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Parte Única el chico del apartamento 512

Con bolsas del supermercado salió de la tienda, mientras el aire frio le congelaba la cara y los dedos de las manos, le gustaba salir a disfrutar el ambiente lluvioso. Paso por un parque donde varios niños con paraguas jugaban saltando en los charcos de agua, sonrió y les saludo con una sonrisa cansada cuando ellos lo hicieron, siguió su camino apretando el paraguas verde menta mientras corría. Su mejor amiga Uraraka Ochako vendría a visitarlo esa tarde para asegurarse que su amigo con pecas ''seguía con vida''. Cuando se mudo de la casa de sus padres en un pueblito en Japón para pasar a la gran ciudad de Tokio con una beca para estudiar en la UA una de las mejores universidades en el país. La castaña no confiaba del todo en que lograra mantenerse con vida más de un mes solo, por lo que ofreció visitarlo cada dos meses, un poco ofendido acepto con una sonrisa recibirla. Cuando llego a su piso con las pesadas bolsas aún en sus manos avanzó por los largos pasillos del edificio en dónde vivía. De pronto un silbido se escucha a su espalda, su vecino del 515 de 18 años, alto, cabello castaño grasoso (probablemente por tanto gel en su cabello) sonrisa coqueta, músculos definidos y dientes perfectos le saluda.

-Hola lindo, ¿tienes tiempo hoy?- pregunta mientras se acomodaba su gorra roja con una "N" (una que le gustaba en secreto de hecho).

-Lo siento hoy no- dió un paso atrás para que pudiera pasar. Cuando paso por su lado llegó a su nariz un ligero olor a sudor, no le molestaba, la familia del chico era muy deportiva y el lo era también. En varias ocasiones fue a verlo jugar.

-Nos vemos luego...mm....-llevo una mano a su barbilla pensando, estaba en el conocimiento de izuku que el chico conocía y recordaba su nombre, siempre que lo veía hacia eso. Y según su padre Jeremy (que fue su profesor de educación física en la preparatoria) el recordaba muy bien su nombre y estaba bien de salud, por lo que era raro que se comportará así, pero no le tomo importancia.

-Izuku- respondió- Mi nombre es izuku- el chico iba a volver a hablar, era lo mismo de siempre- y Nicolás ya te he dicho que eres muy joven para mí.

-Solo son 4 años no es nada- reprochó el chico.

-Si, pero no quiero salir con menores de edad- le sonrió cálidamente y avanzó despidiéndose con la mano- Saludame a tus padres.
Pudo ver de reojo cómo el sudor recorría su cuello y cara, río un poco por qué el chico pareció no notarlo.

Cada día es igual por mi pasillo, nunca llegó a la puerta sin oír el chiflido, veo un chavo que me dice que me está esperando, lo que el debía de hacer es ir y darse un baño.

Camino hasta su puerta, pero antes se detuvo para tocar la puerta de su vecino, el correo se había a tirado otra vez. Después de saludar al hombre de tercera edad le dió un caramelo de miel que disfruto mucho, el señor Hikaru siempre había eso, le daba un dulce cada vez que lo saludaba. Sin duda los abuelos eran los mejore, lastima que el no los tenía.

Se despidió del hombre con la mano hasta que alguien lo tomo del brazo.

-¿Pasa algo?- le pregunto algo ya fastidiado, pero aún así puso su mejor cara al chico de 23 años que lo miraba nervioso. El otro nego con la cabeza, por lo que sabía ese era uno de los nietos de su vecino, el señor Hikaru.- Bueno entonces me voy.- volvió a despedirse.

Cuando se volteo a su puerta saco las llaves y la abrió, bueno casi, por qué luego las puertas del ascensor se abrieron dando paso a un joven que parecía ser de no mas de 24 años.

Y un aburrido me detiene otra vez.....y yo le finjo interés, cuando de pronto sale del ascensor.....la imagen de mis sueños, el que yo quiero para mi dueño.

-Maldición- suspiro cuando sus llaves cayeron de las pequeñas y imperceptibles mariposas en su estómago lo sacudían. No dejo de mirar mientras las tomaba del suelo. Con suerte aquel guapo rubio no se daría cuenta de su mirada. De pronto sintió una fuerte presencia, esa que sientes cuando estas en peligro o cuando estas copiando en un examen y el profesor aparece detrás de ti. Maldijo de nuevo por su suerte y se levanto y encaró.

-Eres nuevo?- le pregunto un chico alto y algo musculoso, parecía estar molesto por ese seño fruncido, aún así le pareció que era muy atractivo.

Negó con la cabeza con rapidez, aunque el extraño, no pareció verlo del todo. Mas bien parecía ignorar su pequeña presencia. Lo miro de pies a cabeza, haciendo un analisis de cada parte de su cuerpo, el de mirada escarlata sonrío malicioso sonriendo mientras lamía sus labios, dejo las bolsas en el suelo mientras se abrazaba un poco, inseguro de su mirada escarlata. El rubio solo bufo divertido con una sonrisa aterradora, dio un paso atrás algo temeroso. 

-V-vivo aquí desde hace tres años- respondió algo nervioso.

-Nos mientas, jamás te he visto por aquí, si vas a mentir hazlo bien idiota- frunciendo aún más su seño se encaminó hasta el con un chasquido. El de pelo verde casi se infarto del susto, se cubrió con los brazos, no quería que lo golpeara.

