Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo VII

Sueños Desconocidos.

Subía las escaleras mientras en mis auriculares sonaba Imagine Dragons, llevaba dos libros de vuelta a la biblioteca y como de costumbre buscaría otro más. Distraída y envuelta en mis pensamientos no me fijé por donde iba y tropecé con alguien.

Los libros cayeron desparramados sobre el suelo, obligándome a agacharme y recogerlos. Me dolía ver a El Principito en el suelo tirado como algo sin valor, el libro de historia me daba un poco igual, si bien sigue siendo un libro. Cuando decidí tomarlo en mis manos, toqué la suave, blanca y cálida piel de aquella persona desconocida.

De un ser humano.

¡Un ser humano, había sido el causante de que El Principito estuviera en el suelo!

¡¿QUÉ DEMONIOS LE PASABA?!

Levanté mis ojos, recorriéndolo minuciosa y detalladamente con la mirada, llevaba unos monos deportivos estilo chándal, una franela blanca que se ajustaba a su no musculoso, pero si definido, (en los lugares necesarios) torso. Una cara perfectamente afeitada y con mínimas pecas en sus mejillas sonrosadas acompañaban a unos labios carnosos y abundantes. Pero de toda su perfección lo que más llamó mi atención fueron sus ojos... unos ojos celestes que no paraban de escanearme a mí también.

¡Dios! Estaba para comérselo entero y chuparse los dedos.

Mi ensoñación acabo en el momento en que vi como esbozaba una perfecta sonrisa de lado, era arrogante y egocéntrico, se notaba a leguas y era tan perfecto que irritaba. La cara de estúpida que muy seguramente había tenido mientras me lo comía con la mirada se había transformado en una mueca de disgusto y un ceño fruncido. Me levanté rápidamente con el libro en mis manos que él permanecía sosteniendo.

¡Vale! Ya lo tengo. Puedes soltarlo, no soy estúpida y tampoco necesito de tú ayuda —dije duramente y le arrebaté el libro de sus manos.

¡Soo! Bonita, ¡Soo! —levantó sus manos en señal de rendición, mientras mantenía esa irritante sonrisa en su cara.

Eres un idiota engreído y cara bonita con el cerebro del tamaño de una nuez, ya lo pillo. ¡Gracias por hacerlo notar! Me largo —le di una sonrisa falsa y pasé a su lado para adentrarme en la biblioteca, pero...

Espera, cascarrabias —me detuvo por la muñeca, volví mis ojos a él—. Me juzgaste, es justo que yo haga lo mismo.

No sé ni por qué hago esto.

Muy bien, te escucho. No eres tan importante como para perder el tiempo contigo —dije luego de zafarme de su agarre, adoptando una postura de brazos cruzados.

Intento de chica ruda, poco afectiva, sarcástica y cerrada, pero te derrumbas al leer libros de romance y ver comedias románticas —mantenía sus ojos fijos sobre los mios con cada palabra que decía—. Eres lectora, lees muchísimo romance pero tu favorito, me atrevería a decir que es... misterio o fantasía, no lo sé ¿Erotismo, quizás? Afirmaré que es fantasía por el pequeño tatuaje de hada en tu muñeca, por cierto la tinta blanca te queda bien.

Mierda, mierda, mierda.

»Inteligente y directa, tienes las mejores calificaciones del instituto. Familia perfecta y orgullosa, muy seguramente adinerada. Tu círculo social es pequeño —bajó la mirada a mis piernas descubiertas por los jeans cortos que llevaba—. Buenas piernas, practicas algún deporte o solo te gusta hacer ejercicio. Y claro, desde que me viste quedaste embobada y no puedes sacarme de tu mente —la comisura de sus labios se levantó, regalándome una sonrisa torcida de idiota.

Eso, era un idiota. Reacciona.

Gracias por hacerme perder mi tiempo de la manera más irritante —sonreí falsamente y me di la vuelta siguiendo mi camino a la puerta.

Tomé el pomo de la puerta con mi mano derecha y justo cuando iba a tirar de él, una mano sobre la mía me detuvo, volví mi cuerpo a él y ahí estaba de pie, acorralándome contra la entrada de la biblioteca, con su cuerpo rozando el mío en una sutil caricia, sus ojos celestes perforaban los mios en busca de algo... Y sabía perfectamente que era.

Escondes algo —dijo en un susurro ronco.

¿Qué? —apenas logré articular.

Cuando vives escondiendo algo, sueles darte cuenta cuando alguien más lo está haciendo, y bonita, yo voy a descubrirlo.

Era jodidamente hermoso y demasiado perfecto que irritaba, sus ojos permanecían sobre los mios analizando cada facción de mi rostro, pero a pesar de cargar tanta belleza, en ellos se veía el reflejo de oscuridad y eso solo gritaba una cosa, y eso era peligro.

Estaba tan cerca que nuestras respiraciones se mezclaban, su aroma se colaba por mi nariz, llenándome de él. Podía apreciar pequeñas pecas sobre sus mejillas coloradas. Sus labios rosados me invitaban a probarlos.

¡Dios! ¿Qué estaba sucediendome?

Quería besarle, me moría por sentir sus labios sobre los mios.

No tanto como yo lo deseo, bonita —miré a sus ojos una vez más pero él seguía viendo mis labios, mientras mordía el suyo inferior.

¡Vaya que hacía calor!

»¿Crees que no lo sé? La forma en que me miras, tus mejillas coloradas, tu respiración entrecortada y los latidos rápidos de tu corazón. Mueres por besarme... pero no tanto como yo a ti.

Yo, Quinny Tucker, la chica que no se dejaba por cualquier imbécil, estaba derretida en los brazos de un idiota fanfarrón, pero... Entiéndanme, era caliente, sexy y atractivo, sobretodo la seguridad con la que hablaba y actuaba, eso me tenía a sus pies. Literalmente.

El chico se acercó aún más, tanto así que la punta de nuestras narices se tocaban. La mano que me impedía tirar de la puerta se movió trazando un camino desde mi mano, pasando por mi brazo, hasta llegar al tirante de mi blusa, acomodándolo nuevamente sobre mi hombro. Tragué grueso al sentir como mi piel se erizaba a medida que subía por mi cuello, tomó el mechón que caía en mi cara y lo colocó detras de mi oreja, cerré los ojos disfrutando de su suave toque sobre mi piel.

Posó su mano en mi nuca y me acercó aún más a él, mis labios se entreabrieron en respuesta, ansiando sentir el toque de los suyos. Sin embargo, se detuvo a milímetros de ellos y me miró a los ojos, con una pregunta en ellos «¿Puedo?», pero envolví mi mano en su castaño cabello en respuesta.

Claro que lo quería y claro que podía.

Al sentir el roce de sus labios con los mios no pude evitar emocionarme pero... El golpe seco de la puerta de mi habitación me asustó y de un tirón me senté en la cama.

—¡Despierta, se te hará tarde! ¿Te asusté? —Queen me miró con el ceño fruncido.

—En tu vida, vuelvas a entrar de esa forma a mi habitación mientras duermo —sostuve mi pecho, mi corazón latía muy rápido y respiraba agitadamente.

—¿Qué hacías? —divisé un brillo de picardía en sus ojos cafés—. Estás toda roja y no tienes fiebre, te ves acalorada y el aire acondicionado está encendido... a ver los dedos.

—Serás idiota —gruño de camino al baño, estaba malhumorada y tenía una idea del porqué.

Queen estalló en risas mientras desaparecía por el umbral de mi puerta. Sin embargo, tenía razón. Mi frente estaba sudada y tenía las mejillas coloradas pero, ¿Y si...? Miré mis dedos.

Vale, no había pasado nada, jeje.

Volví a mirar mis dedos a través del espejo, me encogí de hombros y finalmente entré a la ducha. Supongo que hoy me daría un cariñito antes de irme a la secundaria.

No sé qué era más raro, si soñar con un desconocido, querer besar a un desconocido o tocarme por el sueño caliente con el desconocido. Supongo que lo más raro de todo es que tenía la impresión de haber visto a ése chico antes, todo de él se me hacía muy familiar.

Lo conocía.

Conocía al chico de mis sueños.

Y lo peor de todo, no me gustaba. Me encantaba.

***

Uhh, recuerditos. Me había tardado, lo sé. Pero aquí tienen, no voy a negarles que éste hermoso y ardiente desconocido es nuestro protagonista. Sí, lo es y esto apenas comienza, se los juro.

Se vienen personajes nuevos e importantes para la trama. Algunos eventos que son necesarios y que les juro que al final se quedarán en mood de ¿Awatafaka?

Éste es uno de mis capítulos favoritos y es dónde se le da inicio a la trama (verdaderamente).

Está dedicado a una persona súper, súper importante para mi. Mi mejor amiga que también me ha apoyado desde que decidí comenzar a escribir con pequeñas cositas, Ennleyris.💚

En fin, creo que terminaré el maratón con el otro capítulo, entonces espérese para que siga leyendo, comadreja.

Como siempre cuidense y besos en el rabo, ¡L@s amo!<3

Siganme en mis redes:

~Jai

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro