<Capítulo IV>
"¿Primera vez?"

—¿Qué?

Dipper caminó a la primera playera que vió que era una color amarilla, supuso que era de él que estaba en la cama aun sentado pues el recordaba haber salido con su playera naranja, la prenda le quedaba un poco grande de lo ancho pero de largo le llegaba apenas para taparle su trasero pero aun se veía un poco y cuando divisó su ropa fue hasta ella para sujetarla en sus brazos.

—¿Cómo te llamas, Chico del Bar? —Preguntó ignorandonla confusión del rubio con neutralidad.

—Bill Cipher. —Respondió un poco ido de la realidad.

—Bueno, Bill ¿Tienes lavadora?

—Si, esta detrás de esa puerta. —Señaló la puerta de color blanca y Dipper solo fue hasta allí caminando, Bill no pudo evitar mirar lo que se veía del trasero del castaño.

En unos momentos, Dipper volvió a la habitación pero la curiosidad lo lleno cuando miró que el otro seguía sentado en la cama con una mirada sorprendida.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —Se acercó a él para poner su mano en su frente y verificar si tenía fiebre o algo parecido que explicará su comportamiento.

—¿Nos acostamos tu y yo?

Ahí entendió todo, se sintió un poco apenado por el tipo que si se veía bastante heterosexual. —Bueno, eso supongo porque despertamos desnudos y yo siento algo que me incómoda en el trasero. ¿Tu primera vez con un chico?

—Bueno... Si.

—Comprendo, también es mi primera vez con un chico. —Comentó con una mirada y voz comprensible y se sentó en la orilla de la cama donde miraba a Bill con una sonrisa intentando que se tranquilizara.

—No te creo. Pareces más familiarizado con ésto. —Respondió dudoso de la sinceridad del chico.

—Es que para mi no es tanto problema, pienso que estoy en edad de explorar y aventurarme, fue irresponsable de mi parte ahora porque falte al trabajo pero supongo que es parte de la vida. —Levantó los hombros como si nada serio pasará y tal vez esa expresión era contagiosa porque Bill se tranquilizó para pensar que no era tan serio como había pensado en un inicio. —¿Puedo fumar? —Pregunto cuando vió la ventana a unos pasos de él.

—¿Tienes edad para eso?

Dipper lo miró sumamente indignado y ofendido, casi enojado. —Tengo 26 años, baboso. —Dijó mientras cruzaba sus brazos con una mueca en su rostro de malestar.

—¿En serio? ¿Me estás tomando el pelo?

—¡Por Dios! ¡Claro que tengo 26 años, no soy un crío! —Reclamó con enfado, movía sus brazos con irritación.

—Ya, ya, lo siento, pareces mucho menor.

—Ay, si, como no. Bueno, ¿Quieres un cigarro? —Preguntó cuando ya estaba sacando uno de su cajetilla que había sacado de su pantalón antes de echarlo a la lavadora junto con su celular.

Bill asintió, se acercó a él para entregarle el cigarrillo, seguidamente se acerco a la ventana para prender éste y fumarlo tranquilamente con el aire tranquilo y un poco frío por ser tan temprano para que luego Bill lo acompañará.

—¿Y cómo se sintió? —Preguntó el rubio con seriedad.

—¿Qué cosa?

—Hacerlo con alguien tan guapo y perfecto como yo. —Dijo con una voz obvia y paso una mano por su cabello para moverlo como toda una diva.

"Diablos, es de esos tipos de rubios egocéntricos."

Sonrió con incomodidad pero solo atinó a rodar los ojos con burla.

—Yo digo que no estuvo tan genial porque no me duelen las piernas ni el trasero.

Esta vez fue Bill quien lo miró totalmente indignado y ofendido. —¿Cómo te atreves a decir eso? Si yo siempre lo haré bien hasta dormido, bebé.

—Si, vamos a decir que si.

Pasaron hablando un rato más, ni siquiera se conocían pero encajaban bien para hacer conversación, no podían sentir tanta pena luego de saber que habían tenido sexo, pero una llamada que sonó en el celular de Dipper los hizo parar la platica y así poder contestar el celular.

—¿Hola? —Pregunto el castaño mientras tenía el cigarrillo entre sus labios.

—¡¿PERO DÓNDE DIABLOS ESTÁS, MASON PINES MUGROSO?!

—Ala, ¿Qué paso o qué, Wirt?

—Te desapareciste ayer y no te encontraba, ya esperaba lo peor, Pines, hasta Mabel se preocupo por ti.

—No la hubieras metido en esto, ella tiene sus problemas. Además, estoy bien, estoy con el chico del bar de ayer.

—¿Quién es? ¿Dónde están?

—Se llama Bill Cipher, estámos en... —Miró a Bill quien susurro el nombre del hotel y se lo dijo a Wirt quien pareció menos tenso luego de la información que le dio Dipper.

—Ulala, me acabo de dar cuenta que ahora lo hiciste con un hombre. Ya estas creciendo en este mundo. —Comentó su amigo que podía jurar, estuviera fingiendo que se limpiaba una lágrima de sus ojos.

—Pues si, pero hay que explorar, disfrutar.

Luego se despidieron acordando con verse mañana en el trabajo junto con una excusa del porque había faltado el día de hoy y siguió su platica con el rubio quien hacía comentarios sobre su hermoso rostro y que era rubio natural, cuando dijo eso último, Dipper rió y abrió un poco el Short de Bill que se había puesto antes de acompañarlo a fumar y solto una carcajada cuando notó los vellos púbicos del otro de color negro.

—Si, como no, teñido.

Se sonrojo por lo que hizo el menor pero de cierta forma, le gustaba que fuera atrevido. —¡No pienses mal! A muchos rubios y hasta a pelirrojos les varia el color del vello. —Se excusó aunque ese dato lo había escuchado Dipper antes, más nunca quiso investigar si era real o no.

—Ajá, como digas par de rubio teñido. —Dijo con burla para luego apagar su cigarro en el barandal de metal que estaba en la ventana e ir a tirarlo en el baño.

—¡Que no soy teñido! —Gritó lo más que podía para que el castaño lo escuchará desde la habitación al baño.