Capítulo 17. ¿No es correcto acercarme?
Hola de nuevo, por fin otra vez estoy aquí.
Los invito a comentar siendo respetuosos.
YYY
Capítulo 17. ¿No es correcto acercarme?
Midoriya Izuku esa misma noche tuvo un sueño, donde estaba rodeado de todo el enorme grupo que se había formado esa tarde. Ahora estaban comiendo pizzas, tomando cervezas y jugando videojuegos. Solo que en la imagen, también estaban incluidos Tamaki y Togata. Todos riéndose, haciendo escándalo, jugándose bromas llenos de sonrisas cómplices y animadas. No pudo evitarlo e incluso se soñó a él mismo atrapado entre los brazos de Bakugo y no solamente como amigos o siendo la obra de caridad de este último, sino como un par de enamorados. Era una imagen tan hermosa y cálida que no quería despertar, rodeado de amor le dolería abrir sus ojos para de nuevo encontrarse en la soledad de su frío departamento. A veces, tenía pánico de abrir los ojos para descubrir que estaba de nuevo en su antigua y cruel vida. Que todo esto era solo un producto de su dolido inconsciente quien estaba dejándolo más loco de lo normal, pues se refugiaba más que nunca en sus fantasías.
Aunque en un mal movimiento, terminó despertarse de golpe ante el dolor que eso le causó. Aún estaba herido y ciertas partes del cuerpo no podía moverlas con libertad. Lo que era frustrante pues solía dormir con las piernas abrazando algo, por lo que inconscientemente, terminaba intentándolo con su almohada que estaba ahí para servirle de soporte al dormir y así minimizar ciertas dolencias al descansar en la única posición que no terminaba con él gimiendo de dolor.
─ Oh maldición.
Aduras penas pudo murmurar esa palabra pues su voz salía ahogada debido al dolor que sentía y el esfuerzo que le estaba costando acomodarse sin lastimarse otra cosa.
─ Si tienes problemas tú debes llamarme.
Esa madura y sexy voz puso a Izuku en alerta, era el dueño del departamento quien lucía una pijama negra, con camisa gris bastante simplona.
─ No me gusta molestarlo.
─ Me molesta más escucharte quejarte que esto.
En esto, por fin Katsuki ya estaba ayudando al chico pecoso a que estuviese cómodo de nuevo. Sus palabras y modos eran toscos pero sus acciones eran contradictorias. Mientras más convivía con él, Izuku quería ser más cercano, llegarle cerca del corazón. Que nadie lo conociera mejor que él.
─Usted es muy amable. Muchas gracias.
─ Deja de decir eso, me harás perder mi swag y mi reputación de bad boy se ira a la basura.
Izuku torció sus ojos con una sonrisa divertida.
─ Lo siento, no sabía que decirle la verdad le incomodaba.
─ No me incomoda mocoso, solo debes aprender que esas cosas no se dicen en voz alta en público sino quieres desprestigiarme.
─Oh ya entendí pero ahora estamos solos entonces puedo decírselo ¿o tampoco así?
Bakugo lo estaba observando fijamente pues Izuku estaba jugando sucio con esa estúpida mirada de cachorro a medio morir con la que era obvio con que la le podía ganar o convencer.
─ Bueno, pero procura no ser muy cursi al decir esas cosas y yo seré feliz.
─ Eso sería nuevo, pues usted nunca luce muy alegre...
Aquello fue un mal movimiento de parte de ambos. Se quedaron mirando fijamente. Izuku con vergüenza por su desliz y el rubio como si sopesara lo que acababa de ocurrir.
─ Yo... ¡Lo siento! No fue para nada mi intención...
─ No te preocupes, supongo que tienen razón en eso de que soy un amargado.
─ ¡No lo dije por eso! Lo dije por... que...usted pareciera a veces...tan roto...
Katsuki abrió sus ojos ante ese murmullo que sí que logró escuchar muy bien. A veces, era obvio para todos que Bakugo seguía herido por aquello que le pasó. Su familia le dio la espalda y el amor de su vida se fue con alguien más. Aquello era algo que odiaba: lucir vulnerable. Ambos estaban rotos era obvio, pero eso no quitaba que no quisiera lastima. Estaba ahí para cuidar de Izuku no para exponer sus heridas para que este se las lamiera para intentar curarlo. Era humillante y patético. Era fuerte, no iba a derrumbarse, no de nuevo.
─ No debes preocuparte, todo está bien. No es nada.
─ ¿No es correcto acercarme? Lo noto porque siempre pareciera reprimirse cuando se trata de eso...como si no quisiera dejarme cerca...
Izuku intentó tocarlo pero Katsuki lo detuvo con la mano, impidiéndolo.
─ Tú también pones barreras para evitar el acercamiento. No intentes ver mis heridas si tú tampoco me dejas ver las tuyas.
Tras esto, Bakugo se dio a la fuga, intentando no mirar atrás.
YYY
¿Qué pasara? Lo veremos en el capítulo 18. No quedar solos
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro