No sé cómo carambas vivo de esta forma, no sé en qué momento me acostumbré a una vida así... Lo único que sí sé es que ¡MALDIGO EL DÍA DE MI NACIMIENTO! Mejor hubiera sido que nunca hubiera existido. Justo ahora me encuentro en una situación de indecisión rotunda, por un lado quiero escapar, pero por otro lado sé que si lo hago, él no descansará hasta encontrarme — Solo entra y dale lo que le corresponde — Pensaba mientras mis manos temblaban efusivamente — Si lo haces te dejará en paz... O al menos eso te salvará de algo peor — Vivo aterrada todos los días desde que llegué a esta porquería... Mi maestra me vendió a un estúpido vago que le prestó dinero, ahora yo debo trabajar para él para pagar una deuda que ni siquiera es mía.
Ese sujeto no solo me usa para ese propósito, sino que se aprovecha de lo frágil que soy para... Lastimarme hasta el cansancio. A veces desearía estar muerta, a veces quisiera que... todo esto terminara y yo ya no seguir soportando este INFIERNO ¿Por qué mis padres no se hicieron cargo de mí? ¿Por qué me abandonaron? ¿Acaso yo tuve la culpa? ¿ACASO YO FUI QUIEN PIDIÓ QUE ME ENGENDRARAN? Nunca en los 18 años que tengo, supe lo que es un hogar, una familia... No sé siquiera lo que es ser AMADA.
Mi corazón se aceleraba cuando empezaba a acercarme a mi supuesta "CASA" No quiero volver a ese horrible lugar... Pero estoy obligada a hacerlo — Puedes hacerlo Moroha — Decía tratando de ser optimista — Piensa que quizás hoy esté de buenas y no te golpeará — Dicho esto, puse un pie adentro. Sentí como todo mi cuerpo se erizó y palidecí casi de inmediato... Mi cuerpo no podía accionar ante la mirada iracunda y penetrante de aquel sujeto que se supone debe cuidarme — ¡PASA YA! — Gritó — Su voz gruesa y áspera me provocaba un asco terrible, trataba de no demostrar miedo pero me era imposible no hacerlo, ya que no puedo evitar recordar todo lo que me ha hecho desde que llegué a trabajar aquí — Suelta a Kurikaramaru y tráeme lo que me toca — Corrí velozmente a cumplir su orden... Puesto que no quiero que me haga nada malo hoy.
Ustedes dirán... ¡HEY! Tienes un arma... ¿Por qué no te defiendes? ¿Por qué no matas a ese hijo de perra por lo que te hace? No crean que no lo intenté una vez, pero lo que gané fue que me dieran la golpiza más grande de toda mi vida... Así que por mi bien, no lo he vuelto a intentar.
— A-Aquí le traje e-esto — Tartamudeaba por los nervios. Me di la espalda para irme a ordenar todo y seguir con lo que me toca hacer, pero no había dado un paso siquiera cuando siento que tiran con fuerza de mi cabello — ¡NO POR FAVOR! — Pensaba angustiada — ¡QUE NO ME GOLPEE!
— Esto no es lo que te pedí que trajeras ShiHanyo — Me tira al suelo con mucha fuerza haciendo que mi cara quedara aplastada contra el suelo — ¡ERES UNA INCOMPETENTE! ¿PARA QUE DIABLOS TIENES ESA MALDITA ESPADA SI SOLO TERMINAS TRAYENDOME ESTA PORQUERÍA? — Lo arroja al suelo y se me acerca.
— Jyuubei-Sama — Trago saliva mientras me pongo de rodillas toda temerosa — N-no pude conseguir algo mejor, yo solo...
No había terminado la maldita frase cuando de repente su mano chocó contra mi cara haciendo que callera al suelo nuevamente. El malparido me tomó en sus asquerosas manos sosteniendo la mirada la cual era repulsiva para mí... ¡QUIERO QUE ME SUELTE! ¡QUIERO QUE ME DEJE EN PAZ! Pero sé que estando así, no habrá nada que diga o haga para que ese vago desista de sus intenciones hacia mí. Me odia y eso es seguro, se dispuso pues a darme la paliza del día, y mientras lo hacía, me recordaba lo poca cosa que soy... — ¡ESO ES PARA QUE APRENDAS A OBEDECERME SHIHANYO! — Me lanza al suelo con fuerza nuevamente — Ahora limpia este desastre ¡PERO YA!
Me trague mis lágrimas, me trague mi llanto, me trague todo ese maldito sentimiento de sentirme una vil ESCORIA. Tome el estúpido trapo y comencé a hacer el quehacer, necesitaba que el vago se calmara para poder estar tranquila un rato — Quería ver a mis amigos — Pensaba mientras trataba de hacerme la fuerte — Pero no se va a poder... No cuando estoy toda golpeada — ¿Ahora ven porque digo que mi vida es un infierno? No tengo siquiera a alguien con quien desahogarme, no tengo a nadie que pueda ayudarme a solucionar esto, no tengo familia siquiera. Mis amigos no saben nada de esto, no quiero que se metan en un pleito por mi culpa, es mejor que esto quede así, soy consciente que me estoy haciendo daño yo misma, pero no puedo hacer que otro se complique por mi causa.
— Solo quiero que un Yokai me mate — Decía estando afuera, puesto que Jyuubei-Sama se quedó dormido y aproveché para darme una escapada — Solo quiero morir para dejar atrás todo este sufrimiento.
Me fui a pasear por allí para olvidarme un poco de lo que me había pasado anteriormente. Pasé por la orilla de una laguna y me acerqué; me espanté al ver mi rostro, el cual se encontraba todo golpeado, en pocas palabras... ¡ESTABA HORRIBLE! Nunca había visto mi rostro después de que ese hombre me agarra a golpes, nunca había tenido el valor para hacerlo — Mi cara es un asco — Dije toda impotente — Yo soy un asco — No pude seguir conteniéndome más y comencé a llorar y llorar... ¡Y LLORAR! Necesitaba sacar TODO lo que llevaba dentro de mí en ese momento, necesitaba sentirme mejor de alguna forma, necesitaba... ¡AYUDA! Pero... Nadie me ayudaba, todos le temen a Jyuubei-Sama, nadie se atreve a defenderme u opinar al respecto. Estoy sola.
Tomé un ungüento especial que me dio Setsuna la última vez que nos vimos, dice que eso ayuda a sanar las heridas así que... Me dispuse a curarme un poco, luego me subí en la copa de un árbol y trataba de no pensar en nada, solo quiero descansar para que mis heridas sanen rápido y yo pueda andar como si nada hubiese pasado. Creo que si no fuese ¼ demonio, ya estuviese muerta, la ventaja que tengo es que todo mi cuerpo sana más rápido de lo que lo haría un humano, es la única cosa buena que tengo.
Pasadas las horas, me miré nuevamente en el agua y vi que ya no se notaban mucho los golpes — Setsuna, tu remedio si me sirvió de mucho — Dije — Aunque sea no me veo tan terrible como cuando me fui. Esperemos que al llegar, no me regañe por no haberle avisado que iba a salir o algo así, es que nada le parece, sea bueno o sea malo... Siempre busca un pretexto para golpearme, jalarme el cabello, manosearme y demás cosas. Es un viejo asqueroso. Hasta los momentos no se ha atrevido a v... No me atrevo siquiera a pronunciar esa palabra... Espero que no lo haga, creo que esa sería una buena razón para quitarme la vida de plano y todo. Yo soportaría todo, menos que fuera capaz de hacer algo como eso.
Mi mejor amigo Shigeru apareció en escena, supongo que me ha estado buscando, porque al ver la expresión de su rostro lo deduzco que es así, giré la cabeza de forma casual para intentar hacer que no se percatara del moretón que aun cargaba en la cara — ¡MOROHA! — Sonrió — Menos mal que te encuentro — Le puse atención a sus palabras puesto que cuando dice esas cosas, es porque hay algo bueno en todo el asunto, trato de no verle de frente para seguir disimulando mi moretón así que proseguí a preguntarle — ¿Para qué soy buena? ¡Je! — Dije fanfarroneando un poco.
— Va a haber una fiesta en casa de Towa — Toca mi hombro y reprimo el grito que quería soltar... Es que aún me duele allí — Me preguntaba si querías ir conmigo.
— Hoy no puedo — Dije triste — Debo hacer algo en la noche.
— Bueno... Está bien — Bufó — Pero prométeme que si te desocupas antes, iras.
No estaba segura de que me dejara salir, o de que si al llegar ahorita... Me golpeara de nuevo, así que no puedo comprometerme, aunque por otro lado muero de ganas por irme a la fiesta en casa de Towa... Pero mi situación no me deja ser una adolescente normal — Lo prometo — Contesté — Pero dudo mucho poder ir.
— Esta bien caniche — Toca mi nariz — Nos veremos luego.
Si tan solo supiera lo que me está pasando ahora, creo que entendería la razón por la cual no voy mucho a sus fiestas, no tengo motivo para celebrar, no tengo motivos para ser feliz siquiera. Camino a casa, vi pasar una carrosa espléndida... JAMÁS había visto algo así en mi vida, parecía de algún emperador o quizás de un ente súper importante del país — ¡VAYA! — Dije — ¡QUIEN FUERA ESA PERSONA! — Quizás como tiene mucho dinero, no tiene problemas como los que yo tengo — Me encogí de hombros mientras seguía caminando tranquilamente.
. . .
— Esa chica parece tener problemas — Decía el sujeto de la carrosa fina —Interesante... Ya encontré que haré después de instalarme.
. . .
— Se rumora que el dueño de esa carrosa es un tipo aterrador — Escuchaba comentarios.
— Me contaron que tiene una enorme cicatriz en la cara — Seguían diciendo — Y que todo el que le ve sale huyendo despavorido.
Todo el pueblo esta conmocionado por el paso de esa carrosa, no hacen más que hablar sobre el supuesto dueño de dicha cosa, parece ser que es el hijo de un monje muy conocido en la región, pero, el joven hijo del mismo decidió dedicarse a otra cosa, por lo visto eso le dio mucho dinero... Lo que sea que hagan, muchos dicen que es muy apuesto, pero que el único detalle que posee es esa enorme cicatriz en la cara... — Me da curiosidad — Dije — Quisiera ver que tan horrible es — Me reí. Segundos después, el miedo me invadió nuevamente, Jyuubei-Sama se encontraba de pie en la puerta, cruzado de brazos y con el ceño fruncido — Estoy jodida — Dije — Ya sé... Y no pienso irme, no tiene caso — la señora de al lado que siempre escucha todo, sé muy bien que ella sabe mi situación, pero no quiero que Jyuubei-Sama la lastime por eso no hablo con ella siquiera sobre el tema, me detuvo por el brazo rápidamente para que no... Me fuera con él — No lo hagas linda — Me suplicaba — Salte de allí, no sigas dejando que te maltrate.
— No es lo que usted piensa señora — Trataba de disimular para que no pensara que lo estaba delatando — El... No hace eso.
— Ven conmigo y escapemos — Me suplicaba — Quiero ayudarte.
Una parte de mi gritaba... ¡NO LO PIENSES MÁS Y VETE CON ELLA! Pero otra parte de mí me decía: "SI TE VAS, LAS ENCONTRARÁ Y NO SOLO TE MATARÁ A TI, SINO A LA SEÑORA QUE TRATÓ DE AYUDARTE" no quiero que nadie muera por mi causa, no quiero que esa pobre mujer desperdicie los años que le quedan de vida solo por intentar ayudarme en algo que no tiene caso — Lo pensaré — Le regalo una sonrisa — Le prometo que lo pensaré muy seriamente. No es fácil la vida para las chicas que sufrimos abuso, vivir con miedo es horrible, así como estoy yo... Entrando a la boca del lobo, miró a ambos lados para luego de un tirón por el brazo, lanzarme al suelo bruscamente seguido de tronar sus dedos — Saliste sin mi permiso Moroha — Me arrastro hacia atrás por el miedo — No me avisaste, me desobedeciste.
— Estabas durmiendo... Señor — Dije aterrada — Sé que si lo despierto... Se enfadaría y yo...
— ¡CALLATE! — Me golpea fuertemente — SEA COMO SEA, tú no vas a salir de aquí si yo no te lo ordeno o te lo autorizo.
Asentí para que me dejara en paz... Ya no tenía fuerzas para decirle nada, ya no quiero seguir gastando saliva innecesariamente. Me puse en pie y me fui rápidamente a buscar las cosas para la cena — Luego de comer... Se va a dormir — Pensaba — Luego de comer se va a dormir — Y así sucesivamente es mi vida diaria con ese hombre. Un infierno — Te odio Yawaragi — Decía entre dientes — Por tu ambición y tú codicia de quitarte esa patética armadura, ahora yo soy abusada y asediada por un poco hombre que se cree machito por golpear mujeres.
— Ah, Moroha — Escuche su voz y me paralice — Mañana tienes un trabajo y creo que va a interesarte.
Volteo de forma insegura y moviendo mí nariz le hice entender que quería que me dijera de qué se trataba.
— El nuevo adinerado de la región — Decía muy sereno para como es él, creo que está así porque hablamos de dinero — Vino aquí cuando no estabas, quiere contratarte... Lo que sé es que pagará bien.
— Me parece extraño que ese hombre quiera verme a mí — Decía toda confundida mientras seguía cocinando — Pero si pagará bien, iré sin ningún problema.
— Si haces un desplante, ESCORIA — Me amenaza — Ya sabes lo que te espera, es un buen cliente y no debo de perder esta oportunidad.
. . .
— ¿Por qué llamó a un casa recompensas en vez de los exterminadores, señor? — Preguntó un sirviente.
— Porque sabes que no quiero saber nada de mi vida pasada — Toma una copa de Sake mientras se limita a observar a una de las doncellas que se pasean por el palacio — No quiero a esa gente en mis dominios.
— Comprendo, señor — Le hace una reverencia — Lamento haberme entrometido.
— No te preocupes — llama a una de las doncellas que estaban cerca para que bailaran para él — Sabes que tienes mi total confianza — Saca una sonrisa siniestra — Por cierto, quiero que me averigües TODO sobre una joven que vi en la aldea.
— Dígame... ¿De quién se trata? — Preguntó con algo de curiosidad — ¿Quiere que sea parte de las chicas que bailan para usted?
— NO — Frunce el ceño, su mirada se torna fría e imponente, mientras iba presionando su mandíbula fuertemente, parecía enojado por la pregunta de su empleado — Ya tengo suficientes aquí y todas hermosas, a esta solo quiero averiguar qué le pasó.
— Ya se a quien se refiere señor — Hiso un gesto de astucia el dichoso personaje — Si se refiere a la joven que vimos de camino, esa es la persona que contratamos para el trabajo.
— Así que voy a conocerte más pronto de lo que imaginaba — Muerde su labio inferior mientras piensa — Premio doble... Tendré la oportunidad de averiguar lo que quiero.
— Perfecto — Saca una media sonrisa, sin perder toda su capa de seriedad que cargaba encima — Prepáralo todo, mañana será un día memorable.
. . .
Por fin cenamos y el vago se quedó dormido, tomé mi capa que era lo único abrigador que poseía para arroparme, me envolví en ella para así quedarme dormida, mañana será un día diferente, conoceré a ese tipo del que todos están hablando, y veré si me infunde miedo a mí también, aunque lo dudo. No soy una chica fácil de atemorizar (A excepción de Jyuubei-Sama).
AL DÍA SIGUIENTE
Me desperté lo más temprano que pude, dejé todo el desayuno listo, limpie todo muy bien y alisté mis cosas, quería estar preparada para cuando llegaran por mí en esa carrosa elegante. Jyuubei-Sama se asombró al ver todo echo en un santiamén, tan sorprendido estaba que... No le quedaron palabras para decirme algo en sí, ni siquiera para criticarme como siempre lo hace — Esta vez no fallaré — Hago un gesto de astucia — Obtendré mi paga y...
Suelta una gran carcajada — ¿TUYA? Sabes muy bien que todo lo que ganes me pertenece hasta que pagues esa deuda que dejó Yawaragi mocosa.
Lo dejé alardear... Para no buscar donde no hay, así que me senté allí a desayunar mientras... Me seguía preguntando... ¿Cómo será ese famoso "SEÑOR"? ¡Kehh! Como sea, de por si... Aunque sea hoy sabré lo que se siente ir adentro de una de esas carrosas de gente millonaria — Sonreí un poco — Disfrutaré mis segundos de "riquilla" — Me reía internamente.
Pareciese que les hubiera invocado con el pensamiento, puesto que aparecieron de repente buscándome. Yo tomé rápidamente a Kurikaramaru y mi arco y flecha, para irme con el joven que andaba buscándome, una vez adentro de la carrosa, observaba todo a mí alrededor, el joven se reía al ver mis expresiones todas aniñadas y bobas... A decir verdad en ese momento parecía una niña de cinco años de edad yendo de excursión, pero era inevitable no explorar estando en una carrosa así — El amo está ansioso por conocerla — Dijo y rompió el silencio incómodo que llevábamos desde que dejamos la aldea atrás.
— Ah, ya veo — Dije escéptica — También muero por conocerlo.
Dicho esto llegamos luego de algunos minutos, era un palacio muy grande, que a decir verdad se veía desde las afueras de la aldea, no sabía a quién pertenecía hasta ahora — No siento ninguna presencia maligna — Decía confundida — ¿Qué es esto? — El joven me guio hasta donde se encontraba su señor... A decir verdad el ambiente es todo tétrico y gris, pareciese como si quisiera que la habitación fuera un calabozo o algo así da la impresión, hice mi aparición de forma heroica y egocéntrica como es mi costumbre, pero no entré sino hasta que este me lo autorizara — Puedes pasar — Escuché una voz masculina y profunda, sus palabras eran lúgubres y frías, pareciese que estuviese regañándome. Hice un gesto de reverencia y obedecía a su orden así que me fui acercando a él poco a poco, noté como mi cuerpo temblaba por la ansiedad que me causaba esto.
Tenía la cabeza a gachas, pero una vez que estuve frente a él, levantó suavemente la cabeza dejando al descubierto su rostro — ¡SANTO CIELO! — Exclamé — Pero... ¿Por qué está así? — No sabría describirles la sensación que tuve cuando vi su rostro, no era solo la cicatriz que le cruzaba desde la frente hasta su mejilla izquierda dividiendo su cara en dos... Sino su mirada profunda, parecía estudiar cada trozo de mi alma, cada facción de mi cuerpo... ES HORRIBLE a decir verdad. La cicatriz que carga me causa mucha curiosidad más que repulsión... A simple vista se ve que... Fue muy profunda... Su tono rosado por la cicatrización, la hace lucir tan... No sé cómo describirlo...
— ¿Te gusta mi cicatriz? — Preguntó y me apené.
— Pues... Yo... — Me sonrojo — ¡No!
— Moroha la ShiHanyo — Se muerde el labio — Ya quería conocerte. Me han contado mucho sobre ti.
Parece que este sujeto sabe muy bien con quien se está metiendo, es más poderoso de lo que esperaba... Es mejor que no lo arruine... También espero que me pague.
— Ya veo — Me cruzo de brazos — Así que eres el famoso terrateniente... Alias "EL CICATRIZ FEA"
Vi como mi comentario hizo que el sujeto se alterara, volvió a apretar su mandíbula con mucha fuerza y empuñó las manos fuertemente, creo que no debí decirle algo así... Ahora va a correrme y luego Jyuubei me va a matar — En fin — Ignoró mi comentario — Tengo un problema con un Yokai que aparece en las noches aquí — Explicaba — Necesito que te quedes aquí para que lo corrobores... ¿Puedes hacerlo?
— De poder... Puedo — Dije sin pensarlo — El problema es Jyuubei-Sama.
Me pone atención — ¿Qué pasa con él?
— Nada — Dije — Olvídelo, Me quedaré aquí, mientras me pague luego de hacer el trabajo, el estará bien y yo lo estaré también.
— Yo te llevaré personalmente cuando acabes — Dijo en una tónica seca y cortante — Por lo pronto, Riku te llevará a donde dormirás.
Asentí inmediatamente.
Observaba todo con detenimiento. Con que un Yokai aparece aquí en las noches ¿eh? — Enarco una ceja — Me sorprende la gran cantidad de jovencitas que tiene este señorito, parece que le divierte mucho observarlas y supongo que acostarse con ellas de vez en cuando — Ruedo los ojos — Por cómo están vestidas todas, deben ser prostitutas. Llegamos a la habitación del fondo, yo deje mis cosas allí y me acomodé mientras veía al sirviente que oí que le llamaron "RIKU" parece que estaba esperando que le dijera algo, pero yo no tenía nada que decirle en absoluto — ¿Por qué estás toda golpeada? — Me preguntó. Odio cuando alguien ve mis heridas y pregunta cómo me las hice o ¿Quién fue? Puesto que se me forma un nudo en la garganta y termino no respondiendo a nada de lo que me han preguntado — ¿Para qué quieres saberlo?
— Simple curiosidad — Respondió — ¿No piensas decirme?
— ¡LÁRGATE! — Le dije enfadada — No es asunto tuyo. Déjame en paz.
Riku dio la vuelta y se marchó. Espero esto no afecte en nada mi trabajo o paga, sería como sentenciarme a muerte, pero es que no me gusta que se metan en mi vida personal, lo siento pero no quiero que nadie se entere de lo que está pasando... Y menos unos completos extraños como lo son ellos dos — Debo de estar alerta — Pensaba en voz alta — En cualquier momento puede aparecer el Yokai... No solamente en la noche — Trueno mis dedos.
Necesito investigar más a fondo, así que salí de la habitación y comencé a recorrer el palacio, obviamente sin irrumpir en la habitación principal que es la del joven adinerado — En alguna parte está ese Yokai — Daba pisotones — Necesito la paga... ¡PARA QUE EL VIEJO ME DEJE LIBRE! — Estaba tan concentrada en mi búsqueda que... No noté que el joven adinerado había salido de la habitación y se encontraba cerca de mí. No fue sino hasta que sentí que alguien estaba parado detrás de mí y volteé para ver de quien se trataba.
Me sobresalté de inmediato echándome hacia atrás — Es tan sigiloso — Pensaba — La verdad que si da miedo — Su actitud altanera y fría al igual que su mirada poco expresiva, parecía acecharme por completo, parecía una fiera a punto de atacar a su presa... No había sentido miedo por alguien que no sea Jyuubei-Sama, es que... ¡SOLO MÍRENLO! Es aterrador... Cargaba consigo una especie de arma en forma de bumerang, por su olor reconozco que está hecho de huesos de Yokais, Al igual que su armadura, aunque en esta ocasión no la traía puesta como cuando llegué, solo teníapuesto un pantalón sujetado con un pedazo de tela de color verde azulado... A simple vista no se nota mucho, pero puedo darme cuenta de que esa tela y estilo de armas la usan los exterminadores... ¿De dónde la habrá sacado? En fin, tenía empuñadas las manos y su mandíbula apretada, cerró lentamente los ojos mientras inhalaba profundamente. Parece que está enfadado por alguna razón... ¿Acaso no debía salir de la habitación? ¿Acaso no tenía que hacer mi trabajo? Estoy confundida ahora.
— ¿Qué es lo que estás buscando, niña? — Su expresión se ha relajado un poco.
— Trataba de investigar un poco sobre lo que me dijo — Me cruzo de brazos — Quiere que extermine a ese Yokai ¿No es así? — Dije en un tono altanero.
— No tenías que salir de la habitación en la que te dejaron hasta que yo te lo ordenara — No cambia su postura ante mí — Veo que eres una desobediente. Ahora veo porque te pagan tan poco.
Mi sangre cambió de un momento a otro... ¿CÓMO SE ATREVE A HUMILLARME ASÍ? ¿QUIÉN CREE QUE SOY? Yo no soy un juguetito como sus demás mujeres, A MI ME RESPETA. Tome aire y valor... Y alzando mí rostro le dije de forma CRUDA Y ALTANERA — ¡NO VAS A DECIRME COMO HACER MI TRABAJO IDIOTA! — Le saco la lengua — No sé cómo estás acostumbrado a que trabajen para ti, pero a mí no me vas a tratar como te place... NO ERES ÉL — Tapo mi boca de inmediato.
Una expresión de sorpresa se apoderó de su rostro, parece que no está acostumbrado a que le respondan de forma altanera, parece también que todo el mundo es SUMISO ante él, pero él no es Jyuubei-Sama, no tengo porqué dejarme intimidar por alguien así. Por otro lado, no sé porque le dije eso... Le grité a la cara que no era "ÉL" refiriéndome a Jyuubei-Sama, espero que no me pregunte la razón de mis palabras porque no se la daré así sea lo último que haga en toda mi vida — ¿A qué te refieres? — Vuelve a ponerse serio e imponente — ¿Quién es él y por qué me comparas con esa persona? — Mi corazón se paralizó, ahora ya no sentía miedo, sino VERGÜENZA mucha pero mucha vergüenza, mis ojos se llenaron de lágrimas y mi cuerpo comenzó a temblar, quería salir huyendo de allí en ese instante, pero no le iba a dar el gusto así que le iba a responder, pero cuando estaba a punto de hacerlo...
— Cielo... — Dijo una de las doncellas a medio vestir mientras se acercaba hasta nosotros — Vamos... Que en un rato debo salir... Así que debemos terminar pronto.
Ahora los papeles se habían invertido en un abrir y cerrar de ojos, era él quien se encontraba avergonzado por lo que estaba pasando. Le dijo a la señorita que le esperara en la recamara, que él ya iba a lo que estaban haciendo — ¡QUÉ PUERCO! — Pensaba — No tiene respeto ni por la dama que está aquí presente... ¡O SEA YO! — No lo soporté más y apartándolo de en medio, lo dejé con su doncellita de porquería y me fui hasta la recámara donde me encerré hasta que me llamaron nuevamente. Ahora si sentía una energía maligna, no era muy fuerte que digamos, así que me dispuse a encontrar a esa escoria para terminar de deshacerme de esa cosa, recibir mi paga y LARGARME.
Ni siquiera tuve que usar a Kurikaramaru, solamente tomé una de mis flechas y de un solo tiro ¡LO DESTRUÍ! — No era un gran problema que digamos — Alardeaba un poco — Ahora págame, tengo que largarme YA MISMO — Esto decía porque no le dijimos a Jyuubei que tardaría bastante. No me prestó atención y se encerró en su habitación — ¡HEY! ¡ABRE MALDITA SEA!
— Tranquila — Intervino Riku quien intentaba hacer que dejara de gritarle — En un momento te daremos la paga.
— Espero que sea YA MISMO — Frunzo el ceño — No sabes lo mucho que me URGE irme de aquí.
Me pidió que le esperase unos cuantos minutos. Yo solo caminaba de un lado para el otro pensando que hacer cuando llegue a casa, puesto que Jyuubei me matará por tardarme tanto, de seguro pensará que quise escaparme o algo así... Ya me lo ha dicho varias veces A GOLPES... No quiero que esta sea una de esas, aunque viendo como tarda, es probable que si lo haga de nuevo — Aquí tienes — Me da un saco de oro el cual abrí para revisar que todo estuviese completo... Y en efecto, lo que se acordó estaba allí — Lamento tardar, es que estaba contando el dinero. Hice un gesto para dar a entender que no pasaba nada, y sin despedirme salí corriendo del palacio del joven adinerado.
— Ella debió esperar al joven — Suspiró — Debió esperarlo.
. . .
Rato después... No sé decirles exactamente, pero llegué a casa toda contenta, como si me hubiese ganado la lotería, Jyuubei-Sama de inmediato fijó su mirada en el saco de oro que llevaba, así que supe que me lo pediría — Quédeselo — Dije escéptica — Voy a preparar la cena — Ni siquiera las malas caras de Jyuubei-Sama podía hacer que yo me sintiera de mal humor... ¡NO HOY! Así que tarareaba mientras hacía la comida y pensaba... En como puse en su lugar al chico de la cicatriz fea. De repente, siento que alguien está a mis espaldas... Pero yo ya sabía de quien se trataba, sentí como mi felicidad desapareció casi de inmediato... ¡UYY! Es que ese vago ¡TODO LO ARRUINA! ¡QUE FASTIDIO!
Sentí como un escalofrío recorría toda mi espina dorsal, era algo repugnante y una sensación asquerosa y fea... — ¿Qué PREPARAS? — Dijo en voz de mando, lo cual hace que se me ponga la piel de gallina — DIMELO.
— Lo mismo de ayer — Contesté — Hoy no me dio chance de...
Zumba todo lo que estaba haciendo al suelo — No quiero eso... ¡PREPARA OTRA MALDITA COSA!
— No estuve en todo el día — Me paralice — ¿Cómo quieres que haya otra cosa? ¿Por qué NO BUSCAS ALGO TU MISMO?
Me arrepentí muy tarde de mis palabras... Rogaba que entendiese que no estuve hoy... Y que... Por eso no había comida para esta noche, solo lo que iba a preparar. El silencio tenso que había en el ambiente me daba a entender que él no iba a quedarse de brazos cruzados ante la respuesta que acabo de darle... No sé si debo pedir perdón o suplicar que no me golpee, la verdad a no sé qué hacer en estos casos, ya que haga lo que haga va a ser inútil, supongo. No lo pensó dos veces y me abofeteó fuertemente como ya lo veía venir, golpe que a pesar de vivirlo diario, aun no soy capaz de registrar cada vez que sucede; me tambalee y caí bruscamente al suelo por el impacto del mismo, ese hombre está como poseído por alguien, puesto que ni siquiera me ha dejado levantarme del suelo cuando ya me está jalando fuertemente por mi cabello, tan fuerte que sentía que mi cráneo quedaría sin piel... Estaba aterrada nuevamente, ya no existía aquel instante de felicidad que tuve mientras volvía a casa, ya no quedaba absolutamente nada de él, ahora volví a mi realidad, al INFIERNO en el que estoy acostumbrada a vivir — ¿Qué FUE LO QUE DIJISTE SHIHANYO? — Gritó fuertemente a mi oreja y me lanza al suelo nuevamente — ¡ESE NO ES MI TRABAJO ESCORIA! ¡JODER!
— ¡PERDÓNAME! — Decía en medio del llanto y el dolor — ¡NO SIGAS PEGANDOME! Lo siento.
No me dijo nada más y salió de la casa. No puedo dejar de llorar, no puedo dejar de sentirme HUMILLADA, asediada, AGREDIDA... MUERTA EN VIDA... Destrozada, y a la vez me odio, por no tener el valor de volverlo a enfrentar y esta vez mandarlo al infierno, soy una cobarde, por no buscar ayuda y dejar que ese hijo de perra me golpee, simplemente no soy nadie... soy una basura andante que deja que ese matón haga con ella lo que se le pega la gana — Ya no puedo seguir con esto — Pensaba aun llorando — Quiero matarme... ¡QUIERO ACABAR CON ESTO DE UNA VEZ POR TODAS Y SER LIBRE! Y encontrar la paz que tanto he buscado — Llevo 3 años diciendo que él va recapacitar... Pero, ya vemos que nunca lo hará.
Aunque a decir verdad, aún tengo la vana esperanza... De que todo puede mejorar para mí.
✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨
LA AUTORA:
No saben lo mucho que me dolió escribir todo este capítulo, a decir verdad me cuesta demasiado escribir escenas de VIOLENCIA hacia mujeres o cualquier tipo de ente vivo, porque no soy una persona violenta 👉🏻👈🏻💔.
Si llegaste hasta aquí, espero que no me odies por lo que le hago pasar a Moroha 😓❌.
ODIA A JYUUBEI por Maldito 😞👌❌.
Por otro lado, vamos a ver una versión de Hisui mas DARK, incluso peor que su padre... ¿NO LES EMOCIONA? ¡A MI SI! Quiero ver a mi hombre de Fuck Boy, así que me daré vida puliendo esta versión de Hisui 🤭💕.
¡NOS VEMOS EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO!
- Kirara 💅🏻✨.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro