Todo paso muy rápido. La noticia afectó por completo a todos los seres queridos deNathaniel.

— Adrien, tomé el primer vuelo de New York a París. - Chloe había llegado desde muy lejos para consolar a su amigo. — no es posible que mi mejor amigo esté en ese ataúd, no creo que esté muerto. Era tan joven, lleno de muy buenas virtudes.

—No ha sido fácil... — se rompió en llanto.

— Cálmate Adrien, tienes que ser fuerte or Nath.

Chloe derramó una lágrima.

— Puedes decirme lo que pasó. Solo si tu quieres.

— le había pedido matrimonio y sin pensarlo el acepto ser mi esposo, te juro que jamás me había sentido  tan feliz como en ese momento. Fuimos a una estupida fiesta y Kagami estaba pasada de copas y me besó. Traté de apartarla pero fue inútil, Nathaniel vio tal escena y salió corriendo. No pude... juro que corrí lo más que pude pero no pude evitar ese accidente.

— No es tu culpa. Es culpa de la infeliz de Kagami, pero tienes que ser fuerte, no tenía idea que se irían a casar.

—Era mi alma gemela...— dijo entre llanto. —No voy a poder amar a nadie así como lo amé a él. ¡Nunca!

—Lo sé Adrien — Chloe abrazó a su amigo.

El entierro se llevó a cabo no muy lejos de la ciudad. Los padres de Adrien se encargaron de organizarlo, pues sabían cuan importante era el chico para su hijo. En el entierro no habían muchas personas. Solo Adrien, Chloe, los padres del rubio, algunos compañeros de universidad y al parecer quién decíaser la madrastra de Nathaniel.

Luego de colocar la lápida, Adrien se acercó a la tumba.

— Nunca en mi vida amaré a nadie como te amo a ti. Podre encontrar otra pareja pero jamás a mi alma gemela. Eras tan único, tan importante para mi.
Espero con todo mi corazón volver a verte en el cielo.
Siempre serás el chico de las flores, mi chico de las flores. Te prometí que te amaría toda la vida y así será, aunque ahora te encuentras en el cielo mi corazón sigue siendo tuyo porque a tu lado conocí el amor verdadero.
Descansa en paz amor mío.

Todos salieron del cementerio pero se acercó una persona.

— Vete Kagami. ¿Que no ves que ya esta muerto? Tú y tus amigos lo único que querían era ver a mi Nath en el mismísimo suelo. Deberías estar feliz.

Adrien estaba muy molesto con su presencia. Adrien quería golpearla, hacerla pagar porque en teoría era culpa de ella que ese terrible accidente haya pasado.

— Cariño, todo se salió de las mano. Pedóname. –Kagami insistía.

— Ya lo escuchaste. Será mejor que te vayas perra. — Chloe le dio una cachetada y ella se fue corriendo.

Adrien fue directo a la casa del pelirrojo en donde pasaban la mayoría del tiempo, donde hacían de todo. Donde cultivaban flores y se besaban.
Adrien no pudo evitar soltarse en llanto al ver tan hermoso jardín. Le recordaba a él cada pequeña partícula de ese lugar.
Adrien entró a la casa y vio todo tal y como su amado lo había dejado. El brazalete con la N grabada estaba en uno de los cojines; Subió las escaleras y llegó a su habitación. El lugar donde Nath solía dibujarlo, el lugar donde ambos hicieron el amor. Adrien no soportaba ni un minuto más en esa habitación, así que cerró la puerta y se fue de ese lugar.

10 años más tarde...

Desde la muerte de Nathaniel, Adrien pasó por una terrible depresión, nadie creía que iba a sobrevivir, incluso sus padres sintieron preocupación de que llegara al punto de suicidarse. Todo le recordaba a Nathaniel a su amado prometido con el que se casaría y con el que harían una bella familia. Pasó mucho tiempo para que Adrien lograra superar a su gran amor. Una persona llegó, la cual levantó a Adrien de su cama. Conforme el tiempo Adrien y esa persona se hicieron pareja pero su nuevo amor con gusto respetó todo lo que Adrien seguía sintiendo por Nathaniel. Pasaron los años y ambos se casaron y adoptaron hijos.

Adrien sintió la necesidad de volver a aquella  casa de aquel pelirrojo que cultivaba flores de todos los colores después de diez largos años.

Tocó la puerta de la casa.

<<Este lugar no ha cambiado nada>> pensó y luego una anciana abrió la puerta de la casa.

— Hola, ¿necesitas ayuda? —Preguntó la anciana que de seguro vive en la casa que era de Nathaniel.

—Sí, quería saber información sobre la persona que vivía aquí hace diez años.

—Pasa, te contaré.

La vieja mujer dejó pasar a Adrien y le dio una taza de té. Los sofá eran los mismos, las cortinas eran las mismas; era como si Nathaniel aún estuviera en su casa. Adrien sintió el corazón acelerado, la nostalgia invadía su cabeza con miles de recuerdos hermosos.

—Verás, me vendieron la casa con una sola condición. No cambiar nada de lo que había aquí y la razón era que un jovencito que supongo que en estos momentos tendría tu edad. Un chico que murió en un accidente de auto, fue muy triste y una lástima. Era tan joven, tenía tantos sueños y metas por conseguir, es una pena que haya muerto.—Sonrió cálidamente la vieja mujer.

—Lo sé, él y yo íbamos a casarnos. —dijo Adrien recordando todo.—Murió horas después de haberle pedido matrimonio, siempre soñamos con una familia y ser felices.

Lagrimas salieron de sus ojos.

—Tu debes ser Adrien.

— ¿Cómo lo sabe? —Preguntó el rubio dudoso.

—Arriba donde era su habitación hay muchas cosas que él dejó... fotografías, pinturas, escritos y muchas cosas relacionadas con tu nombre. —sonrió la Mujer.

— ¿Podría subir y ver su habitación?

—Por supuesto, pasa.

Adrien estaba ansioso por volver a ver esa habitación tan especial. Subió las escaleras y entró a la habitación.

Toda la habitación estaba llena de pinturas, fotos, ropa. Cosas de Nathaniel con mucho polvo por supuesto, pero algo llamó la atención de Adrien sin duda. Una especie de diario donde Nathaniel escribía todo lo que sentía hacia él.

"Adrien, mis temores se van cada vez que me abrazas"

"Aún recuerdo el día que nos conocimos, recuerdo que te ayudé a preparar  flores para tu madre, fue una situación extraña pero sin duda hermosa e inolvidable."

"Recuerdo cuando me desmayé afuera de ese antro, pensé que me habías secuestrado. No fue gracioso en el momento pero te juro que después de eso, reía cada vez con ese recuerdo, porque gracias a ese día tu yo logramos conocernos mejor"

Adrien comenzó a llorar al leer cada pie de página de ese diario con un dibujo diferente de él. Sin duda Nathaniel lo que más amaba era a Adrien y siempre que podía hacía dibujos de él.

"Mi primer beso contigo fue lo mejor que me pudo pasar, siempre creí que el amor solo pasaba en las películas románticas pero no, tu me demostraste que es amar"

"Dicen que los mejores momentos llegan cuando menos te lo esperas, y eso es lo que sucedió con nuestro primer beso"

—Él me amaba tanto como yo lo amo a él aún. Me duele tu perdida Nath. Pero jamás te dejaré de amar aunque pase el tiempo, siempre me acompañas y tu recuerdo quedará en mi corazón. Jamás te voy a olvidar, mis hijos sabrán de ti y mis futuras generaciones también para que nunca muera el recierdontan bello que tengo de ti.—dijo entre lágrimas y sollozos.

Luego de un rato Adrien conservó ese diario y un álbum de fotos que encontró debajo de la cama. Fotos de cualquier cosa que hacían juntos, cuando ambos fueron a ibiza ymuchas cosas más que prefería llevárselos a casa.

Tenía duda sobre el jardín de su amado. Estaba tan bien cuidado tal y como el lo hacía.

—¿Usted cuida el jardín? —preguntó Adrien con duda.

— Algunas cosas, soy vieja y no puedo forzarme mucho... pero, aveces pienso que es ese chico que viene a cuidar sus flores. En espíritu.

—¿Esta segura que no paga ningún servicio de jardinería?

— Lo juro por mis nietos. Además pienso que tanto sus flores como tú era muy preciados para él, y estoy segura que como cuida sus flores así cuida de ti desde el cielo.

Adrien se retiró de la casa agradecido por ma ayuda yblas palabras de esa mujer. Antes de irse  observó el jardín y pudo sentir una brisa en su rostro. De alguna forma era como si el espíritu de Nathaniel estuviera allí. Cerro los ojos y sonrió.

—Aunque te hayas ido, nadie ocupará tu lugar en mi corazón. Nuestro amor es tan grande, tan incomparable que así me enamore mil veces más, nadie podrá hacer que te olvide. Te amo tanto.

Gracias por tanta felicidad, ahora te toca descansar y sé que desde allá arriba me estarás cuidando. Espera por mí.

<3

Gracias por leer, bella persona.