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Luego de aquel día de haberle confesado su amorío a Minho, Seungmin no se atrevía a salir de su apartamento si no era necesario. Se le hacía demasiado vergonzoso ver a su vecino.

Se regañaba a si mismo por ese comportamiento.

"¿De qué sirve confesar lo que sientes si no vas a a hablar más con esa persona?"

En serio era un tonto.

Alguien toco a su puerta y pensó que podría ser Minho, aunque su miedo se fue al ver ahí a Jisung y a Felix.

—¿Qué hacen aquí? — pregunta confundido.

Sus amigos entran como si se tratara de su propia casa.

—¿Qué clase de pregunta es esa? — dice Han sentándose sobre el sofá. —No nos fuiste a ver estos últimos dos días pasados, y estoy seguro que no sabes lo que pasará en una semana.

—¿Eh? ¿De qué hablan?

—Olvidaste nuestros cumpleaños, y estamos seguros de que estás olvidando el tuyo. — le responde Felix.

—No puede ser. — suspira. —¿Tan mal he estado?

Ambos asienten.

—No puedo creer que te sea tan difícil hablarle. — comenta Jisung.

—Ni yo. Es decir, si tuviera un vecino así de lindo y él cual también estuviera interesado en mi, no perdería el tiempo. — bromea el australiano.

—Pero yo no soy como ustedes.

—Lo sabemos. Pero si no intentas algo con Minho terminarás con Changbin. — tras la advertencia de Jisung el rostro de Kim forma una mueca de asco.

¡¿Él y Seo Changbin?! ¡Jamás!

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