Había pasado unos días donde la relación de Daemon y Dalma iba color de rosas, había noches que Dalma amanecía en la casa de Daemon y se iban juntos a la empresa parece una pareja, con la diferencia de Dalma insistía en bajar antes para que nadie se entere de su relación, no convencido Daemon acepta sus términos, y justo ahora no tiene la escusa de verla a cada segundo porque se encuentran en sectores diferentes, debido al caso que ya había vuelto Francisco, por lo tanto, Dalma ahora está trabajando en relaciones públicas como secretaria.

A la hora del almuerzo se tomo unos minutos y fue a buscar a Federico a su lugar de trabajo, hace días que intenta comunicarse con aquella persona para pagarle, no sabe a quién acudir, pero recordó que aquel hombre le dio la tarjeta de Federico, así que por ende debería de conocerlo o tener algún tipo de conexión.

Eunice se encontraba de salida y se prometieron encontrarse en el salón para almorzar juntas, aunque ya no sean compañeras de trabajo, aún siguen siendo amigas.

Entro y fue directo a la mesa de Federico, quien se encontraba bastante ocupado lidiando con algunos asuntos.

—Discúlpame Fede, ¿Puedo hacerte una pregunta? —salto en su lugar, el pobre se encontraba sumergido en la computadora, que no la oyó llegar.

—Hola… Dalma, ¿en qué puedo ayudarte?

—Quiero que me des el contacto de la persona que me dio tu contacto, ¿por qué lo conoces? O ¿no? Hace días quiero contactarlo, pero no obtengo respuesta.

En ese instante se puso nervioso e incluso su rostro palideció, no sabía qué hacer o qué decir, no quería meter la pata.

—En realidad no mucho, es cercano a un amigo, seguramente él le dio mi contacto, pero si quieres puedo tratar de averiguar, ¿paso algo? Porque lo buscas.

—No ocurrió nada, solo deseo expresarle mi gratitud por algo.

Federico, aunque fingió comprender, estaba al tanto de lo que pasaba a su alrededor, no era ningún tonto, sabía en el rollo que estaba metido su jefe y amigo.

Ahora tendría que esperar que volviera de su reunión para darle las actualizaciones.

Unas horas después, Daemon llegando al estacionamiento, vio a Dalma, la rapto y le robo un par de besos.

—Te tengo buenas noticias

—¿Sí? Cuál —se la oyó emocionada.

—Este fin de semana habrá una fiesta de beneficencia organizada por mi madre. Quiero que vayas conmigo como mi pareja y te presentaré ante toda mi familia.

—No creo que sea adecuado y si no me quieren.

—Es adecuado, porque eres a quien amo y mi pareja, mi familia no se opondrá.

—Pero, el fin de semana es de mi madre, se lo prometí.

—Solo esta vez, si así lo deseas, pide licencia uno o dos días y ve a pasarte con tu madre, yo te lo otorgó, pero esta oportunidad no se va a volver a repetir, por favor complaceme.

—Esta bien, no creo que mi madre se moleste.

Luego la dejo seguir con sus labores, de regreso con los recados hechos, en el pasillo saliendo del ascensor choca con la jefa de redacción, quien se iba echando un litro de perfume, demasiado para una sola persona.

—Cuidado casi haces que se me caiga mi perfume, para que sepas es de edición limitada, ni con el pago de tres meses de tu sueldo equivaldría su precio.

Quedo unos segundos replanteándose si decirle tres de cuatro verdades o solo irse y evitarse futuros conflictos, aunque estuvo tentada opto por lo segundo, después de pedir perdón siguió su camino mientras llegaba a su mesa para seguir con su trabajo.

Ya después de terminar su jornada llegó con su amiga, cenaron algo tranqui y cada una fueron a sus habitaciones, aprovecho y llamó a su madre a decir verdad no se la oia bien, era como si estuviera cansada.

—¿Mamá? ¿Qué sucede? porque te oigo tan lejos.

—Estoy bien hija, solo que hoy me acosté más temprano y me agarraste adormilada.

—Pásame a la enfermera.

—Ya esta descansando hija, no le moleste mañana hablamos.

—¿Mamá me estas ocultando algo? Ahora es el momento.

—No es nada, ¿vendrás este fin?

—Por eso te hablaba, no podré ir en persona yo te cuento de lo que se trate.

—Esta bien, ya tienes una vida también —se la oyó desanimada.

—Mamá

—Si amor ¿que pasa?

—¿Que pasa?

—Ya te dije, es cansancio, no te preocupes.

Hablaron un rato más hasta que la dejo descansar y por más que insistía en saber la verdad, nada le decía y eso la preocupo y le dejo un mas presentimiento.

Cuando todo el departamento quedó en un completo silencio se oyó algo romperse contra el piso, salió apresurada de la habitación encontrándose con su amiga tratando de sacar a alguien por la fuerza.

—¿Dora?… ¿Nicolás? ¿Qué pasa aquí?

Ambos quedaron completamente congelados al oírla, Dora lo empujaba por la espalda y Nicolás se sujetaba con ambas manos del marco de la puerta y en el suelo había unos trozos de algo que antes tenía forma.

—Dora…

Hasta aquí hoy, nos veremos
cualquiera de estos
días, feliz domingo.
Los quiero⭐️🤗

Autora: Danna
Univers