Extra 3
Aviso Importante que no importa tanto, el capítulo es largo no es como los otros que he escrito corto. Espero que le guste mucho y se diviertan leyéndolo, sin más que decir disfrútenlo mucho. Además este es el último extra que cierra esta historia.
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Aldora
Silencio.
Eso era aquello que me rodeaba en aquel momento, y era tan refrescante. Tan lindo y tan tranquilo, pero sobre todo era algo que anhelaba cada vez que estaba en este lugar.
A los lejos se pueden escuchar el canto de los pájaros, que se une con el sonido del agua que impacta con la tierra llenando el estanque milagroso. Hace cinco años atrás morir y es una experiencia un poco rara, porque no recuerdo nada pero sé que la vi.
Sé que ella estaba ahí esperándome para no dejar que nuestras historias se ligaran, pero sabía que ella estaba ahí y cada vez que vengo a este lugar es como si la sintiera tan cerca. Por lo que hace que lleve la mano a mi cuello para tocar el collar y dejar que mis pies toque el agua fría mientras veo cómo cambia de color.
A pesar que el agua era cristalina y brillaba como si ella revelara su poder, cada vez que metía un pie o tocaba el agua pasaba a tres colores que se unían, azul con dorado y blanco tan hermoso haciendo un remolino en el centro. A la vez me sentía tan conectada con este lugar porque estaba escondido en lo más profundo de la montaña dejándolo como un paraíso prohibido para el humano.
Pero me gustaba estar aquí, era mi escondite favorito desde que tuve a Liza y hoy que sostengo las cincos pruebas en manos, puedo decir que tengo doble confirmación.
- Otra vez embarazada.-susurre para mi adentro para confírmalo.
Sé que esto lo estábamos buscando pero no sé cómo darle la noticia a Fénix, amo a mis bebes pero la mayoría del tiempo soy yo la que estoy en casa con ellos y pensaba retomar mis estudios y superarme, aunque si lo pienso bien puedo hacer las dos cosas pero conociendo a Fénix se pondrá intenso como siempre.
Como deseaba que el fuera que sufriera de los vómitos, las jaquecas, las náuseas y las hinchazón de pies.
Solo respiro hondo para asimilar de nuevo la noticia, donde me levanto de la roca que estaba lo más cerca de la orilla de la cascada y yo pueda tocarla. No me atrevía a meterme a bañarme porque el agua era fría y me encantaba era ver los colores que se formaba en el agua.
Y era por la personita que tenía en el vientre que lo aseguro que por eso el agua era así de hermosa cuando la tocaba, miro todo a mi alrededor contemplando cada detalle de ese precioso lugar y después me voy dejándolo atrás. Horas después de dejar la montaña donde saludos a los guardianes, tomo el camino a la cabaña donde camino pensando en todo y a la vez nada.
Mi bello esposo esta cuidado hoy a los niños en la casa, y eso porque cuando Fénix pasa casi una semana entera con mi padre, Crux y Carlos en la ciudad hace que los pequeños no puedan pasar mucho tiempo con él y por eso cuando vuelve a casa dejo que ellos tengan un tiempo a solas. Aunque sé que ahora se la pasara más en la casa, pero me encanta que este con ellos. Liza tiene más energía de la que puede tener una niña de dos años dando volteretas por la casa, corriendo de un lado a otro, hasta a veces se me pierde por horas en el patio de la casa haciendo túneles bajo la tierra como si ella fuera un conejo. Y es que al principio no le hice caso porque bueno es una niña y a ellos hay que dejar que ellos disfruten su niñez hasta que crezcan.
El único que no la acompaña en su travesura es Donato, ese regalito del cielo parece un adulto en cuerpo de niño. Si juega con otros niños y su hermana, si le nace o quiere jugar un rato antes de irse a encerrar en la nueva biblioteca que su padre instalo en la casa. Siempre está a mi lado ayudándome en lo que puede cuando llega de la escuela, tiene un horario que mantiene desde pequeño que amo y jamás como su madre cambiare y Fénix tampoco porque cada día que van creciendo él le hace saber su naturaleza.
La que no le dio importancia fue Liza porque ella dice que además que es una princesa, sus poderes la hacen ser una princesa especial y poderosa lo que nos hace amarla más. En cambio el que si pasa más trabajo es Donato, todo el tiempo llega cansado de la escuela y con un semblante caído donde tengo que llenarlo de amor y sentarme con él a que me explique todo.
Y es que tener uno de los poderes de leer mente no es bueno para uno niño pequeño que apenas está logrando controlándolo, a veces él se siente frustrado porque tantos pensamientos se ligan con los suyos que no sabe diferenciar cual es cual y por eso todos los días retomamos los ejercicios que Fénix le enseño. Y lo estamos logrando, ahora viene más alegre y no tan apagado como antes.
Llegó al porche de la casa cuando escucho las risas adentro y abro la puerta, lo primero que capta mis ojos es la personita que tiene una espada de cartón en manos y un disfraz todo loco en manos mientras ataca a la persona que también tiene un disfraz y pelea con ella mientras se ríen.
-¡Atrás, atrás quiero mi botín! -le dice Fénix con voz gruesa mientras que ella se ríe y hace todo lo posible para no retroceder.
-¡Garfo mao! Jamás te dae mi tesoro! -chilla ella feliz revelando los dos dientes que le falta.
-¡Uff palabras incorrecta! -dice Fénix y por su descuido Liza alza su espada todo lo que puede y lo golpea en el pecho.
Fénix hace una dramatización muy graciosa como si ya estuviera muriéndose dejándose caer en el piso y Liza sale corriendo para caer encima de el con su espalda en alto y termina de clavársela en el pecho feliz.
- ¡El mao a mueto y el botiin es mío!-chilla ella feliz dando aplauso.
Una escena que se me quedara incrustada en la mente que amare cada día.
Termino de entrar cuando mis ojos se van a la otra persona que está sentado en el mueble gigante con un libro en manos y puedo ver por la portada que es de Peter Pan por el título y el dibujo en la portada. El como si me sintiera aparta su mirada del libro para colocarla en mí mientras deja el libro en el sillón y sale corriendo hacia mí abrazándome por la cintura.
- ¡Mami volviste!-dice con una alegría que hace que sonría.
Y es que él siempre ha sido así, siempre me recibe con una felicidad que si estoy triste me termina contagiando su felicidad.
Iba agacharme para abrazarlo y cargarlo, pero él hace algo que me toma por sorpresa y es que me levanta la camisa metiendo su cabeza y puedo sentir sus labios tocar mi vientre mientras susurra unas palabra que no logro escuchar para después sacar su cabeza y sonreírme con complicidad.
Me agacho cargándolo y ya arriba le doy varios besos en la cara mientras el ríe feliz y nuestras risas se unen como un cantico nuevo.
- ¿Alguna vez te dije que te quería?-sus dos manitos sostienen mi cara mientras veo destello en sus ojitos iguales a su padre.
Su sonrisa hermosa se agranda mientras asiente.
- Sí, todos los días. -me inclino para darle un beso en la frente y apretarlo más a mí, donde el me rodea con sus brazos por el cuello.
-Pues te lo vuelvo a decir, es que te quiero mucho e igual a Liza y jamás los dejare de querer.
-Yo también te quiero mami.
Unos brazos pequeños me rodean las piernas mientras grita de felicidad.
-¡Mami volvió! - y se ancla como un koala a mis piernas de forma que me impide moverle robándome una sonrisa también.
-¡Sí, mami volvió! -dice Fénix también acercándose a mí a pasos lentos donde me da un besos en los labios y me quita a Donato de los brazos, para poder cargar a Liza que lo pide a gritos de felicidad.-Hoy has vuelto un poco más tarde de lo común ¿Dónde estaba?
Si el supiera me lo prohibiría.
Y es que Fénix no le gusta que vaya a la cascada sola, dice que es un lugar muy sagrado y solo gente como él tienen el paso permitido o algo así. Por lo que si voy sola un guardián se podría despertar y confundirme con un enemigo.
Lo que no sabe el que sus guardias ya me conocen de memoria antes que saliera embarazada de nuevo y no sé porque, pero prefiero decir que estuve caminando por ahí que decirle que estuve en la cascada milagrosa.
-Sí, es que me distraje caminando y además quería darle un tiempo a solas a ustedes.
Liza se remueve en mis brazos para que la baje y cuando lo hago, sale corriendo como flash hacia el patio y ya me imagino que escavar de nuevo. Donato hace lo mismo con su padre y sale tras de Liza para vigilarla llevándose su libro antes que todo.
- Sabe que nunca me ha molestado.-me atrapa por la cintura pegándome a él mientras deja un beso en mi cuello mientras va siguiendo un camino hasta mi mandíbula.-Te noto más radiante. -susurra dejando pequeños besos que me están encendiendo poco a poco. - Más cambiada.-sigue hasta que su boca se encuentra con la mía y ya yo no tengo alientos.
Y cuando nuestros labios están a nada de tocarse un olor llega a mis fosas nasales produciéndome un revoltillo en el estómago donde empujo a Fénix y salgo corriendo al baño de invitado que está en la primera planta.
El vómito no se hace esperar cuando llego al baño y todo lo que he comido en la mañana se va por el retrete.
-¿Está bien trébol? -Fénix llega preocupado sosteniendo mi pelo mientras me pasa su mano de arriba abajo por mi espalda.
Cuando el vómito para, logro levantarme del suelo para lavarme la boca y sonreírle a él.
- Si solo que ese olor me revolvió el estómago.-digo para apartar las palabras que quiero decirle.
Esta vez quiero darle una sorpresa y que no se entere por su conexión rara de estrella o que me encuentre llorando en el baño, quiero que sea especial aunque ya sé que Donato lo sabe.
-Estaba preparando el almuerzo, estoy preparando pescado a la plancha. -dice pasándome el enjuague bucal.
De solo mencionar pescado mi estómago volvió a protestar y al retrete fui a de nuevo a parar.
Vieron, por eso quería que fuera él que sufriera esto síntomas y no yo.
***
- ¿Trébol vas a comer?-Fénix me llame desde la puerta corrediza que da de la cocina al pateo y es que necesitaba aire fresco, estar muy lejos de ese olor.
Así que lo único que se me ocurrió fue venir al pateo que da a la montaña y pasa agua que Fénix no sé cómo lo hizo, pero hizo que formara como un pequeño lago para bañarse.
Quito la vista de las páginas del libro que Donato me dio mientras que su curiosidad por jugar salió a flote con su hermana, donde en medio de su excavación se ensuciaron de pies a cabeza y ahora se estaban bañando en la orilla del lago.
- No, tengo antojos de una tarta de manzana. ¿Puedes hacerla?- el frunce sus cejas confundido mientras niega y yo aparto la mirada de él molesta porque no tengo mi tarta de manzana.
¿Para qué tener un esposo si no van a consentir a uno en sus antojos?
Será porque no sabe que estoy embarazada.
¡Pero Donato lo sabe!
Ignoro a mi conciencia mientras mi mal humor sube e ignoro a Fénix que me llama y como no le hago caso, llama a los niños para que vayan a comer.
Minutos después que termino de leer el libro de fantasías voy adentro cuando mi estómago ruge y mi mal humor sube, por no se consentida y por estar de nuevo pasando esto.
Entro a la cocina y voy a la nevera pero nada me da apetito, aunque todo se vea bueno no quiero eso y cuando tengo hambre y mal humor y no puedo expresar lo que siento, lloro y eso es lo que estoy haciendo por no tener lo que quiero.
-¿Trébol que tienes? -Fénix deja los platos sucios en el fregadero mientras se apresura a pasos rápido hacia mí para examinarme de pies a cabeza mientras no dejo de llorar.
Y es que mi llanto se vuelve intenso y todo por culpa suya.
-Quiero tarta de manzana. -sé que estoy haciendo puchero y sé que me estoy pareciendo a Liza cuando quiere algo y nadie se lo da, donde comienza hacer su drama del año con lágrimas y todo, pero es que quiero eso de comida.
Fénix frunce las cejas confuso mirándome como si estuviera loca.
-¿Está llorando porque quieres comer tarta? -yo asiento todavía llorando mientras el resopla cansado.-Por Dios Aldora, hay comida y tu lloras por una tarta.
-¡Las tarta son comida! -le grito apartándome del él indignada y molesta que hace que lo tome por sorpresa. -¡Si no me quieres ir a comprar la tarta está bien, pero no te metas con la tarta que ella no te a hecho nada!
Me aparto de él para salir y el viene tras de mi pisándome los talones.
-¿Pero que tienes Aldora? Solo es tarta y yo no he dicho nada. -subo las escaleras mientras lo oigo decirme eso.
No sé qué me pasa, no sé si es el embarazo o mi mal humor ligado pero me detengo bruscamente cuando ya estaba llegando a la puerta de nuestra recamara y me volteo como la niña del exorcismos mirándolo indignada.
- ¿Qué solo es una tarta?-le pregunto en un susurro molesta y puedo ver la confusión en su rostro mientras asiente dudoso.-¡Pues esa tarta tienes más sentimientos que tú, ella me ama y yo la amo, por lo que las dos nos amamos! -no sé qué disparate estoy diciendo pero creo que las pinches hormonas se me subieron a la cabeza y termino entrando a la habitación donde me encierro sola y comienzo a llorar otra vez porque nadie me entiende.
Solo quiero comer tarta y ya.
***
Fénix
-Enserio señora Coromoto, estoy viviendo un maldito deja vu con esa tarta. -me llevo las manos a la cara solo para pasármela cansado mientras veo a la mamá de Carolina preparar las malditas tartas de Aldora.
Desde que hizo un berrinche por una tarta y peleamos por una tarta inexistente porque no había en la casa, no salió en todo el día y se la paso encerrada en nuestra habitación. En cambio yo aproveche que venía a Tierra Oscura hablar unas cosas con Frenellin, me traje a los niños para que estuvieran con él un rato mientras yo buscaba a la señora mayor que no pasaba de los cuarenta y que se mantenía en formar por lo visto.
- Ay mi niño, solo debes tenerle paciencia.-me dice ella mientras saca las tartas del horno y la coloca en el mesón para que se enfrié.
Hace horas que le estoy contando a ella mi pelea con Aldora por esas malditas tarta, porque ella y Carolina son las únicas que saben prepararla y sé que Aldora no se comería nada que venga de otro sitio que no sea preparado por ellas.
Así que le dije a la señora Coromoto que me prepara tantas como pudiera porque yo no pensaba venir cada vez que ella le diera esos antojos locos de tarta de manzana.
- Es que estoy viviendo como un deja vu con esas tarta en serio, con el embarazo de Donato y Liza fue así y después que paso el embarazo no quiso saber de tarta, y vela ahora.-me llevo de nuevo las manos a la cara porque no se quien entiende a esa mujer.
-¿No será que está de nuevo embarazada mi niño? -pregunto metiendo otras tartas más al horno tomándome por sorpresa.
No creo, me lo fuera dicho.
-Mmm no lo creo.-murmuro mientras mis pensamientos va a todas aquellas veces que la vi tomarse la pastilla y no faltara un día que no lo hiciera, aunque yo le decía que no lo hiciera que quería más niños ella me decía que todavía no es el tiempo y que teníamos suficiente con Donato y Liza.
Yo nunca me cuidaba con ella porque tenía la fe que ella volviera a quedar embarazada pero ella decía que si yo no me cuidaba ella si lo haría porque tenía planes de retomar sus estudios y crecer, no solo quería quedarse encerada en la casa. Y yo la entendía, ella era joven y antes de conocernos ya estaba estudiando y tenías planes antes que una familia se sumara en su plan de vida.
Así que me tragaba mi rabia por verla tomar esas malditas pastillas y la apoyaba en todo.
-Bueno quizás volvió agarrar de nuevo esos antojos que a uno como mujer le da cuando le viene la menstruación, yo odio el chocolate y cuando estaba en mis días de menstruación era como si yo amara el chocolate y quisiera casarme con el esos días.
-Sí, debe ser que anda en sus días. - llegamos a la conclusión que debe ser eso.
Dos horas después estaba de camino a casa con diez cajas de esas tarta y dos pequeños ya durmiendo en los asientos traseros, cuando llegue a casa primero baje a mis dos pequeños y lo lleve a su habitación dejando primero a un Donato durmiendo como un bebe en su cama y después fui a dejar a una Liza roncando como un camionero y demasiado rendida para enterarse que el mundo se puede acabar pero ella seguiría durmiendo.
Su cuerpo irradiaba brillo que pase mis dedos por su frente apartando aquellos mechones rebelde que se le pegan en la cara con facilidad y sonrió con gracias a un rostro tan calmado mientras duerme como si fuera un ángel igual que su madre. Donato en cambio tiene mis facciones pero sé que cada uno tiene una personalidad diferente, no puedo decir que se parece a mí porque su personalidad es diferente a todo lo que nos rodea.
Desde pequeño siempre fue curioso y nadie mataría su curiosidad solo porque es un niño, en cambio Liza es más explosiva, más volátil, más extravagancia, más rareza, más locura, más disparate y bueno todo las palabras que signifique la personalidad extrovertida de mi hija.
Ellos son únicos en esta especie, y eso porque jamás creí que nosotros pudiéramos procrearnos con los humanos. Y a pesar que ellos son los únicos y primeros le dan el derecho de ser especiales, por lo que no quiero que nadie se entere de su existencia. No quiero que mis hermanos se enteren, y aunque Crux me dijo que ya todo estaba arreglado uno nunca debe bajar la guardia y eso me lo enseño los años de muchas experiencias.
Le doy un beso en la frente ante de salir de su habitación y bajar al vehículo donde saco las tarta de la discordia porque ahora así le diré.
Tarta de la discordia.
Por crear una pelea sin ya estar hechas, dejo las mayorías en la nevera y subo con una sola hacia nuestras habitación donde se puede ver por la abertura de debajo de la puerta que las luces están encendidas y ella esta despiertas. Además se escucha la televisión.
Cuando entro lo primero que capta mis ojos son los mil embaces de juego de manzana en el suelo de Donato que lleva a la escuela todas las mañana y las cajas vacías de galletas de Elizabeth favoritas por toda la cama y varios platos sucios amontonado en el piso de... ¿lasaña?
-¿Acaso me cambiaron a mi esposa por una ballena?-entro con cautela al verla como se lleva una cuchara con una gran porción de helado a la boca mientras ve la serie Friends pasar en la tele.
Ella al escucharme hablar su sonrisa desaparece y me mira mal.
-¿Me acabas de llamar gorda? -pregunto con un tono que ya me vi durmiendo en el sofá esta noche.
-Nou.-trate con cautela porque si Aldora está en sus días, es como entrar en campo minado.
-¡Te escuche que me acabas de decir ballena y para tu información no estoy gorda idiota! - sí, debía de estar en sus días.
Doy pasos cauteloso pasando los platos y envoltorio que debo limpiar, porque sé que si le dijo algo de esto me manda a dormir hoy en el sofá y eso que creo que lo hare hoy.
-Solo dije que parece que me cambiaron a mi esposa, porque te has comido todas las galletas de Liza y te has tomado todo el juego de don gruñón, y no olvidemos que tienes platos amontonado sucios de lasaña y si eso no fuera poco te está comiendo un pote de helado familiar en esto momento.
Para que dije eso.
La otra porción que se llevaban a la boca fue suspendida en el aire y vi sus ojos chispar en el momento que vi pasar el helado directo a mi cara que si no me agacho me embarrar con él.
-¡Afuera! ¡Lárgate de aquí, tú nunca me entiendes y de pasos me está llamando gorda! -otra vez el llanto mientras no deja de comer helado.
Dios dame paciencia.
La miro un poco confundido porque sus cambios ya me están confundiendo de más y si quiero ver mis hijos crecer es mejor que salga de este campo minado y esperare que sus días de menstruación pase.
Me levanto con cautela del suelo y camino con pasos cauteloso hacia la puerta para salir cuando escucho su grito de nuevo.
-¡¿Qué tienes ahí?! -me volteo confuso mientras la veo señalar la caja que tengo en la mano.
- He, es la tarta....-ni siquiera me dejo que terminara porque se levantó de la cama a una velocidad demasiado rápida y se lanzó hacia mi arrebatándome la caja con la tarta como si fuera una cavernícola.
-Hola preciosa, nos volvemos a ver. -le susurraba a la caja con coquetería que ya estoy comenzando a creer que si está loca.
Su nariz olía la caja como si fuera un sangüeso hambriento mientras no dejaba de hablarle a la tarta que salió a su vista cuando ella abrió la caja, agarro la cuchara de helado y se llevó una gran porción en la boca probando aquello que ella decía que era el paraíso.
- No sé cómo todavía tienes hambre.-la mire atónito mientras que ella seguía comiendo tranquila y volvía a la cama a ver su serie como si nada.
La tarta de la discordia, era como si fuera un tranquilizante en esto momento para ella. Porque sonría feliz viendo aquella serie viaje y su brillo volvía a ella.
Yo atónito no deje de mirarla, como que sintió mi mirada y me sonrió mientras me palmeaba el lado de mi cama invitándome a sentarme con ella.
-¿Esta bien Trébol? -no me moví porque no confía de su calma y presentía que si su locura volvía a flote me lanzaría la tarta.
- Si, ¿por qué no lo estaría?-ella habla tan tranquilamente comiendo la tarta de la discordia.
- No sé, será que hace un minutos me quería matar por solo decirte que te pareces una ballena.-ella rio.
¡Ella rio!
Como si aquello le diera gracias mientras volvía a palmea mi lado para que me acostara a su lado.
- No digas estupideces mi amor, que sabes que jamás te mataría por decirme algo así.-definitiva ella no está bien de la cabeza en esto día.
Ella volvió a insistir por lo que tuve que acércame cauteloso a un distancia prudente pero ella me jalo por el brazo acercándome a ella mientras ella se acomodaba entres mis brazos y seguía viendo la tele.
Yo en cambio no podía estar tan relajado como ella, con tanta basura en nuestra habitación.
- Creo que voy a limpiar un poco antes de acostarnos.-le digo intentado apartarme pero no me deja porque se pega a mi como una garrapata sin motivo de dejarme ir.
- No, quiero apapacho.-alza su mirada y veo su puchero en el momento que coloca su boca sucia de tanta comida chatarra con intensiones que la bese.
Yo lo hago probando todos aquellos sabores que ha comido y el de ahora es la dulce tarta, nunca me ha gustado el dulce pero ver Aldora comer tanta dulce me hace pensar como todavía no está en un coma diabético.
Los besos van subiendo de todo y creo que es algo que está en nosotros, pues ella se sube encima de mí mientras que nuestras prendas ya no queda ninguna y los dos nos consumimos como solo lo sabemos hacer.
La mañana llega y adivinen ¿A quién le toca limpiar el desastre?
También adivinen ¿Quiénes hicieron un berrinche y un drama cuando no encontraron sus jugos y galletas en la mañana antes de llevarlo al colegio?
Porque se lo aseguro que no fue la persona que en esto momentos anda feliz por toda la casa sonriendo y cantando como si ayer fuera todo lo contrario.
Dejo caer las bolsas de basura en su lugar dejando una nota mental que cuando vaya a recoger a los niños debo botarla en otro lado. Entro a la casa cuando veo a Aldora que habla con alguien por teléfono mientras sonríe y sigue comiendo aquella tarta de la discordia.
- Si, si yo iré sola. Es que me gustaría hablar contigo, además tengo que hablar con papá para ver que cursos están abierto y así poder terminar mi carrera.-dice ella pasando por mi lado pero antes me da un beso en los labios con sabor a esa tarta y sube las escaleras.
- Sí, definitivamente esa tarta la dejare con el apodo de la tarta de la discordia.-no pensaba cambiarle el nombre porque si por ella comenzó una pelea por ella debía mantener a la fiera domada.
Todo el día me la pase con los niños mientras su madre estaba con Carolina y su padre, yo en cambio jugué un rato con ellos e hice todo lo posible para que la pequeña Liza descargara toda su energía en combate para que en las noches durmiera como una piedra.
Ya para las cuatros escucho el vehículo llegar y sé que es Aldora, por lo que sigo con Donato y Liza en la cocina haciendo nuevas galletas.
- Mami anda un poco rarra.-susurra Liza frunciendo su cejitas mientras ve como su mamá entra a la cocina toda feliz y el que sale corriendo es Donato lanzándose encima.
A Liza todavía le cuesta hablar y la r no es su fuerte por lo que veo.
- Ni me lo digas.-también le susurro como si tuviéramos una conversación cómplice.
- En serrio papá, anda rarra y ¿además siente eso?-ella señala algo en el aire pero yo estoy confundido.
Lo único que siento es la atracción que sentimos todas las estrellas como un imán que nos dice que somos nosotros.
-¿De qué hablas pequeña? Yo no siento nada. -ella me ignora como si ya no le diera importancia y me pide que la baje de la silla para que ella también salga corriendo abrazar a su madre.
- ¡¿Adivinen que también llego?!-habla una voz diferente entrando también a la casa y en el proceso abre los brazos.
-¡Abuelo! -gritan los niños dejando a su madre para salir corriendo y tirándosele encima literal.
Menos mal que Natividad los agarra en el aire y usa todo su cuerpo para que no se caiga en el suelo, porque si no el dolor seria hermoso.
-Hola amor. -Aldora sea acerca a mí para darme un beso en los labios mientras deja su bolsa en la mesa.
Yo la atrapo por la cintura reteniéndola para que el beso dure a lo que ella responde sonriendo y abrazándome también.
- ¡Por favor, recuerden que hay niños en la sala!-chilla un Natividad divertido mientras carga a sus nietos.
- ¡Y princesa!-lo corrige su nieta haciendo que cada uno sonría con su ocurrencia.
Aldora solo se da la vuelta pero mis brazos no dejan de sostenerla y pegarla a mí.
-Sí, y princesa. -Frenellin le da un beso en la frente haciendo que ella sonría más feliz.
-¿Y eso? ¿Cuál es el honor de tenerte aquí en mi humilde casa suegro?-dejo caer mi barbilla en el hombro de Aldora mientras veo que él se acerca más.
- No sé si tu cerebro de piedra estelar es muy pequeño, pero que yo recuerde hoy es viernes y mi llevo a mis nietos.-baja a Donato y a Liza a lo ellos sale corriendo escaleras arriba.
¿Cómo se me había olvidado?
Ah sí, porque una señorita por ahí ayer andaba un poco loca donde dejo una habitación toda sucia y yo tenía que limpiarla.
- Que ya te he explicado papá que porque sean diferente no quiere decir que sean carbón y solo roca. En realidad las estrellas están hechas de un 75% de hidrogeno y un 24 de helio de la masa total.-lo regaña su hija.
El levanta su mano como si no le importara mientras agarra una galleta ya hecha de la bandeja.
- Tu madre decía lo mismo, y se la pasaba hablando que no solo eran piedras inservibles que caían en la tierra para ser parte de la decoración que alguna vez se perdieron por las guerras.
Si, Frenellin era uno de esas personas que todavía no asimilaba la cosa que éramos más que estrellas en este mundo. Pero cada vez que se tocaba el tema de Estrella su semblante cambiaba.
- He, no sé si nadie te lo ha corregido pero eso son meteoritos no estrellas.-ahora fue mi turno de decirle, pero el solo me ignoro como siempre antes de llevarse otras galletas más a la boca.
-Cada quien tiene una opinión diferente, así que nadie cambiara esta opinión.
Estaba listo para corregirlo pero escuchamos los pasos de los niños correr por las escaleras entrando a la cocina con su mochila pequeña de ropa, juguete y libros.
- Cuídense y no hagan nada peligroso, mamá los buscara el lunes.-Aldora se acerca a ellos para besarlos en la frente y darle abrazos de osos.
- ¡Abuelo enseñarrr karrateeeee!-Liza como que no escucho a su mamá porque grito de repente feliz lanzando sus puñitos al aire como si tuviera alguien al frente y lo golpeara.
Enseguida los ojos de Aldora se van a su padre que finge quitarse una pelusita inexistente de su chaqueta militar.
- No te preocupes mamá yo seré el adulto de este familia.-Donato jala de la mano de su mamá para llamarla a lo que Aldora no solo deja de ver a su padre mal y después cambiar su semblante para sonreírle a su hijo.
-Claro que no cariño, aquí el adulto será tu abuelo y ustedes solo deben divertirse un poco.
-Y claro como el adulto responsable que soy debo alejarlo del peligro. - Frenellin se apura agarrar a sus nietos para alejarlo de nosotros y huir rápido de la reprimenda de su hija.
Y solo veo cuando Aldora sube antes de decir que se va a bañar y yo acompaño a mis niños y suegro hasta el vehículo donde se irán.
-Cuídense y no hagan nada peligroso que yo no haría.-le revuelvo el pelo a Donato mientras que le guiño un ojo a Liza que hace que sonreíamos cómplice.
-Aldora me va a matar cuando se enteren que somos más que irresponsabilidades llevando a la pequeña de Liza a esas clases. -dice Frenellin mientras se ajusta su cinturón y yo lo hago con los niños.
-¿Es obligatorio que debemos agarrar esas clases papá?-los ojos negro de Donato se conectan con los míos preguntándome algo que el odia pero es necesario aprender.
-No es obligatorio, pero es algo que ya debes saber porque es algo que te ayudara en un futuro a defenderte. -y si mis hermanos bajan a la tierra a enterarse de ustedes y yo ya no pueda defenderlos ustedes lo hagan por sí solo.
Me ahorro lo último mientras que por un momento veo que su mirada cambia y después asiente y me da un beso en la frente y después me despido de ellos.
Cuando el vehículo ya no está a mi vista, entro a la casa y limpio la cocina antes de subir para darme una ducha. Para cuando ya termino todo y subo a nuestra habitación escucho que la tele está encendida, solo entro con cautela de nuevo y veo que no hay nadie en la habitación pero si se escucha que una melodía sale del baño.
Por lo que voy dejando mi ropa en el suelo y entro como dicen los humanos: Como Dios me trajo al mundo al baño.
Entro y lo primero que capta mis oídos son las notas musicales mientras la voz del cantante se une con la voz de Aldora que canta con un cepillo de pelo en mano improvisado mientras se ve en el espejo.
God only knows, son las notas de la música que se escucha y Aldora canta inspirada como si estuviera en un concierto pero claro-esta desnuda- mientras sonríe y algunas lágrimas rodean su rostro pero a ella no le importar.
Ella termina de cantar y con una sola exhalación se limpia la cara mientras vuelve a repetir la canción y se mete en la bañera.
-Ya veo que la canción te ha tocado hasta el alma.-la sigo hasta meterme con ella en la tina y ella da un chillido asustada pero después se calma antes de sonreír y extenderme su mano para que me una con ella.
-Como no me va a tocar el alma, si las letras son tan hermosa y hasta llegan a quebrantarte por completo.
-Eso es verdad trébol. -le digo mientras me acerco más a ella y deposito un beso en sus labios a lo que ella responde rodeándome con sus brazos por mi cuello profundizando el beso.
Nos apartamos por aire pero sin despegar nuestras frentes.
- Te tengo una sorpresa.-susurra cerca de mi boca y puedo sentir su sonrisa y cuando nuestras miradas se conecta ahí puedo rectificar que mi lugar favorito se perfección en su mirada.
-¿Si? -pregunto mirando como su gris se escurece y ella asiente mordiendo su labios emocionada. - Muéstramelo pues.-la veo apartarse de mi para estirar una de sus manos por detrás de mí a la mesita que esta su teléfono y después veo una cajita larga con un lazo dorado en el medio.
- Solo diré que te encantara.-ella me lo entrega pero no quería abrir algo tan especial para ella en ese momento cuando tenía otros planes en mente.
Así que lo volví a colocar en su lugar para después atacar su boca y bueno hacerle el amor.
Horas después cuando estamos en cama con nuestros pijamas, sostengo en mis manos la caja que ella espera que abra impaciente mientras se come la tarta de la discordia.
-¡Ábrelo por fin Fénix! -chilla al ver que me tomo el tiempo deseado porque por lo largo que es, debe ser un collar o una pulsera que ella me quiere regalar.
Aldora no es de regalar cosas costosas, ella es más de regalo sencillo pero con un significado muy importante que te deja valorando lo que ella te regala.
Los pocos regalos de su parte los tengo guardado en una cajita muy especial que tiene una A&F en la parte de arriba y ahí guardo todo lo que ella me ha dado, así que desahogo el lazo mientras quito también la tapa.
- Es...-las palabras me abandona porque los pocos regalos que he recibido de ella y lo que pensé que sería un collar o pulsera no se comparar con ver dos pruebas de embarazo y las dos están positiva.
- ¡Sorpresa! ¡Vamos a volver a ser padres y esta vez serán dobles!-ella habla con una emoción que todavía no me deja procesar esto.
Así que la señora Coromoto tenía razón.
Y yo pensando que era la menstruación.
Miro la prueba por última vez y después a Aldora que espera mi reacción, a lo que soy más rápido que ella atrapando su cara con mi manos para darle un beso que veo que no se lo espero.
-¡Mierda Aldora es la mejor noticia y sorpresa que me has podido dar! -bramo feliz mientras la abrazo y después agacho mi cabeza hacia su vientre plano donde levanto la camisa quitándosela rápido que la toma por sorpresa arrebatándole un gritito mientras comienzo a besar su vientre feliz.-Papá está muy contento y lo va a esperar con muchas ansias mis pequeños, no saben cómo me hacen feliz saber de qué vienen en camino. -le susurro a su vientre mientras vuelvo a besarlo.
Siento las manos de Aldora en mi pelo acariciándolo y yo no puedo apartar mi cara de ahí porque se siente tan bien saber que esas malditas pastillas a la final no le sirvieron para nada y la familia vuelve a crecer.
-Y también va a cumplir los antojos de mamá multiplicados por dos. -dice Aldora feliz y capto de inmediato el mensaje a lo que alzo mi mirada para después besarla.
- Claro que lo hare trébol, no sabes que me ha hecho el hombre más feliz en todo este planeta.-ni sabía que estaba llorando cuando sus manos pasan por mis mejillas atrapando las lágrimas mientras nuestras miradas se unen y jamás se apartaran.
- Y tú me has dado una familia por la cual luchar todo los días, y no olvidemos que cada día me enamoro más de ti. Siento que soy especial cuando miro tus ojos y quiero seguir siendo aquella mujer por la cual eres capaz de volver de traer de los muertos para ver su sonrisa.
Una vez le dije cuando ella estaba pasando por una crisis cuando se enteró que estaba embarazada de Liza, que sería de nuevo capaz de traerla de la muerte con tal de ver aquella sonrisa por la que soy capaz de enamorarme todos los días cuando me levanto a su lado.
Y aunque pensé que ella no lo escucho, veo que sí. Y es ahora algo que nos hace especial y siempre lo será.
-Siempre serás mi regalo con alas trébol. -susurro para los dos y ella pega su frente con la mía mientras también susurra:
- Y tú siempre será mi Fex, mi estrella y mi constelación perfecta.
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Holis espero que le haya gustado éste extra ya que es el último y nos estaremos viendo en las otras historias.
No olviden de votar y comentar si le gusto mucho, me ayudaría en la historia.
Besos y abrazos 😘🤗
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