Desde que Todoroki Shoto les contó sobre su antigua historia de amor sus amigos no dudaron en alentarlo para que fuera en busca de su persona añorada.

A ninguno de ellos les importó el hecho de que Todoroki se haya enamorado de un chico, era solo un detalle menor.

Si su amigo amaba a alguien y ese alguien hacía sentir feliz y amado al bicolor entonces no importaba si era hombre o mujer.

—¿Están seguros? –preguntaba Todoroki mirando a las tres personas sentadas frente a él.

Iida, Uraraka y Midoriya asintieron.

—Yo creo, que si amas a alguien y ese alguien aún está allá afuera, ¡entonces debes ir a por él! –hablaba la castaña con entusiasmo.

—Sí –asentía el muchacho de lentes– No debe haber límites para el amor Todoroki, ni mucho menos impedimento.

Midoriya escuchaba con una sonrisa en su rostro las palabras de aliento de la castaña y el de lentes, cualquiera pensaría que está prestando atención, pero lo que realmente estaba haciendo era descubrir quién era aquel chico.

Recordando lo que sucedía en la pijamada comenzó a tomar los puntos importantes.

Cabello negro, ojos rojos y… dientes puntiagudos.
Como los de un tiburón, concluyó.

Conforme pasaban los días, en cada almuerzo, comenzó a notar algo.

Kirishima se comportaba extraño, estaba más callado, parecía algo tímido con Todoroki cerca y cuando no estaba, se le veía distraído.

Observó también que cuando Mina junto con el pelirrojo veían pasar a Todoroki cerca susurraba cosas que ponían al pelirrojo nervioso y con un rubor en sus mejillas.

Entonces analizó algo.

Kirishima tenía ojos rojos y dientes como tiburón.

Y según él, no había nadie más en el mundo con esa característica dentadura. Al menos sería imposible, después de hacer cálculos de probabilidad y demás.

Pero los cabellos pelirrojos le bajaban porcentaje a su teoría.

Pero… ¿Y si fuera un familiar de Kirishima? O de alguna manera, ¿Kirishima mismo?

Si era así debía averiguarlo lo antes posible. Aunque en su interior sentía que no podía preguntarle a Kirishima directamente, no quería equivocarse y quedar en malos términos con Kirishima.

Tal vez si lo hablaba con Mina… Ya que ella se veía como la más cercana a Kirishima, casi como una hermana.

Terminando de decidir el camino a tomar, comenzó a buscar a la chica.

—Mina-chan, aguarda –pedía el peliverde hacia la mencionada.

—¿Uh? ¿Deku-kun? ¿Qué pasa? –se detuvo ella y volteó a mirarle.

—¿Podemos hablar en privado? Por favor –pedía al mirar a sus amigos detrás de ella.

—Ah claro, ¿Por qué no? –dijo sonriente y algo extrañada.

Caminaron hacia unas escaleras solitarias, buscando un poco de privacidad, al menos por parte de Midoriya. A Mina le extrañaba todo esto, ¿había acaso un problema?

—¿Está bien todo, Izuku-kun? –preguntó ladeando la cabeza.

—Sí, bueno… No, más o menos –esa respuesta sólo extraño más a la de piel rosa–. Verás, fue hace un par de semanas cuando pasó lo de Todoroki-kun ¿no? –Mina asintió–. Bueno, nosotros hemos estado ayudando a Todoroki-kun a volver con su antiguo amor y… –comenzó a jugar con sus manos–; tenemos, bueno, yo tengo la idea de que podría ser Kirishima-kun –bajó la cabeza ante lo último.

Mina miró sorprendida al peli-verde, de verdad… La cabeza de Deku era asombrosa, no se le debía ver la cara de ingenuo.

Ella apretó sus puños pensando en que responder. ¿Debería decirle? ¿Debería guardarlo para ella y negárselo? Ya que después de todo, Kirishima era su amigo, y si se sentía inseguro con eso, quería guardar su secreto.

Pero mientras más pensaba más llegaba a una conclusión. Mientras más mejor. ¿No? El DekuSquad y el BakuSquad podrían unirse y trabajar de cupidos para que sus amigos estuvieran juntos.

—Deku-kun, eres realmente asombroso –le sonrió, ahora el sorprendido era Midoriya.

Después de recuperarse de la sorpresa inicial, el peliverde comenzó a sonreír, sus sospechas resultaron ser ciertas.

Teniendo en mente aquello, su cabeza inmediatamente comenzó a llenarse de miles de planes que podría utilizar.

—Si Kirishima-kun es de quien Todoroki-kun estuvo enamorado alguna vez, tenemos que empezar a idear un plan para que se dé cuenta –comentó el peliverde llevando su mano a su barbilla.

—No podemos hacerlos solos Deku-kun, necesitamos a nuestros amigos para que podamos ayudarnos.

Como si un foco se encendiera en su cabeza, sus ojos se abrieron de par en par.

“Más cabezas, más ideas."

Sonrió al pensar en eso e inmediatamente estuvo de acuerdo.

—Tienes razón Mina-chan yo hablare con Iida-kun y Uraraka-san, ellos estarán más que dispuestos en ayudar.

—¡Perfecto! Hablaré con los muchachos, probablemente Bakugo sea un problema, pero si es por Kirishima estoy segura de que lo podré convencer.

Con esto dicho y los planes que están dando inicio, ambos tomaron sus propios caminos con entusiasmo.

Nuevamente, en un parque, nuevamente en un día soleado, el verde pasto lleno de flores que le daban un sentimiento más vivo y colorido. En el centro, una fuente con agua cristalina, y en el cielo o los árboles los pájaros, estaban trinando.

En este lugar solo estaban ellos dos.

—¡A qué no me atrapas! -gritaba un pequeño niño de cabellos azabaches que corría por el área donde estaba la fuente.

Él se mantenía en silencio, temía que si hablaba no pudiera escuchar la bella risa o la encantadora voz de aquel niño.

Corrieron en círculos un largo rato para después correr entre los cepos del parque.

—Vamos, ¡intenta atraparme!

Su pequeño yo intentaba ser rápido para no perder al azabache de vista, le veía como pasaba entre las ramas y las hojas con habilidad. Creía se estaba quedando atrás y que perdería su rastro, así que exclamó.

—¡No me dejes!

Finalmente salió de los cepos hacia otra parte del parque, pero noto algo extraño.

Mirando sus brazos y sus manos vio que eran más grandes.

—¡Shoto! –gritó una voz y él inmediatamente le dedicó su atención.

Su amor de la infancia ahora se veía más grande, ambos ahora eran dos adolescentes.

Había parado solo para tratar de verlo mejor, pero no dudo mucho en volver a perseguirlo al ver como alzaba su brazo desde una lejana distancia. No quería perderlo.

—¡Vamos Shoto alcanzame! –alentaba mientras corrían.

Definitivamente iba a alcanzarlo, no quería perderlo, quería encontrarlo. Su amado iba enfrente, veía como el viento ondeaba su cabello largo azabache, portando una camisa blanca, pantalones azules y zapatos marrones.

Aceleró su paso, con todas sus fuerzas y deseos. Se lanzó hacia él y le tomó por detrás, abrazándolo bien de su abdomen y enterrando su cabeza en el hombro contrario.

—¡Te atrape! –exclamó, sintiendo como todo se hacía lento, como si todo se congelara–. Y no pienso dejarte ir.

Estaba cansado, su cuerpo se sentía pesado, cerró los ojos, sería solo por unos momentos…

Sin saber cuánto tiempo pasó, decidió abrir sus ojos, inhaló profundamente mientras trataba de averiguar en dónde estaba.

Al parecer, había despertado de un sueño.

—¿Despertaste?

Escuchó una voz y dio conciencia de donde estaba, se encontraba en una colina verde, en un atardecer que daba a la ciudad; su cabeza se encontraba apoyada en los muslos de alguien. Alzó la cabeza y ese alguien tenía cabello azabache, ojos rojos como rubíes y dientes puntiagudos.

Su amado se encontraba apoyado en un grueso tronco de árbol de sakura, y las flores caían de ahí con una suave y fresca brisa, cayendo de vez en cuando sobre ellos.

—¿Te desperté yo? –por alguna razón, cuando veía su rostro con detenimiento, se le hacía borroso al mirarle, la luz del atardecer le distorsionaba su campo de visión.

Todoroki negó con la cabeza.

—Fueron las flores –respondió–, tengo varias en la cara.

—Deja te las quito.

Y entonces vio su mano pasarle por el rostro y removerle con lentitud los pétalos, pero no sentía el toque. Al terminar su acción notó su sonrisa de dentadura de tiburón, y le devolvió la sonrisa de una manera suave y algo tímida.

Ambos dirigieron su mirada hacia el atardecer, el sol se escondía entre los edificios de la ciudad y ellos estaban a una distancia perfecta para admirar juntos dicho paisaje.

—Es un hermoso atardecer –comentó su contrario.

—Sí… –respondió él en tono dulce.

—Quisiera que durara para siempre.

—Se siente como un sueño –agregó acomodándose en sus piernas.

Seguido, sintió una especie de caricia en su cabeza, y como jugaba con su cabellera de manera suave.

—Shoto… Esto es un sueño.

—Todoroki –la voz de Aizawa-sensei le despertó.

Se levantó abruptamente de su lugar y notó que se había dormido en su butaca, el salón se encontraba en casi total soledad de no ser por él y el profesor Eraser; quien se encontraba mirándolo desde su escritorio.

—Es hora libre Todoroki, todos se han ido desde hace rato, salí un momento y te encontré aun aquí –le notificó con su característico tono de voz.

Se levantó de su lugar e hizo estiramientos en su cuello, soltando un bostezo por consiguiente.

—Sí… lo siento mucho Aizawa-sensei –se disculpó con un tono de voz bajo.

—¿Te encuentras bien? No eres de los que duermen en clase.

Bajo la mirada y colocó su mano en su nuca.

—Son sólo… cosas de casa, no importantes –respondió como mentira hacia el mayor.

Aizawa guardó silencio, quería creerle al joven.

—De acuerdo, ahora sal del salón y reúnete con tus amigos, aprovecha la hora libre Todoroki –ordenó mientras se metía en su bolsa de dormir.

—Sí sensei.

Acató la orden y salió del aula para caminar por los pasillos pensando en lo que había pasado. Un sueño dentro de un sueño y ambos de su amor de infancia.

Psicológicamente hablando, ¿Algo debe significar estos sueños? Se preguntaba en su cabeza. ¿Querer atraparlo no sería la necesidad que nuevamente desarrolló por querer encontrarlo?

En secundaria cuando pasó por aquel parque, una vez más, también nació en él aquel sentimiento, y por un mes se quedó esperando en aquel parque, aprovechando que escapaba de su viejo y no lo veía.

Ahora entendía el significado de ese sueño. Quería encontrarlo, sentía una necesidad de volverlo a ver, saber que fue de él, saber si podría tener una oportunidad con él, intentar ser algo, y aunque sonara tonto o infantil…

Cumplir la promesa y jugar juntos nuevamente en aquel parque.

Literalmente, ha pasado un año desde que actualice esto, lo deje mas que abandonado.

Mil perdones y créanme, no se que me paso. Entre cosas que sufrí, cosas que viví y flojera misma.
Estuve a punto de cancelar esto pero no podía, no podía ser así de monstruo.

Agradezco a TY-MOBILE la persona con la que colaboro y trabajo. Ella me ayuda a seguir adelante y nunca perder el hilo.

Muchísimas gracias a todos por darle una oportunidad a este fic.

Se despide

🖋️༆━━Miss Writer