Capítulo 20
Hubo un silencio abrumador, los pasos se habían detenido pero simplemente no aparecía, era como si se tratara de algún tipo de espejismo o algo así, estaba alerta ante cualquier sonido, olor o movimiento que pudiera decirme donde se oculta aquel individuo que nos acecha — No te confíes Moroha — Decía en mi mente — Ese desgraciado puede estar en cualquier parte.
No sé cuanto tiempo ha pasado pero, vuelvo a escuchar unos pasos, lo que me resulta extraño es que el olor es diferente, este se puede decir que lo conozco. Mis manos se aferran al brazo derecho de Hisui, siento como mi corazón acelera su ritmo cada vez más, mis manos y piernas tiemblan debido al temor que sentía, estoy intentando controlarme ya que este no es el momento para nerviosismos, ahora más que nunca debo demostrar lo valiente que soy y lo mucho que he dejado atrás a aquella Moroha miedosa y sumisa que se dejaba maltratar por los demás. Una figura familiar a invadido mi campo de visión, siento una gran decepción porque esperaba ver a ese tal Ryusei y terminé viendo a:
— Hiroshi — Dice Hisui con la voz enronquecida, se nota que está muy molesto por la presencia de ese individuo nuevamente en nuestro palacio — LARGATE.
— Oh, por supuesto que me iré — Dijo sonriendo de forma macabra — Pero con ella.
Posa su mirada en mí y siento como mis manos de enfrían casi al instante, me atrevo a asegurar que están como un bloque de hielo, pero no dejo que eso me domine, Hisui tronó sus dedos y dando dos pasos delante de mí... Le dijo sin temor alguno: — Primero tienes que matarme.
Hiroshi se veía muy decidido a arrancarme de los brazos de Hisui, así que haciendo un movimiento con su mano derecha, sostuvo con fuerza el mango de la daga que traía consigo; me preocupa el hecho de que El Chico de la Cicatriz no haya siguiera desenvainado su espada, quizás el piensa que no es necesario usarla. El punto es que debe tener cuidado ya que es muy peligroso estar así desarmado en medio de una pelea.
— Yo no necesito de un arma para vencerte — Se ríe de forma arrogante — ¡VAMOS HIROSHI! Actúas como si no me conocieras.
— ¡ES QUE YA NO TE CONOZCO! — Espeta — Has cambiado mucho, y por ende el jefe nos ordenó acabar contigo lo más pronto posible.
— No me sorprende, Ryusei nunca vendrá a acabar conmigo directamente — Se burla — Siempre manda al más IDIOTA a hacer el trabajo para después inculparlo.
— Cuida tus palabras Hisui — Le amenaza — Si sigues insultándonos así, voy a tener que cortarte la lengua. Aunque, mejor sería acabar contigo de una buena vez.
Hisui extiende sus brazos hacia los lados, casi a la altura de su pecho mientras que dejaba ver en su rostro una sonrisa maniática — ¡ADELANTE! Veamos si tienes las agallas suficientes para apuñalarme.
Con solo escuchar la palabra "apuñalar" mi estómago se retorció a tal grado que me hacía querer vomitar... Con el solo hecho de pensar que ese idiota pudiese clavar la daga en el cuerpo de mi chico, me hace temblar de miedo, no quiero que lo toque, no quiero que le haga daño... ¡NO QUIERO QUE SE LE ACERQUE SIQUIERA! Pero, aunque quiero intervenir, Riku no me lo permitiría ya que este es un pleito entre Hisui y Hiroshi.
— ¡VAMOS! — Gritaba — ¡APUÑALAME!
— Pues eso haré — Dice y empieza a correr en dirección a Hisui quien se encontraba aún con los brazos abiertos. Yo sentía que mi corazón se iba a paralizar en cualquier momento, y justo cuando creí que le enterraría en el pecho aquella daga... El Chico de la Cicatriz tomó su brazo con rapidez y lo torció de una forma antinatural; un grito se construye en la garganta de Hiroshi mientras que Hisui lo golpeaba con mucha fuerza y le decía: — ¿No que ibas a vencerme? — Le da otro golpe — ¡NO TE LA VAS A LLEVAR IMBÉCIL!
Creo que si Hisui no estuviera tan concentrado, estaría muerto de celos al ver como Riku me tiene sujeta, dejo que lo haga porque sé que lo hace como medida de protección y no como otra cosa más a fondo... Me pregunto ¿Por qué no me ha sacado de aquí? Quizás es porque sabe que estamos rodeados y no quiere levantar sospechas.
Minutos más tarde, la daga de Hiroshi se encontraba bien lejos de él y estaba tirado en el suelo sin aliento y con mucho dolor... Mi chico se alejó para ver su obra maestra, luce victorioso, como si se hubiera ganado un gran premio... Por otro lado, Hiroshi quien apenas podía moverse debido al dolor, nos regaló una mirada de odio y resentimiento para luego posar su mirada en El Chico de la Cicatriz mientras que decía:
— Ella te está causando muchos problemas Hisui — Tose — Deshazte de ella o el jefe lo hará.
— ¡LARGATE! — Dice empuñando las manos — Y dile al jefe... Que por ella soy capaz de todo... Así que no intente hacerle algo...
— Estás sentenciado a muerte — Dice casi sin voz — Y en cuanto a ella... Va a terminar muerta tarde o temprano — Fija su mirada en mí — Porque sabemos muy bien que ella es...
Hisui vuelve a golpearlo, tal parece que no va a dejar que ese tipo pronuncie mi nombre siquiera, ya que cada vez que lo intentaba, le daba otro golpe, luego otro y otro hasta que por fin decidió quedarse callado — Odio cuando se vuelve violento — Pensaba al verlo. Odio tener que ver esta faceta de él, ese Hisui violento que mataba por gusto y porque le habían desobedecido. El Chico de la Cicatriz se apresuró a sacar a Hiroshi del palacio, creo que lo hizo el mismo con la intensión de ver a Ryusei pero... Simplemente no pasaba nada.
— Moroha — Me dice Riku de repente — Ya no es seguro que vivas aquí.
— Lo sé — Le respondo con algo de tristeza — ¿Crees que puedas quedarte un tiempo con Haruka?
— Aunque no quiero dejar a Hisui, sé que no debo complicar más las cosas — Mis ojos se llenan de lágrimas con el solo hecho de imaginar que estaré lejos de Hisui, no quiero irme y dejarlo solo, no quiero ser una cobarde y no quedarme a enfrentar al tipo que quiere asesinarme, pero ahora lo mejor que puedo hacer para ayudar es yendo a donde Haruka sin chistar.
— Bien, entonces te sacaré de aquí — Dice y asiento de inmediato — Vamos por tus cosas.
Tomé mi equipaje, el que había llevado al norte, mis armas y mi kimono verde... Ese no se me puede quedar ni por descuido. Riku me observaba mientras me hacía una seña de que debía apresurarme o sino iba a ser demasiado tarde — Yo te llevaré los demás — Dijo y asentí puesto que entendí que quería que me apurara.
Ya estaba lista, así que se apresuró a abrir el portal, el cual daba justo en el pie del monte donde viven los hermanos lobos, cruzamos de inmediato para así cerrar el portal rápidamente — Solo espero que Hisui se encuentre bien — Pensaba — ¡POR FAVOR QUE NO LE PASE NADA!
Necesito concentrarme, pero me era imposible hacerlo ya que sin quererlo, mis ojos se llenaron de lágrimas al punto de que mi vista se nubló... No me gusta esto de tener que irme lejos del palacio, no quiero HUIR MÁS, pero por los momentos debo hacerlo o todo nos va a ir mal.
Al cabo de una hora llegamos al sitio, no tuve que preguntar siquiera por Haruka ya que los fieles Hakaku y Ginta corrieron a buscarla mientras que Shigeru y Akashi me recibieron con gusto... Riku se encontraba algo incómodo, más cuando Shigeru se acercó un poco hacia mí para darme un abrazo y yo le correspondí — Tose un poco — Ambos volteamos para ver la expresión de Riku quien se encontraba muy serio... Creo que no le agrada mucho que yo esté abrazando a otro muchacho que no sea su mejor amigo; así que sin pensarlo dos veces, se metió en medio de nosotros para así decir sin mas: — Hisui vendrá más tarde a verte — Mira a Shigeru de mala manera — Así que no te metas en problemas.
— Sabes que no sería capaz de hacer nada indebido — Ruedo los ojos — Además, Haruka no dejaría que me meta en problemas.
— Siendo así, me quedo más tranquilo — Suspira para luego sentarse en una roca que se encontraba cerca.
— ¿No piensas irte? — Dijo Shigeru sin quitarle los ojos de encima.
— No hasta que llegue Haruka — Decía imponente — Es mi deber cuidar a Moroha, es como una hermana para mí.
Me alegra tener en mi vida a una persona como Riku, aparte de Shigeru, él ha sido mi mejor amigo y siempre está dispuesto a protegerme cuando sea necesario, desde el momento en que fueron a sacarme del infierno en el que vivía, supe que una persona como él valía la pena, pero siendo muy honesta, me da un poco de risa porque si no supiera que él está enamorado de Towa, pensaría más bien que está enamorado de mi — Suspiro — Por la forma en que se está comportando ahora mismo.
Por otro lado, Shigeru quería que se fuera pronto, no soporta la forma en la que Riku lo observa así que se limitó a caminar de un lado a otro con Akashi, quien a decir verdad no le importaba en lo más mínimo que mi amigo los observaba, él solo era feliz caminando de un lado para el otro. Rato después, por fin apareció Haruka, quien al verme corrió a mi encuentro, me miró a los ojos y al darse cuenta de la tristeza que reflejaba mi mirada, no dudó en preguntarme de inmediato qué pasaba.
— ¿Estás bien? — Me mira fijamente — Volviste a pelearte con él ¿Cierto?
— No, Hisui y yo estamos bien — Intentaba no colapsar — Pero... Ya no puedo vivir en el palacio.
— Pero... ¿Por qué? — Indagaba aún más en el tema.
No pude evitarlo, las lágrimas salían por voluntad propia e inundaban mis mejillas, intentaba tranquilizarme ya que sabía perfectamente que Haruka no me iba a dejar en paz a menos de que le dijera la razón por la que estoy así. Llevé mis manos hacia mi rostro para así secar cuidadosamente las lágrimas, mi cara estaba húmeda por el llanto, tomé un par de inspiraciones profundas para así poder responder la pregunta que me habían hecho.
— Haruka — Tomo aire — El Jefe de Hisui sabe donde estoy y quiere matarme.
— Ahora lo entiendo todo — Dijo mientras me abrazaba nuevamente.
— Tengo tanto miedo Haruka — Dije intentando tranquilizarme — Pero a la vez quiero matarlo, quiero quitarle de en medio a ver si por fin nos deja vivir en paz.
— Sabes que si ese tipo viene hasta acá — Intervino Shigeru — No lo dejaremos que te toque un solo cabello Moroha.
— Gracias Shigeru.
De un momento a otro, Riku se ha puesto en pie y acercándose a mí, me dijo con mucha serenidad: — Me iré al palacio, puede que regrese con Hisui más tarde — Le lanza una mirada de furia a Shigeru, el cual al recibirla se ha echado para atrás, lo que causó que se me escapara una carcajada, no puedo creer que Shigeru sea tan ASUSTADIZO... Y así él dice que me va a defender, se lo creería más a Akashi que a él.
— Estaré esperándolos — Dije mientras centraba toda mi atención en Riku.
— Si no hemos llegado, no te angusties — Me sonríe — De seguro venimos mañana temprano.
Asentí al escucharle decir eso — Por favor... Asegúrate de que Hisui esté bien.
— Te aseguro que ahorita mismo él está bien — Dijo mientras se preparaba para abrir el portal — Moroha, lo mejor es que te alejes de aquí, no sé quien pueda estar del otro lado y no quiero arriesgarme a que te descubran.
Haruka y los demás me ayudaron con mis cosas y corrimos lo más lejos que pudimos, Riku no tardó mucho en abrir el portal para así atravesarlo y desaparecer. Oficialmente ya no vivo en el palacio, casi todas mis cosas se encuentran aquí, debo buscar la forma de acomodarme, no sé cuanto tiempo esté en este lugar y honestamente, aunque me gusta mucho estar en el clan de los lobos, prefiero estar en el palacio con mis amigas y el amor de mi vida.
— Tienes que entender que no puedes enfrentarte a alguien del que no sabes absolutamente nada — Shigeru intentaba hacerme entrar en razón — Facilítale las cosas a tu amado y quédate aquí sin quejas.
— ¡LO SÉ! Pero no quiero que me traten como a una damisela en peligro — Decía imponente — Toda mi vida he estado así y ya no quiero.
— Pues ahora lo que debes hacer mientras estás aquí es ENTRENAR — Me mira fijamente a los ojos — Y yo voy a ayudarte con eso.
Asentí ante el comentario.
En cierta forma ellos tienen razón, no puedo enfrentarme a Ryusei si ni siquiera fu capaz de derrotar a Jyuubei, necesito fortalecerme para poder hacerlo, así que voy a tomar la oferta que me esta dando Shigeru y voy a entrenar con él, empezaré lo más pronto posible. Solo espero que esta distancia que hay ahora entre el chico de la cicatriz y yo, no cause un problema y termine por olvidarse de mí...
— No pienses tonterías Moroha — Me digo a mí misma — Hisui te ha demostrado que te ama de todas las formas posibles... No puedes dudar de él.
. . .
— Ya se han ido — Dijo Hisui al entrar a palacio nuevamente — Hiroshi me las va a pagar.
— Por lo menos el objetivo principal de ellos ya no se encuentra en los alrededores — Riku coloca su mano en el hombro de Hisui — Ahora resta encargarnos de que no se acerquen al sitio.
— Ella me odiará por esto pero, lo mejor es que no la vea por unos días — Suspiró largo y tendido — Sé que nos van a vigilar y quiero descartar sospechas... Sabes que ODIO tenerla lejos de mí pero, en este caso es necesario.
— Ya la puse sobre aviso en algo así — Le dice — Además, con ellos dudo que se atrevan a hacerle algo.
Hisui asiente de inmediato y de pronto frunce el seño mientras observa a su amigo.
— ¿Qué? — Dijo mientras palidecía un poco.
— No pienses que no me di cuenta de la forma en la que tenías sujeta a Moroha cuando estaba peleando con Hiroshi — Le reclama.
— ¿HABLAS ENSERIO HISUI? — Rueda los ojos al escuchar aquellas palabras — Sabes perfectamente que no me interesa en absoluto TU MUJER, para eso tengo la mía ¿RECUERDAS?
— Si, pero no quiero que la sostengas así de nuevo — Bufó.
— Ay que ver que en verdad eres celoso — Suspiró — Está bien, no lo haré de nuevo, vamos a ver que nos preparan Saory y su amiguita.
El palacio esta en total silencio, la alegría que irradiaba Moroha se ha desvanecido, desde el instante en el que la ShiHanyo se marchó, toda esa aura de bondad y felicidad se esfumó por completo, El Chico de la Cicatriz estaba deshecho ya que cada segundo que pasa alejado de Moroha para él es un infierno, ya había tenido esa experiencia de estar sin ella y la verdad es que no quiere volver a caer en el estado en el que se encontraba en ocasiones anteriores.
— La necesito tanto — Masculló.
Nuevamente, las personas del palacio se preguntaban que había pasado con la única persona que había logrado que su señor cambiara la actitud que tenía inicialmente, nadie entendía las razones por las que se había marchado de nuevo y sobre todo, nadie tenía el valor suficiente para preguntar que estaba pasando. Hisui estaba planeando la forma de ir a ver a su amada lo más pronto posible sin temor a ser descubierto, Riku le dice que espere al menos hasta mañana pero la angustia que sentía era demasiada, necesitaba estar con ella, necesitaba decirle cuanto la ama, necesita sentir sus labios una vez más, simplemente LA NECESITA A SU LADO, la distancia lo está matando y necesitaba erradicarla pronto.
. . .
Ya es tarde y Cicatriz fea no aparece por ninguna parte, espero que el cielo me escuche y que no haya pasado nada malo con él, me moriría si me entero que ese desgraciado ha acabado con él, me moriría si simplemente me encuentro con que no voy a escucharlo más, que no voy a estar entre sus brazos... Pensar en eso me da terror y por eso no puedo estar tranquila. Haruka está intentando tranquilizarme aunque le está resultando inútil
— Riku fue muy claro cuando dijo que lo más seguro es que venga mañana temprano — Intentaba recordarme las palabras del mejor amigo de mi amado — Así que no te angusties por eso.
— Pero...
— ¡NADA DE PEROS! — Espetó — Si ya no quieres ser la damisela en aprietos, debes dejar de comportarte como una.
— ¡ESTÁ BIEN! — Dije ya rindiéndome ante sus palabras.
Pero justo antes de que entráramos a la cueva, vimos abrirse un portal del cual salió Riku y más atrás se veía la silueta de mi amado quien apenas me vio, salió corriendo a abrazarme y alzándome en brazos me dijo en una tónica amorosa y amable:
— No podía estar lejos de ti ni un minuto más amor — Planta un beso en mis labios, el cual respondí gustosa.
— Estaba muy angustiada — Dije mientras ahuecaba su rostro con mis manos — ¿Estás bien? ¿TE HIZO ALGO ESE DESGRACIADO?
— No, el muy cobarde solo dejó a Hiroshi y se marchó — Rodó los ojos — Pero no dudaría que estén buscándote, por eso es mejor que te quedes aquí por un tiempo.
— No quiero estar lejos de ti Hisui— Le dije y al instante le abrazo fuertemente, tanto que pareciera que fuéramos a fusionarnos debido a la intensidad del mismo, no quiero soltarlo, no pienso permitir que estemos lejos ni un minuto más.
— Yo tampoco quiero estar lejos de ti pequeña — Besa mi frente de una forma tierna y amorosa — Pero sabes que es necesario por un tiempo.
Asentí antes sus palabras.
Nos quedamos un rato sentados por allí hablando de muchas cosas, necesito olvidarme un momento de lo que pasó anteriormente y centrarme en disfrutar la estadía de mi amado ya que no sé cuando lo vuelva a ver... Si es cierto que Ryusei me anda buscando, Hisui no vendrá a verme por seguridad y Riku tampoco.
No saben las ganas que tengo de matar a esa escoria, quiero que se desaparezca de nuestras vidas para que podamos ser felices, mientras la organización siga en pie, lo nuestro no va a funcionar como queremos — Maldito — Dije en un mascullo.
Ya era bastante tarde y por ende ellos debían regresar al palacio aunque yo no estaba de acuerdo, quería que se quedaran hasta mañana, pero a pesar de mis esfuerzos, fue inútil convencerlos.
— Prometo que pronto vendré a visitarte — Deja un tierno beso en mi frente — Te amo.
— Cuídate.
Dicho eso, desaparecieron por el portal el cual se cerró de inmediato. Haruka se acercó a mí y me dio un abrazo, siendo honesta lo necesitaba ya que... El dolor que siento en este momento es mucho — Voy a estar lejos de él — Me aferro a ella.
— Tienes que tranquilizarte — Me daba ánimos — Él va a volver más pronto de lo que imaginas.
— ¡NO ME PIDAS QUE ME TRANQUILICE! — Espeto — ¡Hisui puede morir!
Haruka sin pensarlo dos veces, me plantó una fuerte cachetada la cual hizo que parara en seco, Haruka nunca me había golpeado por ningún motivo. Di dos pasos hacia atrás y justo cuando iba a empezar a correr, ella me tomó por el brazo y me dijo suavemente.
— ¿Ya te tranquilizaste? — Suspiraba — Moroha discúlpame, no quería golpearte...
— ¡Pero lo hiciste! — La empujo — ¡DEJAME SOLA!
— ¡ES QUE NO ME QUIERES ESCUCHAR! — Decía algo frustrada — Por eso lo hice...
No quise seguir escuchándola y me fui de ahí lo más rápido que pude, Haruka me llamaba pero yo no le prestaba atención alguna. Me adentré al bosque que quedaba justo al lado del escondite y me quedé ahí cerca de un camino, no quiero ver a nadie, no quiero hablar con nadie, solo quiero quedarme sola un rato.
Quizás estoy actuando como una niña, quizás esté llevando al extremo todo el dolor que estoy sintiendo al no tener cerca a Hisui, pero no creo que me merezca una cachetada de parte de una persona que sabe perfectamente que aun me afecta el contacto físico debido a todo lo que me hizo Jyuubei-Sama, esperaba eso de todo el mundo menos de ella. Estuve un rato sentada hasta que me calmé casi por completo, me puse de pie y al asomarme por el camino, me percaté de que alguien estaba cerca y en seguida me puse alerta, empecé a caminar mientras intentaba asociar de quién era ese olor tan desagradable, y justo cuando estaba llegando a mi destino, siento que alguien me hace cosquillas por las costillas.
Un grito sale desprendido de mi garganta y al instante me volteo y lanzo un puñetazo, dándole así a un muchacho, el cual se acercó a mí y en tónica de frustración me dice lo siguiente:
— ¡ESO ME DOLIÓ MOROHA! — Exclamó mientras se sobaba el estómago.
Ahora todo tiene sentido, ese desagradable aroma era de Daisuke, aquel muchacho intenso que ha estado empeñado en que salga con él, con razón mi mente me dice que huya de ahí lo más rápido que pueda, pero viendo lo ñoño que es, no creo que me haga algún daño.
— Eso te lo buscaste por asustarme así — Le saco la lengua.
— ¿Qué haces por estos lados? — Preguntó luego de verme de pies a cabeza lo cual hizo que me pusiera aún más nerviosa.
— No es tu asunto — Mascullo — ¡Déjame en paz! Es tarde y debo regresarme a casa.
— Estás muy lejos del palacio de Monstruo — Dijo y todo mi cuerpo se tensó — ¿No quieres que te acompañe?
— Ya no vivo ahí — Dije siendo muy cortante — Déjame sola Daisuke.
Empecé a caminar y el chico quisquilloso no dejaba de seguirme, al parecer no va a dejarme e paz hasta que vea que estoy con Haruka, a veces me pregunto si él no se cansará de ser tan intenso y egocéntrico, si cree que alardear así va a hacer que suspire por él, está equivocado, yo no me fijaría nunca en un muchacho que solamente piensa en hablar sobre él mismo.
— Y por eso es que te conviene salir conmigo — Me guiña el ojo.
— Gracias por darme aún más motivos para NO SALIR CONTIGO — Me reía — ¿Recuerdas cuando te acepté la salida?
— Si, fue genial ¿NO? — Me codea.
— ¡POR SUPUESTO QUE NO! — Espeto — Casi muero ahí y vas a decir que fue genial.
Creo que solo debí seguirle la corriente ya que empezó a darme un discurso de porque estaba equivocada... ¡DIOS! Ya cállalo o voy a tener que callarlo yo y no será nada lindo. Después de un rato por fin llegué a mi destino, estaba feliz porque por fin Daisuke se iría y dejaría su estupidez de querer salir conmigo, NUNCA vamos a salir, con decirte que Shigeru tiene más oportunidad que ese fanfarrón.
— Ya puedes largarte — Le dije de malos modos — ¡ADIOS!
— No me iré sin que te despidas bien — Se cruza de brazos.
— ¡VETE! — Grité.
— No.
Segundos después, apareció en escena la figura de Shigeru, el cual al ver a Daisuke, le dijo sin más preámbulos: — ¿Qué no oíste? ¡LARGATE! — Truena sus dedos — Y no quiero verte cerca de mi amiga o te va a ir mal.
Daisuke con sus piernas temblorosas, prosiguió a correr lo más rápido que pudo para alejarse de ahí, debo decir que al fin es útil el tener a Shigeru de amigo, creo que si él no hubiese intervenido en ese preciso momento, no sé de que hubiese sido capaz ese imbécil. Aún no supero todo lo que me hizo Jyuubei hace unos cuantos meses atrás... Y se me hace demasiado incómodo el estar a solas con un muchacho, más cuando ese muchacho es un DESCONOCIDO, porque aunque haya aceptado salir con él a una "fiesta", no he tratado lo suficientemente con él para considerarlo un "conocido", pero tal parece que Daisuke es de esa clase de muchachos que no aceptan un NO por respuesta y eso me da un poco de miedo, he allí el motivo de mi rechazo hacia él, al único que le permito acercarse a mí con toda la libertad de mundo es Hisui.
Shigeru, aunque es mi amigo, no lo dejo acercarse más de la cuenta, si quiere hablar conmigo, puede hacerlo pero de frente y con distancia, hasta los momentos lo ha cumplido al pie de la letra. El lobo de cabello anaranjado me llevó hasta donde estaba su hermana menor, esta al vernos corrió hacia nosotros para así decirnos después de un suspiro de alivio: — Estaba preocupada por ustedes.
Aún seguía un tanto enfadada por la bofetada que me dio Haruka hace un rato, pero comprendí que yo no puedo dejar que mis demonios internos se apoderen de mí, si de verdad quiero que nos deshagamos pronto de Ryusei, necesito tranquilizarme y concentrarme, necesito estar bien para poder enfrentarlo, en cambio, si sigo lamentándome por todo lo que nos ha pasado, lo que voy a hacer es retroceder. Miré por fin a la lobita que se encontraba al frente de mí y sin darle más vueltas al asunto, corrí a abrazarla, ella se impactó por el gesto, pero de igual forma respondió a mi abrazo gustosa.
— Gracias — Dije en voz baja — Gracias por hacerme entender.
— No tienes que agradecerme Moroha — Dijo son amabilidad — Eres como una hermana para mí.
Dicho eso, nos sentamos por allí a conversar un rato para luego irnos a descansar, mañana será un largo día así que debemos estar descansados.
**************
LA AUTORA
¡HE VUELTO!
Después de casi tres meses de ausencia, por fin les traigo nuevo capítulo, siéndoles muy honesta, he estado DEMASIADO OCUPADA con las cosas de la universidad... Ya veo que es cierto lo que dicen: "A partir de 5to semestre todo es mas apretado" y a mí me tocó vivirlo en carne propia.
En fin, espero que les haya gustado y gracias por esperar todo este tiempo, en cuanto me desocupe podré trabajar mejor, espero que les haya gustado y también espero que les haya ido muy bien en estos tres meses que tengo sin saber de ustedes!
¡NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN!
— Kirara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro