Querido, Chico de los pedidos:

Se que debió sorprenderte que la semana pasada en lugar de dejarte propina en la mesa, te haya dejado el recibo que me diste, pero con una nota escrita en la parte de atrás...

Eres tu, eres la razon por la que vengo a este restaurante.

Llevo observandote un tiempo, espero y no pienses que soy un acosador. Tan sólo me gustas.

Se que no me conoces, se que no te conozco y se que, nisiquiera se tu nombre.

Pero, siento como si aquello no fuera necesario.

No quiero que me conozcas. Las cosas serían difíciles. Por eso, siempre que vengo traigo a unos amigos conmigo.

Así, talvez te cueste adivinar quien te envía estas pequeñas notas.

Porque a mi me cuesta traer a estos tontos por lo menos una vez a la semana cada vez que salimos de la Universidad. Aun así, el esfuerzo vale la pena.

Con cariño, Tu admirador secreto.