22. Sonrisas y besos robados
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Los días habían pasado demasiado rápido. Aquellos tres días en que se habían suspendido las clases llegaron a su fin y ahora debían regresar a sus rutinas.
Jimin se levantó una vez más, desganado, sin ánimos, refunfuñando por lo ruidosa que es la alarma. Su madre no está y prefiere escucharla a ella que ese sonido tan escandaloso del aparato.
Sin embargo, cuando se levantó recordó que ese día por fin podría ver otra vez a Yoongi y su sonrisa apareció al instante, sintiendo miles de mariposas en su pancita y sensaciones inexplicables.
Por primera vez en años, Jimin se levantó, se ducho, se cambió y desayuno con todos los ánimos del mundo. Ese día se esmeró en verse bien, lucho para que su vestimenta luciera impecable y aunque sus amadas sudaderas no las dejaba, trato de verse más atractivo para Yoongi.
Una vez estuvo listo, salió de casa y pensó durante un minuto si llevar el auto o no. Pero el auto de su padre era un Mercedes Benz en color blanco muy llamativo y en su instituto nadie sabe que Jimin es un chico de familia adinerada, prefiere no llamar la atención, así que dejó las llaves en su lugar y decidió caminar como cada mañana.
Iba tarareando una melodía muy feliz, soltando suspiros enamorado, la capucha de su sudadera puesta, sus manitas dentro de esta misma y aunque no iba escuchando música, sentía que podía bailar de felicidad.
Hasta que escuchó un sonido demasiado conocido para él y sonrió. Volteó a ver a su izquierda y pudo ver el auto de Yoongi parqueado con la ventana abajo y el hermoso hombre sonriéndole. Jimin sonrió más amplio y se acercó al auto, para después subir.
- Buenos días mi pequeño Jiminie - Saludo el mayor cuando el chico entro.
- Buenos días - Saludo un sonrojado Jimin.
El mayor no resistió y cuando vio que el chico se había colocado el cinturón, subió la ventana y se acercó a este, robándole un corto beso tan rápido como llegó, logrando sonrojar hasta las orejas al menor.
- Oye - Se quejó el chico, colocando sus manitas sobre sus mejillas calientes. El mayor río bajo y volvió hacer el mismo gesto una vez más, solo que en esa ocasión el beso fue depositado sobre la frente del chico.
Ambos tenían una relación demasiado dulce, romántica y tierna, la cual lo hacía sumamente especiales y sincera. Puesto que nada subía a otro nivel, ellos no tenían pensamientos impuros por el otro, su amor era inocente y ambos lo querían llevar con calma y todo a su paso.
- Lo siento mi pequeño, pero no sabes cuánto te había extrañado - Dijo el mayor, emprendiendo camino al instituto.
- Yo también - Respondió con sinceridad el menor.
Yoongi volteó un segundo a ver a su chico y sonrió una vez más. Y es que Jimin lo volvía feliz, lo hacía sentir en las nubes y como un chiquillo enamoradizo. Así que sin dudar, el mayor tomo la manito del chico y la entrelazó con la grande suya, logrando revolotear todas las mariposas dentro del chico.
Era una imagen realmente dulce, sus manos entrelazadas, mientras el mayor conducia y el menor sonreía con sus mejillas rojitas. Ellos se morían de emoción con cada mínimo detalle.
Desde el día que ambos admitieron su error y aceptaron que se comportaron como unos niños inmaduros, habían pasado el día entero juntos, contando más anécdotas uno de otro, viendo alguna película, comiendo, sonriendo y disfrutando de su compañía, hasta que la noche llego y Yoongi debía regresar a su casa. Jimin casi lloro porque su novio debía irse, pero también debía aceptar que el mayor necesitaba su propia ropa y su espacio y él no sería ningún novio tóxico, así que lo dejo ir con la promesa de escribirse todos los días y si era posible hacer largas llamas y así fue, ellos casi vivían pegados a los teléfonos, cosa que antes casi no tocaban.
Los siguientes dos días, llovió poco, disminuyendo mucho la ferocidad del clima. Yoongi pudo ir por su auto, compro la laptop que necesitaba, Jimin compro un nuevo libro, porque el anterior resultó que si se había mojado y él no se había dado cuenta, cada uno logró hacer sus cosas, pero siempre hablando por mensajes o llamadas.
Hasta ese día, que se volvieron a ver. Esperaban poder actuar normal en medio de sus clases, puesto que son tan cariñosos uno con el otro, que esperan saber disimular muy bien.
Una vez llegaron al instituto, Yoongi estacionó y agradecieron que no hubieran muchos estudiantes aún. Jimin estaba por bajar, pero fue detenido por el mayor.
Yoongi jalo delicadamente al chico, antes de que este abriera y plantó un largo y dulce beso sobre sus gruesos belfos, saboreando estos y ambos amando la sensación. Una vez el beso terminó, ambos suspiraron enamoradizos y sonrieron, viéndose a sus ojitos y diciendo a través de ellos más que mil palabras.
- Me gustas Jiminie - Susurró el mayor, dejando un besito más.
- Me gustas Yoon - Respondió el chico, regresando el besito.
Cuando su momento de cariño tuvo que llegar a su final, Jimin salió del auto y se aseguró que no hubiera nadie cerca, para entrar hasta su salón, como siempre. Desapercibido, lograndolo sin problema alguno.
Jimin entro al salón y tomo asiento, esperando pacientemente a que las clases iniciarán y mientras eso sucedía, esuchaba música y leía un libro. Hasta que el timbre sonó y las aburridas clases debían iniciar. Justo ese día tenía clases con Yoongi hasta la última hora, así que no lo vería mucho.
Jimin presto atención, participó, copio todo y entendió los trabajos que debía hacer, recordó en la siguiente semana debía entregar el trabajo que Yoongi le dejo individual y agradecía mentalmente tenerlo hecho, así que podría entregarlo antes.
La hora del almuerzo llegó y Jimin espero paciente a Yoongi, hasta que esté llegó y tomo asiento frente a él, dejándole un solo topper con comida, lo cual confusión al chico.
- ¿No comerás conmigo? - Preguntó Jimin.
- No pequeño, tengo una reunión urgente, comeré allá, prometo llevarte a casa a la salida, ¿Si? - Dijo el mayor, a lo que Jimin asintió sonriente.
No importaba si no habían podido verse todo el día como querían, ellos sabían que sus mentes estaban llenas de pensamientos por el otro, así que se mantenían sonrientes y animados todo el tiempo.
El final del día llegó y Jimin suspiró tranquilo, cansado y con ganas de dormir, pero feliz. Guardo sus pertenecías y cuando su salón estuvo vacío se acercó a Yoongi, que fue con quien tuvo la última clase. Sin embargo cuando estaban por emitir palabras escucharon la irritante voz de Jennie escucharse por los pasillos.
- Ten, ve al auto y me esperas allá, ¿Si? - Dijo el mayor al chico, entregándole las llaves del auto. Jimin sonrió y asintió.
- Está bien - El chico dio media vuelta para salir por la otra puerta, pero antes de dar un paso escuchó a Yoongi.
- Jiminie - Detuvo el mayor y el mencionado volteó.
- Te quiero - Susurró por lo bajo, recibido una brillante eyesmile.
- Yo también - Respondió el chico.
Jimin salió del aula y en ese momento Jennie entró. El chico tuvo curiosidad y escuchó lo que la chica dijo.
- Profesor, ahora ha estado muy sonriente. ¿Hay alguien que cause tantas sonrisas y suspiros enamoradizos? - Preguntó una entrometida Jennie.
- Lo hay - Fue toda la respuesta del mayor - ¿Qué necesitas Jennie? - Jimin sólo escuchó aquellas palabras y sin dudar siguió su camino.
El confía plenamente en su novio. Quizá no es un chico celoso ni tóxico, pero eso no lo vuelve desinteresado de su relación, al contrario, la confianza que se ha forjado en su relación es lo que la convierte en una relación sana, linda, amorosa, cariñosos, inocente, y dulce.
El chico llegó al auto y espero paciente a su novio. Cinco minutos después este llegó y subió rápidamente al auto.
- Jiminie, mi pequeño y dulce Jiminie - Llamo el mayor a lo que las mejillas del chico se sonrojaron una vez más.
Yoongi unió sus labios con los de su pequeño y tomo sus mejillas, repartiendo muchos besitos sobre el rostro y abultados mofletes de este, robando beso tras beso del hermoso ángel que es su novio.
Porque no importa el poco tiempo que tengan para verse o hablar, ellos saben que sus sonrisas y besos robados son los más sinceros que hay.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
He regresado con esta corta historia. Por ahora traje dos cap. Desde ahora podré actualizar diario hasta acabar con esa obra que no le queda mucho, así que denle mucho amor.
Recuerden que está obra era corta, quizá llegue a los 30 o 32 cap, no tendrá extra ni epílogo. Solo tendrá su final o del epílogo lo pensaré bien😅
Gracias por tenerme paciencia mis chiquillos. Los amo♡
¡Nos leemos pronto!
Bye💜
Cap dedicado a: Jhoss_07
No olviden dejar su estrellita si les gusto el capítulo ⭐
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