Fénix

Es en este momento cuando quisiera tener una máquina del tiempo y volver al pasado, y no pisar más la tierra lo haría sin dudarlo.

Es cuando decides decirles a tus hermanos que ni por error pisarías la tierra, que prefería que te tuvieran durmiendo hasta que se apagara y no existiría más la constelación de Fénix.

<<Que ser, otro experimento de ellos.>>

Miro con molestia a Crux cuando pasa de mi lado con Samuel y el amargado que daña mis días cojeando llevando en manos algunas armas de fuego que sacan y meten a mi cueva.

—Me imagino que todo lo que me has contando es real y ¿por qué todavía seguimos aquí?... no le encuentro más explicación a todo esto, me desmaye por inhalar tanto humo que perdí el conocimiento.—comienzo hablar mirando al que coge.

Por lo que el idiota me comento, llevo más de cuatros meses aquí en la tierra. Perdí la memoria no sé por qué, fue después que se incendió la casa de Kong. Mi hermano vino porque al parecer necesitaba ayuda por primera vez en años, ya que al parecer las cosas no estaban funcionando bien para una estrella que mandaron otros guardianes más.

Los humanos ya sabían un poco más de lo que producía la cueva y teníamos que mantenerla protegida, porque por mi descuido hice que algo que ni siquiera recuerdo que hice, según mi hermano. No he hablado más con Draco y tampoco con Orión. Así que la mejor solución con mi amigo lo metí de espía con Samuel al hospital porque su hermana tenia meses desaparecidos y nadie le daba respuesta.

Su padre ni sabía lo que estaba pasando y como nos conocíamos hace años, pidió mi ayuda.

<<¿Con quién me quedaba?>>

Con Aurora y su familia, mantenía una doble vida mientras que yo hacía de lo mío averiguando otra cuestión.

Lo raro era que sentía una fuerte conexión que se camuflajear bien con la esencia de mi hermano que más bien la estaba pasando por alto. Ya que era normal que dos estrellas estuvieran aquí en la tierra, y aunque quiero pensar que mi hermano no hizo lo que mis hermanos me ordenaron. Me rehusaba a preguntar si él fue capaz de embarazar a alguien de aquí, solo para complacer a Draco.

Porque yo no podría, siempre me cuidaba con todas por recomendación de mis viejos amigos que descanse en paz. No sé quién invento los preservativos, pero se lo agradecía grandemente.

—Sí, Fénix todo es real... además seguimos aquí, porque así lo quiso Crux y no fue una desmayada de unos minutos, no. Fue que entraste en un estado de coma por tres meses y no recuerda nada.—señalo él lo obvio molesto y después miro hacia otro lado.— También debemos prepararnos porque Samuel ya tuvo la ubicación de donde están las cargas.—hablo con impaciencia.

Y es que mientras que yo dormía, ellos seguían con el plan. Samuel siguió investigando hasta que dio con una pista, y era que las mujeres jóvenes la traficaban a otros pueblos muy lejanos con el fin de tener energía en la ciudad.

<<Trueques.>>

Como odiaba esa ley y más si eran contrabando de mujeres.

El camión salía en el amanecer y ellos ya se estaban preparando, yo por mi parte solo los miraba porque además a mí ya me habían descubierto por eso no podían verme en la ciudad.

Pero iba ayudar.

—Y me imagino que tu gente nos va ayudar ¿verdad?—pregunte enarcando una ceja y él asintió.

—Mi jefe dijo que si, que iba a mandar algunos de sus hombres porque ya quería acabar de una vez esta guerra que tienen.

—Me lo imagine.—susurre un poquito dudoso.

Él siguió en lo suyo cuando vi a Crux y a Samuel entrar hablando susurrado, cosa que llamo un poco mi atención.

—Franmar que cuando van a volver, porque aunque lo siga intento su amiga no ayuda un poco...—susurro Samuel preocupado y vi a Crux negar cansado.

—En dos día vamos, es hora de decirle la verdad y que Aldora ya se vaya preparando de lo que está pasando.—Crux le tendió algo y el rápido se lo metió en el bolsillo de su pantalón asintiendo.

<<¿Era yo, oh esto dos me estaban ocultando algo?>>

—¿En dos día vamos a dónde?—hable fuerte para que me notaran y juro por el creador que si me estaban ocultando algo, no estaría contento para nada.

Porque de inmediato el color de su cara los abandonos, Crux miraba a Samuel nervioso y Samuel lo miraba a él también nervioso, y los dos nervioso no traía nada bueno.

Crux carraspeo como tres veces antes de volver a mirar a Samuel y poder colocar su mirada en mí.

—Mi... mi novia.—hablo él apresuradamente que hizo que frunciera la ceja confundido, porque de una cosa sabía yo. Era que mi hermano no tenía novia.—Esta muy triste y sola, sus padres murieron hace días y me necesita.

Mi cara de que no le creía no la abandone, porque sabía que ese bobo me estaba mintiendo y Samuel sabía la verdad, porque mientras que él hablaba este asentía frenéticamente y hacia puchero de tristeza.

<<Es que si Samuel fuera una estrella, fuera cortado con la misma tijera que Crux.>>

Es que los dos parecían unos niños que no sabían ni mentir y valerse por sí solo. Los mires unos segundo más, porque ni ya podía leer mente. Era algo que me tenía estresado y sabía que debía volver antes que las cosas se complicaran más.

Pero no poder comunicarme con mis hermanos para que activen el portal era otra cosa, Crux lo sabía, mis hermanos lo sabían. Una estrella puede durar años vivas en su planeta hasta que llegue el momento de poder encontrar otra estrella y unirse para no morir.

Pero una estrella en la tierra con cuerpo de humano no puede, solo me daban cinco meses para estar aquí y hacer todo lo que me mandaban hacer y después volvía.

Porque si dura más de cinco meses aquí, comenzaría a convertirme en humano. En cambio en mi hogar podía seguir viviendo, pero aquí. Moriría en mi vejez y dudaba quedarme aquí sin tener razones.

Solo quería volver, pero al parecer como que mis hermanos me estaban castigando a lo grande.

Resople cansado y mire a la mesita de noche, donde descansaba un embace de comida que había traído Samuel y que sabía horrible, donde me negaba a comer.

—Si se van, por favor no olviden traer comida buena.—le hable calmado, algo que los tomos a los dos desprevenido.

Crux asintió feliz y después se dejó caer a mi lado, en cambio Samuel se fue.

—¿Nada que contesta?—pregunto él bajito y yo negué cansado.

—No, nada de nada. Además a noche me di cuenta que ya no alumbro mucho, me estoy apagando poco a poco. Y sé que debo permanece dentro de la cueva si quiero recobrar mi energía, pero tú y yo sabemos que si me dan cinco meses para estar aquí, cinco meses tendré mis poderes y no habrá problema.

Crux se quedó callado por unos minutos como si estuviera pensando algo y después miro otro lugar que no fuera yo.

—¿Esta seguro que no quieres ser humano?—curioseo aunque me tomo a mi desprevenido negué seguro.—Fénix, ¿en serio no quieres ser humano? Eres el único que vienes aquí y disfruta a lo grande, no entiendo porque no quieres ser humano. Ósea yo llevo tres meses aquí y me encanta, todo esto.—señalo todo la cueva.—Me encanta este cuerpo, me encanta las chicas y he descubierto los sabores, los olores y además el amor. Hay tantas cosa que descubrir y hacer, que allá arriba no hacemos.—él habla tan rápido y feliz que yo sonreí orgulloso por él.

Era como un niño que apenas descubre algo nuevo y no quiere soltarlo, pero yo ya había descubierto de todo. Menos amar, no sabía que significaba esa palabra y muchos menos quería envejecer con alguien.

—Sabe que si te quedas, ¿tendrás que envejecer como todos los humanos?—pregunte dudoso por lo que me vaya a responder.

Y vi que su sonrisa se ilumino y asintió decidido.

—Yo lo sé, y por eso mientras tu estaba ahí durmiendo o como le dicen aquí en coma. Conocí a una chica que me está enseñando el mundo y sé que no es tan malo como nos hicieron creer. Así que prefiero envejecer con ella, tener una familia e hijos con ella.—lo decía tan feliz que lo último me hizo que mi sonrisa se apagara y negara un poco incómodo.

Me levante del sofá y comencé a mirar todo a mi lado, hasta mirar la foto de Estrellita cuando estaba embarazada, algo que hacía que mi corazón se estrujara y me entrara unas ganas de llorar.

Sabía que estaba olvidando algo, pero no sabía que. Porque algo dentro de mí me lo pedía a gritos, que los buscara. Pero no sabía por dónde comenzar.

—Me alegra en verdad que tu si quieras quedarte, pero yo prefiero volver. Estoy cansando de todo esto y sé que si vuelvo con malas noticias, Draco dejara de mandarme y esta vez no despertares más.

Seguí mirando aquella foto y mi corazón se apretó más al ver aquella sonrisa que era algo idéntica a un vago recuerdo que tenía.

—Ay mi pequeño trébol ¿Que hare contigo?—mis manos subieron de su pequeña cintura hasta su pelo castaño perdiéndose en ellos.

—No te vayas por favor.—susurro ella todavía en sueños, removiendo cosa que no debían remover.

Aparte ese recuerdo cuando llego, porque aunque a veces los tuviera. Esa persona no tenía ni cara y nombre, solo sé que cada vez que veía aquella sonrisa en la foto y el dolor que sentía en mi corazón. Llegaba el mismo recuerdo de siempre.

Respire con más calma y mire a mi hermano que me miraba esperando que le dijera algo bueno o que al menos cambiara de opinión y recordara algo.

—Debemos prepárarnos, este tema no se tocara mas.—él asintió triste pero no me dijo nada más.

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Fénix como que se está buscando que le demos con la chancla por la cabeza a ver si reacciona de una vez.

No olviden de votar y comentar si le gusto mucho, me ayudaría en la historia.

Besos y abrazos 😘🤗