Capítulo treinta y nueve: ¡¡Por favor, dejeme!!
En cuanto todo lo que antes se movía se volvió a su sitio, un segundo después se puso de pie y se dirigió a la puerta más cercana casi no podía caminar con entereza sus piernas, no todo su cuerpo temblaba, creyó que nadie la vio salir, aprovecho que Daemon se encontraba saludando a unas personas para escabullirse, pero resulta que alguien si tenía los ojos puestos en ella, cuando pudo salir paso por un pasillo, busco el primer sitio desocupado para estar a solas y tomar un poco de aire.
Cinco minutos estuvo ahí llorando y maldiciéndose mentalmente por ir a esa fiesta.
—¿Qué haces aquí tan sólita?
Al escuchar aquella voz extraña se giró asustada para encontrarse con Daniel, ahí parado en la puerta observándola como si fuera una presa y él un cazador.
—¡Perdón! Ya me iba.
—No tan rápido, hablemos un momento, ¿quién te hizo llorar así? Acaso mi primo no te cuida como lo presume.
Por alguna razón inexplicable, no se siente cómoda con su presencia, su mirada le causa escalofríos y estar a solas con él no es de su agrado.
—Cosa mía, con su permiso debo de regresar.
Intento pasar otra vez, pero la volvió a retener y eso empezó a asustarla.
—¡Espera! ¡Espera! Tanto te incomoda mi presencia solo un minuto, no te pido mucho.
Quería decirle que si le incomoda, que estar lejos de él es lo que más desea en este momento, pero mantuvo compostura como una buena chica y le sonrió lo mejor que pudo, para volverlo a rechazar.
—No es eso, solo temo que Daemon me esté buscando, no le dije que salía.
—No te preocupes, Yamiil lo mantiene bien ocupado, no notará tu ausencia en un buen rato —sus palabras eran veneno puro.
—Con más razón necesito volver, no me gusta como utiliza cada segundo para restregarse por él como gata en celo.
—Mmm como que no es de tu agrado… sabes te confieso un secreto… esa noche te veías muy hermosa y si no fuera por mi primito que metió las narices donde no debía, en este momento serias mía, pero ahora que sé quién eres no dejaré que te escapes, Daemon no merece una criatura tan bella como tú.
—De qué… ¿De qué hablas?
—Hablo de lo astuto que fue Daemon en llevarte a la empresa y ahí conquistarte cuando él fue quien te compró en aquella subasta, la recuerdas, porque yo la recuerdo cada noche antes de ir a dormir. No entendí por qué lo hizo, aunque después de pensarlo se debió de divertir mucho contigo engañándote así, te veo sorprendida, acaso no sabías que él era quien te compró, sabes todo esto, fue solo un plan para enamorarte, quería agregar diversión a su aburrida vida y por ello creo todo esto.
La chica ya no podía sorprender nada en este momento, esa noche ya será catalogada como la peor de todas. Pasó por todos los estados de ánimo.
Aunque se preguntaba, ¿Será verdad que Daemon solo la utilizo? ¿Sería capaz? Sería capaz de tanta bajeza.
—Estás mintiendo, él no sería capaz de mentirme así, es un buen hombre y me ama.
—Un buen hombre no te ocultaría que fue el quién te compró en aquella subasta, en primera no te mentiría.
Observó cómo caminaba hacia un costado, vio una oportunidad de escapar e intentó avanzar, casi llegó hasta la entrada que había accedido.
—Nooo —grito y La tomó del brazo con bastante fuerza y llevándola a otro cuarto continuo donde había un sillón y la tiro ahí.
—Que haces, déjame ir… esto ya no me gusta, quiero irme.
—No te preocupes, lo que pasará a continuación te encantará.
Ya en este punto las lágrimas comenzaron a picar en cada ojo, señal de que en cualquier momento saldrían, la noche se ponía peor y peor.
—¡Por favor! ¡Déjeme! ¡¡¡Por favor!!! ¡¡Ayuda!!
—Shiiiii! Silencio.
Dalma ya estaba temblando y llorando, esta noche fue la peor de todas, pero no se daría por vencida, cuando tuvo la oportunidad le dio un golpe en la parte baja, no fue lo suficiente mente fuerte para dejarlo herido, pero si lo suficiente para distraerlo y tratar de huir, llegó a una puerta, pero lastimosamente la sujeto antes de que salga.
Fue lanzada con fuerza hacia el piso sobre una alfombra.
—Esa noche hubieras sido mía, pero mi primito te arrebato de mis manos y ahora que te encontré yo te arrebataré de su lado, criatura, cuanto antes lo comprenda más rápido seremos felices, no sé por qué estás tan asustada si ya te había avisado y más de una vez.
—Por favor, ya déjame ir… prometo… prometo que no le diré nada a nadie.
Por más que suplicaba, el hombre frente a ella no cedía y como que pretendía llevarla a otro lugar, porque la había amordazado para silenciarla y ahora pretendía atar sus manos, volvió a intentar escapar, pero esta vez sin éxito, como reacción recibió una cachetada, luego de eso un olor fuerte invadió sus fosas nasales haciéndola dormir.
Salió por una puerta que lo llevaba a un pasillo y allí lo esperaba dos hombres que lo dirigieron hacia la parte de atrás donde ya estaba su auto esperando por él, metió a la chica y luego se subió él.
—¿Papá? ¿Qué haces?
—Vete de aquí hijo, nada de lo que pasa aquí te incumbe.
—Papá… NOOOOOO
¿¿Cuantos capítulos, faltarán??
Autora: Danna
Univers
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro