Capítulo 21
Han pasado ya dos semanas, dos largas semanas desde la última vez que vi al Chico de la Cicatriz, han sido las semanas más duras de toda mi vida ya que el no saber de él me está matando, no sé que pudo haber pasado en el palacio, no sé si ese idiota que tiene por jefe lo ha lastimado o si se encuentra bien... Simplemente ando en completa angustia, pero trato de no hacerlo notar. Por otro lado, Haruka y yo hicimos las paces y estamos bien, hace poco salimos a los alrededores a cazar y a decir verdad nos fue bastante bien.
Shigeru ha estado algo enfadado porque Daisuke ha estado viniendo muy seguido por aquí a "verme" y cada vez que viene, siempre lo saca a patadas, a decir verdad no quiero verlo ahora, es más... ¡NO QUIERO VER A NADIE QUE NO SEA HISUI!
Sé perfectamente que Riku me advirtió que esto podía pasar pero yo de verdad no voy a soportar el hecho de que no se haya reportado siquiera, ni por señales de humo, Haruka me dice que no debo perder la cabeza, la última vez fue así y apareció sano y salvo.
— Moroha, debes salir de aquí — Dijo Haruka mientras me tomaba por el brazo — Hay que ir al sitio donde te llevó Daisuke, esta noche hay una fiesta nuevamente.
Una expresión de asco apareció en mi rostro, de solo recordar lo que vi aquella noche, me dan ganas de no salir, es que aquel sitio es horrible y lo mejor es que me mantenga al margen, la última vez que estuve allí por poco nos agarra Ryusei y no quiero que eso pase de nuevo, además no quiero causarle problemas a Hisui.
— La verdad no quisiera volver a ese lugar — Suspiré — Es muy peligroso, además sabes lo que pasó la última vez que estuve ahí.
— ¡VAMOS! — Dice Shigeru dándome un abrazo respetuoso y amistoso — Irás con nosotros, la última vez fuiste con ese humano que no sería capaz de mover una uña por ti, pero nosotros si podríamos soportar.
— No quiero ponerlos en peligro — Dije muy triste — Es más, el tenerme aquí en su clan, representa un problema para ustedes ya que no saben que tan poderoso es Ryusei.
Shigeru se puso las manos en la cabeza ya que no encontraba la forma de convencerme, creo que se le acabaron las ideas por lo visto, así que soltó lo primero que se le cruzó por la mente o qué sé yo:
— Tus primas irán también — Me mira de reojo y yo ignoré el comentario.
— También Hisui — Intervino Haruka y en seguida di un tremendo sobresalto.
Recuerdo que la última vez que estuve allá, él fue y no me agradó lo que vi... Ahora estoy considerando la propuesta de mi amigo... De paso, lo que me alarma ahora es que si Setsuna va a esa fiesta... Lo más seguro es que sabe que puede encontrar algo que le interese, y ese algo obviamente es El Chico de la Cicatriz. Tomé aire y luego de pensar bien que iba a responder, miré a los hermanos lobo y les di por fin mi veredicto:
— Si voy a ir — Me cruzo de brazos — Pero deben prometerme que no nos vendremos muy tarde.
— Lo prometemos — Dijeron a coro.
— Verás que no te vas a arrepentir de esto — El joven lobo de cabello naranja palmea mi hombro con mucha delicadeza.
Le regalé una sonrisa tímida y enseguida me fui directo al escondite, necesitaba pensar ya que puede que lo que vaya a ver más tarde me llegue a afectar...
Sé que él dijo que ya no le importa Setsuna, sé que dijo que me ama y yo le creo, pero honestamente no quiero que él se encuentre con ella, no lo quiero cerca de ella, me da mucho temor ya que no sé lo que pueda pasar si esos dos se encuentran de nuevo... Por eso quiero ir, porque necesito estar al pendiente e impedir que ella se le acerque.
Haruka entró al escondite y acercándose a mí me dijo de una forma amable, bondadosa y afectiva como es su costumbre:
— Todo va a salir bien Moroha — Me sonríe — Hisui no te va a engañar con ella.
— No es eso — Dije intentando no llenar mi mente con esas cosas — Es que no sé si de verdad quiera estar allá.
— Te vas a divertir — Me aseguraba — Y si vemos que algo malo pasa, créeme que seremos los primeros en partirle la cara a Hisui.
Intenté no reírme pero me fue imposible ya que mi cerebro se encargó de recrear una posible escena de Haruka y Shigeru persiguiendo a Cicatriz fea, con todo lo rápido que es mi chico, no iguala la velocidad de los hermanos lobos.
Volví a decirles que no tienen de que preocuparse ya que si voy a ir esta noche con ellos, hasta escogí que es lo que me voy a poner, tengo bastantes días sin ver a Hisui y no pretenderán que lo iré a ver con el atuendo de siempre — El Kimono verde que tanto me gusta — Dije mientras lo sostenía en mis manos. Podrán haber miles, pero este kimono es muy importante para ambos y de eso no hay duda alguna.
— Vaya, en serio quieres que él se fije en ti a la primera — Dijo mi amiga al ver lo que tenía en las manos — Ese kimono es carísimo.
— Si, lo sé y me lo obsequió él — Lo pego a mi pecho con mucho sentimiento — No sabes lo importante que es esta prenda para mí y para nosotros en general.
— Ten cuidado de no ensuciarlo — Decía mientras observaba el lugar — Cuídalo mucho.
— Esta noche no se me escapará — Me reía de forma pícara — Ya verás.
~*~
Ya era tarde y nos estábamos alistando para irnos a la supuesta fiesta, estaba muy nerviosa ya que en cierta parte por lo que pasó la última vez... Pero por otro lado, si quiero ir porque será la ocasión perfecta para sorprender a Hisui. Mi amiga Haruka estaba emocionada, dice que me veo preciosa y que sin duda alguna voy a sorprenderlo.
— Vaya... Hoy estás más hermosa que nunca — Shigeru se sonroja al verme — Voy a tener que estar alerta por si algún idiota que no sea Hisui quiera pasarse de listo.
— Tu tampoco te vez mal lobito — Me rio luego de verlo.
— ¿Estás lista Haruka? — Pregunta y ella asiente de inmediato.
Dicho esto, nos fuimos por un atajo que conocíamos los tres, no quiero ir por el camino de siempre ya que no quisiera que Daisuke nos encontrara y quiera pasarse de listo, a pesar de todo, cuando salí con él aquella vez, no me trató mal, pero su intensidad ME AGOBIA POR COMPLETO.
Entre plática y plática, el camino se fue haciendo cada vez más corto. Por fin habíamos llegado a nuestro destino, me sentí un poco extraña ya que los muchachos que estaban ahí, me observaban mucho, Shigeru me dijo que le tomara del brazo y eso hice, por esta noche no me voy a separar de él, hasta que encuentre a mi chico.
Nos quedamos en un rincón, hablando con unos amigos de Shigeru, estos querían sacarme a bailar, pero yo no soy de hacer esas cosas. Tomé mi abanico y abriéndolo, cubrí mi rostro para así decirle a uno de ellos:
— No, gracias — Me reí — Estoy esperando a alguien.
Y así rechacé a varios muchachos que querían acercarse, no quiero bailar con nadie que no sea Hisui. Rato después, vi a lo lejos a mis primas, las cuales al divisarme, corrieron a mi encuentro y dándome un abrazo fuerte me dijeron casi a coro: — ¡QUE GUAPA ESTÁS! — Yo les devolví el cumplido y me dispuse a hablarles de todo un poco, ellas lo hicieron también lo cual me emocionaba, siempre es bueno hablar con ellas.
— No pensé verte en esta fiesta — Decía Towa algo emocionada pero a la vez confundida — Es que como nunca quisiste venir cuando te invitábamos.
— Es que hoy se dio la ocasión — Rodé los ojos — Así que no más preguntas al respecto.
— Yo vine porque no voy a dejar sola a Towa — Setsuna se cruza de brazos y la mira de reojo — Sabes lo loca que se pone.
Todos nos reímos ante el comentario y continuamos en lo que estábamos inicialmente, nada ha cambiado desde la última vez que vine, la misma música, las mismas personas, el mismo olor... El mismo sitio aburrido y soso, a decir verdad no sé que le ven a este lugar. No fue sino hasta que todo se oscureció de repente y al instante me puse en guardia, mi olfato me dice que algo no está bien... Mis amigos y yo nos estábamos cubriendo las espaldas, no queremos sorpresas o almenos eso intentábamos.
Segundos después, se escuchó un golpe muy fuerte en una de las paredes del lugar, todas las personas empezaron a huir despavoridas, casi como caballos desbocados, Shigeru corrió hasta el sitio en el que se escuchó el golpe junto con los demás, pero justo antes de que yo fuera a dar el salto para alcanzarles y unirme a la pelea, alguien me tomó por el brazo y me arrastraba lejos — ¡SUÉLTAME! — Grité mientras intentaba captar su aroma.
Me arrastraron hasta fuera y con la claridad de la luna pude verle el rostro a la persona que me estaba jalando:
— ¿PERO QUÉ RAYOS? — Dije un tanto molesta y decepcionada, ya que a quien esperaba ver era a Hisui, pero en su lugar me encontré con — Riku.
— ¿Qué es lo que haces aquí Moroha? — Me regaña — Sabes perfectamente que este lugar es peligroso para ti, lo hablamos la última vez.
Rodé los ojos y luego de cruzarme de brazos, le dije un tanto molesta:
— Solo vine a verlo, sabes lo mucho que me cuesta estar alejada de él — Suspiré — Pero por lo visto él no está.
— Mira Moroha, entiendo tus razones y sé perfectamente que él está igual que tu pero... — Me dijo colocando una mano en mi hombro — Es mejor que tu y tus amigos se vayan o no querrás ver la que se va a armar.
— Estoy preparada para la pelea — Dejo caer mi abanico al suelo para luego tronar mis dedos — Así que apártate y déjame ir a ayudar a mis amigos.
— De ninguna manera — Se coloca en medio para impedirme el paso — Él me ordenó que la mantuviera lejos.
— Riku, respóndeme — Dije ya algo preocupada — ¿Dónde está Hisui?
— Él se ocultó, apenas te vio — Dijo y sentí como se me estrujaba el corazón.
Me sentí indignada, decepcionada y PATÉTICA ya que a pesar de no querer venir, hice todo mi esfuerzo en llegar hasta acá, me puse el kimono que tanto le gusta que me ponga para que al final me salga con que no quiso verme... Esa es una forma muy drástica de lastimar a alguien.
— Bien — Dije de una forma fría y neutral para luego reír un poco, sin humor mientras intentaba evitar que se me escaparan las lágrimas — Si quiere que me marche, eso haré.
— Moroha no te lo tomes a mal, no es eso lo que quise decir — Riku intentó explicar pero lo interrumpí.
— No volveré a hacer algo así nunca más — Suspiré — Así que dile que si pensaba ir a verme, que no lo haga.
— ¡ESCÚCHAME! — Dijo mientras tomaba mi brazo — ¡VAMONOS DE AQUÍ ANTES DE QUE OCURRA!
Mis amigos dieron un gran salto para así quedar lejos del sitio — ¡HUYE MOROHA! — Gritó Shigeru y en seguida Riku me alzo en brazos mientras yo le decía que me bajara, luego de correr un par de metros... Vimos volar en mil pedazos la casa en la que estábamos anteriormente, por un segundo mi corazón se paralizó por completo ya que vi salir a todo el mundo pero...
— ¡NO! — Chillé — ¡HISUI!
Intenté correr hasta allá pero Riku y los muchachos quienes por fin lograron alcanzarme, me lo impidieron, era muy peligroso acercarse ya que las llamas estaban muy altas... Las lágrimas corrían por mi rostro ya que el solo pensar que Hisui puede estar muerto en medio de esas llamas ¡ME DESTRUÍA POR COMPLETO!
— ¡TRANQUILA MOROHA! — Insistía Riku — No creo que el jefe esté allá adentro.
— ¡DÉJENME SOLA! — Dije casi sin ama en el cuerpo — ¡LÁRGUENSE!
En vista de que mi actitud agresiva estaba saliendo a flote, decidieron por fin dejarme a solas aunque no estaban muy de acuerdo ya que conociéndome, podría hacer una locura, pero eso no me importaba en lo absoluto ya nada me importa si Hisui está muerto.
— Estaremos cerca — Dice Shigeru quien haciéndole una seña a los demás, se apartaron del lugar para por fin dejarme a solas frente a la devastadora escena.
Estaba de rodillas en el suelo, llorando desconsoladamente mi desgracia, mientras me repetía a mí misma que todo esto tenía que ser una broma y que Riku debe tener razón, Hisui no pudo estar adentro en ese momento... ¡HISUI NO PUEDE ESTAR MUERTO!
— No puedes dejarme así Cicatriz fea — Decía aún sin quitar las vista de aquél sitio — Prometiste que te quedarías conmigo para siempre...
No sé cuanto tiempo pasó exactamente pero al fin me puse en pie, me acomodé suavemente el kimono y luego de darle una última vista al sitio que aún ardía en llamas, me dije a mí misma en voz alta: — Hisui... — Las lágrimas corrían por mi rostro casi por voluntad propia — Solo quería verte... Pero no de esta forma.
Estaba tan hundida en mis pensamientos que no me di cuenta de que alguien se había acercado a mí y me dijo algo que hizo que me pusiese nerviosa de inmediato:
— ¿Y por qué no me ves ahora? — Se ríe un poco — Moroha.
Volteé de inmediato y di un tremendo sobresalto el cual hizo que casi me desmayara por la impresión que sentí, Hisui me tomó rápidamente por la mano y jalándome hacia él, me envolvió en un abrazo para así decirme suavemente:
— Prometí que no iba a dejarte sola — Besa mi frente — Y pienso cumplirlo, pase lo que pase.
— Pensé por un momento que habías... — Coloca el dedo índice en mis labios para así hacerme callar de inmediato.
— Pues ya vez que no es así amor — Me echa una mirada de arriba abajo para luego sacar esa estúpida sonrisa que hace que me vuelva loca, así esté muy enfadada con él — Te ves hermosa.
Me puse roja como un tomate, a pesar de escuchar esa frase tan seguido, no deja de provocar el mismo efecto en mi. Sin pensarlo dos veces, di una pequeña vuelta y le dije mientras tomaba una de sus manos: — Vámonos de aquí — Sonreí de forma coqueta — No quiero estar cerca de este lugar.
El asintió y de inmediato nos apartamos del sitio, le dije que me esperara un momento para así despedirme de mis amigos, están esperándome y no me parece correcto el dejarlos plantados.
— Ve con él Moroha — Decía Haruka muy animada — Has que ese atuendo de hoy valga la pena.
Asentí ante el comentario y les dije que no me esperaran esta noche, lo cual me respondieron con un guiño. Corrí nuevamente a donde estaba mi amado y luego de darle un beso, le dije intentando que no sonara a reproche.
— Oye Cicatriz fea — Tomé aire — ¿Es cierto que te escondiste cuando me viste llegar?
— Voy a golpear a Riku cuando lo vea — Dijo siendo seco y cortante — No, no me estaba escondiendo de ti, de quién estaba intentando ocultarme era de Setsuna.
— Entonces... Si la viste.
— Así es... Pero tranquila — Besa mi frente con mucha delicadeza — Hoy confirmé que no siento nada hacia ella.
Una sensación de alivio me invadió al escucharlo decir esas palabras, ya que tenía mucho miedo de que al verla, reviviera ese sentimiento, pero tal parece que estaba equivocada por completo.
— Pudiste venir a buscarme — Me cruzo de brazos — Pudiste invitarme a bailar, así fuera en otro lugar, no en plena fiesta.
— Estabas en una esquina que para poder acceder a ella, tenía que pasar por todo el centro — Rodé los ojos — Pero si quieres bailar, pues bailaremos. Lo prometo.
Sonreí de inmediato ante aquellas palabras.
— ¿Iremos al palacio? — Pregunté.
— No — Me mira de reojo — Iremos aun sitio al que aún no te he llevado.
Sentía mucha curiosidad ya que desde que me llevó a su sitio favorito, no me ha vuelto a enseñar otro lugar, supongo que no me lleva al palacio porque sabe que el mismo está rodeado por Ryusei y no quiere arriesgarse a que nos suceda algo, aunque me huele a que este accidente fue causado por alguien que trabaja para él ya que Riku sabía que algo iba a pasar, eso es más que obvio.
Caminamos por un rato hasta que llegamos a un sitio apartado donde se encontraba una casa bastante grande y elegante — ¿Quién vivirá aquí? — Me preguntaba mientras observaba todo con mucho cuidado. El Chico de la Cicatriz se acercó a donde estaban los guardias y luego de hablar con ellos, nos dejaron pasar inmediatamente, yo solo veía la sonrisa pícara que poseía el chico a mi lado... ¿Qué estará planeando?
— Mi hermana no está — Hisui se rio un poco al ver mi cara la cual estaba toda roja — Así que me estoy quedando aquí. Ryusei no ha dado con mi hermana aún, Kin'u no es presa fácil, así que mientras ella está ausente yo me quedo aquí.
— Honestamente, pensé que ella vivía con tus padres — Ladeé un poco la cabeza.
— Si ella viviera con mis padres, te juro que no hubiese venido — Se cruza de brazos.
Todavía siente un rencor profundo hacia sus padres... En cierta parte lo entiendo, porque yo también siento algo de rencor hacia los míos y hasta que no sepa la realidad de las cosas, no voy a poder quedarme tranquila. Poco después, se sentó a mi lado y con una sonrisa en el rostro, me dijo que olvidáramos ya los asuntos del pasado, que la noche es joven y que no es momento de deprimirnos; acepté el comentario y en seguida troné mis dedos para así ejecutar el plan que tenía en mente desde un principio.
— Sé perfectamente que amas que utilice el Kimono verde — Me hago la interesante mientras me muerdo suavemente el labio inferior.
— Te vez tan hermosa con eso puesto — Me mira con atención — Sin duda alguna sabes que es lo que me gusta.
— Te gusto yo — Me río un poco — Y eso no lo puedes negar.
Se acerca a mí cuidadosamente y tomándome por la barbilla, hizo que me viera obligada a verlo directamente a los ojos para así decirme en una tónica seductora y dominante:
— No me gustas... — Planta un beso en mi frente — ¡ME ENCANTAS! Y de paso ¡ME TIENES LOCO! ¿Qué no es obvio?
Me suelto de su agarre y rodeando su cuello con mis brazos, me acerqué hasta sus labios para depositar en ellos un tierno beso el cual aceptó gustoso. Me separé de él pasa así unir nuestras frentes al instante, su aliento golpeaba mi rostro mientras que yo solo intentaba contenerme... Al menos por un momento.
— Tu me encantas más — Sonrío — Y sé que es muy obvio.
— No sabes cuanta falta me has hecho pequeña — Vi como sus ojos se oscurecieron tres tonos — Te amo Moroha.
No dije nada más y lo besé, lo besé con intensidad, su lengua busca la mía con gran ímpetu mientras que un gruñido se hacía presente en su garganta, los cálidos labios de mi amado son la gloria para mí, más cuando han pasado muchos días desde la última vez que estuvimos juntos. Me alzó en brazos para irnos a la recámara donde se estaba quedando, pero justo cuando abrimos la puerta corrediza, me percaté de que alguien estaba cerca, no era nadie extraño.
— Ya sal de ahí — Dije mientras seguía en los brazos de mi amado — Ya sé que llegaste de improvisto.
Dicho esto, vimos aparecer ante nuestros ojos a la hermosa figura — ¡NO PIERDES EL TOQUE HERMANITO! — Dijo Kin'u mientras veía toda la escena — No quería arruinarles el momento, si quieren me voy y así continúan — Suelta una gran carcajada.
— No es necesario — Dije y me bajé lentamente de los brazos de mi amado quien estaba algo incómodo por el comentario de su hermana mayor — De todas formas, esta es tu casa... ¿No?
— No esperé que volvieras tan pronto — Bufó.
— Menos mal los encuentro a ambos — Dice muy entusiasmada — Porque ya no hay escapatoria...
— ¿A qué te refieres con eso Kin'u? — Dice Hisui prestándole aún más atención.
Mi querida cuñada respiró profundamente para así decirme de una forma un tanto misteriosa pero a la vez eufórica — ¡YA SABEMOS DONDE ESTÁ SESSHOMARU-SAMA! — Truena sus dedos — Sabeos que Sesshomaru no es un Daiyokai tonto como para dejar que sepan donde está tan fácilmente.
— Kin'u — Dijo Hisui muy sorprendido por lo que acaba de decirle su hermana mayor — Eso quiere decir que...
— Quiere que lo sigamos — Dijo muy segura — Moroha es nuestra oportunidad.
Asentí ante el comentario, no puedo creer que mi tío esté permitiendo todo esto, por algo quiere que todo pase... Algo quiere lograr y por ende requiere nuestra presencia, por otro lado me emociona el hecho de que estoy cada vez más cerca de encontrar a las personas que me dieron la vida... Por fin voy a saber que pasó con ellos y porqué razón están donde están.
Ahora solo toca ponernos en marcha para encontrar a mi tío, necesito verlo, necesito que me de la perla negra para así hacer lo que me corresponde.
— Por otra parte — Kin'u habla para así sacarme del trance en el que estaba — Ryusei sigue buscándolos por lo que me han informado.
— Lo se perfectamente — Dice El Chico de la Cicatriz — Hace rato estuvo Hiroshi en la cabaña, intentó acabar con nosotros, pero no le salió.
Me he quedado de piedra al escuchar ese nombre, aquel tipo que intentó hacerme daño en el palacio, aquel que se peleó con mi amado, ese tipo intentó matarnos... ¿Qué no se cansa de hacer el ridículo?
— Creo que su objetivo principal era yo — Rodé los ojos — Sabes que Ryusei quiere verme muerta.
— Él planeaba dejar a Hisui como su sucesor — Dijo Kin'u — Pero cuando se dio cuenta de que mi hermano ya no está de acuerdo con eso, decidió acabar con su distracción más grande, que eres tu.
— Si, pero Hisui me dijo otra cosa — Bufé.
— Ella ya sabe todo — truena sus dedos.
— O sea que ya sabes que Ryusei quiere matarte porque eres la hija de Inuyasha — Me mira de reojo.
Ella asiente de inmediato.
— Ryusei no soporta el hecho de que quiera abandonar todo por una mujer — El Chico de la Cicatriz posa su mirada en mí mientras que su mirada se oscurecía tres tonos — Créeme que por ti dejaría lo que fuera.
Me pongo roja como un tomate ya que no puedo evitar sentirme así cuando me mira de esa forma... Lo que pasa es que ¡ESTAMOS EN PÚBLICO! (Bueno, mejor dicho, no estamos a solas), entonces me incomoda un poco que me mire de esa forma en una situación así ya que me ata de manos y no puedo responder como quisiera hacerlo.
— Esta me la cobro después, Cicatriz fea — Pienso mientras me muerdo el labio inferior.
Kin'u sacó un pequeño espejo y empezó a observarse en él mientras que yo intentaba poner mis sentimientos en orden ya que si me descontrolo, no me va a importar que esté mi cuñada. Respiraba profundo mientras intentaba no mirar aquellos hermosos ojos grises que se encontraban posados sobre mí, sé que él está deseando que su hermana se vaya para terminar lo que habíamos iniciado pero... Por lo visto a ella no le han dado ganas de irse y creo que no lo hará.
— Mamá me preguntó por ti — Dice la castaña de pelo corto e Hisui se petrificó al instante — Dice que quiere verte.
El chico a mi lado estaba molesto, su mandíbula estaba apretada, muy apretada y las venas se le marcaban debido al coraje que estaba sintiendo, tomó la tela de su ropa en puños y apretó con fuerza, tanto que pensé que podría romper la tela por la fuerza aplicada en la misma. Es evidente que el hablar de su madre le hace daño y entiendo perfectamente cual es la razón pero... Creo que por lo menos, él debería escuchar que es lo que ella quiere decirle.
Hisui se pone de pie y luego de darnos la espalda, le dijo de una forma grotesca y tosca:
— ¡NO QUIERO SABER NADA DE ELLOS! ¿ME ENTIENDES? — Da un fuerte pisotón y caminó rápidamente hasta el jardín central.
— Mi hermanito sigue siendo un niño necio — Dice Kin'u mientras rodaba los ojos — Pero algún día entenderá.
— ¿Qué tiene que entender? — Ladeé la cabeza.
— Mi madre lo extraña — Suspiró y al instante su semblante cambió — Moroha, ella quiere pedirle perdón a mi hermanito por haber dudado de él.
Pasé las manos por mi rostro mientras intentaba encontrar las palabras para responder a lo que me estaba diciendo Kin'u pero siéndoles totalmente honesta, no sé que responder a esto, ya que aunque sé un poco la realidad de la ausencia de mis padres, toda la falta y el daño que me hizo esa separación en todos estos años, créanme que en cierta parte quiero verlos, pero en otra, simplemente no quiero ni acercarme, por eso es que logro entender la actitud del mi amado, además que no podemos obviar el hecho de que SU FAMILIA, incluida su madre, lo acusaron de ASESINO sabiendo ellos que él no hubiera sido capaz de tocarle un solo cabello a su hermana.
— No tienes que decir nada Moroha — Me sonríe — Hisui es un necio desde pequeño, además eso tiene que salir de él.
Asentí ante el comentario y me puse de pie — Voy a buscarlo — Le sonreí — No me gusta verlo en ese estado de ira incontenible.
— Tu eres la única que puede domar al monstruo que posee mi hermano actualmente en su interior — Se ríe — No lo hagas esperar... Y no se preocupen por mí.
Creo que entendí a lo que se refería, pero voy a ignorar que insinuó eso, mi enfoque ahora es tranquilizar a mi chico el cual estaba muy alterado, este al verme, intentó controlarse ya que estaba a punto de reaccionar de una forma violenta y él sabe lo mucho que me aterra el ver a un hombre así... Ya que me hace acordar a... Mi abusador, eso me pone los pelos de punta al instante.
— No debiste presenciar eso — Dice molesto — Es más, ni siquiera debiste escucharlo.
— No vengo a hablar sobre eso — Me acerco a él y tomo su mano con suavidad — Vengo a estar contigo, no me gusta verte así.
— Déjame solo — Suspira.
— No.
— Moroha yo no...
No esperé más y le di un abrazo, un fuerte abrazo para que olvidara así todo lo que acababa de pasar, al principio estaba tenso y renuente a aceptar el abrazo, pero poco a poco se fue ablandando hasta corresponder a la acción que acababa de hacer.
De un momento a otro, sentí como empezaba a llorar y aunque trataba de disimularlo, sabía perfectamente que por dentro se estaba cayendo a pedazos, no quiere admitirlo, pero él extraña a su familia y de una forma u otra, el saber de ellos le causa una gran impresión, para bien o para mal.
— No digas nada — Intentaba calmarlo — Solo quédate aquí conmigo.
**********************************
LA AUTORA:
Ya por fin hay nuevo cap, espero les guste, me esforcé mucho para terminarlo, estoy en finales de semestre y ha estado bastante fuerte ya que nos sobrecargaron con tareas y por ende no he podido escribir nada, ya para el fin de semana siguiente, planeo estar de lleno aquí.
Por otro lado, creo que estamos llegando a la parte tensa de la historia, cada vez estamos más cerca de ver al Inukag en esta historia y es lo que más me emociona, escribir mi versión de ese reencuentro.
Espero les haya gustado de verdad, no se olviden de votar y comentar si les gustó, para mí es importante y es una forma de hacer que la historia llegue a muchos más lectores.
¡NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN!
— Kirara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro