Siempre dicen que los cambios traen cambios buenos en tu vida. Eso mismo esperaba el castaño, quién venía en el autobús. Su cabeza estaba afianzada en el vidrio de la ventana del autobús mientras sus ojos veían atentamente la ciudad.

Llevaba unos dos meses en esa ciudad. Aún no conocía muchos lugares además que era el tipo de persona que prefería estar en su casa escuchando música, viendo televisión, bailando, leyendo un libro o simplemente haciendo tareas, algo que iba hacer de ahora en adelante.

Vivía sólo. Sus padres estaban en otra ciudad junto a su hermana menor. Su padre era médico cirujano y su madre era enfermera. Lo mismo que él quería ser.

Entrar a la prestigiosa Universidad de Seúl no había sido nada fácil. Sus notas le facilitaron el trámite y pudo conseguir una beca. Ahora tenía que mantenerse entre los primeros puestos y tener notas destacables para no perder la beca.

Se había mudado de casa, aunque seguía viviendo muy cerca de la casa dónde creció.

Había cambiado de número porque no quería que la persona a la cuál dejó atrás, lo siguiera contactando. También lo había bloqueado de sus redes sociales, a él y a sus amigos de él, además de hacer sus cuentas privadas.

Había echo varios cambios en su vida. Iba estudiar en una gran universidad, un sitio nuevo donde estudiar, nueva vida.

Miró la hora en su celular. Aún era temprano. Quería asegurarse de llegar temprano a la universidad para tener tiempo de conocer sus instalaciones antes de entrar a clases y así evitar perderse en ese lugar.

Se bajó en el paradero y caminó un poco hasta llegar a su destino. Una sonrisa apareció en sus labios al ver esa imponente universidad. Sus sueños poco a poco se hacían realidad.

Caminó hacía la entrada del lugar en dónde pudo ver a algunos estudiantes caminar por los alrededores. Entró a la casa de estudio mientras sus ojos recorrían cada rincón del lugar que era amplio, limpio y bastante bonito.

Parece un sueño pensar que voy a estudiar en este lugar, Jungwon pensó mientras seguía caminando.

Estaba impresionado con el lugar. Se sentía acogedor. Siguió caminando mientras se dejaba llevar por sus pies que lo fueron llevando de uno a otro pasillo mientras sus ojos veían las aulas de la universidad que eran amplias y tenían herramientas tecnológicas.

Poco a poco, la universidad se fué llenando de más estudiantes. Faltaban minutos para que comenzara las primeras horas de clase.

No se fijó mucho en el tiempo hasta que el timbre se escuchó.

— El timbre - susurró y se asustó. Varios alumnos caminaban de un lugar a otro para llegar a sus respectivas facultades y a sus aulas.

Jungwon estaba desesperado. Ni siquiera sabía en qué facultad estaba o dónde exactamente estaba y dónde debería estar. Esquivó a varios alumnos en los pasillos que corrían hacía sus aulas, pero no pudo esquivar a uno y al parecer el impacto fué fuerte entre ambos porque un quejido salió de los labios de ambos.

— Lo siento - el otro chico se disculpó —. Estaba corriendo para no llegar tarde - el chico hizo reverencia y se quiso ir pero Jungwon tomó su brazo para impedirlo, sorprendiendo al desconocido.

— Estoy perdido. ¿Sabes dónde está la facultad de medicina? Soy nuevo - Jungwon preguntó, esperando que el otro chico conozca la universidad mejor que él.

— Tienes que salir de esta facultad porque es la de negocios. Caminas de frente hasta llegar al pequeño jardín y al frente está la facultad de medicina. Luego, buscas tu salón de acuerdo a tu horario - el chico contestó con una sonrisa en el rostro.

— Muchas gracias - Jungwon hizo reverencia y salió corriendo.

El chico iba preguntar su nombre al castaño pero este se fué corriendo, algo que le hizo recordar que el también estaba corriendo para llegar a su facultad.

Jungwon llega corriendo a su facultad. A pesar de que le costaba respirar por haber corrido tanto, siguió buscando el aula dónde le tocaba. Subió al tercer piso y encontró el salón indicado. Entró al aula y agradeció que no haya llegado aún el profesor. Vió que la mayoría de alumnos estaban presentes en el lugar. Caminó hasta un asiento vacío al lado de un pelinegro que veía su celular.

Se sentó en la carpeta que sería su nuevo sitio mientras sacaba su cuaderno y sus lapiceros. Pudo notar que el pelinegro guardó su celular en su mochila y se giró para verlo.

— Hola - el pelinegro lo saludó.

— Hola - Jungwon respondió tímidamente al saludo.

— ¿Eres nuevo? - preguntó a lo cuál recibió un asentimiento en respuesta —. Igual yo, soy Sim Jaeyun, pero dime solamente Jake.

— Un gusto, Jake. Soy Yang Jungwon - el castaño se presentó —. ¿Eres extranjero?

— Sí, soy de Australia, aunque llevo varios años viviendo aquí - Jake respondió.

— Yo soy coreano - Jungwon respondió —. Parece que no te perdiste en el primer día de clases - cambió de tema.

— No porque vine hace unos días a hacer un recorrido previo del lugar.

Jungwon iba opinar y contar su experiencia de cómo se perdió en la facultad de negocios, chocó con un chico y llegó a esta aula casi sin aire en los pulmones pensando que el profesor ya había llegado, pero justamente el profesor ingresó al aula así que la conversación por ahora iba quedar ahí.

  ⏳

El segundo curso que tenía programado para esa mañana había finalizado. Ahora, Jungwon tenía un pequeño descanso antes de entrar a su último curso del día y luego podría irse a su casa. Ese día era el menos pesado de clases según su horario. En los dos primero cursos le tocó estudiar con Jake así que se sentía más cómodo, pero luego a él le tocaba otro curso así que se iba sentir un poco solo.

Jake le dijo que se iba quedar en el salón con su celular ya que tenía que hacer una llamada. Jungwon salió solo del salón. Tenía hambre.

Solo había llevado una botella de agua, pero su estómago le pedía algo de comer y no tenía el suficiente dinero como para ir a comprar algo en la cafetería del lugar.

Caminó por los pasillos del lugar hasta que encontró una máquina dispensadora de golosinas. Iba correr hacía la máquina pero se detuvo cuando vió a otro chico acercarse a la máquina. Se acercó lentamente, pero siempre mantenimiento un espacio entre ambos.

Vió que el chico iba meter una moneda a la máquina, pero giró su rostro.

Sus miradas se conectaron por unos instantes, tiempo suficiente para que Jungwon sintiera un escalofrío recorrer su cuerpo. No sabía si era el frío del lugar o la mirada oscura que le dió el chico, quién ni siquiera puso su moneda y salió corriendo del lugar, dejando confundido a Jungwon, quién le iba a hablar pero el chico simplemente se perdió de vista ya que había girado en uno de los pasillos.

—

¿Buscas a alguien?

Jungwon se sobresaltó al escuchar una voz detrás de él. Se giró y pudo ver al mismo chico con el cuál se había chocado más temprano.

— No, bueno, sí - Jungwon no supo que responder —. Alguien estaba aquí tratando de sacar algo pero de pronto me miró y salió corriendo. ¿Crees que lo asusté o soy tan feo que salió huyendo?

— En primer lugar, no creo que lo hayas asustado tanto como para salir corriendo y en segundo lugar, tú no eres feo. Te ves muy lindo - el chico sonrió —. De todas formas, es curioso que alguien salga corriendo así, aunque...- El chico se quedó callado mientras pensaba.

— ¿Aunque? - Jungwon preguntó.

— Bueno, hay un chico - empezó a contar pero luego se quedó callado —. Luego lo sabrás. Los rumores se expanden muy rápido y seguramente escucharás ese rumor.

Jungwon frunció levemente el ceño, sin entender lo que le quería decir el otro chico.

— Mira, no es que tenga miedo de hablar sobre él, es solo que...- el chico no sabía cómo expresarse — es algo complicado y puede que pienses que es una locura o algo así. Incluso los estudiantes de psicología quisieron estudiarlo como si fuera un experimento o algo así.

— Sigo sin entender.

— No ví al chico que salió huyendo pero si es quién pienso que podría ser, es mejor que te mantengas alejado.

— ¿Por qué?

— Eres muy curioso - el chico soltó una pequeña risita —. Por cierto, mi nombre es Kim Sunoo. ¿Cuál es tu nombre?

— Yang Jungwon - el castaño respondió, aunque no estaba conforme con el cambio de conversación.

— Un gusto, Jungwon - Sunoo sonrió —. ¿Vas a sacar algo de la máquina?

Jungwon asintió. Con todo lo que había pasado, se había olvidado del motivo por el cuál se había acercado a esa máquina.

Dr13a.

Primer capítulo y con esto damos inicio a la historia 👌🏻 al principio puede que vaya un poco lento hasta que nuestros protagonistas se conozcan, así que pido un poquito de paciencia (también paciencia con las actualizaciones 😅)

Bueno, eso es todo, gracias por leer y votar 💙