Capítulo treinta y cuatro: Ser mimada
Daemon condujo a su pareja hacia la puerta de su cuarto, ella con pasos torpes entró observando cada detalle, el color de las paredes, las decoraciones, el aroma característico de él, nunca lo dijo en voz alta, pero siempre le ha gustado el aroma que Daemon desprende, Una mezcla de jabón de ducha y perfume.
Despacio se acercó y la tomó de la cintura, comenzó a oler el cuello, con cada aspiración mandaba un cosquilleo que se expandía por todo el cuerpo de la chica haciendo que su piel se erizara en respuesta.
La guio hacia la cama y la sentó en la orilla, de forma lenta se arrodilló y le levanto un pie para sacarle la bota y luego le quito la otra, mientras la veía todo el tiempo.
Cuando se puso nuevamente de pie, Ella se levantó y se arrodilló para ahora ella desatarle los cordones de sus zapatos, Daemon se sorprendió con su actitud, luego de quitarse los zapatos, ella se puso de pie con una lentitud tortuosa, llevo sus manos y comenzó a desabotonar los botones de la camisa de Daemon uno por uno, con los nervios que se cargaba no podía desabotonar el último botón y cuando su paciencia se acabó lo termino arrancando haciendo que el botón volará lejos, cuando vio lo que ocasionó su impaciencia lo miró avergonzada y él solo le sonrió dándole un beso en la nariz.
—Descuida es solo una prenda, además, eso queda sumamente reducido a lo que yo romperé.
Y al acabar esa oración su blusa de una sola pieza se transformó en dos pedazos de trapo inservible, revelando así un sostén de encaje color nude cubriendo sus perfectos pechos, tal acción la tomó por sorpresa haciendo que pegue un grito.
—Esa era mi blusa favorita —manifestó antes de ser callada por un beso.
—Tranquila, después te compro diez blusas iguales a esa si es necesario.
La recostó en la cama con suavidad sin romper el beso, luego fue haciendo un camino con sus labios sobre la piel de la chica, primero por el cuello bajando por la clavícula con dirección a los pechos, dio un beso a cada seno sobre el sostén y siguió bajando por el abdomen, cuando llegó al inicio de la cinturilla del pantalón se detuvo y comenzó a desabotonarlo y a continuación también quitarlo.
Para luego dejarla solo en ropa interior, cuando Dalma noto que él aún llevaba los pantalones, con un rápido movimientos de manos fue a quitarlo para no quedar en desventaja a la hora de quien tiene menos ropa.
Cuando ya logro su cometido Daemon la volvio a acostar y ahora comenzó un camino de besos que iba desde los pies subiendo por las piernas, siguió por su feminidad, paso por su abdomen llegando hasta sus pechos, los masajeo notando su buen tamaño y como con unas caricias ya se ponían erectas, siguió su camino llegando a su boca, comenzó a besarla con vehemencia y pasión. Cuando se distrajo, ella tomó impulso, dios sabrá de donde y le volteo para quedar ella sobre él, aunque él ayudó un poco, lo beso en toda la cara, besitos en la nariz, en la mejilla derecha y después en la izquierda, le beso en la frente y otra vez en la boca con locura.
—Si no estás segura, podemos parar, primero estas vos ante que cualquier otro.
—Si sigues preguntando, me iré y te dejaré desvestido y alborotado. —lo amenazó.
En poco tiempo ambos se encontraban ya desnudos y a punto de consumar el acto, primero comenzo insertando un dedo en su feminidad para que vaya relajando, luego metió un segundo haciendo que de su boca saliera pequeños suspiros mientras buscaba más su placer.
—Eres muy hermosa, no sabes cuanto estoy disfrutando ver tu rostro al ser invadido por mis dedos, y tus gemidos es tan sesual, ya quiero sentirte en todo los sentidos.
—Deja… De hablar… Y sigue… Sigue
Con eso último, saco sus dedos y busco un sobre plateado de la mesita, lo rasgo y bajo la atenta mirada de Dalma se colocó el condon y ya con su zona lubricada por su propia esencia comenzó a ingresar lentamente, siempre viendo sus expresiones para no lastimarla, ya faltaba poco y de golpe rompió esa barrera sacándola un grito, ya estaba, su virginidad se fue y dolía como la mierda se le notaba en la mirada además de las lagrimas que derramó, Daemon se tomó su tiempo y cuando le dio su consentimiento comenzó un bai bien de forma lenta, para después aumentar un poco el ritmo pero no mucho para no herirla.
Unos minutos después, ya cuando se quitó el preservativo y se recuperó, la llevo a la tina con agua tibia, mientras ella se aceaba, Daemon cambió las sabanas y casi de inmediato fue y la busco le coloco una bata y la trajo en sus brazos, la acostó en la cama limpia y fresca, se acostó dejando que ella se acomodara en su pecho mientras le acariciaba el cabello para que se relajara y pudiera dormir.
A lo largo de todo el tiempo, Dalma no había dicho nada, quedó maravillada y enamorada de cómo la mimo y la trató en todo momento, además no sentía animo de nada, la incomodidad que sentía superaba todo y solo quería ser mimada.
Hasta aquí llegue hoy, pero ojo puede ser que el domingo venga con más actualizaciones, sino me olvido.
Besos⭐️😘
Autora: Danna
Univers
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