Capítulo 22
Hisui se encontraba bastante alterado por todo lo que estaba pasando, el solo hecho de saber algo de su madre le dolía mucho, es inevitable que no sienta algo de afecto hacia ella, es la persona que le dio la vida y aunque cometió muchos errores en el pasado, sigue siendo su madre.
Intenté por sobre todos los medios hacer que se tranquilizara y si lo estaba logrando, aunque sea un poco, eso me alegra, porque si lo dejaba como estaba hace un momento, iba a volverse violento y la verdad es que no quiero que eso pase... Odio verlo así, me causa un pánico horrible el recordar la forma en la que casi mata a golpes a Jyuubei-sama.
Esa tarde creí que sería capaz de golpearme a mí también, menos mal no me asustó más o quién sabe que pudo haber pasado. Me separé de él y mirándome a los ojos, dijo ya de una forma más calmada y un tanto seria:
— Gracias, pequeña — Besa mi mano con mucha delicadeza — Gracias por todo lo que haces por mí.
— No se compara con todo lo que has hecho por mí — Le sonrío de forma coqueta — Voy a estar contigo siempre, Hisui.
— Es todo lo que quiero escuchar — Me da un beso en la mejilla.
El Chico de la Cicatriz se acercó lentamente hasta mis labios para así plasmar un tierno y delicado beso el cual es tan cálido, amoroso y dulce como la miel. Sin pensarlo ni un segundo, correspondí al beso de inmediato, este reaccionó al estimulo y rodeó mi cintura con sus brazos para así acercarme más a él, hasta el punto de que no quedase espacio entre nosotros, sentía la urgencia que tenían sus besos, su lengua busca la mía con urgencia, es evidente la falta que le hacen... La falta que a mí me hace estar entre sus brazos, sentirme suya una vez más.
Una sensación de fuego y euforia recorría mi cuerpo, necesito que terminemos lo que hemos iniciado, además que no hemos podido estar juntos desde hace tiempo, es justo que se nos de la oportunidad, pero justo cuando estábamos por dar el siguiente paso... Él se detuvo y apartándose de mí, me dijo algo frustrado:
— Aquí no es conveniente Moroha — Me mira a los ojos — Nos van a oír.
Siendo totalmente honestos, me causó mucha gracia ya que si no más recuerdo, cuando yo llegué al palacio, se escuchaban en todas partes los gemidos de las chicas con las que estaba... Ahora me sale con que le da pena que le escuchen cuando está conmigo, me da un poco de risa y no pude evitar hacerlo notar.
— ¿De qué te ríes? — Me pregunta un tanto confundido.
— Es que me parece increíble que te preocupes porque alguien nos escuche — Me cubro el rostro mientras me río a carcajadas — Si antes no te importaba eso.
Se sonroja un poco — Es que tu no eres cualquier persona — Me mira de reojo — Nadie puede escucharte, solamente yo.
Me quedo en silencio por un momento.
— Entonces... ¿Lo vamos a dejar así? — Dije un poco frustrada ya que no quería dejarlo ahí.
— Por hoy si —Suspiró y en seguida noté que no estaba muy de acuerdo con la decisión que estaba tomando.
— Hisui, no sabes cuando volvamos a tener la oportunidad de estar juntos de nuevo — Le insistía a ver si lo convencía — Por favor... ¡NO ME DEJES ASÍ!
— Entiéndeme amor — Ahueca mi cara con sus manos — Esta es la casa de mi hermana y yo no quiero hacer cosas indebidas aquí.
Rodé los ojos al escucharlo, no me va a convencer, no esta vez, estoy dispuesta a conseguir lo que quiero y no se me va a escapar, así que lo tomé por ambas manos y luego de mirarlo fijamente a los ojos, le dije con firmeza:
— ¡HISUI-KUH! — Frunzo el ceño — No te estoy preguntando.
— Amor...
— Así sea en la orilla del río — Me cruzo de brazos — Pero, quiero que me hagas tuya esta noche.
— Nunca te había visto tan decidida a hacer algo — Se ríe al escucharme — ¿Cómo pues voy a negarme a hacer esto que me pides?
Dicho esto, tomó mi mano con delicadeza, y haciéndome una seña, nos fuimos a una de las habitaciones del fondo ya que Kin'u se encontraba en una de las principales, le dije al Chico de la Cicatriz que se cerciorara de que en verdad estuviésemos solos en ese lado de la casa, al parecer si es así.
Una vez ahí, cerró la puerta con delicadeza y luego de dar un suspiro profundo me dijo siendo gracioso y serio a la vez:
— Las cosas que yo hago por ti Moroha — Se acerca a mí y tomándome nuevamente por la cintura, me une a su cuerpo haciendo que no quede espacio entre nosotros, lo cual hace que todos mis sentidos se agudicen — Y yo encantado de complacerte.
— ¡AY! — Dije un tanto frustrada — ¡CÁLLATE Y BÉSAME!
Dicho eso, accedió a mi petición y tomándome entre sus brazos, me besó apasionadamente mientras me pegaba cada vez más a él, mis manos se posicionaron en su nuca y tiraba de él suavemente en mi dirección. El Chico de la Cicatriz posicionó sus manos al rededor de mi cintura para así alcanzar el lugar donde estaba prensado el cinturón que llevaba y se deshizo de el sin mucho trabajo.
Poco a poco nos fuimos desprendiendo de las prendas que llevábamos encima, de un momento a otro ya el portentoso kimono verde que tanto me gusta, se encontraba a mis pies y el fino traje que poseía mi chico, estaba casi por completo en el suelo. Hisui me echó una mirada de arriba abajo para luego dejar ver en su rostro una sonrisa pícara, la cual hizo que mi piel se erizara por completo.
— Si crees que me gustas cuando traes el kimono verde — Decía mientras me observaba — Me gustas mucho más cuando estás sin él.
Me puse roja como un tomate, sus palabras siguen haciendo el mismo efecto en mí y aunque quiera hacerme la fuerte, simplemente no me sale, me derrito con tan solo una palabra dicha por él.
— Lo sé perfectamente — Le guiño el ojo de forma pícara.
No esperó ni un minuto más y al instante me besó nuevamente, para así guiarme hasta el futón que se encontraba ya extendido y arreglado como es debido, Hisui empezó a trazar una hilera de besos por mi cuello, para así ir bajando poco a poco hasta llegar a mis pechos, pero antes de proseguir, hiso que me acostara ya que según es más cómodo para él.
Una vez estando ahí, siguió en lo que estaba así que sin más, succionó uno de mis pechos con su boca lo cual hacía que me estremeciera por completo y más cuando sentía su lengua caliente tocar mi piel, estuvo un momento ahí para así cambiar al otro, mientras que con una de sus manos, recorría mi cuerpo a su antojo.
Extrañaba que me tocara así, extrañaba cada uno de sus besos y sus caricias, extrañaba su aroma, simplemente extrañaba todo de él y creo que lo sabe perfectamente, esta vez quería que fuera distinto, él siempre es quien tiene el mando, así que ahora me toca a mí hacer algo por él y no dejar que sea siempre quien haga todo el trabajo, así que de un momento a otro me levanté y sin aviso cambié de posición de una forma brusca, ahora era yo quien estaba arriba, me puse a horcajadas sobre él y sin dudarlo, planté un beso en sus labios nuevamente para así decirle suavemente al oído:
— Ahora es mi turno — Lo miro a los ojos fijamente por un instante.
Lo besé con mucha más intensidad que las veces anteriores, puse todo lo que siento en ese momento, no quería que se sintiera como un beso cualquiera, quería que fuese especial. Mientras tanto, yo solo sentía como me iba humedeciendo cada vez más y su miembro ya se encontraba bastante duro como un mástil, este ya se encontraba presionando mi zona y ya yo sentía que no podía más, necesitaba tenerlo dentro de mí, así que sin más, me levanté un poco y tomando su miembro con una de mis manos, lo coloqué justo en mi entrada y empecé a bajar lentamente mientras veía la expresión que tenía en su rostro.
Una vez teniéndolo adentro por completo, me acerqué a sus labios nuevamente y planté un beso, luego me erguí para así empezar a moverme, primero lento y suave. Poco a poco fui acelerando el ritmo, mis pequeños saltitos pasaron a ser grandes envestidas en cuestión de minutos, los ojos de mi Chico de la Cicatriz estaban en blanco, sus manos se aferraban a mis caderas y con sus manos seguía el ritmo de las mismas y apretaba un poco mis nalgas, incluso llegó a nalguearme así de repente lo cual hizo que soltara un pequeño grito.
De repente, dejó de apretar mis nalgas y rodeándome por la cintura, hizo que cambiáramos de posición, ahora estaba abajo nuevamente, todo su peso estaba sobre mí y es difícil que logre quitármelo de encima y eso frustra mis planes de estar al mando, pero, vamos a dejarlo jugar un momento.
— Vaya... — Dice entre jadeos — De verdad que tienes ganas de verdad.
— Siempre tengo ganas de ti — Dije y me mordí el labio inferior.
Dicho esto, entró nuevamente en mí para así envestirme con mucha fuerza, mi cuerpo se arqueó debido al placer que estaba sintiendo, además que la vista que tenía, hacía que lo disfrutara aún más. Entraba y salía de mí con mucho ímpetu, como si fuese una necesidad para él.
Un gemido es desprendido de mi garganta y en seguida me cubrí la boca ya que tenía miedo de que nos escucharan, pero al instante El Chico de la Cicatriz apartó mi mano y pasándola por su abdomen suavemente, me dijo mirándome fijamente a los ojos:
— Nadie va a escucharnos — Me da un beso en el cuello para así continuar y susurrarme al oído — Y si así fuera... ¿Qué nos importa? ¡QUÉ SOPORTEN!
No dije nada más y con un solo gesto de mi rostro, le di a entender que quería que continuara y así lo hizo.
~*~
Estaba muy cansada debido a toda la acción de anoche, es que cada vez que estamos juntos es algo mágico, su cuerpo y el mío unidos por la pasión desenfrenada que se apoderó de nosotros, eufóricos y deseosos. Abrí mis ojos y lo primero que hice fue buscar a mi alrededor para ver al chico que amo, pero no lo encontré por ninguna parte, me apresuré a vestirme y saliendo de la recámara en la que estaba, me dispuse a buscarlo por todas partes pero simplemente no captaba su aroma por ninguna parte.
No fue sino hasta que llegando a la entrada, vi a Kin'u y corriendo hasta ella, le dije un tanto angustiada:
— ¿Dónde está tu hermano? — Pregunté mientras intentaba evitar a toda costa que se me salieran las lágrimas — ¿No lo has visto?
— Creo que se fue en la madrugada — Alzó los hombros con desdén para luego continuar con lo que estaba diciendo — Quizás solo te dejó ahí.
— O quizás solamente tuvo algo que hacer de urgencia — Intentaba justificarlo.
— Bueno, ¡Allá tú! — Dice y toca mi cabello con delicadeza — Pero si fuera tu preciosa, no me tomaría tan enserio los sentimientos de mi hermano.
No entiendo porqué de un momento a otro Kin'u cambió conmigo si anoche estaba más que contenta porque su hermano y yo estábamos juntos, quien sabe, lo más seguro es que se haya levantado de mal humor... O simplemente, puede que haya visto algo y simplemente no quiere decírmelo, pero por ahora no voy a dudar de él, creo que me ha demostrado con hechos que me ama como para dudar de él a estas alturas.
He de admitir que las palabras que me dijo ella me dolieron profundamente ya que me hicieron pensar que él... Pudiese estar viéndome la cara y por un segundo eso ME PARALIZÓ, pero como acabo de decir, no me voy a dejar llevar por esos malos pensamientos. Tomé las pocas cosas que tenía y despidiéndome, tomé el camino en dirección al clan de los lobos, voy a tardar bastante en llegar, pero debo apresurarme ya que necesito estar con Haruka para poder irnos a buscar a mi tío aunque conociéndolos, lo más seguro es que no me hayan esperado y se hayan ido a buscarlo puesto que se nos puede ir.
~*~
— ¿¡QUE HICISTE QUÉ!? — La voz ronca del Chico de la Cicatriz retumba por todo el lugar, era evidente que estaba FURIOSO por lo que acababa de decirle su hermana mayor.
— Así es, creí que te fuiste a buscarla — Suspiró — Pero es porque me comentaste que la viste en esa fiesta Hisui, creí que...
— ¡NO TENÍAS DERECHO A HACERLE CREER ALGO ASÍ A MI PEQUEÑA MOROHA! — Golpea con violencia la pared que tenía del lado derecho — ¡NO TENÍAS QUE METERTE ENTRE NOSOTROS! ¡JODER!
— Hisui perdóname — Dice ella algo asustada por la reacción que estaba teniendo su hermano menor — Es que creí que estabas jugando con ella y no quería...
— ¡NO QUERÍAS NADA! — Dice imponente —Me voy de tu ESTÚPIDA casa, no quiero verte.
— ¡HERMANO! — Dice mientras intenta detenerlo — ¡ESCÚCHAME!
Este solo se volteó para encararla y decirle en un grito:
— Si ella llega a ODIARME por esta aberración que acabas de hacer, te olvidas de que soy tu hermano — Espeta — ¿ME HAS ENTENDIDO?
Asintió muy asustada por su reacción.
Hisui salió a prisa dispuesto a encontrar a su amada para aclarar el malentendido que había creado su hermana mayor, él no había tenido ningún tipo de contacto con la castaña aunque sabía perfectamente que estaban en el mismo sitio, él había dejado de amarla hace bastante tiempo, precisamente en el momento en que ella dudó de él, justo como lo hicieron los demás.
Por un lado, estaba confiado porque sabe que ella no creería algo así de él, pero igual siente que debe aclarar eso, porque no es correcto que esas ideas recorran su mente.
— No podemos tener problemas ahora — Pensaba en voz alta — No ahora, cuando ya sabemos donde está Sesshomaru.
~*~
Después de unas cuantas horas de caminar y correr, por fin estaba a punto de llegar a mi destino, a decir verdad, es algo lejos ya que si fuese con alguien más, el camino sería de casi dos días, pero para mí es como dar un brinco, la velocidad de un 1/4 demonio es un poco mayor a la de un humano, si caminando soy muy rápida, imagínate cuando voy corriendo.
Capté rápidamente los aromas de mis amigos, tal parece que están en la guarida, eso me tranquiliza así que decidí recortar más el paso ya que siéndoles muy honesta, estoy bastante agotada por el maratón que me he echado de allá hasta acá, aún faltaba un trecho largo pero no pasa nada, es una zona para mí y eso me tranquiliza, sé que nadie me hará daño por aquí.
Todo iba bien hasta que detecté ese aroma desagradable, ese aroma que me pone alerta... Y no, no me estoy refiriendo a Ryusei, sino a Daisuke, así que aceleré un poco el paso y justo al doblar en una esquina me lo topé frente a frente, lo cual hizo que me paralizara por completo.
— Moroha — Dice él luego de sobresaltarse un poco.
— ¡TONTO! — Chillé — Hiciste que me asustara un poco.
— No fue mi intensión — Se sonroja — No sabía que estabas cerca.
Intenté tranquilizarme ya que esta vez, él tiene razón porque la que sabía que estaba cerca era yo, mientras que él solamente estaba pasando por aquí... Aunque siéndoles muy honesta, no entiendo por qué tengo que encontrármelo cada vez que regreso al clan de los lobos, es un poco incómodo, a veces creo que se trata de una mala jugada de parte de este sujeto.
— Tranquilo, no pasa nada — Sonreí amablemente — ¿Se puede saber que rayos haces siempre por estos lados?
— He tenido que ayudar a unos amigos que están en otra aldea — Me comentaba y en seguida su semblante cambió, se veía algo triste y decaído — Están pasando por una mala racha y es mi deber ayudarles. Por eso me ves mucho por aquí, además que a veces vengo para distraerme.
— Espero que la situación de tus amigos mejore — Sonreí — Si puedo ayudarles en algo, solo avísame.
Asiente a mis palabras.
— Gracias, lo tomaré en cuenta — Se rasca la cabeza mientras intentaba reír un poco.
— No sé, pero hoy si se me está haciendo agradable el hablar contigo — Lo miro de reojo al decirlo.
— Eso debe ser porque te estoy cayendo bien ¿No es así? — Me codea un poco y en seguida pongo distancia entre nosotros dos para así decirle sin más:
— ¡BAJALE A TU EUFORIA! — Me reí — No he dicho que me agrades, solo dije que hoy no estás siendo insoportable.
Daisuke no pudo evitar soltar una gran carcajada luego de escucharme decir eso, así que cruzándose de brazos y sacando esa expresión ridícula que hace cuando quiere invitarme a salir, me dijo fanfarroneando un poco:
— ¡Vamos Moroha! — Me lanza una mirada juguetona y coqueta — ¿Por qué no admites que si te agrado aunque sea un poquito?
Rodé los ojos para luego chocar la palma de mi mano contra mi frente, no lo soporto en absoluto, pero he de admitir que en medio de su intensidad, si me agrada un poquito... ¡PERO SOLO COMO AMIGOS! Mi vida y mi corazón solo le pertenecen a Hisui.
No quiero dejarlo con la duda pero tampoco quiero que él sepa que en realidad si me agrada, no quisiera que se volviera aún más intenso conmigo, no quiero que Hisui vea eso y termine pensando cosas que no son, no quiero más peleas, no quiero más disgustos entre nosotros, por eso y más fue que olvidé lo que me dijo Kin'u hace horas.
Tomé un par de inspiraciones profundas, abrí el abanico que cargaba conmigo desde ayer y tapándome la mitad del rostro, le dije mientras lo miraba fijamente a los ojos:
— Pues tienes razón — Me reí un poco — Si me caes bien, pero SOLO ESO.
— ¿Lo dices de verdad? — Vi como sus ojos se iluminaron al escucharme decir esas palabras — ¡MOROHA! ¿No estás bromeando?
Asentí ante su suposición.
Extrañamente, no corrió a intentar abrazarme como otras veces, simplemente se quedó ahí embelesado, le hablé un par de veces para ver si salía del trance y no lo hizo, así que lo rodeé cuidadosamente y seguí de largo, no vaya a ser que se retracte y quiera abrazarme a fuerzas... Daisuke es un buen chico, pero es demasiado intenso.
Rato después, por fin llegué a casa de mis amigos, quienes al verme me recibieron con mucho ánimo, dándome un abrazo y alborotándome un poco el cabello. Estoy segura de que van a preguntarme que ha pasado con Hisui, pero eso es algo que no voy a responder ahora ya que... Ustedes y yo sabemos que pasó anoche, pero algo les inventaré.
Mientras avanzábamos, me percaté de unos aromas peculiares pero a la vez conocidos, no podía confundirme, esos aromas son de mis queridas primas Towa y Setsuna, pero ¿Qué hacen aquí? Bueno, ya vamos a averiguarlo. Ellas al verme corrieron a abrazarme y yo les correspondí al instante, como siempre, Towa es amigable conmigo, pero Setsuna aunque intenta ser cariñosa, termina por ser fría.
— ¡MOROHA! — Dice Shigeru muy enérgico para así arruinar el momento entre primas — ¡CUÉNTANOS YA QUÉ PASÓ CON ÉL!
Me puse roja como un tomate al recordar lo que Hisui y yo hicimos anoche.
— Pues nos quedamos en casa de su hermana — Dije mientras que buscaba la forma de obviar lo que pasó — Y simplemente hablamos con ella.
Todos se carcajearon ante mi respuesta, creo que están convencidos de que pasó algo más que una simple plática amistosa... ¿Acaso se me notará en la cara? ¡EN FIN! Tragué saliva y luego de que terminaran de reírse, les dije de una forma un tanto tosca:
— ¡BASTA! — Chillé — No tengo porqué estarles contando mis intimidades.
— Entonces... ¿Si hubo? — Towa me mira de forma pícara.
— ¡CUÉNTANOS MOROHA! — Dice Setsuna impaciente.
Los muchachos empezaron a presionarme para que les dijera, la verdad si quiero contarles pero no debo, es algo que solo debe quedar entre nosotros dos y no me parece correcto que deba decircelo, así que intentaba por sobre todos los medios ignorar las súplicas que me estaban haciendo. Pero hubo un momento en el que no pude soportarlo más y sin pensarlo, me alejé un poco para así gritarles a la cara para que me dejaran de fastidiar:
— ¡SI! — Chillé — Él y yo tuvimos intimidad anoche.
Todos se burearon ante mi comentario, me codeaban y palmeaban mi hombro, como si fuese un gran orgullo, aunque para mi si lo es ya que no lo hago solo por ganas... Sino porque LO AMO. Cada vez se venían más y más preguntas a las cuales no iba a responder ya que son demasiado íntimas, mucho más intimas que la que acabo de responder ahorita, más sin embargo, respondí a una que creí que podía manejar:
— Pues me sentí bien — Cubrí mi rostro con el abanico — Él hace que los momentos que estamos juntos sean especiales.
— Moroha dinos su nombre — Dice Setsuna intrigada — Siempre nos hablas de "Él" pero nunca nos dices como se llama.
— Sus razones tendrá — Intervino Haruka al darse cuenta de la insistencia de mi prima.
Haruka sabe las razones por las que no puedo decir el nombre de mi amado, no quiero que sepa que el hombre del que estoy enamorada, el hombre al que me entregué por amor, es el mismo que ella sigue amando a pesar de todo. No quiero que lo sepa aún, no es tiempo para hacerlo, pero siento que en algún momento va a enterarse y va a ser inevitable su desprecio, pero sea como sea va a tener que aceptarlo.
Necesitaba acabar con esta conversación lo antes posible, así que sin más, me dispuse a cambiar de tema de inmediato, decidí hablarles sobre mi tío, necesitamos movernos en eso o sino la única oportunidad que tengo para rescatar a mis padres, va a ser desechada, tomé aire y les dije cuidadosamente:
— Necesitamos viajar lo antes posible — Suspiré — Ya sabemos donde está tu padre y si no vamos ahora, va a desaparecer.
Todos me miraron fijamente y luego de mover su cabeza en señal de "No", me dijeron casi a coro:
— ¡NO NOS CAMBIES EL TEMA MOROHA!
— ¡CIERREN LA BOCA! — Espeto — ¡ESTO ES MUCHO MÁS IMPORTANTE!
— Moroha tiene razón — Interviene Haruka — Si no nos damos prisa, su padre se irá y perderemos la oportunidad de ayudarla.
Se quedaron en silencio por un segundo.
Necesito que se olviden de Hisui... No solamente por el hecho de que no quiera que sepan que es él quien está conmigo, sino porque necesito que nos movamos en esto, es muy importante para mí. Me puse en el centro y les dije con mucha molestia e indignación:
— Mañana mismo nos vamos — Dije empuñando las manos — El que me quiera acompañar, bienvenido sea y el que no, pues puede retirarse.
— Moroha nosotros no hemos dicho que no te vamos a ayudar — Dice Setsuna algo angustiada — Sabes que vamos a ayudarte sea como sea.
— Así es — Dice Towa acercándose a mí para darme un abrazo.
— ¡Gracias chicos! — Les dije mientras dejaba ver en mi rostro una tierna sonrisa.
~*~
Hisui llevaba andando desde hace bastante tiempo, estaba decidido a hablar con Moroha sobre el asunto y eliminar cualquier rastro de duda que pudiese haber. Riku se encontraba siguiéndole como siempre, intentando convencerlo de que debe pensar todo con cabeza fría o sino puede confundir más a Moroha, este como siempre ignoró lo que su mejor amigo le decía y siguió de largo.
— ¿Al menos puedes dejar que abra el portal para que lleguemos a tiempo? — Dice Riku y este se frena de golpe.
— Si me vine a pie, es porque no necesito el portal — El muchacho de ojos grises responde a malas ganas — No te lo tomes a mal, pero es que no quiero depender de eso siempre.
— Comprendo — Toma aire, para así volverle a insistir — Hisui, pero es que no se trata de depender de mí, sino de llegar a donde está Moroha y de paso, aclarar el supuesto malentendido.
El Chico de la Cicatriz al ver la insistencia de su amigo, tronó sus dedos y luego de tomar un par de inspiraciones profundas, prosiguió a acceder a lo que le estaba planteando ya que sabe que no lo va a dejar en paz hasta que no acceda.
— ¡BIEN! — Espetó — Pero ¡SOLO POR ESTA VEZ! ¿TE QUEDÓ CLARO?
— Sé que accediste porque quieres verla — Riku se ríe al ver la reacción de su amigo — Así que por eso ignoraré todo este drama.
Riku se apresuró a abrir el portal, el cual se dirigía justo al pie del monte en el que se encuentra el clan de los lobos, una vez ya seguro de eso, atravesaron juntos el portal para así cerrarse de inmediato.
— Andando — Dijo y en seguida empezaron a caminar, pero justamente antes de que llegasen a subir como tal la montaña, se encontraron algo que para Hisui era un choque fuerte ya que se trataba de la persona que menos quería ver y más en este momento, Hisui intentó cubrirse el rostro de inmediato, aunque no estaba seguro de que eso fuese a funcionar, ahora solo depende de que el rosario que siempre usa siga haciendo efecto.
Riku al darse cuenta de lo que estaba pasando, se puso en medio y le dijo a Towa en un tono fuerte pero sin perder la caballerosidad:
— ¿Qué es lo que haces aquí? — Preguntó.
— Vinimos a ver a Moroha — Le contestó — Riku, ¿Tú que haces aquí.?
Setsuna se fijó por un momento en la persona que se encontraba detrás de él y luego de mirar el panorama, dio dos paso haca adelante y apartando a Riku de un solo golpe, le dijo a Hisui de un solo grito, mientras que los demás intentaban detenerla.
— Hisui ,sé que eres tu — El corazón de Setsuna estaba acelerado casi al 100%, ya que no podía estar equivocada, la persona que mas ha amado y que había estado deseando ver por tantos años, está nuevamente frente a sus ojos, nunca se había sentido tan nerviosa y emocionada como hasta ahora, sus manos temblaban y sudaban frío, pero aún así, intentó por sobre todos los medios, no demostrar debilidad alguna y siguió con lo que iba a decir: — Te vi en la fiesta, sé que eres tu y no puedes negarlo.
El peli-verde no le quedó de otra más que encararla, su ceño estaba fruncido, no había expresión alguna en su rostro, el odio que destilaba su mirar era mucho, él aún no se olvida de lo traicionado que se sintió cuando el AMOR DE SU VIDA, también dudó de él y no lo defendió de su padre. Se cruzó de brazos y luego de mirarla de arriba a abajo, le dijo finalmente:
— Si, soy yo — Su voz se enronqueció tres tonos — El chico al que le diste la espalda, el chico al que acusaste de ASESINO junto con toda la gente del pueblo... El chico al que lo convertiste en UN MONSTRUO.
— Creo que es mejor que nos apartemos Towa — Dice Riku en un susurro — Ellos tienen cosas que arreglar.
— No... Tenía idea de que me odiaras tanto — Dijo ella muy sorprendida por la actitud de Hisui — Pero sabes que todo te acusaba Hisui y yo...
— ¡CÁLLATE! — Espetó — ¿Sabes qué?
— Hisui... — Dice ella intentando apaciguarlo — ¡CALMATE!
— Lo mejor que pudo haberme pasado fue ALEJARME DE TI — Grita finalmente.
— No seas tan duro conmigo — Le dice — ¡ESCÚCHAME!
— ¿DURO? — Dice mientras que la rabia se iba apoderando de su cuerpo por completo — ¿SABES QUE SI FUE DURO? Que la persona que más amaba, la que sabia como ERA y decía conocerme a la perfección, fuera la primera en darme la espalda ¿CREES QUE ES JUSTO?
— Pero es que... — Dice y le interrumpe.
— No quiero que vuelvas a acercarte a mí — Le da la espalda — Mucho menos a la persona que amo, porque créeme que por ella SOY CAPAZ DE TODO.
El Chico de la Cicatriz le dio la espalda y siguió caminando, pero esta lo alcanzó y tomándolo del brazo, le dijo casi en tono de súplica:
— ¡PERDÓNAME! — Le dice casi con las lágrimas afuera — Yo aún te amo Hisui... Dame otra oportunidad.
Se suelta de su agarre de un solo golpe para así decirle: — Ya es muy tarde Setsuna, ya hay otra persona en mi corazón.
— ¿QUIÉN? — Grita ya algo enfadada — ¿Quién es esa chica?
— Eso, no es tu asunto.
— Necesito saber quien es la mujer que te hizo olvidarme — Le insiste.
— Si te lo digo, voy a causarte un mal — Le da la espalda nuevamente — Y si no quieres que te trate peor, ALEJATE DE MÍ.
Dicho eso, empezó a correr, Setsuna iba a seguirlo pero Towa la detuvo al instante mientras que Riku se adelantó a donde estaba su amigo, ambos corrieron y corrieron hasta llegar a la cima donde se encontraba Moroha junto con Shigeru, esta al verlo, corrió a sus brazos al instante, este la estrechó fuertemente entre sus brazos, olvidándose así del buen olfato que posee su amada, quien al darse cuenta del olor a su prima, se separó de él para así decirle.
— Estuviste con ella ¿Verdad? — Palideció al decirlo.
— Nos la encontramos en el camino, Towa estaba con nosotros — Intervino Riku — Pasó algo horrible.
— ¿Qué pasó? — Dijo ella algo desesperada — Dímelo.
— Te lo contaré todo — Dice mientras ahueca su cara con las manos — Pero ¡VÁMONOS! No quiero estar aquí, más sabiendo que ella está cerca.
— No me voy a mover de aquí hasta que no me días qué es lo que está pasando Hisui.
Mientras seguían entrando en lo que era una fuerte discusión, apareció en escena el motivo por el cual se generó todo, Moroha la miró fijamente y luego de dar un resoplido fuerte por la nariz, le dijo sin más:
— Setsuna.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
LA AUTORA:
Por fin tengo el capítulo listo, este mes que pasó fue bastante tremendo ya que han sucedido cosas tanto personales como nacionales y por ende me cuesta mucho escribir con tanto alboroto.
Ya era hora de que Setsuna se enterara de que su prima es ahora la mujer que Hisui ama *Inserte meme de televisa presenta*. Solo les digo que se preparen desde ya para lo que se viene y no, no solo me refiero a triangulo amoroso.
Si ven que estoy algo ausente, es porque estaré de viaje por unos meses así que cualquier cosa, en mi perfil están mis redes.
Espero que les haya gustado el capítulo, lo hice con mucho cariño.
¡NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN!
— Kirara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro