—¡Despiertaa! Se te hará tarde —Queen me miró con el ceño fruncido—. ¿Te asusté?

—En tu vida, vuelvas a entrar de esa forma a mi habitación mientras duermo —sostuve mi pecho, mi corazón latía muy rápido y respiraba agitadamente.

—¿Qué hacías? —divisé un brillo de picardía en sus ojos cafés— Estás toda roja y no tienes fiebre, te ves acalorada y el aire acondicionado está encendido... A ver los dedos.

—Serás idiota —refunfuñé de camino al baño, estaba malhumorada y tenía una idea del porqué.

Queen estalló en risas mientras desaparecía por el umbral de mi puerta. Sin embargo, tenía razón. Mi frente estaba sudada y tenía las mejillas coloradas pero, ¿Y si...? Mire mis dedos.

Vale, no había pasado nada, jeje.

Volví a mirar mis dedos a través del espejo, me encogí de hombros y finalmente entré a la ducha. Supongo que hoy me daría un cariñito antes de irme a la secundaria.

No sé qué era más raro, si soñar con un desconocido, querer besar a un desconocido o tocarme por el sueño caliente con el desconocido. Supongo que lo más raro de todo es que tenía la impresión de haber visto a ese chico antes, todo de él se me hacía muy familiar.

Lo conocía.

Conocía a el chico de mis sueños.

Y lo peor de todo, no me gustaba. Me encantaba.

***

Uhhh, ¿quién será el desconocido caliente del sueño? Yo creo tener una idea...

Por cierto, ¡siganme en mis redes sociales! Para contenido exclusivo de mis historias.

Nos leemos luego, cuídense. Besos en el rabo;)

~Jai.