"Ven pequeñito". Dijo Harry tomando a la pequeñísima bolita de pelos negras con patitas blancas como si tuviera botitas.

"Deberíamos llevarlo al veterinario, conozco uno cerca".

"Si, eso sería genial".

Ambos caminaron por las frías calles nuevamente, Harry sostenía Al gatito en sus manos como si su vida dependiera de ello.

No entendía como alguien podía ser tan cruel como para dejarlo ahi, tirado, en pleno invierno. Ese gatito negro con llamativos ojos azules tiritaba del frío y Harry estaba dispuesto a darle un hogar y lugar caliente para que duerma.

Caminaron unas cuantas cuadras más y estaban en la puerta de una clínica veterinaria.

Por fortuna no habían muchos animales que atender.

Louis fue el que se acercó a la recepcionista, una señora algo mayor, con un traje de enfermera color lila.

Louis explico la situación del gatito y la señora le dijo que pase directamente debido que era un vaso de emergencia.

Los dos entraron al consultorio, Louis por primera vez se acercó al gatito, viendo el aspecto del minino, estaba sucio de sus propias heses y tan flaco que podía ver las costillas.

El veterinario finalmente entró.

Era un chico de ojos color miel con cabello castaño y bastante alto. Se veía joven, bastante.

"Hola" dijo el doctor. "¿Qué le pasó a este pequeñito o pequeñita?"

"Lo encontramos en la calle, estaba en una manta muy sucia y temblaba de frío".

"Bien" extendió una mano para poder agarrar al minino. Harry se lo entregó "me lo llevaré un segundo y luego vuelvo". Le sonrió.

Algunos minutos pasaron y ambos seguían en silencio.

"Estás muy callado últimamente". Dijo bajito el rizado.

"Lo siento... Yo, estaba pensando." Me sonrió "¿Te gustó ir hoy al hogar?"

"Si, fue muy bonito, los niños me gustan". Sonrió al recordar el momento. "Ver la sonrisa en su cara porque les estábamos dando un simplemente pastelito me hizo... Sentir bien".

Se quedaron en un silencio corto. Por que el rizado rompió el silencio.

"¿Por qué le decías 'pastelitos mágicos'?"

"Cuando era pequeño y estaba en el hogar... Venía un señor que tuvo muchos hijos a traernos ropa y juguetes". Tomó asiento al lado de Harry. "Yo y zayn le decíamos 'viejito mágico'. En ese tiempo no me sentía querido, las parejas que venían no querían a los niños grandes, querían a los bebés o a los de cuatro años a lo mucho". Hizo una mueca. "Pero cuando ese señor venía y nos daba caramelos o ropa nueva, me hacía sentir mejor, y querido, era como magia que ese señor venga y nos dé felicidad a mi y a los que no sabíamos que no nos iban a llevar nunca". Termino con una sonrisa.

Harry tenía los ojos llenos de llagrimas de imaginarse al castaño de pequeño sin sentir cariño y con la mejillas llenas de lágrimas cada noche.

"Bien" el doctor entró nuevamente. "Está pequeña estará bien, va a necesitar que le den leche con vitamina y probióticos de biberón por qué sus dientes casi ni se ven, desparasitante y lista. La bañamos y la pusimos talco para la pulgas. La recepcionista les puede dar la leche y los desparasitantes que vendemos aquí mismo". Les sonrió.

"Gracias, de verdad gracias doctor..."

"Mendes". Dijo extendiendo una mano y sonriéndole al menor.

Louis Miro la situación con disgusto, pasaron algunos segundo y seguían igual.

Carraspeó y rompió el silencio.

"Genial, gracias doctor".

Se acercó a Harry, quien estaba tomando a la pequeña gatita en las manos, para pasar su mano por su cintura. Harry brincó por el repentino toque y se sonrojo.

Salieron del consultorio y recién afuera Louis saco la mano de ese lugar.

Harry estaba en las nubes, con los ojos brillosos y los cachetes de color escarlata.

Louis, después de discutir con Harry, fue quien pagó por las cosas para la pequeña.

Louis se ofreció a acompañar a Harry hasta su casa, claramente aceptó con felicidad.

El ojiazul quería preguntar algo, pero no sé quería sentír mal o humillado si un lindo rizado de negaba. Pero luego de una pelea en su mente se decidió a si preguntar.

"¿Te puedo venir a buscar esta noche?" Soltó rápido h atropellado.

El rizado abrió los ojos y se sonrojo más cómodo eso fuera posible.

"¿Qué?" Fue lo único que pudo formular.

"Si no quieres está bien, si tienes a alguien más que te lleve... Yo-"

"Sí" dijo sin mirar pero sonriendo.

Louis bajo la cabeza para sonreír más

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Harry se encontraba en su habitación, ya eran las siete de la tarde y decidió empezar a arreglarse ahora.

Tomó una larga ducha, limpió sus rizos con un shampoo con aroma a jazmines.

Salió del baño con una toalla en la cintura y su celular sonó

Lou:
¿Está bien si paso por tí a las nueve?

Yo:
¡Perfecto!

Eran las siete y media, así que empezó a sacar ropa de su armario. ¿Una simple camisa negra y un jean del mismo color? Muy básico.

¿Y si usaba una camisa y de bajo una camiseta?

Si.

Estuvo más tiempo del que esperó buscando algo que le guste como le queda.

Camisa con camiseta, eliminada.

Encontró un pantalón que le agrada como le queda, no se pega mucho ni es muy holgado. Jean negro, listo.

Busco entre sus camisas y encontró una a cuadros que le gustaba, así que probo ese conjunto.

"¿Te gusta Moly?" Le pregunto a su gatita.

Ponerle moly fue la condición de su madre para que se pueda quedar.

El resultado final le gustó mucho, tomó son Converse blancas y estaba lindo, eran las ocho y cincuenta y cinco.

¡Más de una hora para elegir ropa!

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Louis la tuvo más fácil por qué él ya tenía la ropa lista de esa mañana, un suéter muy bonito color azul marino y unas líneas de colores y unos simples jeans color de la tela y unas Vans blancas.

Estaba listo para ir a buscar a Harry.

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Harry hablo con su mejor amigo y acordaron verse en la casa del cumpleañero.

Si Louis era puntual faltaban tres minutos para que Louis llegue.

Fue de a tropezones al cuarto de su hermana.

"No puedo, voy a morir". Se tiró dramático a la cama de Gemma.

"Cállate que intentó estudiar".

"Estás de vacaciones y tienes a un hermano que está en crisis".

"Agh ¿Que quieres?"

"¿Que hago si por el alcohol digo algo tonto?"

"No tomes."

"No ayudas."

"Solo tienes que divertirte, él fue quién realmente es este tarde, tienes que hacer lo mismo, relajarte y ser tu mismo".

Una bocina sonó fuerte en la planta baja.

"Si muero, cuida a moly por mi". Exageró.

Bajo por las escaleras para encontrarse con Louis

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Louis bajo del auto luego de tocar la bocina, realmente quería impresionar a Harry, y lo haría bien.

Bajo del auto y se apoyó en la puerta del acompañante para esperar al rizado.

Cuando la puerta se abrió solo pudo abrir la boca en busca de aire.

Harry estaba precioso, siempre lo estaba, pero esa ropa le le sentaba muy bien, muy.

Louis no se quedaba atrás, aunque tuviera un abrigo, este de apretaba a sus brazos, los cuales parecían bien formados.

"Hola". Dijo Louis una vez que lo tuvo cerca.

"Hola". Respondió Harry.

Está noche sin duda iba a ser larga, y quién sabe, quizás marcaría un antes y un después en la vida de un rizado de ojos jade y un castaño de ojos azules.

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Al final la parte de la fiesta de zayn se me re alargó, pero bueno, el próximo ya es.

¿Ya me dijieron feliz cumpleaños a zee en un testamento diciendo lo mucho que lo aman? Yo sí.

Y también de los últimos.

En serio me gusta mucho como esta terminando está historia.

Ahora sí, hasta mañana con un capítulo... Fuerte...
No ESE fuerte... Mal pensadx.

No olviden recomendar, votar y comentar que me hace muy feliz.

All the love. M.