4🌻
El rubio había llegado a la casa de su pelirrojo amigo. Llevaba con él, el brazalete olvidado. También se encargó de llevarle tulipanes y una caja de chocolates. Cuado el chico abrió la puerta lo dejó pasar, su casa estaba desordenada, habían pañuelos usados en el suelo, platos con helado y el pelirrojo no estaba en las mejores condiciones. Lucía despeinado con pijama y tenia unas ojeras que se podían ver a mil kilómetros de distancia. Era lógico después de una pérdida. Aún así a Adrien le seguía pareciendo la criatura más hermosa.
—Adrien, que sorpresa verte. No pense que vendrías. — dijo Nathaniel tratando de recoger todo el desorden.
—Estába preocupado por ti, Chloe me dio tu dirección. Espero que no te moleste. Te traje estos chocolates y estas flores, espero que te guste. Se que te gusta el color amarillo.
Las mejillas del pelirrojo ardían y sus pupilas estaban dilatadas al ver estar hermosas flores amarillas.
—G - Gracias, tulipanes amarillos, me encantan los pondré en agua — consiguió un jarrón y el rubio se sentó en uno de los sillones de la sala principal.
— Y por supuesto no me molesta que hayas venido, al contrario, me alegra verte. — el pelirrojo sonrió. — Veo que traes mi brazalete, pensé que lo había perdido. Los ojos del pelirrojo se cristalizaron pero intentaba ser fuerte.
—Lo olvidaste el otro día, dijiste que era especial y quise traerlo.—Adrien sonrió.
—Gracias, no sabes lo que significa para mi este brazalete. Eres muy gentil Adrien, estás flores y esos chocolates son un lindo gesto de tu parte.
—Me alegra que te haya gustado pero dime, ¿Como estás? — Preguntó el rubio y Nathaniel se sentó a su lado.
Comenzó a llorar.
No podía ver a Nathaniel de esa forma, me partía el alma verlo llorar. Era la primera vez que lo veía llorar y por impulso le di un abrazo, un abrazo sincero y cálido. Él se aferró a mi cuerpo de la manera más dulce e inocente posible.
—Todo estará bien —susurré. —Yo estoy contigo.
—Mi padre murió, su esposa me lo dijo,
al parecer los resultados de la autopsia dicen que fue por causa natural — dijo mientras sollozaba en mi hombro. —Un ataque al corazón.
—Siento mucho tu perdida, no tengo idea de como te estés sintiendo en estos momentos, pero dejame decirte que estaré aquí, contigo, hasta que lo puedas superar.
— No es tu culpa — susurró — Gracias por estar aquí Adrien, no sabes lo bien que me hace sentir tu abrazo y tu amistad.
Estuvimos abrazados un buen tiempo hasta que él terminó de llorar.
— ¿Quieres jugo de naranja? ¿si te gusta verdad? Es delicioso ¿no?
— Jugo de naranja esta bien — reí.
—¡Gracias al cielo! Sincerame Jugo de naranja es lo único que tengo en el refrigerador asi que...
—Vamos por comida, yo invito — sonreí.
— ¿Enserio?
— Sí, vamos, debes despejar tu mente y debes alimentarte o te pueden enfermar. —Realmente me preocupa el bienestar de Nathaniel y estoy decidido a ayudarlo.
Desde ese momento Nathaniel y yo formamos una bella relación e incluso puedo decir que comencé a encariñarme con él de una manera hermosa y sincera e incluso llegué a apoyarlo en todo lo que el hacía como escuchar música, ver películas e incluso ayudarlo a cuidar su jardín.
Pasaron los meses y ayudé a que pudiera superar la muerte de su padre, no fue nada fácil pero logró conseguirlo.
Se había vuelto mi mejor amigo, por fin tenía a alguien en quien confiar. Hablabamos de libros, películas y sobre todo de sus flores, vaya que le encantaban las flores. Su jardín era hermoso igual que él; aveces lo ayudaba a plantar algunas semillas.
—El secreto esta en usar cáscara de naranja. Crecerán mej... ¿Que? ¿Tengo algo en la nariz? —preguntó dulcement mientras yo admiraba su belleza.
— N-nada , es solo que desde que te conocí hace seis meses supe que eras especial — sonreí.
Él sonrió tímidamente.
— Solo soy un chico al que le gustan las flores, no hay nada en especial con eso. — dijo cabeza abajo.
—No, hay mucho más en ti. Es como si en otra vida tu y yo hubiéramos estado juntos.
De la nada Nathaniel tomó mis mejillas y me besó, la suavidad de sus labios junto el aroma de todas las flores de su jardín fue único. Había deseado hacer esto desde el primer dia que lo vi en aquella floristería.
— N-no sé porque lo hice — dijo muy apenado —entiendo si te sientes incómodo a mi lado despues de esto... Lo siento Adrien.
Tomó sus semillas y estaba apunto de regresar a la entrada principal de su casa.
— No te disculpes — Lo tomé del hombro. - No me incomoda, quería hacerlo pero no me atrevía, al parecer tu eres mas valiente que yo — sonreí y lo tomé de la mano.
—M-me gustas... y mucho
Sus palabras me dibujaron la mas grande sonrisa que podía tener en mis labios.
-—Me gustas desde que te vi por primera vez, no dejo de pensar en ti, en tu mirada dulce y misteriosa, se que es una locura pero... ¿te gustaría ser mi novio?—dije
—A-adrien, no lo se... ¿que hay de Marinette? Parece linda, No me gustaría que la engañaras conmigo.
—Terminaré con ella, lo prometo, ni siquiera hablamos. Creo que terminamos desde hace mucho, me está engañando.
—¿Con quién?
—Eso no importa. Me importas tú, me traes loco son duda.
— Acepto Adrien, quiero ser tu novio — me abrazó y pude cargar su frágil cuerpo. Ambos nos besamos otra vez, es una fecha que jamás voy a olvidar.
—Te amo, no tengo que dudarlo.
—También yo Adrien, eres lo mas importante que tengo. Mi amor.
Hice muchas cosas malas en los últimos meses, desde que mi mejor amigo se distanció de mi, intenté buscar una nueva amiga.
Siempre vi a Marinette como una chica odiosa que sólo pensaba en ella misma, pero en realidad resultó ser una persona muy tierna. Nos encontramos todas las tardes después de clases, solemos ir a mi auto a besarnos y hacer cosas cariñosas ya que a Marinette no le parece buena idea que demostremos nuestro amor en público.
—Deja de mirarme así Chloe — sonrió.
— Perdón, no puedo evitar lo, quiero besarte.
— No podemos hacerlo en público, estos chicos creen que Adrien es mi novio —dijo como si se avergonzara de lo que realmente es.
Me tomó un par de meses pero por fin logré aceptar lo que realmente siento y eso es que me gustan los chicos y las chicas. Salí del clóset y no pienso volver a entrar.
— Terminarás con él ¿verdad? —pregunté curiosa.
—Necesito tiempo, lo haré lo prometo. — sonrió tiernamente.
—Te creo, sólo no me decepciones.
—Estaremos bien, solo es cuestión de tiempo, hablaré con Adrien y tu yo podremos salir sin ningún problema — me dio un beso en la mejilla.
— siempre dices lo mismo, ya que. — dije algo molesta. —al final de cuentas siempre pones una excusa por delante y ya estoy un poco harta de esta situación.
—Chloe... — dijo mientras yo me alejaba, no pienso estar con alguien que pretende esconderse de la sociedad. Puede que lleguemos a estar juntas, solo si acepta salir en público conmigo.
<3
Mil años después pero aquí estoy:)
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