Miro sus compras de reojo y camino hasta estar frente a el, Izuku se cubrió aún más asustado. El rubio solo lo miro extrañado y luego comenzó a reír fuertemente mientras daba la vuelta y se alejaba. El pecoso algo confundido bajo los brazos lentamente.

-Relájate estúpido, no golpeó niñitos- se burló con una mientras sonreía socarronamente. El de pecas se quedó viendo embobado con la boca ligeramente abierta. Esa sonrisa le había resultado inusualmente cautivadora.- Pero enserio dime la verdad ¿por que estas aquí?¿Vienes a ver a algún familiar o algo así?- pregunto mientras se recargaba en la pared. 

-primero n-no....soy un niño tengo 23, segundo no es-estoy diciendo mentiras....vivo en el 513....-respondió mientras se sonrojaba, la intensa mirada rubí lo había hechizado jamás sintió algo así. Su mirada fija en el le causaba escalofríos.

-Genial......tengo un inútil de vecino-El rubio solo soltó chasquido y unas cuantas palabrotas en lo que parecían ser quejas. Entro a su departamento dando fuertes pisadas, cerrando la puerta fuertemente.

Izuku no sabía que había pasado exactamente, pero esa mirada y esos rubios cabellos, esa piel bronceada y esos músculos, lo hicieron sonrojar, sus mejillas parecían dos tomates maduros. Si tuviera que describir al chico con una palabra sería "explosivo" y de una buena forma. Ese chico era como un Adonis en la tierra y el había tenido el placer de observarlo, tal vez su actitud y vocabulario no fueran el mejor, pero Dios que ser más magnífico. Deseaba con tantas ansias conocerlo.

Apretó fuertemente su camisa. ¿un paro cardíaco? poco probable, pero se sentía como tal, sonrío tímido tomo con cuidado las bolsas del suelo entrando a su hogar, dando una última mirada al departamento de enfrente, no sabía el nombre de su 'nuevo' vecino, ese que había provocado algo nuevo en el, así que solo vio el número de su apartamento. Los números dorados en esa puerta café oscuro se iluminaban con luz de la ventana del final del pasillo, como si fuera una señal divina o una luz del destino. Río al imaginarse algo tan loco. Estaba decidido a conocer a su malhumorado y atractivo vecino.

-Nos vemos.....chico del apartamento 512- despidió al aire mientras cerraba la puerta. No despidió al aire del todo, un rubio recargado en la puerta de su casa lo escucho y se alejo sonriendo.

-Lo digo enserio Uraraka -habló mientras le servía a su amiga un poco de katsudon junto a un recipiente de palomitas, su comida favorita (secretamente la única que sabía hacer)- era increíblemente guapo, aunque parece ser alguien que se enoja fácil- se sentó en el sillón junto a la castaña quien lo miraba con atención.

-Oh vamos izuku no sabes ni como se llama, no puedes simplemente ir a su puerta tocar y decir ''hola ¿me recuerdas? soy tu vecino izuku, el chico al que llamaste idiota y mocoso ¿quieres salir conmigo? Luego casarnos y tener un perro o un gato y muchos hijos juntos''  Su amiga hablo intentando imitar su voz, tenía un punto.

-Primero, yo no hablo así, segundo ¿Que crees que debería hacer?-se acomodo en el sillón, la película había pasado a segundo plano hace mucho.

-Primero y lo obvio presentarte y conocer su nombre, después puedes invitarlo a salir y besuquear te con el todo lo que quieras- levanto y bajo las cejas rapidamente con una sonrisa pícara.

-U-uraraka- chillo completamente rojo. Sus pecas casi se perdían por completo por el rojo de sus mejillas.

-¿que?¿acaso me equivoco?- pregunto con burla.

El pecoso se tapo la cara sonrojado mientras ochako reía como una desquiciada, sosteniendo su estómago mientras secaba lágrimas de sus ojos. El pecoso la miro con un puchero y le lanzo un cojín en la cara, la castaña dejo de reírse y le miro desafiante.

-izuku.......-susurro amenazante.

-¿Dime?- sonrío simulando inocencia, batió sus largas pestañas mostrando todo su encanto. De inmediato sintió como una almohada se estampo en su rostro.

Y así comenzó una guerra de almohadas mientras reían y se lanzaban palomitas. Eran amigos desde niños y su relación siempre había sido así.

Pronto su guerra termino y Uraraka no paraba de insistir con ver al chico del 512, ese chico que al parecer había cautivado a su mejor amigo.

-Nos se cuándo vaya a salir- dijo izuku para que la castaña se rindiera y lo dejara en paz.

-Eso es fácil, toquemos el timbre, corremos a escondernos a tu apartamento abrimos un poco la puerta y cuando salga lo vemos. Es muy fácil- celebro como si fuera el mejor plan en la historia de la historia de la humanidad.

-¿Y si no sale?¿Si no está?- pregunto intentando convencer a su amiga.

-Tocaremos de esta forma cuatro veces- con su mano alzó cuatro dedos- si no responde a la cuarta entonces paramos y lo intentamos mañana o en dos meses. Aunque para entonces espero que ya lo hayas invitado a salir - uraraka se encaminó a la salida emocionada.- No te preocupes no nos vera, sus apartamentos están frente a frente, no correremos mucho y no nos vera si miramos por el buzón en la puerta.

El de cabello rizado suspiro pero asintió, de todas formas no había nada que perder. Asintió a su amiga y juntos salieron del departamento.

-Muy bien a la 1.......a las 2......y a las 3- la de mejillas rosadas tocó varias veces el timbre y después ambos corrieron hasta la puerta del pecado, fue fácil llegaron en casi 4 pasos grandes. -¿Por que no sale?- pregunto después de esperar tres minutos.

-Te lo dije- respondió izuku.

-Dijimos cuatro veces, ¡vamos!- y de nuevo corrió y tocó seguidamente el timbre mientras el ojos jade golpeaba un poco la puerta, ambos volvieron a esconderse en detrás de la puerta, esperando oscuro pacientemente.

-No ha salido- sus ojitos verdes bajaron con tristeza la mirada de la puerta, era claro que el rubio no estaba y no podría verlo.

-Vamos no seas pesimista quedan dos veces más- uraraka tomo su mano y lo estiró para levantarlo, con lados firmes estaban en la puerta del rubio otra vez 512 estaba escrito en números dorados. De nuevo izuku golpeó un poco la puerta mientras uraraka toca el timbre en repetidas ocasiones. Volvieron a esconderse cerrando la puerta.

Esperaron un poco hasta que la puerta se abrió. El rubio salió descalzo y con pasos cuidadosos portaba unos pantalones largos y grandes a cuadros de color rojo y una camiseta negra con una calavera, en su cabeza tenía una toalla que caía sobre sus hombros, miro de un lado a otro buscando, después bufo fastidiado.

El chico del apartamento 512 el que hace a mi pobre corazón saltar.

Ochako parpadeo un poco confundida y volteo a ver a su mejor amigo, este miraba atento por el buzón con sus mejillas un poco rosadas, parpadeaba lentamente como si no quisiera perderse ningún detalle.

-Maldición- dijo en vos alta- otra vez los niños del 510- frunció el seño y enojado cerro la puerta con fuerza.

El de pelo verde río un poco.

-Los niños del 510 siempre me molestan también- uraraka río también.

-Es muy guapo- le dijo Ochako- incluso yo quiero darle y no consejos- río al ver la cara de su amigo.

-U-uraraka- chillo como si la regañara.

-oh vamos ¿tu no quieres?- le pregunto burlona, vio al de pecas sonrojarse y negar- pero si tú.........Oh.......- exclamó al entender- entonces tú eres el de abajo- asintió como si hubiera entendido la más complicada adivinanza del mundo- Mmm bueno no importa se te nota.

-¡Hey! Eso no es cierto- la regaño con la mirada- no se me nota nada.

-Claro que si- asintió riendo.

Izuku se levantó molesto con un puchero en los labios y camino hasta el sillón. Uraraka solo pudo sonreír ante el comportamiento de su amigo pecoso. Al adiós siguiente la castaña se marchó dándole una lista de cosas al peliverde, consejos de que comida comprar que era más económica y más saludable, algunas botanas deliciosas y algunos consejos de limpieza (aunque fueron pocos ya que ella tampoco era buena limpiando). Le aconsejo llamar después a Iida su compañero delegado de la preparatoria y preguntarle más sobre eso. Al final de la mañana Izuku volvió a su casa completamente solo.

Su alarma hizo ruido por toda la habitación, se removió en la cama fastidiado y se tapo con la sábanas y una almohada, como si eso fuera una especie de héroe que lo protegía del mal, que sería la alarma y el ir a la universidad. Finalmente se levantó al escuchar por sexta vez la voz de All Might gritando "WATASHI GA KITA MIDORIYA SHONEN".

Había pasado casi dos semanas desde que su amiga se fue y ya comenzaría su escuela. Había visto al rubio seguido ya varias veces, aveces hablaba con el cosas simples como "¿Tienes azúcar?¿Puedes regalarme una taza por favor?" O aveces solo coincidían en ir a la tienda y caminaban juntos,aunque nunca decían nada. Se dió cuenta que en los 3 años que lleva aquí jamás lo vio por qué tenían horarios distintos, pues el asistía antes a otra universidad (antes de cambiarse a una mejor hace 5 meses según el rubio) y también antes vivía con una chica llamada Tsuyu Asui, una chica que solo pagaba la mitad de la renta a cambio de hacer todos la limpieza y la comida y pagar el gas. Izuku pagaba la otra mitad de la renta y pagaba toda la comida y el agua. Y entre los dos pagaban la electricidad. Un trato bastante justo según ella.
Cuando se fue hace unos meses para trabajar al otro lado de la cuidad obviamente se mudo, he Izuku se quedó solo y aprendiendo a hacer todo el solo. Era difícil pero posible.

Dejo que los recuerdos se alejaran y bufo.

Apagó su alarma y se levantó algo cansado, se estiró un poco y salió de su cama.

Camino hasta la cocina y tomo su taza favorita una taza de edición limitada de All Might edad dorada en el aniversario del cómic (en realidad compro tres tazas día de esas y una diferente) la taza cambiaba de color con el agua caliente y fría, cuando era agua fría era edad de plata (pues no cambiaba de color) cuando era agua caliente era edad dorada. Tenía otra que cuando estaba vacía o con agua fría era edad juvenil y con agua caliente era edad de bronce, pero esa taza está a en su colección, pues ya no había más de esas.

Se sirvió su desayuno y comió completamente animado. Su uniforme no era algo a lo que estuviera acostumbrado, no sabía atar corbatas, hizo lo que pudo y tomo todo lo que necesitaba para ir a la escuela.

El día fue relativamente corto, entre clases conoció a un chico d su misma edad Kaminari Denki, un chico rubio y divertido con un ratito en el pelo. Al parecer a denki no le había gustado su carrera anterior por lo que la abandonó y ahora cursa está "diseño gráfico".

-¿Y tú Izuku? ¿Por qué te cambiaste?- pregunto mientras comían en la cafetería.

-Bueno....en realidad no cambie de carrera- dijo mientras comía su plato de katsudon- estoy estudiando para médico cirujano desde los 18.

-Guau interesante - kaminari hablaba sobre muchas cosas, la escuela de su novio que al parecer era un año mayor que el.

Izuku hablaba de vez en cuando contándole su colección de All Might y todos los años que le llevo conseguirla. Bueno eso hasta que sus ojos se toparon con unos ojos rojos como fuego, unos que ya había visto antes. Trago grueso por la vista, su cabello tan despeinado como el día en que lo conoció, su saco del uniforme abierto y la camisa desabotonada de los primeros tres botones,  no tenía corbata, y sus ojos desinteresados y con ese seño fruncido (ya se preguntaba si su cara era así en verdad) su mochila colgando en su hombro. Dios era perfecto, su propio Adonis, un dios griego bello y perfectamente esculpido por manos habilidosas, se cubrió la cara con una mano sin cubrir sus ojos, no quería que kaminari viera su sonrojo y su posible desangrado nasal.

Si embargo denki si lo vio.

-JASJKAJAJA- río escandalosamente llamando la atención de varias personas- DEJEN DE MIRAR METICHES- siguió riendo fuertemente- No puede ser, te gusto el rubio tsundere JAJAJA.

Izuku se volteo avergonzado, no lo conocía muy bien para decir eso.  Kaminari noto su incomodidad y dejo de reírse.

-Hey...no tiene nada de malo- le dijo mientras le daba palmadas en su hombro- es bastante guapo y algo genial es comprensible.

Izuku siguió con la mirada baja y un pequeño si rojo, totalmente avergonzado. El rubio sonrío y se emocionó.

-¿Quieres conocerlo?- pregunto de pronto, Izuku lo miro confundido hasta que entendió y lo miro extrañado- Conozco a alguien que es su amigo, podría pedirle que lo traiga y te lo presente- sugirió el rubio.

-¡¿Lo harías?!- pregunto emocionado.

-Por supuesto- entonces entonces comenzó a buscar con la mirada, hasta que lo encontró- HEY BEBÉ- grito, un pelirrojo de cabello en punta miro al rubio y sonrió saludandolo-- VENGAN A COMER CON NOSOSTROS.

El pelirrojo asintió y arrastró al rubio de ojos rojos con el, podía escuchar como el cenizo se quejaba hasta que llegó a la mesa.

-hola bebé- saludo denki a su novio pelirrojo. El contrario le saludo con un beso en la mejilla- Te presento a midoriya Izuku, el es nuevo en mi salón de club, Izuku el es Eijiro kirishima, mi novio. Y ese que está a su lado es Bakugo.

-un gusto.

El de ojos verdes estaba maravillado con estar sentado frente al cenizo, comía como si estuviera furioso y la comida fuera una especie de víctima que era atacada por el. Le pareció en cierta forma perturbador y divertido. Denki de vez en cuando le lanzaba miradas de "te estoy viendo" y el solo podía desviar la mirada. Casi no toco su comida por las mariposas que sentía.

Mientras Izuku se perdía en sus pensamientos no se dió cuenta de la intensa mirada rubí que lo observaba reojo.

Después de comer en la cafetería se decidió a por fin hablarle al rubio, no fue mucho solo unas preguntas básicas como "¿Que edad tienes?¿Que carrera estudias?¿Por qué esa carrera?" Cosas básicas, el cenizo contestaba aburrido y aveces un poco interesado, en esos minutos descubrió algunas cosas del rubio: tenía 23 años como el, estudiaba diseño de modas y administración de empresas y que pronto trabajara en la empresa de sus padres, cursaba esa carrera por qué le gustaban los retos. Con su carrera descubierta Izuku entendió el por qué al asesinato de su comida. Una carrera tal vez un poco estresante.

Después de tres semanas de hablar un poco con el y su amigo pelirrojo y denki logro descubrir algunas cosas interesantes del rubio: sus padres eran diseñadores de moda, sus abuelos fueron actores y al parecer le gustaba mucho el picante, también usaba lentes, aunque casi no los usaba, era muy bueno en deportes, matemáticas, literatura, física, química y en general en todo. Era fan de All Might desde niño justo como el, le gustaba el rock y aveces la música clásica, adoraba la literatura y la música. No usaba mucho las redes sociales y era de mente abierta aunque fingiera que no. En pocas palabras era todo una obra maestra, una pintura perfectamente pintada con las mejores manos y los mejores trazos, tan simétrico y perfecto. Suspiro de puro gozó de pensar en el cenizo.

Corriendo se sentó en su escritorio, tomo un papel, un sobre y una pluma y comenzó a escribir una carta como ya se le había hecho costumbre, escribía una a diario, aveces el la tarde al llegar de la universidad, otras veces en la noche antes de dormir y aveces en la mañana al despertar. Nadie lo sabía, era su secreto por qué jamás se las entregaba, le daba demasiada vergüenza ¿Que tal si no le gustaban? No escribía poesía ni literatura, el estaba estudiando para ser cirujano por dios, no para ser escritor, solo escribía sus pensamientos. Por eso mejor las guardaba en una cajita en su escritorio. Así como guardaba su admiración y gusto en su corazón.

El era una obra maestra, tan simétrico, tan perfecto, tan hermoso......era su musa si podíamos decirlo así, una pintura que obligaba a los demás a verlo por qué gritaba "miren me" en su máxima expresión, puede que su carácter no sea el mejor, tal vez es un poco gruñón pero sin duda era alguien digno de admirar, alguien digno de observar y guau que honor poder ser yo quien lo observé, una mirada de esos ojos carmesí y mis piernas flaquean como si no funcionarán. Es una sensación aveces aterradora, por qué no se que pasara, pero sin duda es encantadora y devastadora justo como el.

Es aquí en le hago cartas noche y día que no puedo entregar. El chico del apartamento 512, es quien me hace tartamudo y más.

Se acostó en su cama dispuesto a descansar. Aún con su piyama ya acomodado en el suave colchón, no podía dejar de pensar en el. Estaba decidido a pedirle una cita, ya se llevaban lo suficientemente bien para pedírselo, nisiquiera le había preguntado su nombre, y ninguno de sus amigos lo llamaba por otro nombre o apodo que no se "baku bro" "bakugo" o "blatsy" y una vez escucho al cenizo llamarse así mismo "King Explosion  Murder" y aunque le pareció gracioso no lo llamaría así.
Finalmente cayó en un sueño profundo mientras soñaba con miradas rubíes y esmeraldas juntos.

Es en quien yo pienso y sueño noche y día, el solo el.

A la mañana siguiente se vistió con una camisa de manga corta holgada de color celeste en la manga derecha y mostaza en la izquierda con el centro blanco, la camisa era holgada por la que dejaba ver un poco más arriba de su ombligo, se puso unos pantalones ajustados y sus botas rojas, salió de su casa y cuando estaba caminando de vuelta a su hogar después de comprar más jugo un grupo de hombres de 50 y más años comenzó a silbar al verlo pasar, aunque estaba acostumbrado a esto, eso no dejaba el hecho de que era completamente desagradable. Trato de bajarse un poco la camisa y cubrir con su mochila su parte de atrás.

Uno de los hombres lo siguió unos pasos hasta que se volteo para verlo. Y cuando no estaba viendo le apretó uno de sus glúteos con fuerza, chillo de la impresión y se alejo. El señor río por su reacción y los hombres chiflaron y aplaudieron la acción, mientras Izuku no sabía exactamente que debía hacer.

-Hey ¿quieres venir a tomar algo con nosotros?- pregunta mientras despeina su enorme barba enredada y limpiaba sus manos en si camisa llena de sudor y grasa.

Hizo una pequeña muñeca y nego suavemente con la cabeza.

-Gracias por la invitación, pero no me gustan los que me llevan más de 10 años- sonrío y se despidió agitando su mano y salió casi corriendo.

Pudo escuchar como los hombres se quejaban y me gritaba un montón de comentarios vulgares. La gente se le quedaba viendo, algunos con burla y indignación y otros como si quisieran ser el, como si eso fuera divertido o incluso disfrutable lo que le estaba pasando, esa mirada de "no te quejes, ya quisiera yo tener esa atención" solo lo hacía sentirse peor. Le hacía pensar que en debería haber disfrutado esa "atención" en vez de molestarse y entristecerse. Se sintió avergonzado de pronto por todo eso y no pudo evitar soltar unas lágrimas cuando comenzaron los comentarios más subidos de tono y algunas quejass de parte de un grupo de chicos y sus novias. Pero no podía hacer nada, solto algunas lágrimas y sollozos. Pronto su autobús llegó y se subió a toda prisa, trataba de pensar en algo más agradable como la escuela, sus amigos, su casa, su mamá, la comida de Navidad y porsupuesto su vecino que lo traía loco.

Llego a su piso y solo espero unos minutos, pronto apareció el cenizo en su campo de visión, siempre salía a caminar cerca de esta hora, llevaba solo una semana sabiendo eso, pero aún así siempre salía para verlo.

El rubio cerro la puerta y paso por su lado sonriendo coqueto con ese encantó que solo el sabía hacer.

Las mariposas volvieron al igual que su sonrojo y de pronto lo que pasó con los hombres hace un rato ya no lo ponía triste. Entro a su apartamento un mucho mejor.  Al cabo de las horas volvió a escribir una carta para el, está era una más de agradecimiento.

Gracias chico del apartamento 512, siempre eres tan tu, siempre con esos ojos cautivadores y esa sonrisa eliminas mis preocupaciones, gracias por ser mi símbolo de la victoria.  Sueño contigo de vez en cuando, no malinterpretes, no ese tipo de sueño, si no uno en el que me impulsa a seguir adelante.


Y un viejo me invita "chico, ven a verme" Y le digo que no me caen los viejos rabos verdes Y camino a mi cuarto muy lentamente Con la esperanza de verlo Y cuando sale a caminar Me saluda con una sonrisa Que de veras me conquista El chico del apartamento 512 Él que hace a mi pobre corazón saltar Es a quien le hago cartas noche y día Que no puedo entregar El chico del apartamento 512 Es él quien me hace tartamudo y más Es en quien yo pienso y sueño noche y día Él, solo él 

Había pasado un mes solamente habían pasado ya 4 meses y llevaban conociéndose casi cinco, aún así izuku no podía soportar los fuertes latidos de su corazón, le hacia cumplidos a diario que eran devueltos con una sonrisa y un pequeño gruñido. En una ocasión izuku estaba practicando suturas en la cafeteria con su comida, en uno de sus movimientos torpes tiro la bandeja de comida por todo el suelo, rapidamente se agacha para recojer la bandeja y lo que se pueda de la comida, con sus codos golpeo la mesa, provocando que todas bebidas cayeran y la del de ojos esmeralda cayo sobre su cabeza, mojando sus rizos y manchando su bata blanca de un color rosado. Todos rieron por la torpeza del más bajo y este agacho la cabeza riendo un poco, el rubio se agacho y solto un insulto ''eres tan inútil'' le dijo ''muevete, yo lo hago Deku'' y le ayudo a levantarse, el de pecas miraba atontado como el rubió le ayudaba a levantar las cosas, podía ver su cabello moverse con cada cosa que hacía, sus cabellos dorados brillando con la luz del sol de la ventana y su mirada rubí aburrida y pacífica, aunque como siempre conservaba ese ligero seño fruncido, aveces se preguntaba si dormía con el.  Sus mejillas y la punta de sus orejas y nariz se colorearon de un ligero rojo, mientras sus ojos se movían cuando el rubio lo hacía.

-¿que es un Deku?- pregunto mientras pasaba un trapo por el suelo, limpiando el liquido de las bebidas.

-Eres tu- respondió simple. Como si no hubiera destrozado su cuerpo entero con eso.

-No me gusta- declaro- es un apodo feo- dijo con u puchero aún ligeramente sonrojado- No aceptare que me llames así a menos que busques un significado más bonito- Le ordeno reemplazando su puchero con una pequeña y tímida sonrisa, batió sus largas y rizadas pestañas tratando de convencerlo.

El rubio bufo molesto, pero asintió. Izuku celebro su victoria internamente dándole un beso en la gente al rubio.

Aunque claro eso solo paso en su mente.

Mientras tanto cinco chicos observaban en silencio mientras sonreían, izuku no lo sabía pero el cenizo no había dejado de verlo mientras practicaba las suturas, veía con atención como sus dedos se movían con delicadeza pero firmes para suturar, sus ojos concentrados y como sacaba la lengua y se mordía los labios para concentrarse. Los ojos rubíes lo observaban de reojo casi siempre, aunque el sabía disimular un poco mejor que su compañero de rizos verdes. En una ocasión atraparon al cenizo sentado junto al de pecas quien le platicaba sobre su clase, el rubio lo escuchaba con atención mientras la brisa le permitía oler la fragancia de los cabellos de su acompañante, olían como a menta fresca. Sonreía de vez en cuando, solo hasta que izuku lo mirara. Los dos revoloteaban sobre ellos, encerrados en su propia burbuja que ni se daban cuenta de lo que ambos sentían. Muchos sabían que el tenía una ligera atracción por el de cabellos verdes pues el rubio se lo había confesado a kirishima y todoroki mientras comían en casa del bicolor, mina, denki y Sero se emocionaron tanto que casi se lo dicen al de mirada esmeralda, pero su amigo cenizo se los prohibió por completo, se quedaron con las ganas.

-Cierra la boca o te entraran las moscas- se burlo Mina, una chica morena con cabello rosado. Entonces ambos volvieron a la realidad cuando vieron como todos los observaban con una sonrisa pícara, hasta Kirishima que era el más amigable se contenía de reírse.

Ninguno dijo nada solo se levantaron algo sonrojados. Izuku en ese momento supo que no quería esperar más, quería confesarle todo lo que sentía quería darle todas las cartas que escribio para el, quería sentarse a su lado y recargar su cabeza en su hombro, quería tomar su mano, quería hacer tantas cosas con el que no tenía palabras.

 Decidido camino a pasos fuertes a su casa, listo para todo. Se baño y se vistió con las ropas casuales más lindas que tenía, una sudadera con gorro que tenía unas largas orejas de conejo de color verde con detalles blancos, unos pantalones negros y sus tenis rojos tan característicos en su atuendo. Se peino como pudo y se puso un poco de perfume casi no se notaba su cambio pero se veía bien. 'muy bien izuku tu puedes'  . Salio de su casa y toco el timbre, como nadie contesto volvio a hacerlo una vez más, esta vez la puerta se abrió. Pero en vez del rubio lo que sus ojos contemplaron fue una hermosa chica rubia un poco más alta que el, ojos azules rodeados por unos lentes cafés ovalados, sonrisa dulce y una linda figura. Izuku quedó boquiabierto por un momento, esa chica no se miraba para nada japonesa.

-Hola- saludo la chica- ¿se te ofrece algo?

izuku iba a hablar pero las palabras no salían de su boca, sintió un nudo en la garganta y unas fuertes ganas de echarse a llorar. Era obvio que alguien tan increíble como el tendría una pareja de su mismo nivel, pero aún así le dolía. La chica lo miraba curiosas pues el chico no le contestaba, entonces sonrío más antes de hablar.

-Ah ¿buscas a mi hermano katsuki verdad?- izuku se sintió aliviado al escuchar eso, asintió rápido y la chica se hizo aún lado para que pasara.- Esta en el tercer cuarto, aún lado del cuarto de baño en un rato les llevo algo para beber- asintió feliz y camino por donde la chica le señalo.

 Pero hoy por fin me he decidido de veras Todo mi amor a confesarle Toco su puerta y se me enchina la piel Y me contesta una güera Y mi corazón se quiebra El chico del apartamento 512 Él que hace a mi pobre corazón saltar Es a quien le hago cartas noche y día Que no puedo entregar El chico del apartamento 512 Es él quien me hace tartamuda y más Es en quien yo pienso y sueño noche y día Él, solo él De veras que sentí mi corazón quebrándose Cuando de repente me pregunto ¿Buscabas a mi hermano? 

Camino feliz hasta el cuarto y cuando llegó respiro hondo y toco la puerta tres veces. Escucho un fuerte "adelante" a la distancia y abrió la puerta despacio, cuando entro cerro la puerta detrás de el esperando, de pronto el cenizo apareció por la puerta al otro extremo del cuarto. Tenía una camisa de tirantes negra y unos pantalones negros iba descalzo y con un comic en las manos leyendo con atención, tan concentrado estaba que no se dió cuenta que era izuku el que estaba en su cuarto y no su hermana mayor Melissa. 

-Bueno vas a decirme que quieres melis- y detuvo su hablar por que no encontró a su hermana parada en su cuarto si no a su hermoso vecino de ojos inocentes que parecía estar teniendo un paro cardiaco- Oye.......¿estas bien?¿que mierda haces aquí?- pregunto rápido.

El de ojos verdes estaba tan nervioso que sus palabras no salían y de pronto todo su discurso se había esfumado por completo. Respiro hondo y camino con pasos decididos hasta quedar frente a katsuki, el lo miro como si no entendiera que esta pasando. Tomando todo el valor que podía en ese momento se paro de puntitas y rodeo el cuello del cenizo con sus brazos, lo inclino un poco hacía adelante y pego sus labios a los suyos. Sintió como si ahora fueran murciélagos gigantes en su estómago, el rubió estaba más que sorprendido no sabía exactamente que hacer cuando izuku se paro de puntas y lo abrazo por el cuello, pero cuando sus labios se pegaron junto a esos bonitos labios rosados y carnosos de izuku no puedo hacer otra cosa que responder con la misma intensidad, sus brazos rodearon la cintura del pecoso mientras lo pegaba a su cuerpo lo más que podía. Izuku acariciaba la cara y nuca de katsuki con suavidad mientras el de ojos rojos acariciaba de su espalda hasta sus caderas. En ese momento todo desapareció para ambos. Después de unos minutos se separaron por falta de aire, sus frentes pegadas mientras respiraban entrecortada mente y con rapidez, el de pelo verde dejo sus manos en los pectorales del rubio y el dejo sus manos en sus caderas, los dos completamente rojos.

-Izuku..........-susurro katsuki.

-¿si..?-pregunto mientras escondía su cara en el espacio entre su hombro y cuello, restregó su carita con suavidad, oliendo el aroma a jabón y shampoo de canela. Demasiado para su pobre corazón que palpitaba con demasiada fuerza y rapidez, su estómago tenía murciélago revoloteando por todas lados.......¿Otro intento de su cuerpo por matarlo? Poco probable pero se sentía como tal.

-me gustas- dijo imitando la acción del más bajo, escondiendo su sonrojo en su cuello y parte de la sudadera del pecoso.

-tu también me gustas.

Y así termino ese día, con risas, abrazos, besos y con una larga charla.

Ya habían pasado exactamente 15 años desde entonces, se habían casado y adoptaron un par de gemelos uno llamado Hazuki Bakugo y Hiromi Bakugo ahora ambos de 14 años. No esperaron mucho para casarse, después de un año de novios decidieron casarse y adoptar niños, era muy jóvenes solo tenían 24 años pero eso no les importo, se mudaron juntos al apartamento de katsuki y izuku dejo de ser un midoriya para ser un bakugo.

Katsuki se lo había propuesto en sus vacaciones de verano justo una semana después del cumpleaños de Izuku, ambos ahorraron para pasar algunos días en una pequeña cabaña, la hermana de katsuki Melissa les ayudó mucho con eso. Se lo propuso en la noche mientras paseaban por el sendero, el de pecas quedó bastante sorprendido cuando de un momento a otro lo habían derribado en el suelo, su novio estaba con manos y piernas a cada lado de las de el, lo dijo simple y claro "Izuku cásate conmigo". Fue muy simple, su ahora esposo nisiquiera se arrodilló ante el, pero para ellos fue perfecto, después de llorar por casi una hora por fin dijo "si" y cuando los anillos fueron puestos en sus dedos volvió a llorar como si se fuera a quedar seco, katsuki se reía de el ligeramente mientras besaba sus manos para consolarlo. Al día siguiente se la pasaron pegados todo el día, comiendo sentados juntos, viendo televisión izuku recostado en el pecho de katsuki y su kacchan acariciando sus rizados cabellos verdes.

El apodo de "kacchan" surgió en su primera vez juntos con solo 9 meses de relación, era la primera vez de ambos y estaban tan nerviosos, aún así estaba decididos a hacerlo. Después de un rato y casi al final de su acto Izuku no podía hablar con claridad por tantas emociones nuevas comenzó a tartamudear, y entre ese tartamudeo salió un grito de su garganta con el apodo de "kacchan". Cómo estaban tan cansados casi ni lo notaron hasta que comenzaron a respirar con normalidad katsuki reaccionó soltando una carcajada. Izuku se enojo tanto burlarse de él que lo ignoro durante tres días. Al final cuando su novio lo llevo de sorpresa a comer un helado en una playa algo lejos de su hogar su enojo paso, su novio le comento que de hecho le gustaba el apodo, por lo que desde entonces lo llama así.

Esos días fueron de los mejores días de su vida, después del día de su boda y la adopción de sus hijos.

Su boda no fue la gran cosa, solo ellos dos, sus amigos más cercanos y sus padres y hermana. Se casaron ambos con trajes blancos y ramos, Izuku tubo un ramo de rosas rojas mientras katsuki obtuvo uno con rosas naranjas, ambos escogieron los ramos del otro, y maldita sea fue muy divertido. Y katsuki se negó de usar un velo, en cambio a izuku le encantó la idea, uso un velo delgado y holgado con detalles plateados y bordados, le llegaba hasta el final de su cuerpo, de su cabeza hasta los pies, incluso sobraba casi un metro de velo arrastrando. Su kacchan lo amo al igual que el.

Adoptaron a sus hijos solo 7 meses después de casarse, cuando fueron a verlos solo eran bebés, inicialmente iban a llevarse a solo un bebé, pero cuando vieron a los gemelos (en el orfanato los llamaban gemelos miel ya que sus cabellos parecían el color de la miel) decidieron llevárselos de inmediato. Nunca se arrepentirán los amaban con todo su corazón.

Poco a poco notaban cosas nuevas de sus vidas, como Izuku decidió no especializarse y ser cirujano general, aveces se deprimía mucho por no tener mucho tiempo para su familia, pero a ninguno le importaba, todos se amaban así. Katsuki comenzó a trabajar en la empresa de moda de sus padres y ganaba una buena cantidad de dinero, gracias a eso pusieron comprar tres casas, una que usaban siempre y dos para salir a viajar. Ambos ganaban mucho y podían darle una buena vida a sus hijos, katsuki bromeaba con que solo las manos de su esposo valían 5 millones de dólares, Izuku solo reía por sus comentarios.

Miraba muchas cosas, veía muchas cosas, como sus hijos al parecer parecían salir con alguien, aunque no se los han dicho aún, pero aún así lo sabe. También sabe que le pedían consejos de amor a sus tíos kirishima y Kaminari por ser más "expertos" en el amor. Una tontería según kacchan. Una bobería según el, los tenían a ellos, pero solo estaban celosos en realidad no les molestaba, de echo les gustaba.

Izuku podía ver siempre cosas interesantes de sus hijos, podía ver por ejemplo mientras salía de compras con su hijo mayor Hazuki, el hijo de su vecina del 514 miraba con un sonrojo a su hijo intentando ocultarse, el castaño solo le sonreía y saludaba y el pobre muchacho de cabellos negros parecía sufrir un ataque. Rio en sus adentros por que le recordaba a el. Mientras tanto cuando salía con su otro hijo Hiromi una bonita muchacha pelirroja le saludaba, su hijo le devolvía el saludo y ambos se sonrojaban un poco.

El los conocía, muy buenas personas aunque no los conocía del todo bien, eran vecinos después de todo. La chica pelirroja siempre vestía con vestidos largos playeros, blusas sin mangas y faldas largas que casi cubrían sus pies, sandalías con tacón mediano y muchas pulseras, anillos, collares con piedras preciosas como; amatistas, cuarzos, zafiros, rubíes y muchas más. Tenía un cuervo que se llamaba "Penny" por una amiga muerta de su infancia, la chiva estaba convencida que su amiga habría adorado al cuervo, pues era un animal con el que su amiga se identificaba cuando iban en primaria, por eso le puso su nombre en su honor. Le gustaban los horóscopos, los hechizos y la ley de atracción, ellos eran algo espirituales en ocasiones tal vez por eso no pensaban que estaba loca como casi todo el edificio. El chico pelinegro era menos exótico, usaba lentes y sudaderas grandes, eso sí, tremendamente adorable, cocinaba bien y era muy bueno con todos...............asi......
...........y era un Otaku de primera como Izuku y kacchan, por eso se llevaban bien con el, también por eso era llamado nerd por casi todo el edificio. Gente agradable que tenía sentimientos adorables por sus hijos. Y aunque estos sacaron el lado despistado de izuku, también sacaron su intuición de katsuki, así que......sospechaban un poco de sus sentimientos más no los notaban del todo. Se rió al pensar que se estaba repitiendo la historia.

Al parecer ese chico pelinegro y esa chica pelirroja estaban viviendo lo mismo que el estar profundamente enamorados de 'el chico del  apartamento 512''

El chico del apartamento 512 Él que hace a mi pobre corazón saltar Es a quien le hago cartas noche y día Que no puedo entregar El chico del apartamento 512 Es él quien me hace tartamuda y más Es en quien yo pienso y sueño noche y día Él, solo él El chico del apartamento 512 Él que hace a mi pobre corazón saltar Es a quien le hago cartas noche y día Que no puedo entregar El chico del apartamento 512 El chico del apartamento 512 El chico del apartamento 512


FIN

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