermoso— la sonrisa del rizado era grande, sus hoyuelos se formaban en sus mejillas y eso lo hacía ver mucho más precioso.
—Hola Harry, tu también te ves muy precioso— el castaño le sonrió y el rizado pudo apreciar que cuando Louis sonreía se le formaban unas arruguitas al lado de sus ojos, era tan hermoso.
—Yo...Emm te traje estas flores— el oji-verde le extendió el ramo de flores al castaño—No se cuales son tus flores favoritas o si te gustan las flores pero creí que seria un lindo detalle— Louis las tomo entre sus manos— La gardenias son símbolo de pureza, sinceridad, admiración pero el cultura china son usadas para expresar un amor secreto—
—H-harry, dios mío, es un detalle muy hermoso muchas gracias— se acercó tímidamente al mayor y le dio un beso en la mejilla—Siento que eres como un ángel, me encantan las flores—
—Me alegro mucho que te haya gustado Lou— sus mejillas estaban a punto de estallar, no esperaba que Louis le diera un besito en la mejilla.
—Déjame poner las flores en un jarrón y nos vamos ¿Si?— iba a empezar a caminar hacia la cocina cuando sintió que tomaban su mano suavemente.
—No por favor, déjame hacerlo a mi. Es un regalo, no un trabajo...¿Puedo pasar?—
—Si, claro—
Harry entró a la casa del menor y fue a la cocina buscando un jarrón, cuando hizo eso puso las flores ahí para después colocarlas en la mesa. Volvió a donde estaba Louis y lo tomó suavemente de la mano.
—¿Nos vamos?— le pregunto lentamente, con una voz que dejaba casi a Louis en el suelo.
—S-si, vamos— aún agarraditos de la mano, Louis tomo sus cosas, cerró la puerta y salieron para disfrutar de su cita.
(...)
El auto ya estaba en marcha mientras ellos iban escuchando canciones (las preferidas de Louis) y este las cantaba a todo pulmón,
—Tienes una voz preciosa, Lou— volteo su cara hacia donde estaba el castaño, el rizado no hizo nada más que contemplar la belleza de este.
—Muchas gracias Harry— se sonrojo.
—Esa canción...¿Cómo se llama?—
—Se llama 'You and I' de One direction, es mi banda favorita— un brillo se vio en sus ojos cuando nombro esa banda, se nota que le gusta mucho.
—Me gustó mucho esa canción, es muy hermosa Lou—
—Si, es muy hermosa— hizo contacto visual con el rizado.
—Es tan hermosa como tu—
Louis no dijo nada, apartó la vista del rizado y miró para otro lado intentando no sonreír pendejamente ante lo que le acaban de decir.
—Tan bobo—
—Muy bobo— se miraron fijamente y soltaron una carcajada.
—¿Cuánto falta para llegar?—
Harry aparcó el carro en la entrada de un restaurante—Ya llegamos precioso— se burló de Louis.
—Ja, ja, graciosillo— lo miró seriamente.
—Relájate Lou, era bromita— el castaño no se rio ante eso—Bueno ya, vamos—
Harry abrió la puerta del carro y salió de esta para dirigirse rápidamente hacia la puerta del copiloto, abrió esa puerta, le extendió la mano al castaño para que este la tomara y saliera.
—Bueno, esta es la primera parada que haremos de nuestro día— le sonrió.
—¿Cómo así? ¿Habrá más?—
—Obvio, te dije que será una cita muy diferente. Quiero que te sientas cómodo, tranquilo, que te diviertas y pasemos un día muy bonito porque siento que te lo mereces Lou—
Y es ahí donde Louis se da cuenta que este chico no lo merece.
—Por dios Harry, verdaderamente has sido el único chico que se ha preocupado mucho por mi— los ojitos del castaño estaban brillosos, como si en algún momento se soltara a llorar.
—Louis, tratarte bien es lo mínimo que debo hacer como cualquier persona decente. No debes esperar menos que eso...— Lo miro fijamente, con la mayor seriedad, dándole a entender que lo que decía era serio.
No dijeron nada más y entraron al restaurante
Ahora, estaban comiendo en silencio. Cada uno pidió su desayuno y se encontraban degustando su plato; no hablaban puesto que comer en tranquilidad silencio es sagrado.
Habiendo terminó su comida, quedaron en silencio, no era un silencio incómodo lo cual era bueno; El rizado decidió romper eso.
—Dime Lou, ¿Qué carrera estudias?— preguntó el ojiverde.
—Estudio Administración de empresas—
—¿Por qué elegiste esa carrera?— llevó la taza caliente de tinto a su boca.
—Puesto que mi padre es dueño de una empresa y quiere que me haga cargo del negocio familiar— hizo una pausa— La verdad me gusta mucho ya que desde que era pequeño mi padre me llevaba a la empresa y me gustaba todo lo que veía. Así que me gusta mucho. — le dio una pequeña sonrisa.
—¡Increíble! me alegra que hayas elegido estudiar eso y que te guste mucho— sonrió y sus hermosos hoyuelos se marcaron en sus mejillas. —¿Qué semestre estás haciendo?—
—Voy por el cuarto semestre— hizo una pausa—Dime Harry, ¿Qué estudias tú?—
—Estoy estudiando Atención a la primera infancia— y entonces pareciera que una luz se desprende de la sonrisa y los ojos del ojiverde, Louis noto que cuando nombró su carrera se dio cuenta que es lo que verdaderamente le gusta.
—Wow ¿Te gusta enseñarle a los niños?— Le brindo una sonrisa, puso su codo en la mesa, llevando su mano a su barbilla a modo de que tiene toda su atención.
—¿Qué si me gusta enseñarle a los niños? ¡Me encanta!— se rió
—¿Por qué?—
—Crecí en un ambiente familiar increíble, mis padres siempre me dieron amor, siempre tuvieron una buena estabilidad emocional y financiera, por lo tanto nunca me ha faltado nada—Hizo una pausa— Nunca me han gritado ni me han pegado, nunca necesitaron de humillaciones o gritos para criarme a mí y a mi hermana; cuando crecí y me di cuenta que la gran mayoría de personas que conozco no tuvieron esa infancia me hace sentir suertudo y privilegiado, no me imagino otra infancia que no fuera la mía— su ceño se frunció.
<<Entonces, cuando me di cuenta que a los niños los tratan de una manera tan cruel, me entristeció mucho pero lo peor fue cuando normalizan la violencia que ejercen y no sabes cuantas veces he escuchado un 'A mi me criaron de a golpes y palos y gracias a eso soy la persona que soy' y la verdad es que no es así, no eres como eres gracias a los golpes, eres lo que eres a pesar de los golpes. Por lo tanto, me prometí a mi mismo que si nadie le daría el trato que merece un niño entonces lo haría yo porque quiero enseñarles sobre amor y respeto, quiero enseñarles que las cosas no se resuelven a golpes, que tratar a la gente con amabilidad es la base de un buen entorno y que en mi pueden encontrar una a alguien que jamás le minimizará la que sienten y piensan porque amo a los niños>>
Louis se quedó callado, pensó en él, su infancia, la manera en la que fue criado. Puede decir que sus padres jamás lo golpearon de una manera tan brusca; había una que otra palmada o grito pero que no llegaba a ser un trauma por el estilo pero que de alguna manera siempre deseaba que no le hicieran eso, quería abrazos, besos, mimos, etc. Le hubiera gustado que su madre pasara más tiempo con él y que convivieran más, le hubiera gustado que su padre estuviera más presente y que ahora de grande no le incomodara la presencia de su progenitor.
Louis no odiaba a sus padres, él los ama mucho pero eso no significa que hubiera querido un mejor trato, que lo escucharan mas, que no minimizaran sus problemas...Solo quería que lo quisieran bien.
—Harry, quiero que desde ahora sepas que todos los niños que en un futuro tú vayas a cuidar estarán eternamente agradecidos contigo, que tú serás ese alguien que necesitan y les dará amor y comprensión. Eres tan increíble que no lo puedo describir— se quedó callado y ambos se miraron fijamente.
El rizado tomó suavemente la mano del menor, con su pulgar empezó a acariciar el dorso de la mano del castaño —Muchas gracias por tus palabras Lou, espero también lo mismo de mi y seguramente algún día tu harás muy bien el trabajo en la empresa de tu padre— y entonces llevó la mano del castaño a sus labios y dejo un pequeño beso en esta.
—Ya son las 10:30 am, tenemos que ir al siguiente lugar de nuestra cita— El rizado comenzó a buscar a la mesera que los atendió para pagar, hizo contacto visual con ella y la llamó— Señorita, dígame cuanto es para cancelar el pedido, por favor—
—Ya le traigo la factura para que sepa cuanto es— Se quedó mirando con una sonrisa al rizado, le dio un vistazo al castaño y le rodó los ojos.
Louis notó eso.
Un minuto después, la chica le dio la cuenta a Harry y pago, cuando se estaban levantando el rizado se dio cuenta que en su mano había un papelito con un número y este decía: Llámame hermoso, podemos tener una mejor salida.
El ojiazul estaba cerca de Harry y pido leer la nota, Louis no podía negar que sitio como su estómago le dio una vuelta, quería ir donde la chica y decirle que lo que había hecho fue una falta de respeto hacia a Harry y hacia a él pero se contuvo.
Pero le encantó cuando el mayor rompió el papelito y lo tiró en una caneca mientras la chica lo veía todo con la boca abierta.
Se acercó lentamente hacia la chica y le dijo —Por favor señorita, eso que hizo es una falta de respeto hacia mi y mi compañero. No lo vuelva hacer— y con eso último, tomó la mano de Louis y salieron del restaurante.
Volvieron al auto y se quedaron callados durante un minuto.
—¿Pasaste bien el desayuno?— le preguntó cuidadosamente.
—Si, me gusto muchísimo. Gracias— llevo su mano hacia la mejilla del rizado y la acaricio— ¿A dónde vamos ahora?—
—A un museo— dijo y encendió el auto.
Por dios, ¿Qué será de nosotros ahora? Se preguntó Louis.
Lamento mucho la demora, casi mas de un mes sin actualizar. Les pido una disculpa porque no soy muy buena escribiendo, no tengo mucha imaginación, espero que les haya gustado.
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